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Femineidad Invaluable — II

Femineidad Invaluable -- II on octubre 13, 2018

La femineidad de la mujer está hoy bajo ataque feroz. La razón no es difícil de encontrar. Satanás quiere el poder completo sobre la humanidad para asegurarse de que cada alma caiga en el infierno. Ahora bien, el camino que Dios Todopoderoso ha trazado para que los seres humanos emprendan el camino hacia el cielo es por su nacimiento dentro de una familia humana normal, en la que lo que hoy llamamos el “padre biológico” y la “madre biológica” cuidan el fruto de su amor mutuo, sus propios hijos. El Dr. Henry Makow retoma la historia de los “Comentarios de Eleison” de la semana pasada, desde el punto de vista de los satanistas.

“Los judíos cabalistas y francmasones son satanistas. Controlan degradando y corrompiendo. Como las termitas, ellos carcomen las columnas de apoyo de la sociedad. La familia es el glóbulo rojo de una sociedad sana. Nos proporciona nuestros roles e identidad, así como el apoyo emocional y material necesario. Garantiza que los jóvenes nazcan, sean amados y criados adecuadamente, y que los ancianos sean cuidados. Nuestra familia es nuestro eslabón en la cadena de la eternidad. Así que los satanistas siempre han querido destruirla. Fueron tras las mujeres, a las que consideraban inconstantes, vanidosas y de mente débil. ‘No hay manera de influenciar a los hombres más poderosamente como por medio de las mujeres’, escribió Adam Weishaupt. ‘Por lo tanto, estas deberían ser nuestro principal estudio; deberíamos insinuarnos en su buena opinión, darles indicios de emancipación de la tiranía de la opinión pública y de levantarse por sí mismas; será un inmenso alivio para sus mentes esclavizadas el ser liberadas de todo vínculo de restricción, y las encenderá aún más, y hará que trabajen para nosotros con celo, sin saber que lo hacen; pues sólo satisfarán su propio deseo de admiración personal’.

“Así que los satanistas convencieron a las mujeres de que el matrimonio y la familia eran ‘opresivos’. Puede ser que los hombres tengan que trabajar duro en las fábricas y morir en la guerra para proveer y proteger a sus mujeres, pero de alguna manera las mujeres son las oprimidas. Los satanistas necesitaban interferir en el afecto y la atracción natural que los machos y las hembras tienen el uno por el otro y por su descendencia. Los satanistas existen para extirpar el amor. La esencia de una mujer es el amor, el poder de generar amor, amando y siendo amada a cambio. Esta es la fuente de su poder. El amor de una mujer por su marido y sus hijos es la cosa más preciosa del mundo. Para un hombre, este amor es su mayor tesoro. Al dejarse engañar, al perseguir el poder material en vez del espiritual, la mujer moderna ha perdido esencialmente el poder de amar. Puede tener poder o amor. No puede tener ambos. Las mujeres necesitan el amor de un hombre como una flor necesita sol y agua. Los hombres nutren a las mujeres y las mujeres empoderan a los hombres accediendo a sus peticiones razonables. Esta es la dinámica heterosexual [ . . . ]

“Pero esto es lo que se condena como explotación de la mujer (la ‘erotización de la impotencia’) por, por ejemplo, una Sheila Jeffreys, conocida como erudita feminista lesbiana y activista política. Obviamente ella no puede entender que el amor de la mujer es su verdadero poder. Ella quiere convertir a todas las mujeres en lesbianas que como ella no pueden entender que el estilo, la belleza y el encanto de la mujer, en resumen su feminidad, dependen de rehuir el poder material. Una mujer que se entrega a su marido es querida y amada por él y por sus hijos. Una mujer que persigue el poder en términos masculinos está condenada a una vida de aislamiento y amargura.

“Feministas occidentales, ustedes han renunciado a su precioso don a cambio de nada. Son vulgares, son un verdadero fracaso. Les falta personalidad, encanto, estilo, sustancia. No pueden amar. Ni siquiera son atractivas. Y pronto perderán su juventud. No tendrán nada más que su trabajo, su perro y sus amigas igualmente desesperadas. Feministas occidentales, ustedes han sido robadas, traicionadas por su sociedad, sus maestros, sus líderes políticos y culturales; y consecuentemente ustedes se han unido a sus filas traidoras. Ustedes han traicionado a sus hijos nonatos, a su cultura, a su familia y a la promesa del futuro. Pero lo peor de todo, se han traicionado ustedes mismas”.

Kyrie eleison.

Declinando Lentamente – II

Declinando Lentamente – II on abril 1, 2017

La carta original del autor de EEUU era más larga que lo tomado de ella por el CE de la semana pasada, y muchas cosas interesantes fueron dejadas de lado. He aquí otros dos valiosos párrafos, sobre escuelas y mujeres Tradicionales. La gran lección es siempre la misma – si yo no vivo como pienso, inevitablemente pensaré como vivo. Paciencia. Dios no nos pide hacer lo imposible pero, por otro lado, Él espera de nosotros buscar lo mejor posible:—

Tal vez es en la educación que el modernismo está haciendo sus más grandes incursiones dentro del Movimiento Tradicionalista. Todo tipo de prácticas modernas se han abierto camino dentro de sus escuelas sin que nadie aparentemente lo note. La filosofía modernista pedagógica y psicológica de las décadas de los 50 y 60 está siendo incorporada junto con todas las palabras de moda y parafernalia. Los maestros a la antigua se han vuelto el problema. Una armada moderna de administradores, especialistas en currículos, expertos educacionales, psicólogos de niños, etc., está ahora a cargo, prometiéndonos como siempre hacer todo mejor, especialmente en cuestiones mundanas tales como resultados de exámenes, ingreso a la universidad, y carreras lucrativas. Las escuelas supuestamente Tradicionales se están volviendo cada vez más indistinguibles de las escuelas públicas.

La revolución social que se lleva a cabo entre los niños en nuestras escuelas diariamente es especialmente fuerte entre las jovencitas. Hay una nueva cepa virulenta de feminismo Tradicionalista. Muchas se han embebido del veneno moderno de la igualdad con, y competición contra, los hombres. Desde temprana edad son enfrentadas a hombres. Ellas quieren competir contra ellos y piensan que ellas pueden hacer casi cualquier cosa que un hombre pueda hacer. Piensan que la única prueba sobre si una mujer debería o no hacer algo es si ella está físicamente capacitada. Cualquier cosa que la Tradición pueda decir acerca del papel de las mujeres, ellas le prestan poca o ninguna atención. Ellas creen en las mismas mentiras que ya han arruinado una generación o dos. Ellas tienen la idea que pueden tener una carrera profesional altamente exitosa en cualquier campo y todavía ser una buena esposa y madre Católica al mismo tiempo. La antigua frase “El lugar de la mujer está en el hogar” no se escucha más en los círculos Tradicionales, de hecho es abiertamente despreciada. Peor de todo, nuestras jóvenes damas están escuchando y aprendiendo esto no del mundo, sino de nuestra propia gente. Hay demasiadas mujeres en cargos de autoridad pública en nuestras escuelas y demasiadas maestras mujeres. Esto es Revolucionario y sienta un terrible ejemplo para nuestras jovencitas, que no puede ser superado por ninguna de predicación. Sin embargo, ¿qué bien le puede hacer a una mujer vestirse modestamente si ella actúa como un hombre en todo lo demás, social, económica y políticamente? Hace unos años todos, no solamente los Tradicionalistas, hubieran sabido esto, sin embargo aquí está ahora siendo promocionado como Tradicional.

Entonces, ¿qué es lo que está tan mal con la educación moderna y sus métodos modernos? Respuesta, el corazón y alma de una verdadera educación es la Fe Católica, significando adultos con el respaldo de la (verdadera) Iglesia usando su autoridad para enseñar a los jóvenes, mediante contacto directo humano, en primer lugar cómo llegar al Cielo, en segundo lugar como vivir vidas sanas como adultos en el mundo, consistente con llegar al Cielo. ¿Cuántos “administradores, especialistas en currículos, expertos educacionales y psicólogos de niños” tienen siquiera experiencia en el aula viviente, menos aún tienen la Fe? Por falta de la Fe, el aula hoy es una jungla llena de bestias salvajes. No en balde los “expertos” huyen de ella. Están despistados e impotentes para educar.

Y, ¿qué es lo que está tan mal con las mujeres modernas? Los hombres modernos, que les han permitido ponerse fuera de control. Dios hizo a las mujeres para que estuvieran bajo sus hombres, aún antes de la Caída. Entonces, ¿qué puede hacer una buena niña? Rezarles a San José y a Santa Ana – ambos encontraron conyugues maravillosos – para encontrar un esposo que ella pueda respetar. El brazo de Dios no se acorta por la maldad de los hombres (cf. Is. LIX,1). Y, ¿los hombres? Sus mujeres encontrarán mucho más fácil obedecerles si ustedes mismos obedecen a Dios (I Cor. XI,3).

Kyrie eleison.

La Femineidad Redescubierta

La Femineidad Redescubierta on noviembre 14, 2009

Cuando un pueblo amurallado está siendo asediado, y el enemigo está continuamente atacando una parte de sus muros, los habitantes deben continuar defendiendo ese sector de la muralla. Hoy en día el enemigo de la humanidad, Satanás, está permanentemente atacando a la verdadera femineidad, porque sin verdaderas mujeres no pueden existir verdaderas madres, ni una vida de familia verdadera, ni niños verdaderamente felices y por ende tampoco seres humanos verdaderos. Quisiera citar el testimonio completo de otra ex feminista, quien me escribió hace algunos meses para agradecerme por “afirmar y sostener nuestra naturaleza verdadera como mujeres,” de acuerdo a cómo ahora ella lo percibe. Lo que sigue es un escueto resumen de su carta, que debe ser considerada un clásico por su contenido:

Nacida a mediados de los años 60?, tuve un padre violento y abusivo, y he carecido de una figura paterna desde entonces. Después de que el murió, cuando yo tenía 14 años, rechacé mi fe Católica y me alejé de la Iglesia . . . es difícil creer en un Dios de amor cuando no eres amada por tus propios padres. Lejos de la Iglesia abracé al feminismo radical y al paganismo, y terminé odiando los vestidos porque estos eran retratados como una forma inferior de vestir a la que usaban los varones. Me pregunto ¿de dónde saqué la idea de que las mujeres son débiles? Ahora entiendo que las mujeres no son para nada débiles, sino que somos fuertes en aspectos diferentes a los de los hombres.

Fui a la Universidad determinada a demostrar que podía hacer cualquier cosa que un hombre hiciera, pero en mis próximos siete años como oficial de policía, me di cuenta de que la agresividad y el dominio requeridos por aquel trabajo no se me daban naturalmente, y que nunca podría ser tan fuerte físicamente como los hombres. Así es que equiparé cualquier signo de femineidad en mí, con una debilidad. Al mismo tiempo, como feminista radical, odiaba a los varones y deseaba no necesitar a ninguno de ellos; y debido a toda esa basura feminista, casi no llegué a casarme. Pero al promediar los treinta años, me di cuenta de que corría el riesgo de quedarme sola por el resto de mi vida, así es que decidí comenzar a salir con muchachos. Poco tiempo después conocí a mi futuro esposo.

Cuando él me pidió que usara un vestido porque era más atractivo, ¡exploté! Sin embargo, me lo probé únicamente para darle gusto. Fue entonces que mi comportamiento empezó a cambiar lentamente, y a medida que empecé a actuar y a sentirme más femenina, descubrí que me gustaba sentirme así porque lo sentía natural para mí. Cuando después de algún tiempo nos casamos, mis prioridades cambiaron, y deseaba intensamente quedarme en casa. En el trabajo puedo ser positiva, pero no es algo que disfrute. Entiendo perfectamente ahora que es normal para mí, como mujer, preferir no ser el líder, porque esa es la manera en que Dios me diseñó. He pasado toda mi vida de trabajo tratando de competir con hombres e intentando ser como ellos, y esto me ha hecho infeliz y sentirme fracasada, porque por más que lo intentaba, no soy como los hombres ni nunca podré serlo, porque no soy un hombre.

Fue el amor de mi esposo que me permitió, después de 26 años, volver a la Iglesia a regañadientes; ¡pero Dios me llamaba! Allí encontré todo algo diferente de lo que recordaba, y para empezar no estuve de acuerdo con la postura de la Iglesia en todas las cuestiones que involucran a las mujeres. Pero a medida de que leía más, mis ojos se abrieron y me di cuenta, entre otras cosas, de cómo la manera en que visto da forma a mis sentimientos e inclusive a mi personalidad. Cuando me pongo vestidos o faldas me siento gentil y femenina, más natural. Mi educación continua en las enseñanzas de la Iglesia, que incluye las «Cartas del Rector,” me ha ayudado a respetarme a mí misma como mujer y no como un pseudo-varón. Es en detrimento de todos que el feminismo haya echado raíces en nuestra cultura.” (Fin del testimonio).

Madre de Dios, por favor consigue para nosotros hombres viriles, sin los cuales difícilmente tendremos mujeres femeninas.

Kyrie eleison.