Tercer Obispo

En el día de la consagración, por favor Dios, de Dom Tomás de Aquino como tercer obispo para la “Resistencia” Católica de hoy, parece apropiado reproducir el testimonio de un amigo cercano a él, el Profesor Carlos Nougué, liderando ahora una Casa de Estudios adherida al Monasterio de la Santa Cruz de Dom Tomás. Este testimonio, que muchos de ustedes pueden no haber visto, está solamente levemente adaptado del original que está accesible en el excelente sitio mejicano Non Possumus. Noten en particular la buena influencia de Corção, la conexión cercana con Monseñor Lefebvre, el rechazo de acercarse a Roma neo-modernista y los métodos stalinistas de Monseñor Fellay. ¡

Kyrie eleison.!

Miguel Ferreira da Costa nació en Rio de Janeiro, Brasil, en 1954. Antes de iniciar su carrera en la ley, él estudió en el Colegio San Benito en Rio de Janeiro, donde tuve la oportunidad de ser su compañero de clase por un breve tiempo. Formó parte del movimiento tradicionalista y anti-modernista organizado en torno de Gustavo Corção y de la revista Permanencia ; luego inició su vida de “fiel guerrero y veterano de la guerra post-conciliar por la Fe” – dejó la carrera en la ley para devenir un monje con el nombre de Tomás de Aquino en el monasterio francés de le Barroux donde Dom Gérard era Prior en ese entonces, y fue ordenado sacerdote en 1980 en Ecône por Monseñor Lefebvre. Allí gozó de la amistad, del ejemplo y de la enseñanza del Fundador de la FSPX.

En 1987 él vino a Brasil con un grupo de monjes de le Barroux para fundar el Monasterio de la Santa Cruz en Nueva Friburgo, en las montañas atrás de Rio de Janeiro, Brasil. Pero mientras tanto, Dom Gérard, a pesar de las graves advertencias de Monseñor Lefebvre, estaba avanzando hacia un acuerdo con Roma Conciliar, al cual Dom Tomás de Aquino también estaba opuesto. Una división era inevitable. El Monasterio de la Santa Cruz, con el apoyo de Monseñor Lefebvre, devino independiente en 1988 aunque reteniendo buenas relaciones con la FSPX. Sin embargo, basado en el consejo escrito de Monseñor Lefebvre, la FSPX no iba a tener jurisdicción sobre él porque como Prior del Monasterio, él tenía que tener autonomía.

Consejo providencial, porque las relaciones entre la FSPX y el Monasterio se estaban deteriorando especialmente con el acercamiento de la FSPX a Roma neo-modernista. Dom Tomás rechazó cantar en la Misa Dominical, el Te Deum solicitado por Monseñor Fellay para celebrar el Motu Proprio de Benedicto XVI relativo a la Misa. Asimismo, para el “levantamiento de las excomuniones” por el mismo Papa, Dom Tomás le escribió a Monseñor Fellay una carta rechazando seguirle a él hacia un acuerdo con Roma Conciliar. Acto seguido, yo mismo vi a Monseñor de Galarreta y al Padre Bouchacourt cuando vinieron al Monasterio a decirle a Dom Tomás que él tenía 15 días para dejar el Monasterio si es que él quería que éste continuara recibiendo ayuda y los sacramentos (incluyendo Ordenaciones) de la FSPX.

Le escribí a Monseñor Fellay quejándome de esta injusticia. Él me contestó que Dom Tomás tenía un problema mental y siempre que no deje el Monasterio, no iba a recibir la ayuda de la Fraternidad. Le respondí: “Entonces yo debo tener el mismo problema mental porque lo he conocido por doce años y nunca me había dado cuenta”. Era verdaderamente como el stalinismo con sus hospitales psiquiátricos para los oponentes del regimen stalinista. Pero Dom Tomás dudaba: si él dejaba el Monasterio, esa sería la ruina de éste respecto a la Fe, pero si él se quedaba, él lo privaría de la ayuda necesaria. Entonces, Monseñor Williamson le escribió a Dom Tomás prometiendo al Monasterio todos los sacramentos que necesitara. Esto significó que Dom Tomás podía quedarse.

Esto fue suficiente para que todos nosotros comenzáramos a reaccionar: fue el inicio de lo que hoy se conoce como la Resistencia que tuvo como su primer órgano el sitio web llamado SPES, ya no más en línea. El Monasterio entonces devino un centro de recepción para los sacerdotes refugiados de la FSPX sin ningún lugar donde vivir. Fue donde Monseñor Faure fue consagrado, y ahora es donde Dom Tomás de Aquino Ferreira da Costa, él mismo, será consagrado, mi padre espiritual y el amigo más cercano que Dios me pudo haber otorgado a mi.