Madiran; los Obispos

Se recordará que en el Prólogo de su libro La herejía del siglo XX, Jean Madiran atribuyó la culpa de esta herejía de manera justa y directa a los obispos católicos que precedieron y siguieron inmediatamente después del Concilio Vaticano II (1962–1965), en particular a los obispos de Francia que mejor conocía. El capítulo I de su libro mostraba, siguiendo la gran Encíclica de San Pío X Pascendi de 1907, cómo las mentes de estos obispos se volvieron no aptas para la realidad, y mucho menos para la doctrina católica, por el subjetivismo de la filosofía de Kant, que ahora reina en los departamentos de filosofía de prácticamente todas las “universidades”. En el capítulo II Madiran aborda los obispos franceses mismos en seis secciones liberamente conectadas.

En primer lugar, dice que para seguir a estos obispos tendríamos que tirar un verdadero tesoro de tesoros católicos, como San Pío X, el canto gregoriano, el tomismo, el derecho canónico, la Virgen, el patriotismo, nuestra herencia grecolatina, la piedad mariana y por último, pero no menos importante, la devoción de las viejecitas rezando. Por nuestra parte, dice, nos negamos a despreciar cualquiera de estos rasgos familiares de la familia católica. Detrás de todos ellos está el amor de Cristo, mientras que detrás de toda la charla de “reciclaje”, ” reformas” y “renovación” está el odio. Y detrás de todos los logros de la “civilización occidental” está Cristo, no la India, ni África, ni China.

En segundo lugar, a todo el mundo la Neo-Iglesia ha proclamado su apostasía: la política de los Neo-obispos ya no es convertir a nadie. Sin embargo, los fundamentos de la vida y la muerte siguen siendo exactamente los mismos. Dejemos que la Iglesia nos enseñe cómo vivir y morir. Estamos demasiado llenos del mundo. ¡Dejemos que los sacerdotes nos enseñen cómo llegar al Cielo!

En tercer lugar, estos obispos dicen que “el cambio de civilización” requiere “un concepto más evangélico de la salvación”, con lo cual quieren decir no sólo “una nueva forma de palabras”, que es lo que dicen significar, sino un nuevo contenido de las palabras, que significa una nueva religión. Sus Excelencias, nuestra respuesta es “¡NO!” Además, como católico bautizado tengo derecho a exigirles la verdadera Fe, porque su “nueva forma de palabras” en pos de un nuevo “concepto de salvación” está destinado a ser herético, no sólo torpe, sino una nueva religión, contradiciendo la verdadera Fe.

Cuarto, hasta 1966 estos obispos no habían desertado aún de la Fe Católica, pero ahora reclaman que lo suyo es por fin el cristianismo auténtico, cuando en realidad su “mentalidad post-conciliar” está rompiendo con la verdadera Fe. La verdad es que estamos en medio de una guerra entre dos religiones diferentes. Y activa o pasivamente, todos los obispos están apoyando la nueva religión. Algún obispo católico debe hablar, porque las almas están pereciendo. Mons. Lefebvre, ¿está escuchando?

No necesitamos que los obispos nos digan que seamos modernos. Todos somos demasiado modernos. ¡Pero la tecnología y la filosofía modernas no son asunto de los obispos católicos! Conocemos a los modernos y los despreciamos. Vds no los conocen y los aman. Marx, Nietzsche, Freud son meros comerciantes de fantasía. ¡Despierten!

En quinto lugar, la Neo-Iglesia está arruinando todo el aprendizaje, la enseñanza y la educación. Al querer dar a los jóvenes sólo lo moderno, que ya tienen, no se les da nada, mientras se les hace creer que lo saben todo. Así abandonados, se convertirán en los bárbaros del mañana, de modo que Vds traicionan no sólo la Fe sino toda la civilización. ¡Vuelvan a la Tradición! ¡Dios, danos verdaderos obispos!

En sexto lugar, la autoridad de los obispos se basa sólo en la verdad, la legitimidad y la ley. Si estos obispos tuvieran razón, la Iglesia de la Tradición ya no existiría. Pero la Verdad es primordialmente su asunto, por lo que no tienen autoridad para cambiar la Fe, y si lo hacen, no tienen autoridad para ser obedecidos, ni los dejaremos en paz. Esperamos de ellos la certeza, la pureza y la santidad de la inmutable Fe Católica.

(En la sección 4 arriba, el arzobispo Lefebvre no se menciona por su nombre, pero estaba en la mente de Madiran. Dos años después, el Arzobispo fundó la Fraternidad San Pío X, y el resto es historia).

Kyrie eleison.