Russia

Mientras podamos, el Rosario tenemos que seguir rezando.

El 13 de junio, hace unas tres semanas, apareció en una estación de radio en EE.UU. un informe aterrador sobre los últimos preparativos de Rusia para una guerra nuclear mundial. El informe puede ser o no exacto, estos “Comentarios” no tienen forma de saberlo, pero ciertamente refleja la situación actual tal como la conocemos, y lo que importa en este momento no es tanto la exactitud de estos o aquellos detalles, sino ver en ellos en su conjunto la mano de Dios Todopoderoso, permitiendo libremente que los hombres se castiguen unos a otros mediante una matanza mutua a gran escala, de modo que al menos una minoría de ellos acepte Su invitación al cielo en lugar de que todos rechacen esa invitación prefiriendo el Infierno. En orden cronológico, aquí están los detalles informados:

1. Fin de mayo, Rusia anuncia ejercicios de armas nucleares tácticas (de corto alcance).

2. A principios de junio, Rusia comienza estos ejercicios en su Distrito Militar del Sur.

3. Alrededor del 3 de junio, Rusia envía 11 submarinos con misiles nucleares al Océano Atlántico.

4. Alrededor del 6 de junio, Rusia envía otros 27 submarinos con misiles nucleares al Océano Pacífico.

5. Alrededor del 11 de junio, Rusia expande los ejercicios nucleares de corto alcance en el interior para incluir el Distrito Militar de Leningrado alrededor de San Petersburgo, cubriendo así todo el frente occidental de Rusia y poniéndolo al alcance de las fuerzas y países miembros de la OTAN.

6. El 12 de junio, Rusia realiza un despliegue sorpresa alrededor de Moscú, San Petersburgo y sus silos de misiles de largo alcance, de su nuevo sistema de defensa aérea S-500 “Prometeo”, el mejor del mundo, pero que no se esperaba que fuera desplegado al menos por otros seis meses. De hecho, ni siquiera se sospechaba que existiera la producción en masa necesaria para que fuera desplegado y estuviera listo para la acción en tan grandes cantidades tan pronto.

El informe de la estación de radio concluye que “Todo indica que Rusia está completamente preparada ahora para lanzar un severo primer ataque nuclear y defenderse con éxito de un contraataque. Las únicas cosas que los rusos aún no han hecho son declarar una Movilización General de toda la población y comenzar a mover a la gente a refugios antiaéreos. Todo lo demás ya está hecho.”

De todos estos detalles, uno podría fácilmente concluir que Rusia quiere la guerra mundial. Pero seguramente ese no es el caso. Putin nunca quiso invadir Ucrania. Su propósito siempre fue meramente desnazificar y desmilitarizar Ucrania para evitar que se convirtiera en una amenaza para la supervivencia misma de Rusia, debido a su cercanía a Rusia sirviendo como base para que los enemigos de Rusia ataquen Moscú, por ejemplo, con misiles cercanos. Putin invadió Ucrania en 2022 con una pequeña fuerza, con la esperanza de que eso sería suficiente para que los ucranianos entendieran que él era serio en su intención de negociar un acuerdo. Pero el presidente de Ucrania, Zelensky, había sido puesto en el poder en 2014 por personas que prácticamente controlan los poderes occidentales, especialmente los EE.UU., y que quieren la Tercera Guerra Mundial, porque esperan que esto complete para ellos esa dominación del mundo que están convencidos de que es su debido derecho y que han soñado durante 2000 años.

Y así uno de sus títeres, Boris Johnson, entonces Primer Ministro de Inglaterra, persuadió a Zelensky de no negociar, sino de seguir luchando, y desde entonces los ucranianos han estado luchando esta guerra por delegación para Occidente hasta que han perdido hasta ahora más de medio millón de hombres muertos, con su país prácticamente destruido. Y por supuesto, dado que la mayor parte de los medios de comunicación de Occidente están bajo el control de las mismas personas, entonces somos bombardeados con propaganda implacable de que la guerra en Ucrania es toda culpa de Putin, que él fue el agresor en 2022, que él será el agresor si estalla la Tercera Guerra Mundial, y así sucesivamente.

Pero Putin puede muy bien no estar queriendo la guerra mundial. Por el contrario, puede estar siguiendo el consejo del presidente de EE.UU. Truman (1945–1952), “Habla suavemente, pero lleva un gran garrote.” Puede estar esperando, esperando, esperando que sus preparativos de guerra sean tomados lo suficientemente en serio por Occidente para que prevalezcan consejos más sensatos. Por desgracia, eso no parece probable en este momento. “A quienes los dioses desean destruir, primero los vuelve locos.”

Kyrie eleison.