Error de Menzingen – I
No todos los lectores de estos “Comentarios” aprecian necesariamente su retorno regular a lo que puede parecer simplemente “disputas entre sacerdotes”, pero que estos lectores recuerden – o aprendan – que la Iglesia Católica existe como el solo y único medio para salvar las almas para el Cielo eterno, mientras que el Diablo existe como un agente de primera clase para mandar las almas al Infierno eterno. Si entonces Nuestro Señor elige a los sacerdotes para ser los agentes de Su Iglesia, el Diablo los atacará, y uno de los mejores medios para atacar sacerdotes es otros sacerdotes. De hecho, fácilmente la mayoría de los archiherejes de la Iglesia han sido sacerdotes, p. ej. El Obispo Néstor y el Padre Martín Lutero. “Disputas entre sacerdotes” son poco importantes solo si nadie quiere ir al Cielo, ¡pero entonces el Demonio habría realmente ganado!
Así que veamos el documento de 20 páginas divulgado el 13 de junio por los sacerdotes del Cuartel General de la FSSPX en Menzingen, Suiza, para defender su agradecimiento a la Roma Conciliar por el documento del 4 de abril, que propuso una más o menos cercana participación de los eclesiásticos conciliares en la celebración de los matrimonios de la FSSPX. La Carta sobre los matrimonios: aclaraciones y puntualizaciones está bien pensada y es bastante persuasiva si uno no nota los argumentos falaces, pero sufre del paralizante defecto de los líderes en Menzingen, a saber, confunde las apariencias conciliares por sustancia católica. En las palabras la “Carta” condena repetidamente los errores conciliares en general y del matrimonio en particular, pero en la acción trata a los eclesiásticos conciliares como si fueran eclesiásticos católicos normales, cuando en realidad ellos son eclesiásticos profundamente anormales – son modernistas. En palabras de San Pablo para los últimos tiempos, ellos tienen “apariencia de piedad, mas negando lo que es su fuerza” (II Tim. III, 5). Y añade: “A esos apártalos de ti”.
Así que toda la primera parte de la Carta presenta la participación del obispo diocesano o del párroco o su delegado atestiguando los matrimonios católicos para asegurar su validez, como una práctica clásica de la Iglesia y parte de su ley desde el Concilio de Trento. ¿Quién discute eso? Pero la aplicación de esta ley ha estado, desde el Vaticano II, en las manos de clérigos que tienen una visión cada vez más anormal del matrimonio católico. ¡Hoy la Iglesia ya no está en tiempos normales! ¿Menzingen no se ha dado cuenta? ¿O decidió ya no darse cuenta más? El protestantismo tardó unos cuantos siglos en romper el dominio universal de la Iglesia Católica. El liberalismo tardó pocos siglos más para introducirse dentro de la jerarquía de la Iglesia, pero una vez que Dios permitió, como un justo castigo, que prevalecieran las elecciones de Juan XXIII y Paulo VI, entonces la más alta autoridad de la Iglesia se volvió liberal, y desde entonces nunca ha sido más fácil para todos los católicos bajo esrta autoridad el convencerse, incluso sinceramente, de que ellos permanecen católicos aún mientras están destruyendo la Iglesia.
Cuando en 1987 Mons. Lefebvre llamó a los clérigos conciliares “anticristos” ( Carta a los futuros cuatro obispos ), estaba pasando por alto su posible sinceridad subjetiva de ellos y sosteniendo firmemente su innegable destructividad objetiva. Cuando en 2017 Menzingen recalca la normalidad de la participación de los Superiores jerárquicos en los matrimonios católicos, está dando por sentado la sinceridad de los jerarcas y pasa por alto su ruinoso liberalismo. Pero ellos siguen siendo liberales, con un concepto del matrimonio que incluye las anulaciones fáciles, etc. Si una vez llegan a poner su pie en la puerta de los matrimonios Tradicionales, ¿qué los detiene mañana o pasado mañana para aplicar incluso la ley Tradicional de la Iglesia de acuerdo a su idea “renovada” de matrimonio? De hecho ¿cómo no aplicarían, mañana o pasado mañana, sus propias convicciones sinceras?
Por décadas desde el Vaticano II, según como los católicos se daban cuenta de lo que estaba sucediendo a la Iglesia y se volvían “Tradicionalistas”, así iban distanciándose de las autoridades oficiales de la Iglesia. Sin falta de cortesía o de respeto, ellos se apartaron para proteger su Fe y Moral Católicas. ¡Ahora viene Menzingen aproximándose a estas autoridades y queriendo que todos los Tradicionalistas lo sigan! Menzingen olvidó la famosa cita de la Eneida de Virgilio: “Temo a los griegos incluso cuando traen regalos”. ¡Menzingen confía en los griegos!
Kyrie eleison.