Fátima Es Crucial – II

Los “Comentarios” de la semana pasada sostuvieron que si tan solo la Iglesia y el mundo hubieran acatado el gran mensaje que Nuestra Señora les dio a los tres niños de Fátima, Portugal, en 1917, entonces el mundo pudo haber sido preservado del desastre material de la II Guerra Mundial, y la Iglesia pudo haber evitado el mucho mayor desastre espiritual del Concilio Vaticano Segundo. Pero en 1960, que fue el año que, cuando muy tarde, Nuestra Señora quería que la tercera parte del Secreto dado a los niños en 1917 fuera revelado, en lugar de eso los eclesiásticos lo confinaron, muy probablemente porque condenaba con anticipación el desastroso Concilio que su corazón ansiaba. Y desde entonces, los mismos clérigos Conciliares le han hecho la guerra a Fátima, para que dejara de condenarlos.

Sin embargo, los fieles católicos sabían de la existencia del “tercer Secreto” y querían saber lo que decía. Durante los próximos 40 años algunos pocos detalles de su contenido se filtraron aquí y allá, y, gracias especialmente a la labor del P. Nicolás Gruner, aumentó la presión para su publicación. Es por eso que en el 2000 los eclesiásticos en Roma hicieron un esfuerzo especial para enterrar Fátima de una vez y para siempre. Como cabeza de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Ratzinger publicó un texto el cual afirmó era el Tercer Secreto de Fátima. Desgraciadamente, los expertos de Fátima inmediatamente vieron graves diferencias entre el texto del Cardenal y lo que se sabía del verdadero Tercer Secreto, esperado desde 1960. Ellos sospecharon que el verdadero Tercer Secreto todavía estaba confinado dentro del Vaticano.

Lo que confirmó esta sospecha fue el hecho de que, más tarde en ese mismo año 2000, el mismo Cardenal le dijo a su amigo personal (y santo sacerdote), Dr. Ingo Dollinger, que “Lo que publicamos no era el Secreto completo. Actuamos siguiendo órdenes”. Durante muchos años más, el Dr. Dollinger contó la historia de la admisión del Cardenal para que muchos sacerdotes, seminaristas y laicos la escucharan. Más recientemente, él confirmó la historia una vez más, y dio permiso para que fuera publicada el 16 de mayo de 2016. Pero a la verdad acerca del Tercer Secreto no podía permitírsele salir a la luz. Vean onepeterfive.​com/​confirmation-father-dollingers-claim-cardinal-ratzinger-fatima En cuestión de días (mayo 21), el Vaticano emitió una Declaración de Prensa citando a Benedicto XVI, el antiguo Cardenal Ratzinger, como diciendo que él nunca habló con el Dr. Dollinger acerca de Fátima, ¡y que el Tercer Secreto completo se había publicado! Obviamente, la Roma Conciliar hará cualquier cosa para sofocar Fátima, ¡pero Fátima no será sofocada!

En onepeterfive.​com/​chief-exorcist-father-amorth-padre-pio-knew-the-third-secret en Internet, vea los detalles de una entrevista dada en 2011 por el famoso exorcista de Roma (pero no Conciliarista), Padre Gabriel Amorth, que quería que la entrevista se hiciera pública sólo hasta después de su muerte, lo que sucedió el año pasado. El P. Amorth conoció al Padre Pio por 26 años, y el entrevistador le preguntó al P. Amorth si, en una conversación mantenida con el Padre Pio aproximadamente en 1960, el Padre Pio relacionó el Tercer Secreto con la pérdida de la fe en la Iglesia. El Padre Pio contestó con mucho dolor: ¿Sabes Gabriel? Es Satanás que ha sido introducido en el seno de la Iglesia y muy pronto regirá una falsa Iglesia.

Aún más recientemente, es el valiente Cardenal Burke que está entrando en el combate en nombre de Nuestra Señora de Fátima. Él es uno de los cuatro Cardenales que hace poco tiempo plantearon graves objeciones al documento papal Amoris Laetitia, acerca del matrimonio y la familia. El 19 de mayo en Roma, durante una junta del Foro Romano por la Vida, llamó a los católicos a “trabajar por la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María”. Él admitió que Juan Pablo II hizo una consagración del mundo en 1984, pero “de nuevo escuchamos el llamado de Nuestra Señora de Fátima a consagrar Rusia a su Corazón Inmaculado, de acuerdo a sus instrucciones explícitas”. El Cardenal tiene toda la razón. ¡Que por lo menos a él nunca lo obliguen a tragarse sus palabras!

Kyrie eleison.