Impostura Covid
Hace ya casi un año que l’impostura de Covid se lanzó sobre todo el mundo, de golpe, basándose en una mentira masiva según la cual una plaga mortal estaba a punto de soltarse sobre toda la humanidad. La mentira masiva se hizo evidente tan pronto como el número de muertes mostró que la llamada “pandemia” no era peor que una gripe invernal promedio. Sin embargo, los viles políticos y los viles medios de comunicación continúan hasta el día de hoy, a instancias de sus amos ocultos, diciendo una serie de mentiras sobre la “pandemia” para mantener un estado artificial de pánico entre los pueblos del mundo. Tal credulidad continua es un espectáculo vergonzoso de su parte, pero sólo tienen que culparse a sí mismos, como siempre, esta vez por su falta de sentido común que sigue a su falta de amor a la verdad, una falta que es lo que va a traer al Anticristo en poco tiempo (II Tes. II, 10). Covid no tiene nada que ver con la salud, sino con el afán de poder mundial de los amos ocultos, utilizados por Dios como azote de las múltiples maldades de la sociedad aborregada.
Sin embargo, hay almas que están haciendo lo que pueden para detener a los villanos, por ejemplo, la Fundación del Comité Corona, con sede en Berlín, que hizo público el pasado 14 de septiembre un breve informe de 28 páginas en alemán, del que se reproducen en inglés las “Conclusiones provisionales” de la página 23. Se trata de una fortificación germánica del sentido común y la verdad, elaborada por cuatro abogados de y para Alemania en particular, pero con las firmas de apoyo de otros 23 expertos, principalmente médicos, de todo el mundo. Su informe puede encontrarse en Internet en corona-ausschuss.de/wp-content/uploads/209/ 02/
Según lo que sabemos ahora, tenemos razones muy serias para pensar que el riesgo derivado de Covid fue fuertemente sobre-estimado, mientras que los riesgos y daños de las eventuales contra-medidas no se tuvieron suficientemente en cuenta. El Gobierno (alemán) declaró ya en abril de 2020 que no había realizado, ni tenía previsto, ningún estudio de las consecuencias. En un procedimiento dirigido por un abogado frente a la Administración de Baviera, la Cancillería del Estado de Baviera hizo público que hasta entonces, en contra de toda la ley estatal por la que todos los negocios del Estado deben poder ser comprobados, no había ninguna investigación, ningún peritaje escrito que calculara las consecuencias. Esto sólo puede considerarse como mínimo una grave negligencia, sobre todo teniendo en cuenta los informes cada vez más pesados sobre los daños causados por el cierre a empresas, niños, ancianos, etc.
Cuando se sopesan los riesgos, queda claro que un riesgo calculable, no más peligroso para la salud del sistema en su conjunto que cualquier otro virus de la gripe, se ha enfrentado a un conjunto de medidas muy arriesgado. Estos riesgos del bloqueo y sus contra-medidas han dejado de ser, en gran medida, riesgos para convertirse en realidades. No han dado los resultados esperados, ya que los nuevos contagios o las pruebas positivas, como muestra el número de muertes al menos en retrospectiva, ya estaban bajando cuando entró en vigor el bloqueo. Y desde finales de junio de 2020, los resultados positivos de las pruebas parecen formar parte de ese ruido de fondo de falsos positivos procedentes de las pruebas. En cuanto a las contra-medidas en curso (máscaras, distanciamiento social, pérdida de ingresos, cierre de salas de conciertos, etc., etc.), día a día están arruinando aún más la economía, la salud, la vida cultural y social de los seres humanos en Alemania. Las desventajas y ventajas de las contra-medidas son desproporcionadas entre sí. Eso hace que las infracciones que suponen contra los derechos humanos sean también desproporcionadas y, por tanto, ilegales.
Los gobiernos no han hecho un cálculo suficiente de las consecuencias que acompañan a las contra-medidas que han impuesto, tal y como les han recordado explícitamente los más altos tribunales del país. Por el contrario, han renunciado conscientemente a tomar nota de cualquier daño colateral. Sólo se les puede acusar de un comportamiento reprobable.
Ánimo, católicos y no católicos: l’impostura aún no ha terminado.
Kyrie eleison.