Femineidad Invaluable — II

La femineidad de la mujer está hoy bajo ataque feroz. La razón no es difícil de encontrar. Satanás quiere el poder completo sobre la humanidad para asegurarse de que cada alma caiga en el infierno. Ahora bien, el camino que Dios Todopoderoso ha trazado para que los seres humanos emprendan el camino hacia el cielo es por su nacimiento dentro de una familia humana normal, en la que lo que hoy llamamos el “padre biológico” y la “madre biológica” cuidan el fruto de su amor mutuo, sus propios hijos. El Dr. Henry Makow retoma la historia de los “Comentarios de Eleison” de la semana pasada, desde el punto de vista de los satanistas.

“Los judíos cabalistas y francmasones son satanistas. Controlan degradando y corrompiendo. Como las termitas, ellos carcomen las columnas de apoyo de la sociedad. La familia es el glóbulo rojo de una sociedad sana. Nos proporciona nuestros roles e identidad, así como el apoyo emocional y material necesario. Garantiza que los jóvenes nazcan, sean amados y criados adecuadamente, y que los ancianos sean cuidados. Nuestra familia es nuestro eslabón en la cadena de la eternidad. Así que los satanistas siempre han querido destruirla. Fueron tras las mujeres, a las que consideraban inconstantes, vanidosas y de mente débil. ‘No hay manera de influenciar a los hombres más poderosamente como por medio de las mujeres’, escribió Adam Weishaupt. ‘Por lo tanto, estas deberían ser nuestro principal estudio; deberíamos insinuarnos en su buena opinión, darles indicios de emancipación de la tiranía de la opinión pública y de levantarse por sí mismas; será un inmenso alivio para sus mentes esclavizadas el ser liberadas de todo vínculo de restricción, y las encenderá aún más, y hará que trabajen para nosotros con celo, sin saber que lo hacen; pues sólo satisfarán su propio deseo de admiración personal’.

“Así que los satanistas convencieron a las mujeres de que el matrimonio y la familia eran ‘opresivos’. Puede ser que los hombres tengan que trabajar duro en las fábricas y morir en la guerra para proveer y proteger a sus mujeres, pero de alguna manera las mujeres son las oprimidas. Los satanistas necesitaban interferir en el afecto y la atracción natural que los machos y las hembras tienen el uno por el otro y por su descendencia. Los satanistas existen para extirpar el amor. La esencia de una mujer es el amor, el poder de generar amor, amando y siendo amada a cambio. Esta es la fuente de su poder. El amor de una mujer por su marido y sus hijos es la cosa más preciosa del mundo. Para un hombre, este amor es su mayor tesoro. Al dejarse engañar, al perseguir el poder material en vez del espiritual, la mujer moderna ha perdido esencialmente el poder de amar. Puede tener poder o amor. No puede tener ambos. Las mujeres necesitan el amor de un hombre como una flor necesita sol y agua. Los hombres nutren a las mujeres y las mujeres empoderan a los hombres accediendo a sus peticiones razonables. Esta es la dinámica heterosexual [ . . . ]

“Pero esto es lo que se condena como explotación de la mujer (la ‘erotización de la impotencia’) por, por ejemplo, una Sheila Jeffreys, conocida como erudita feminista lesbiana y activista política. Obviamente ella no puede entender que el amor de la mujer es su verdadero poder. Ella quiere convertir a todas las mujeres en lesbianas que como ella no pueden entender que el estilo, la belleza y el encanto de la mujer, en resumen su feminidad, dependen de rehuir el poder material. Una mujer que se entrega a su marido es querida y amada por él y por sus hijos. Una mujer que persigue el poder en términos masculinos está condenada a una vida de aislamiento y amargura.

“Feministas occidentales, ustedes han renunciado a su precioso don a cambio de nada. Son vulgares, son un verdadero fracaso. Les falta personalidad, encanto, estilo, sustancia. No pueden amar. Ni siquiera son atractivas. Y pronto perderán su juventud. No tendrán nada más que su trabajo, su perro y sus amigas igualmente desesperadas. Feministas occidentales, ustedes han sido robadas, traicionadas por su sociedad, sus maestros, sus líderes políticos y culturales; y consecuentemente ustedes se han unido a sus filas traidoras. Ustedes han traicionado a sus hijos nonatos, a su cultura, a su familia y a la promesa del futuro. Pero lo peor de todo, se han traicionado ustedes mismas”.

Kyrie eleison.