Elección de Trump
La cuestión esencial a decir acerca de la elección el mes pasado de Donald Trump como el próximo Presidente de los Estados Unidos, es que esto es una suspensión otorgada por Dios a años y años de gobierno liberal, pero si el pueblo Americano ellos mismos, no retorna seriamente a Dios, esta suspensión será arrasada por un retorno de los liberales en vigor para destruir a los Estados Unidos de una vez por todas, tal como Hillary Clinton lo hubiera hecho si hubiera sido elegida.
Ahora, es verdad que no muchas personas hoy piensan sobre política en términos de Dios, pero ese es exactamente el problema. Dejarlo a Él fuera de la vida, especialmente fuera de la política, ha sido siempre una cruzada para los masones y liberales desde el final del siglo de ellos, el 18vo. Liberarse de Dios ha sido la cruzada para la religión sustituta de ellos, el humanismo secular. Del mismo modo, en el siglo 20mo, el Comunismo con o sin ese nombre ha triunfado contra natura en todo el mundo porque actúa como una religión, siendo, como Pío X lo llama, el mesianismo del materialismo. Y el Liberalismo y el Comunismo son el porqué el mundo entero Occidental ha estado inclinándose hacia la izquierda por cientos de años.
Y, es por eso del porqué, sin duda, un gran número de votantes en esa elección Americana votaron por el candidato que perdió. Ella era conocida en toda la nación por sus mentiras, inmoralidad y traición. El registro criminal de ella era notorio incluyendo la sospecha de que ella había sido responsable con su esposo del asesinato de bien más de cincuenta hombres y mujeres que se pusieron en el camino de su ambición y carreras. ¿Cómo pudo cualquiera medianamente decente haber siquiera pensado en votar por ella, ni qué decir más de la mitad de todos los Americanos que votaron (ella no ganó el Colegio Electoral)? Paul Craig Roberts él mismo, excelente comentarista sobre la escena política Americana, está desconcertado por esa cuestión. La respuesta faltante es con seguridad que esa mujer encarnaba la guerra contra Dios. Para los liberales, la libertad es su religión. Que ella orgullosamente rompió con todos los mandamientos de Dios, fue un argumento no contra ella sino a su favor. Ella es una Santa del liberalismo.
Ahora, el conquistador de ella, Donald Trump, no es, según todas las apariencias, un hombre especialmente pío y él todavía es liberal en muchas maneras -¿quien no lo es?- pero él todavía tiene dentro de él una buena dosis de esa decencia y generosidad a la antigua usanza que solían ser típicas de lo mejor en América y Americanos. Por consiguiente él está instintivamente en contra de gente impía y luego de años y años de liberales mojigatos bajo una serie de Presidentes liberales pisoteando por todos lados a los Americanos decentes, él hubo tenido suficiente e intervino en política “para devolver a este país algo de lo que éste me ha dado a mi”. Y luego de los mismos años y años de lo que hubo sido de hecho un Sistema unipartidario, porque no hubo habido desde el tiempo del Gobernador Wallace “ni una pizca de diferencia entre los Republicanos y los Demócratas”, Trump corcoveó al Sistema, dio voz a la frustración de la gente, y una hueste de almas decentes lo votaron para el cargo. Pero el Sistema está furioso.
Por consiguiente, él ahora debe pensarlo bien. Él ha devenido el Presidente elegido basado en la fortaleza de instintos decentes contra la ideología liberal. Pero eso es como una flor de un día porque luchar contra ideología con instintos es como luchar contra tanques con lanzaguisantes. Para luchar contra una falsa ideología, uno necesita una verdadera ideología, y para luchar contra la guerra a Dios, uno necesita paz con Dios, la cual será en los términos de Dios y no en los del hombre. Ahora, Dios es todo-poderoso e infinitamente bueno, y Él puede deshacer lo peor que Sus enemigos puedan intentar hacerle contra Él con el más mero chasquido de su dedo meñique, por asi decir. Pero Él no va a conceder la victoria sobre la Sinagoga de Satanás si Él sabe que la gente que Él está salvando van a volver derechito de vuelta a Satanás. La gente debe desprenderse de Satanás y volver sinceramente a Dios, quien no es engañado.
Como mínimo, Donald Trump él mismo debe orar – ACAS – con Adoración, Contrición, Agradecimiento y Suplicación. Dios ha estado con él para otorgar esta suspensión. Incluyámoslo todos a él y al Presidente Putin en nuestras propias oraciones para prolongar la suspensión. De otra manera se terminará pronto.
Kyrie eleison.