CAIDA de EUROPA – I

Nacionalistas franceses, podemos o no prestar atenció

Pero católicos franceses, necesitamos absolutamente sin excepción.

El hundimiento de Francia y de Europa en su conjunto es una realidad catastrófica. No se ha producido de la noche a la mañana. El desmoronamiento viene de lejos, como vieron muy bien los nacionalistas franceses, que preveían las graves consecuencias para la sociedad y la civilización, que ahora son evidentes. Varios escritores destacados, y revistas como Rivarol, llevan mucho tiempo dando la voz de alarma, a medida que se sucedían los oscuros acontecimientos – 

Tras el derrumbamiento del imperio colonial francés y la traición de la Argelia francesa, la revuelta estudiantil de 1968 en París demostró que el pueblo francés en general estaba dispuesto a aceptar el derrocamiento de todo el sentido común, la Tradición, la moral sana, de todo lo que hacía la grandeza de nuestra civilización. Luego llegó la legalización del aborto, un gobierno socialista en 1981, el antirracismo, la ingeniería de la inmigración, remodelación de la familia, LGBT, transexualidad, pedofilia, adrenocromo (un verdadero horror), venta de órganos, “cambio climático”, “chemtrails”, estelas químicas, etc. Pero la reacción del público fue escasa. La gente podría estar un poco conmocionada por un momento o dos, mas 

pronto se calmaron de nuevo. Sin embargo, hablamos de “un aumento en el nivel de vida” como si hubiera habido una mejora real de la vida, cuando en realidad ha sido poco más que técnica – mejores máquinas que permiten disponer de más bienes materiales. El resultado ha sido la necesidad en el hogar de dos salarios en lugar de uno, lo que separa a la madre del hogar, sobre todo si no le gusta ser madre. 

Durante toda una época, Francia irradió a todo el mundo, en general para bien, pero ahora ella misma se hunde en una decadencia moral y económica, en una crisis social e intelectual tal que ya no puede ejercer tal influencia. Lo peor de todo es que rechaza, desprecia e ignora todo lo que un día consiguió. Sin embargo, sorprendentemente, ese “Occidente” que ya no es más que la marioneta de amos satánicos que son una oligarquía de globalistas materialistas y gnósticos, sigue comportándose como si tuviera vocación de dirigir el mundo, algo así como los judíos talmúdicos que pretenden ser el sacerdocio de la humanidad. 

Y desde Covid, esa monstruosa mentira diseñada para probar hasta dónde puede llegar la manipulación del hombre moderno, los pueblos de la Europa de Carlomagno se han esclavizado rápidamente a los banksters de Londres y Nueva York. El plan de despoblación detrás de Covid se remonta al menos a la década de 1970 cuando Jacques Attali, todavía hoy asesor clave del gobierno francés, dijo en una entrevista pública: “Los inútiles comedores son buenos para el matadero”. De ahí las peligrosas y mortíferas “vacunaciones”. 

En cuanto a Francia, es troceada y vendida con fines lucrativos a EE.UU. y a intereses privados. En cuanto a Europa, está destrozada, desgarrada por el ataque de EEUU y la OTAN contra Rusia, con los viles medios de comunicación y sus comentaristas vomitando mentiras contra Rusia, mientras que, peor que todo, toda la clase política guarda silencio. Con su guerra por poderes en Ucrania, matando a medio millón de blancos, los EE.UU. han logrado al menos una cosa – el poder económico de Europa está roto, y las empresas alemanas se trasladan a Estados Unidos. Poco sospechan los estadounidenses, cómo la historia demuestra, que tales “conquistas” son signos de la inminente caída de un imperio. Además, Occidente ha ligado su destino al del Estado de Israel al que adora, pero el resto del mundo rechaza esa arrogancia y degeneración y no acepta lo que Israel hace a los palestinos. 

La total falta de reacción en todas las más altas instituciones de Francia ante semejante infamia de la Francia de Carlomagno señala el fin de un mundo. Se quedan mirando, silenciosos y dóciles, mientras Francia rueda hacia los cubos de basura de la historia. Algunos esperan que dure su tiempo, otros siguen sonámbulos, ebrios de su propia propaganda. Los que están en el poder se esfuerzan por silenciar toda oposición, mientras la guerra mundial pende sobre sus cabezas. 

Nuestra tarea en política es hacer todo lo que podamos y que tenga efecto, pero se trata sobre todo de preservar para un futuro mejor los mejores frutos del glorioso pasado de Francia, al igual que, cuando en el siglo VI el imperio romano estaba siendo inundado por los bárbaros, los monjes en los monasterios estaban preservando las glorias de la antigüedad. Estas glorias, preservadas, jugaron un papel importante en la construcción de 1500 años de civilización europea y cristiana. 

Kyrie eleison