¿Resurrección de la Iglesia?
Y el día antes de la Pascua debería ser un buen momento para pensar en cómo la Madre Iglesia se levantará de su actual estado de aflicción. Por nuestra fe católica sabemos con absoluta certeza que Ella resucitará y que perdurará hasta el fin del mundo (Mt. XXVIII, 20). Pero es un gran error pensar que se levantará esta vez por medios humanos, porque entonces empezaría a creer para rescatarla por ejemplo en las “discusiones teológicas” o las negociaciones diplomáticas con sus actuales jefes en el Vaticano.
Así, las discusiones teológicas de 2009–2011 no llevaron a ninguna parte, por lo que no hemos oído casi nada de ellas desde entonces, porque demostraron que el abismo doctrinal entre la Roma conciliar y la Tradición católica no se puede salvar. Y las negociaciones diplomáticas pueden conducir a lo sumo a la mera apariencia de un rescate de la Tradición, porque los romanos de hoy tienen 2000 años de experiencia diplomática, y no quieren la Tradición, porque es un serio obstáculo en el camino de su Nuevo Orden Mundial, donde Nuestro Señor Jesucristo ya no tiene lugar reinando. El problema es un rechazo generalizado de Dios por parte de la humanidad en general, y por parte de Sus propios hombres de Iglesia en Roma en particular.
Por lo tanto, el problema no se va a resolver por medios meramente humanos. Como admitió en su lecho de muerte el Cardenal Villot (1905–1979), ex Secretario de Estado en el Vaticano bajo tres Papas Conciliares (1969–1979): “Humanamente, la Iglesia está acabada”. Y es una gran falta de espíritu sobrenatural, no sin cierta arrogancia, por parte de los actuales líderes de la Fraternidad San Pío X, el argumentar como lo hacen que la Fraternidad debe negociar algún acuerdo con los funcionarios de la Iglesia en Roma porque no hay otra solución para la crisis de la Iglesia. ¿Realmente piensan estos señores que a Dios le faltan medios para venir al rescate de Su Iglesia? ¿Realmente piensan que el brazo de Dios es acortado por la perversidad de los hombres? Aquí habla Su profeta Isaías (LIX, 1–4):—
1 He aquí que la mano del SEÑOR no es tan corta para que no pueda salvar, ni tan sordo su oído para que no pueda oír; 2 sino que vuestras iniquidades os han separado de vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho que Él oculte de vosotros su rostro para no oíros. 3 Porque vuestras manos están manchadas de sangre, y de iniquidad vuestros dedos; vuestros labios profieren mentira, y vuestras lenguas dicen maldades. 4 No hay quien clame por la justicia, ni juzgue con verdad. Confían en vanidad y hablan perversidad, conciben maldad y dan a luz iniquidad.
Las iniquidades de los hombres son el problema. ¿Y es posible que Dios no tenga solución? No. ¿Y es posible que Él quiera que los hombres no participen en Su solución? No. ¿Y es posible que lo que Él quiere que hagan para salvar a Su Iglesia sea especialmente difícil o complicado? No. ¿Pero es posible que se requiera un poco de humildad? Sí, porque “Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes” (Santiago IV, 6). ¿Y requerirá algo de fe? Ciertamente, porque “sin fe es imposible agradar a Dios” (Hb XI, 6). ¿Y hay alguna posibilidad de que Dios no le haya dicho a la humanidad, a punto de destruirse a sí misma, en qué medios humildes quiere que los hombres crean y apliquen para que Él mismo intervenga y los salve de la destrucción? No existe tal posibilidad. Entonces, ¿qué le ha dicho a la humanidad para que Su Iglesia pueda resucitar?
Lo dijo a través de su Madre, en Fátima, en 1917, en Pontevedra en 1925, y en Akita en 1973. En Fátima: Rusia debe ser consagrada al Inmaculado Corazón de María por el Papa con todos los obispos católicos. En Pontevedra: los católicos deben practicar la Devoción de los Primeros Sábados. En Akita, los católicos deben rezar el Rosario por el Papa, por los obispos, por los sacerdotes. ¿Son estos tres puntos humildes? Sí. ¿Son sobrenaturales, requieren fe sobrenatural? Definitivamente. ¿Alguno de ellos es demasiado pedir, para que la Iglesia resucite, y para que la humanidad regrese del borde de la destrucción? Definitivamente no. ¡Entonces que nadie se queje de que no hay nada que puedan hacer!
Kyrie eleison.