Romanos Contradictorios?
Dos hombres de Iglesia romanos parecen haberse contradicho entre sí en observaciones realizadas recientemente acerca de las relaciones entre Roma y la Fraternidad San Pío X, pero una explicación de la contradicción puede ser que Roma le está haciendo a la Fraternidad una jugarreta del policía, más vieja que Matusalén. Mediante la rutina “cana bueno, cana malo”, cuando la policía quiere obtener una confesión de la boca de un criminal, primeramente le es enviado un policía brutal para apalear al criminal hasta dejarlo en un estado bien lamentable que requiere todo tipo de simpatías. Entonces, luego, un policía realmente agradable que exuda simpatía le es enviado, lo cual a menudo hace que el criminal se abra y confiese su crimen.
El “cana malo” en este caso no sería nada menos que el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Müller, quien a principios de este mes en una entrevista con katholisch.de, sitio oficial de la Conferencia Alemana de Obispos, dijo acerca de un acuerdo Roma-FSPX que “No hay un nuevo desarrollo sustancial. El Santo Padre desea que continuemos tratando: “con tenacidad y paciencia”. La precondición para una reconciliación completa está en la firma de un preámbulo doctrinal con el fin de garantizar un acuerdo completo en las cuestiones esenciales de la Fe. En los meses pasados hubo encuentros de diferentes tipos que están destinados a fortalecer la confianza mutua”.
Aquí está claramente declarado que la FSPX tendrá que firmar un texto doctrinal agradable a Roma neo-modernista, si es que ella anhela un acuerdo con Roma. El Cardenal también está haciendo de “cana malo” cuando revela que hubo “encuentros de diferentes tipos” entre Romanos y la FSPX “destinados a fortalecer la confianza mutua”. O, ¿es que la FSPX está feliz de que Roma saque a relucir los trapitos al sol, los contactos de otra manera desconocidos? Sin embargo, ¿quién que tenga la fe católica se encuentra tranquilizado por la confianza mutua siendo establecida con neo-modernistas? Pero ahora viene el “cana bueno”.
Antes, este año, el Obispo Athanasio Schneider visitó dos seminarios de la FSPX “con el fin de conducir una discusión sobre un tópico teológico específico con un grupo de teólogos de la FSPX y con Su Excelencia Mons. Fellay”. Hace poco tiempo, él condujo una entrevista con un sitio hispánico, Rorate Caeli en español, en la cual, entre otras cosas, comentó favorablemente sobre estas visitas. Dice que él mismo fue tratado con cordial respeto, y por todos lados observó un respeto hacia el Pontífice reinante, el Papa Francisco. Luego de sus visitas, él no pudo ver “ninguna razón de peso para negarles al clero y a los fieles de la FSPX el reconocimiento canónico oficial, y mientras tanto deben ser aceptados tal como son”. Mons. Schneider confirmó que no comprende el problema doctrinal en el camino de un acuerdo, cuando restóle importancia al Vaticano II: según dijo, el Concilio fue primordialmente pastoral y de su tiempo.
Entonces, ¿Quién representa a la Roma real? ¿El Cardenal Müller o el Obispo Schneider? Ciertamente ambos. Si la rutina “cana bueno, cana malo” no es consciente, ciertamente es instintiva por el lado de los Romanos. Manteniendo sus opciones abiertas, pueden continuar haciéndole el juego del tira y afloje a la FSPX como un pescador a un pez, enrollando la línea de pescar y desenrollándola hasta agotarla, originando esperanzas para luego estrellarlas, doblando el alambre y enderezándolo, esto una y otra vez hasta que finalmente se quiebre. ¡Ay!, uno puede suponer que por “encuentros” los líderes de la FSPX son cómplices en este juego de Roma.
Kyrie eleison.