La CAÍDA de EUROPA – II
Al rechazar a Dios, el hombre debe recurrir a la humanidad –
Pronto desdeñará la Belleza, la Verdad y la Bondad.
La semana pasada estos “Comentarios” presentaban sin demasiadas explicaciones el resumen de un excelente artículo – hasta donde llegaba – sobre el lamentable estado actual de Francia y Europa, escrito por un nacionalista francés, de seudónimo el “Militante”. (Para el artículo original completo, véase https://jeune-nation.com/nationalisme/natio-france/prenons-un-seul-parti-celui-de-la-france-helleno-chretienne). Un artículo así en una revista política puede parecer no tener mucho que ver con la religión, pero ese es su interés para estos “Comentarios”. Lo que éstos quieren probar es que los problemas más graves de la política humana no pueden resolverse sin la religión católica. Demostrar eso, es más fácil decirlo que hacerlo, porque toda la mentalidad del hombre moderno es que la política, la economía, el arte, la medicina, el derecho, la música, etc., no tienen nada que ver con la religión, o la religión no tiene nada que ver con ellos. En otras palabras, el mejor de los argumentos políticos se queda corto. Comencemos por un resumen aún más breve, en siete puntos, del artículo de la semana pasada.
1 Francia y Europa se hunden. Los nacionalistas llevamos mucho tiempo anunciando la catástrofe.
2 Desde los años ‘50, una catástrofe política tras otra ha provocado escasas reacciones públicas.
3 Desde la Edad Media, Francia ejercía una influencia mundial ampliamente benéfica, pero ya no.
4 Hoy Francia y Europa se esclavizan rápidamente a los banqueros de Nueva York y Londres.
5 Con su guerra por poderes en Ucrania, EEUU ha roto la competencia economica de Europa y Alemania.
6 Aquí toma un mundo fin, pero las más altas instituciones de Francia están mudas, dócil, ir con la corriente.
7 ¿Solución? En política hagamos lo que podamos, preservando los tesoros culturales para tiempos mejores.
Y ahora veamos si esta solución está aun cerca de resolver la catástrofe evocada al principio -
1 En efecto, los hombres que aman a su país no se contentan con ser sonámbulos mientras se destruye. Al menos los nacionalistas ven un problema grave y dan la voz de alarma, lo que les honra. Pero si tienen ojos para ver, deben reconocer que la “política”, tal como se entiende hoy en día, está reventada, acabada, kaputt. ¿Por qué?
2 Los nacionalistas, observando la falta de reacción pública, deberían preguntarse: ¿cómo puede rehacerse una nación a partir de seres humanos deshechos? ¿Qué está deshaciendo al hombre moderno? ¿Qué puede rehacerlo? ¿Una familia y un hogar sólidos? Pero en comparación con la religión, ¿qué puede hacer la política por la familia y el hogar? No hay comparación.
3 ¡ Queridos franceses, mirad bien esa gloria de Francia en la Edad Media! ¿De dónde creéis vino? ¿De la política? De ninguna manera. Vino de la Iglesia, y no de los protestantes franceses sino de la Iglesia Católica, que recibió de Dios dones excepcionales para iluminar al mundo.
4 Queridos amigos franceses, no culpéis a los Anglos de vuestras propias revoluciones contra Dios. Aquí, y no en otra parte, está la fuente envenenada de todos vuestros problemas políticos, que ahora envenenan al mundo. Los problemas caros no tienen soluciones baratas. Traicionar a Dios es un problema que no tiene una solución meramente política.
5 Es cierto que los EE.UU. e Inglaterra tienen mucha culpa, pero Dios nunca quiso que estuvieran a la cabeza de las naciones. Tampoco la Francia nacionalista y egoísta fue concebida por Dios para eso, sino sólo desinteresadamente católica, a la manera de Monseñor Lefebvre. Vean lo que logró su piedad francesa.
6 Pero, ¿por qué Francia está dirigida actualmente por individuos tan “infames”? Porque estos son los hombres actualmente votados, por favor, por la “política” en una “democracia”. Y lo mismo ocurre en toda Europa. El hombre moderno no cree en Dios ni en la religión, sino en el hombre y en la política. ¿Acaso sorprende la basura resultante?
7 No es de extrañar que el “buen” escritor nacionalista llegue a una solución tan débil. Es cierto que los monjes medievales guardaron tesoros de la cultura antigua para el beneficio de toda la humanidad, siglos más tarde, pero por lo que fueron motivados? No por la política, sino por esa religión que enseñaba el valor perdurable de la Belleza, el Bien y la Verdad.
Por supuesto, la política está sujeta a la religión, o a la falta de religión, y la religión, o su falta, gobierna la política. La razón no hay que buscarla muy lejos. Dios existe, infinitamente por encima de sus criaturas meramente humanas, y en Él todas ellas “viven y se mueven y tienen su ser”, en cada momento de su existencia (Hechos XVIII, 28). La política no puede estar en ninguna parte tan cerca de cualquier hombre vivo. Porque, en efecto, la religión es la relación que todo hombre no puede no tener con este Dios tan profundo dentro de él, mientras que la política no es más que la relación exterior que tiene con sus semejantes. Pero si un hombre se niega a creer en Dios, entonces naturalmente su política se convierte en su religión sustituta. ¡Cuidado, nacionalistas!
Kyrie eleison.