Enemigos Constantes

Enemigos Constantes on marzo 17, 2018

image_pdfPDFimage_printPrint

Muchos lectores de estos “Comentarios” – de ninguna manera todos ellos – deben estar conmocionados e incrédulos cuando estos “Comentarios” siguen refiriéndose a los judíos como una fuente importante de los problemas en la Iglesia y el mundo de hoy. Esto se debe a que desde la Revolución Francesa (1789), cuando los francmasones emanciparon a los judíos y les dieron libertad para ocupar todas las posiciones de influencia en la sociedad, los judíos por su control progresivo de la política, las universidades y los medios de comunicación en particular se han apoderado cada vez más de las mentes de la gente, y han utilizado este control que les han otorgado los gentiles incautos para persuadir a todos de que los judíos son las víctimas en lugar de la causa de las constantes tensiones entre ellos y el resto del mundo.

Sin embargo, en la Edad Media, cuando la Fe iluminaba las mentes de los hombres con el Camino, la Verdad y la Vida, los Papas Católicos y los Concilios de la Iglesia publicaron un torrente de documentos para hacer que los cristianos desconfiaran del engaño judío, incluso prohibiendo a los cristianos, por el bien de su salvación eterna, asociarse con los judíos. ¿Eso fue meramente “antisemitismo”? En nuestros días un profesor italiano acaba de argumentar – y no está solo – que los judíos son la fuerza controladora dentro del Papado y de la Iglesia Conciliar. A continuación se presenta un breve resumen del argumento del profesor, cuyo texto completo se encuentra aquí – http://​www.​unavox.​it/​ArtDiversi/​DIV2277_​Lamendola_​Scacco_​in_​tre_​mosse.​html

El neomodernismo que actualmente asola la Iglesia Católica es el modernismo condenado por San Pío X, pero con un nuevo elemento añadido: el judaísmo talmúdico. Los judíos siempre se han esforzado por neutralizar la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, porque si Él no es Dios, sigue que el catolicismo no es nada, y entonces el principal obstáculo para su dominio mundial de ellos está fuera de su camino. Por ejemplo, ¿por qué en 2009 hubo tanta furia mundial en torno a algunos comentarios en la televisión sueca que arrojaron dudas sobre la existencia de cámaras de gas homicidas en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial? El problema no puede haber sido simplemente el obispo que hizo las observaciones. De hecho, el alboroto se concibió para perjudicar a la Fraternidad Tradicional de San Pío X a la que pertenecía entonces el obispo, pero sobre todo para forzar al Papa Benedicto XVI a alejarse de la Tradición Católica que está en línea con la Fe de la Edad Media. Así el Cardenal Ruini, Vicario emérito del Papa para la diócesis de Roma, declaró entonces: “Nadie que niegue el ‘Holocausto’ puede ser obispo católico”.

El profesor continúa diciendo que un gran paso hacia adelante a esta colocación del “Holocausto” en el centro de la religión católica se dio en 1965 cuando el Vaticano II declaró en su documento Nostra Aetate que la alianza de Dios con los israelitas en el Antiguo Testamento es todavía válida, lo que significa que la redención por Jesucristo ya no es necesaria para la salvación, en otras palabras, Su Iglesia Católica ya no está en posesión única de la Verdad completa y ya no es el único medio de salvación eterna. De ahí que la importancia religiosa de Nuestro Señor Jesucristo, abandonada por el Vaticano II, fue inmediatamente recogida por los judíos y vinculada a su “Holocausto”. Por eso dijo Abraham Foxman del B’nai B’rith en Nueva York: “El Holocausto no es simplemente un ejemplo de genocidio, sino que es un ataque casi exitoso contra el pueblo elegido de Dios, en otras palabras, contra Dios mismo”.

Así pues, para los judíos, el “Holocausto” es un acontecimiento teológico, central para la nueva religión que debe imponerse al mundo entero, y ante la cual todas las demás religiones deben inclinarse, empezando por el catolicismo. He aquí por qué los obispos católicos que cuestionan el “Holocausto” deben ser silenciados y proscritos, y la Iglesia Católica debe hacer lo que sus maestros talmúdicos le digan que haga. Y el profesor italiano concluye que los “Hermanos mayores” han logrado convertirse en los tutelares indiscutibles de la Iglesia de Cristo.

Note que esta tesis del profesor ejemplifica perfectamente la afirmación de Tertuliano de que sólo la debilidad de los católicos es la fuerza de los judíos. La propaganda a favor del “Holocausto” no despegó hasta después del Vaticano II. Antes del Concilio, la gente todavía tenía un poco demasiado sentido común para creer que cerca del doble de judíos que existían en Europa antes de la guerra fueron exterminados.

Pero “no temáis pequeño rebaño” (Lc. XII, 32). Todo católico sabe que es Dios y no Sus enemigos quienes tendrán la última palabra. Este fin catastrófico de la Quinta Era de la Iglesia, a través de la cual vivimos ahora, está preparando y pagando por adelantado el mayor triunfo de la Iglesia en toda su historia, la breve Sexta Edad, o Triunfo del Inmaculado Corazón de María. Algún tiempo después puede venir el triunfo más grande en toda la historia del mundo de los enemigos de Dios, el reinado de tres años y medio del Anticristo (Jn. V, 43), o la Séptima Edad de la Iglesia. Pero luego sigue la última palabra para terminar con todas las últimas palabras, el Juicio General, que pertenece a Dios solo, y que restablecerá perfectamente Su justicia universal.

Kyrie eleison.