Novus Ordo Missae – III
Novus Ordo Missae – III on diciembre 5, 2015
Si la evidencia en favor de los milagros eucarísticos que abrían tenido lugar dentro de la Iglesia Novus Ordo (ver CE 436 y 437) es tan seria como lo parece, sigue que los Católicos deben conformar sus mentes a la mente de Dios y no al revés. Y, los Católicos adheridos a la Tradición tienen una especial necesidad de resolver lo que Dios quiso significar con esos milagros, porque estos fieles de la Tradición no entenderán fácilmente lo que Él haya podido significar cuando que saben cuán desagradable debe ser para Él la Misa Novus Ordo (NOM) en sí misma.
Por muchos siglos Dios ha realizado tales milagros. La razón primaria ha sido siempre fortalecer la fe de los Católicos en una verdad de la Fe que no es fácil de creer, pero está muy cercana al Corazón de Dios. Que luego de la Consagración del pan y del vino durante la Misa, Dios mismo tome el lugar de sus sustancias, es un acontecimiento tan fuera del curso normal de la naturaleza, que esta invención del amor de Dios deseando darse a Sí mismo como comida y bebida para su grey puede ser práctica, pero parece también increíble. Así que en debidos momentos y lugares, Dios ha operado milagros visibles bajo una u otra forma para ayudar a las almas dubitativas a creer. Una razón secundaria para estos milagros, especialmente donde haya habido alguna u otra profanación de la Sagrada Eucaristía, es para recordarles a los Católicos el tratamiento sagrado y la adoración que siempre se les debe a las humildes apariencias detrás de las cuales Dios mismo se esconde.
Ambas de estas razones aplican hoy en día cuando el NOM ha severamente disminuido el sentido de la Presencia Real, sin siempre anularla (ver CE 437). ¿Quién puede negar que el rito del NOM y su práctica a través de la Iglesia Novus Ordo, por ejemplo la Comunión de pie y en la mano, han conducido a incontables Católicos hacía el descreer en la Presencia Real e a incontables sacerdotes hacía el carecer de debido respeto en su manejo de la Santa Eucaristía? ¿Quién puede negar que ambos, el descreimiento de fe y el irrespeto hacia Ella, han inmensamente aumentado desde que el NOM fue introducido en 1969? Humanamente hablando, el asombro puede no ser que haya habido milagros siquiera dentro del marco del NOM, sino que no haya habido muchos más. De cualquier manera, Dios ha sabido como actuar para lo mejor.
Sin embargo, estos milagros – siempre y cuando son auténticos – dejan lecciones para los Católicos de la Tradición también, que se han más o menos apartado del marco del Novus Ordo. La lección más obvia es que no todas Misas Novus Ordo son inválidas, ni todas Consagraciones episcopales ni todas Ordenaciones sacerdotales, como los “Tradicionalistas” pueden estar tentados de pensar. Esto es seguramente porque si bien desde los 1960 una masa de la grey católica ha devenido demasiado mundana para merecer mantener el verdadero rito de la Misa, las ovejas han sin embargo amado suficientemente la Misa todavia como para no perderla del todo. El NOM puede haber sido permitido por Dios para hacer más fácil a los Católicos abandonar la Fe si ellos lo querían, pero no imposible de mantenerla, siempre que lo querían.
Por consiguiente, el NOM y la Iglesia Novus Ordo como un todo son peligrosos para la Fe, y los Católicos están en lo correcto que han adherido a la Tradición para evitar el peligro. Pero como han tenido que poner distancia entre ellos y la corriente principal de la Iglesia, así ellos se han expuesto al peligro opuesto de un aislamiento conducente a un espíritu sectario y aún farisaico, desconectado de la realidad. Hay verdaderos sacramentos en el Novus Ordo y verdaderos Católicos, a los cuales Dios cuida, y los “Tradicionalistas” deberían estar contentos que los hay. Que su aislamiento no los haga sentir que están obligados a negar que haya siquiera algo católico que quede en el Novus Ordo. Eso es irreal y el péndulo de la realidad oscilará de vuelta, como con el liderazgo de la FSPX, que no ve más suficientemente la necesidad de aislarse de la Iglesia neo-mosernista. No. La Tradición necesita todavía aislamiento, pero con un espíritu generoso y no aislacionista.
Kyrie eleison.