Fátima, ¿Invertida?
Fátima, ¿Invertida? on junio 20, 2015
Cuando el 13 de Junio de 1929 Nuestra Señora de Fátima se apareció a la Hermana Lucía en Tuy, España, para pedir la Consagración de Rusia a Su Corazón Inmaculado, tuvo perfecto sentido porque siempre desde que la Revolución Rusa estalló en Octubre de 1917, Rusia había perseguido a la Iglesia y actuado como el instrumento principal del Comunismo para esparcir sus errores mortales por todo el mundo. Sin embargo, Rusia está ahora representando un papel tan diferente en el escenario de los asuntos mundiales que hay Católicos que se preguntan si esa Consagración es todavía necesaria. ¿No ha sido ya superada por los acontecimientos?
Cierto, con la caída del Muro de Berlín en 1989 el pueblo ruso ha comenzado a repudiar al Comunismo ateo bajo el cual había sufrido tanto durante 70 años, y desde entonces no ha cesado de evolucionar hacia Dios en lugar de alejarse de Él. Liderando esta evolución ha estado el Primer Ministro o Presidente desde 1999, Vladimir Putin (nacido en 1952), quien con su ejemplo personal y su liderazgo público ha hecho todo lo que ha podido para promover el renacimiento real de la religión Cristiana Ortodoxa dentro de Rusia. Algunos observadores todavía dudan que Putin sea genuino, pero los frutos están: miles de iglesias y catedrales reconstruidas en toda Rusia y la moralidad defendida, mientras que fuera de Rusia, Putin ha retrasado más de una vez el estallido de la III Guerra Mundial por ser más listo que los delincuentes políticos occidentales, títeres del Nuevo Orden Mundial ateo que empujan su triunfo.
Entonces, ¿puede uno decir que Rusia hoy en día no necesita más ser convertida? No, porque la Cristiandad Ortodoxa no es todavía Catolicismo, y porque el Comunismo, según se dice, ha dejado su marca en la moral del pueblo ruso, por ejemplo en la práctica todavía difundida del aborto. Pero lo que uno puede decir con certeza es que por el renacimiento religioso presente, atestiguado por muchos visitantes occidentales a Rusia desde muchos años, Nuestra Señora está preparando la completa conversión de Rusia y, si bien esa conversión completa puede no necesitarse más para poner fin al Comunismo ruso, en el siglo 21ero puede muy bien necesitarse más para vencer al Globalismo mundial. Especulemos en como ello puede pasar.
Para desencadenarse del agresivo encerramiento de Rusia por las bases militares de un poder occidental (que no nombramos) porque se ha dejado instrumentalizar por los perversos Maestros del Globalismo, Rusia, la aparente pero no la real agresora (los dos no son siempre lo mismo), invade y conquista Europa minuciosamente corrompida por el materialismo ateísta. Bajo la presión de la guerra y la ocupación, el Papa finalmente lleva a cabo la Consagración de Rusia, tal como pedida por Nuestra Señora en Fátima, y la milagrosa conversión completa empieza a tener lugar, pero no para la pútrida religión de Roma Conciliar sino más bien para un Catolicismo completamente nuevo (y igualmente viejo – a ver Mt.XIII,52), en el cual toda la Verdad de la Roma Eterna y del una vez fiel Occidente, se revitaliza por la frescura religiosa de los rusos post-comunistas que aprovechan todo lo más verdadero y lo mejor de sus propias tradiciones orientales.
¿Se toma el deseo por realidad? Los detalles aquí reunidos a partir de profecías y aún las grandes líneas de la espe culación pueden estar equivocadas, pero de cualquier manera un tal parecido milagro será forjado por Nuestra Señora para limpiar Oriente de sus errores y Occidente de su corrupción, de manera que la Iglesia pueda respirar de nuevo con ambos pulmones y de manera que pueda venir ese “período de paz para el mundo” que Ella prometió en Fátima. De cualquier manera, los creyentes estarán gritando con San Pablo, “¡Oh, profundidad de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán inescrutables son sus juicios, y cuán insondables sus caminos!” (Rom.XI,33). Si estamos entre los sobrevivientes, estaremos maravillándonos de las obras de Dios y de su Bendita Madre.
Kyrie eleison.