Descifrando el Caos

Descifrando el Caos on marzo 24, 2018

image_pdfPDFimage_printPrint

Justo antes de la Semana Santa es un buen momento para reflexionar sobre la pasión (sufrimiento) de la Iglesia Católica. Un lector escribe: “¿Puede decirnos qué es lo que está pasando con la FSSPX, Monseñor Fellay y otros? Estamos escuchando algunas historias raras por aquí, y no sabemos muy bien qué creer. LAS COSAS ESTÁN FRACTURADAS CASI MÁS ALLÁ DE LO CREÍBLE – EN TODAS PARTES. Comenzando por (1) el Novus Ordo, tenemos (2) la FSSPX, (3) los Sedevacantistas, (4) la Resistencia de la FSSPX, y (5) el grupo del P. Pfeiffer, con más escisiones por venir, ¡sin duda! ¿Qué es lo que está tramando el “Papa” Francisco? ¡Se pasa todo el tiempo jugando a la política, nada espiritual! ¡Y se escucha que Fellay persigue una birreta roja! ¿Qué significa esto?

Querido amigo, la Iglesia Católica está en un estado de caos, por un justo castigo de Dios, porque Su Iglesia es la “luz del mundo” y la “sal de la tierra”, pero en todo el mundo la humanidad se está alejando de Él, incluyendo incluso a Sus propios hombres de Iglesia. Tampoco sirve de nada que Dios intervenga demasiado pronto para salvar a Su Papa, porque los hombres de Iglesia simplemente se volverían para despedazarlo (Mt. VII, 6), como tal vez asesinaron a Juan Pablo I. Así que el mundo entero va a estar en tinieblas (sin luz) y corrupción (sin sal), hasta que suficientes hombres estén tan abrumados por el caos galopante de hoy que se pongan de rodillas para rogar a Dios en Su misericordia que ponga de nuevo en pie al Papa, quien en este momento, como usted dice, está haciendo política en lugar de religión.

El Papa es crucial porque es la roca sobre la que se edifica la Iglesia (Mt. XVI, 18), de modo que si él se fractura queriendo seguir al mundo corrupto en vez de sacarlo de su corrupción, entonces como usted dice “las cosas se fracturan casi más allá de lo creíble – en todas partes”. Cuando Nuestro Señor fue aprehendido en el Huerto de Getsemaní, todos los Apóstoles se dispersaron (Zacarías XIII, 7; Mt. XXVI, 31). Hoy el Papa Francisco está tan profundamente abatido que la autoridad en toda la Iglesia está esencialmente dislocada.

El problema del Papa Francisco se remonta al Concilio Vaticano II (1962–1965), porque fue entonces cuando los Papas dejaron de resistir al decadente mundo moderno y decidieron seguirlo. Hasta Pío XII incluido (1939–1958), los Papas habían resistido a esa decadencia, pero era tan glamorosa y abrumadora que Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI se dejaron engañar (no sin culpa propia). Ellos crearon su número (1), el Novus Ordo o Iglesia Conciliar, que lleva el nombre del Nuevo Orden de la Misa que ha convertido a masas de católicos en protestantes virtuales. El Papa Francisco no sólo comparte estos errores de los Papas del maldito Concilio, sino que los pone en práctica de la manera más destructiva, causando más caos en la Iglesia que nunca.

Sin embargo, poco después del Concilio, Dios levantó a un Arzobispo Católico para fundar una Congregación que cuidara de todas las almas que se negaban a abandonar la Tradición Católica que estaba siendo traicionada por los Papas y la masa de los hombres de Iglesia. Este es su número (2), la FSSPX, o Fraternidad San Pío X, que floreció hasta que el Arzobispo murió en 1991. Pero antes de morir comenzó también su número (3), los “sedevacantistas”, tan escandalizados por los Papas Conciliares que se niegan incluso a creer que son verdaderos Papas.

Y después de la muerte del Arzobispo, sus sucesores más jóvenes a la cabeza de su Fraternidad, amamantados en el mundo moderno, sucumbieron a los mismos errores como el Concilio, notablemente Mons. Fellay que bien podría estar buscando un birrete de Cardenal como recompensa por haber corrompido la resistencia de la Tradición a la Neo-Iglesia. Esta traición a la verdadera resistencia del Arzobispo desde el interior de la Fraternidad dio lugar a su número (4) la “Resistencia” a la FSSPX, en la que los sacerdotes dispersos se mantienen holgadamente unidos para mantener la fe católica que ahora está siendo corrompida tanto en la FSSPX como en el Novus Ordo. Los buenos católicos anhelan menos holgura, pero ya con medio siglo de Papas Conciliares está dislocada esencialmente la estructura católica. Sin embargo, su número (5) se levantó, el grupo del P. Pfeiffer, para el cual la (4) “Resistencia” no parecía estar resistiendo lo suficiente.

En resumen, dentro de los cinco grupos hay ovejas católicas dispersas conocidas por Dios, que tienen la fe, el deseo y la intención de ser católicos, pero los Papas Conciliares son incapaces de unir a los católicos en la verdadera Fe. Y como nadie excepto un Papa no eretico puede cumplir esa función, entonces “lo que no puede ser sanado debe ser soportado”, hasta que Dios intervenga. Para que Dios intervenga, que todos los católicos – ¡o no católicos! – recen todos los días 15 Misterios del Rosario para que la Madre de Dios interceda ante su Hijo.

Kyrie eleison.