conciliarismo

Madiran – Conclusión

Madiran – Conclusión on enero 9, 2021

Después de siete números de estos “Comentarios” considerando por separado el Prólogo y seis Partes del libro de 1968 de Jean Madiran (1920–2013), La Herejía del Siglo 20, valdrá la pena volver a unir las Partes para destacar algunas de las principales lecciones para nosotros en la situación de la Iglesia y el mundo de hoy, y llegar a una conclusión general: ¿cómo llegó la Iglesia a su confusión actual?

Desde el Prólogo Madiran señaló varios puntos clave: el problema era que los principales eclesiásticos, los obispos, que habían estado echando el ancla por lo menos 100 años antes, en nombre del progreso, hasta que en el siglo 20 estaban subvirtiendo positivamente la Cristiandad, en un proceso que conduce al comunismo. El drama comenzó mucho antes del Vaticano II. En su raíz está la pérdida de la fe de los obispos. El resultado final será el triunfo del Comunismo. En el 2020 la mentira- Covid está colocando al Comunismo justo en nuestras puertas.

En la Parte I, Madiran puso al descubierto, como lo hizo Pío X en su Encíclica Pascendi de 1907, el trasfondo filosófico de los obispos detrás de su implícita apostasía a través de la adopción del subjetivismo de la filosofía moderna, por el cual cualquier verdad, incluyendo el dogma católico, se convierte en opcional. Olvídese de la realidad objetiva. De ahora en adelante el objeto responde a mi mente, y ya no mi mente al objeto. Estoy liberado de la realidad. Estos demenciales principios están en el corazón de la locura de la Iglesia y del mundo de hoy, en todos los dominios.

En la Parte II, Madiran declaró que los nuevos obispos anhelaban una nueva religión, y esta nueva religión sólo podía estar en guerra con la religión católica. Los nuevos obispos no tenían ningún derecho a imponer su falsa religión, e incluso como laico católico Madiran tenía todo el derecho a oponerse a ellos. En 2021 es maravilloso ver a un Arzobispo Viganò tomando exactamente esta posición, como lo hizo Monseñor Lefebvre. Hay una verdad católica objetiva e invariable que da derecho a los católicos a no seguir a sus obispos gravemente errados.

En las Partes III, IV y V Madiran expone el contenido de la herejía del siglo XX en siete Proposiciones, extraídas de los escritos del Obispo de Metz quien, según Madiran, es el que mejor puso de manifiesto esa herejía: 1 Todo está cambiando hoy, de modo que el concepto mismo de la salvación por Cristo necesita ser cambiado en la actualidad, 2 hacia una mayor socialización, porque 3 la fe hoy escucha al mundo, y 4 la socialización del mundo de hoy es una gracia. 5 Porque, en efecto, ninguna época ha sido tan fraternal, 6 ni tan esperanzada, es decir, esperada, como la nuestra. Madiran comenta que esta socialización fraternal y esperanzada es equivalente a una nueva religión, y la nueva religión es el comunismo. Y de hecho, desde el Vaticano II, los hombres de la iglesia se han vuelto más y más a la izquierda, y su religión del hombre ha sido su nueva cruzada, y el hombre ha sido su nuevo dios. Y Jesucristo, su bendita Madre, el Cielo y el Infierno están en la vida real más y más olvidados.

En la Parte V Madiran presenta la séptima Proposición del Obispo de Metz: 7 La ley natural viene del interior del hombre, es decir que no hay una ley objetiva para el hombre que venga de fuera o de arriba de él. En otras palabras, dice Madiran, no hay naturaleza, ni sobrenaturalidad, ni diez Mandamientos, ni verdadera caridad, ni posibilidad de sociedad, y mucho menos de sociedad cristiana. Tal subversión sólo permite el comunismo. Aquí es donde estamos, y mucho más en 2021 que en 1968 . En esta parte Madiran está llegando a las raíces mismas de la desorientación y la dislocación del hombre moderno, que hacen de un Estado policial la única sociedad posible.

En la Parte VI, Madiran terminó su libro poco después de vivir los disturbios estudiantiles en París en la primavera de 1968, y le proporcionaron una conclusión rotunda. En la Parte II sobre los obispos había escrito que la Neo-iglesia, al enseñar sólo cosas modernas, estaba convirtiendo a la juventud de hoy en los bárbaros de mañana, y aquí estaban, llenando con el caos las calles de París en 1968 (y las calles de los EE.UU. en 2020). Madiran responsabiliza a los obispos. El comunismo es una falsa solución. Sólo Dios es la verdadera solución.

Kyrie eleison.

Madiran – Proposici VII

Madiran - Proposici VII on diciembre 12, 2020

La Parte V no es la más fácil de las seis partes del libro de Jean Madiran (1920–2013) de 1968, sobre La Herejía del siglo XX, porque trata de la Ley Natural, que es un concepto difícil de comprender para las mentes modernas. Y esto es porque Dios el Creador es tanto el escritor de la Ley Natural como Aquel que la implanta en todas sus diversas criaturas, y el Gran y Buen Dios es un misterio cerrado para una gran mayoría de las mentes modernas. Sin embargo, la Ley Natural es para Madiran tan importante como medio para llegar a la herejía del siglo XX, que la pone en el centro de la última de las siete Proposiciones que seleccionó de los escritos del Obispo Schmitt de Metz en Francia para dar forma a una herejía que de otra manera no tendría forma. Hela aquí –

7 La ley natural es la expresión de la conciencia colectiva de la humanidad. De la cual se desprende que no hay una ley natural objetiva moral, promulgada por Dios e inscrita en el corazón del hombre.

La razón del obispo Schmitt para negar la existencia de tal ley divina en los hombres parece ser que hace la vida social del hombre demasiado mecánica, como si las soluciones a todos los problemas sociales de los hombres pudieran ser leídas como en un instructivo de fabricante. Pero el instructivo de Dios para el hombre permite plenamente la libertad humana incluso en la sociedad, mientras que la negación de la ley natural, dice Madiran, funda el bien y el mal no ya en la ley divina objetiva sino en la conciencia humana subjetiva, en última instancia, ninguna ley en absoluto. El hombre es libre y responsable, pero no es libre de hacer sus propias leyes. Y la enseñanza social de la Iglesia parte ciertamente de la ley natural de Dios, pero para ser aplicada a la inmensa variedad de nuevas situaciones concretas como en nuestro tiempo, necesita un gran trabajo, como el que realizó Pío XII en su tiempo.

Además, sin una ley o un orden natural en el hombre, ¿cómo puede haber algo sobrenatural? (¿Sin naturaleza debajo, como puede haber naturaleza arriba, o sobre-natural?). Ya no puede haber diez Mandamientos (que expresan la ley natural); ni caridad (que es el principio y el fin de los diez Mandamientos); ni religión natural (constituida por la ley natural); ni vida social (que presupone la justicia natural); ni vida cristiana (que presupone las virtudes naturales); y así sucesivamente. De hecho, si no hay ley natural, toda noción de sociedad cristiana se hace imposible, ya sea como sociedad o como cristiana.

Objeción: Toda buena ley es clara y segura. Pero si la ley natural requiere tal elaboración, entonces no puede ser clara o segura. Por lo tanto, no es una buena ley. Respuesta: En su fundamento absoluto – “Haz el bien, evita el mal”, la ley natural es clara e inquebrantable. En todo lo que se deriva de eso fundamento no es tan clara para nosotros los seres humanos, y puede ser sacudida o impugnada, pero es clara en sí misma, como cuando, por ejemplo, un buen juez saca la justicia de un caso judicial confuso. La ley natural es conocida por nosotros desde dentro por la razón, y desde fuera por la revelación, por ejemplo la revelación de los 10 Mandamientos a todos los hombres por Moisés.

En el tercer y último capítulo de la parte V de su libro, Madiran presenta las consecuencias espirituales de la negación de la ley natural que ha atribuido anteriormente en la P7 a la herejía del siglo XX. El resultado en el individuo católico es que se aleja de una verdadera comprensión tanto de la vida cristiana como de lo lejos que está su propia vida de ella. Ya no tiene idea de la absoluta necesidad de la gracia sobrenatural para vivir una vida cristiana. Piensa que por su propia fuerza lleva una vida decente, pero de esa vida los Mandamientos 1 a 4 se han desvanecido, 5 y 7 pueden estar todavía vivos, pero 8 está debilitado y 6,9,10 a menudo también se han desvanecido. Sin embargo, por un amor sentimental al prójimo disciplinado por ninguna ley objetiva, cree que está cumpliendo el mandato de Cristo de amarse los unos a los otros como Cristo nos amó, por lo que está satisfecho consigo mismo. En este estado, dice Madiran, no puede ser salvado. No es de extrañar que un hombre así pida “un cambio en el concepto mismo de la salvación traída por Cristo” – y hemos cerrado el círculo, volviendo a la primera de las siete Proposiciones en las que Madiran resumió la herejía del siglo XX.

Kyrie eleison.

Madiran – 6 Proposiciones

Madiran - 6 Proposiciones on noviembre 28, 2020

Del Prólogo del libro de Jean Madiran La Herejía del Siglo XX, presentado brevemente en el #690 de estos “Comentarios” hace ocho semanas, los lectores pueden recordar el rechazo de Madiran a la herejía en cuestión como “noche, vacío y nada”. Sin embargo, esa herejía ha tenido después del Vaticano II, y hasta hoy, un poder devastador para destruir la Fe Católica, la liturgia, la Iglesia y las almas como eran antes del Concilio, y por eso Madiran da a sus lectores algún relato de la “nada”. Este relato lo presenta en las partes III, IV y V de su libro, donde analiza las siete principales Proposiciones de la herejía, extraídas por él mismo de los escritos del obispo Schmitt, a quien Madiran atribuye el haber puesto de manifiesto la devastadora nada de la nueva religión conciliar. Aquí en letra pesada están las siete Proposiciones en orden, seguidas de un breve resumen de los comentarios de Madiran.

1 El mundo cambiante de hoy en día impone un cambio en el concepto mismo de la salvación traída por Cristo,

2 y muestra que la idea que aveva la Iglesia del plan de Dios no era, hasta ahora, lo suficientemente evangélica.

3 La fe escucha al mundo.

4 La socialización no es sólo un hecho ineludible de la historia del mundo. También es una gracia.

5 Ninguna época anterior a la nuestra ha sido capaz de comprender mejor el ideal evangélico de la hermandad practicada.

6 En un mundo orientado hacia el futuro, la esperanza cristiana adquiere todo su significado.

7 La ley natural es la expresión de la conciencia colectiva de la humanidad. (Esta séptima propuesta es tan devastadora que Madiran reservará para ella toda la Parte V de su libro.)

1 Las dos primeras Proposiciones ya han sido analizadas por Madiran en la Parte precedente de su libro, por lo que para la primera (P1) se limita a añadir aquí que ella es el principio necesario y suficiente de toda la nueva religión. Se podría resumir: así como el catolicismo es “nada otro que la tradición”, el modernismo es “nada otro que el cambio”.

2 P2 comienza a explicar P1, es decir, comienza a especificar qué cambio es necesario. Como innumerables sistemas desde el protestantismo que protesta contra el catolicismo, apela falsamente al Evangelio contra la Iglesia.

3 P3 deja claro que P1 y P2 han cambiado lo que los creyentes deben creer en adelante: como los católicos solían creer en Dios porque es Dios, ahora deben creer en el mundo porque es el mundo.

4 Y creer en el mundo moderno significa creer en su gran movimiento de “socialización” o colectivismo, es decir, el comunismo, porque no sólo este movimiento es inevitable, sino que también es una gracia religiosa (!).

5 En otras palabras, “la salvación de Cristo” (P1) y “el plan de Dios” (P2) se han convertido en meras palabras, guardadas como reliquias del pasado, pero con todo el significado sobrenatural y la realidad vaciada.

6 De la misma manera, toda esperanza sobrenatural y la lucha por el Cielo de Dios se vacían y se cumplen – mejor – por la modernidad. Porque nunca antes en los 20 siglos de historia de la Iglesia los cristianos han entendido tan bien la esperanza cristiana como nosotros los hombres de hoy, todos luchando juntos por el valiente Nuevo Orden Mundial (!).

El último comentario de Madiran es observar cómo las seis Proposiciones se unen las cuales seleccionó el Obispo Schmitt. Así, P1 es el trampolín de las seis. ¿Pero por qué esta manía de cambio, que es tan clara también en todos los políticos modernos? Porque antes de la era moderna, todo se basaba en, y para volver, en Dios. Pero ahora el hombre rechaza a Dios. Por lo tanto, todo debe ser cambiado, (P2) con el hombre en lugar de Dios en el centro, y (P3) con el mundo del hombre como el horizonte completo. Este centro en el hombre (P4) no puede ser invertido, pero (P4) es tan bueno como una religión, y (P5) nunca los hombres han estado mejor preparados que hoy para centrarse en el hombre, o (P6) para mirar hacia el futuro humano de la humanidad. La sincronización de este sistema con el comunismo es clara, con su eliminación de Dios y la deificación del hombre. Será aún más clara con (P7) la eliminación de la naturaleza y de la ley natural. En los disturbios del verano en los EE.UU. ¿no se trató de la eliminación final de Dios? ¡Señor, ten piedad de nosotros!

Kyrie eleison.

Madiran; La Herejía

Madiran; La Herejía on noviembre 14, 2020

En su libro “La Herejía del Siglo XX” Jean Madiran (1920–2013) ha presentado la gravedad de la herejía (Prólogo); su filosofía subyacente (Parte I) y los obispos responsables de ella (II); en las Partes III, IV y V llega a la herejía misma, que analiza según sus siete Proposiciones. En la Parte III presenta las dos primeras por su importancia; en la Parte IV las seis primeras con un poco di detalle; en la Parte V la séptima Proposición sola, también por su importancia para Madiran. La Parte III, tema de los “Comentarios” de esta semana, se subdivide en seis capítulos.

En el capítulo primero, Madiran declara que en vísperas del Vaticano II (1962–1965) el ambiente religioso ya era pestilente en general, pero el entonces obispo de la ciudad de Metz, en el este de Francia, Mons. Schmitt, puso en claro toda la vaga pestilencia con las dos primeras de las siete Proposiciones por las que con toda su autoridad episcopal presentó lo que de hecho era una nueva religión. La primera Proposición (P1) declara que el mundo cambiante de hoy impone un cambio en el concepto mismo de la salvación traída por Jesucristo. Y la segunda (P2) declara que la idea que ha tenido la Iglesia del plan de Dios no era hasta entonces lo suficientemente evangélica. En resumen, (P1) la Iglesia debe promover la “socialización”, dice el Obispo de Metz, porque (P2) la antigua Iglesia no era lo suficientemente colectiva, sino demasiado simplemente personal en su práctica del Evangelio. Pero lo que el obispo está promoviendo es el comunismo, dice Madiran.

Porque en efecto la “socialización”, argumenta Madiran en el Capítulo dos, se basa en una visión marxista de la historia, materialista y determinista, que muestra que el obispo de Metz ha perdido la fe cristiana, porque ¿cómo pueden coincidir los fines espirituales del cristianismo con los fines materialistas del comunismo? El comunismo es un sistema social que debe ser rechazado por razones religiosas, porque como sistema social pretende reemplazar el sistema social de la Iglesia y con ello el cristianismo.

En el Capítulo tercero, Madiran rechaza la afirmación de Mons. Schmitt de que los hombres de hoy son los que mejor entienden la fraternidad evangélica (cf. la P2 más arriba). Tal degradación de todas las obras y logros sociales de la Iglesia pre-conciliar es ridícula, y para los católicos, dice Madiran, es un narcisismo indigno.

Así, para 1967, dice Madiran en el Capítulo cuatro, se había hecho claro al mundo que Mons. Schmitt estaba promoviendo nada menos que una nueva religión, o una herejía, vandalizando siglos y siglos de tradición católica. Se hace claro que los obispos franceses son vándalos sin inteligencia ni carácter. De ahora en adelante depende de los laicos defender el Catecismo, es decir, ¡los fundamentos de la Fe!

En el Capítulo 5, en contra de mantenerse al día con los tiempos (P1), Madiran mantiene el Primer Mandamiento, porque es el Dios inmutable y no el mundo mutante el que debe tener el primer lugar en nuestros corazones y mentes. Ni los tiempos estarán nunca con la Iglesia, porque la Iglesia está con Jesucristo. Sólo los católicos mundanos son admirados por el mundo. Y contra la Iglesia que no practica suficientemente el Evangelio (P2), Madiran contesta que los Santos nunca inventaron nada para ser “suficientemente evangélicos”, por el contrario, siempre se esforzaban por ser lo más fieles posible a la tradición para poner en práctica el Evangelio.

En conclusión, en el Capítulo seis, Madiran niega que haya alguna verdad que salvar de las Proposiciones 1 y 2, y declara que la nueva religión de Mons. Schmitt quiere que la Iglesia gane el mundo entero al precio de su propia alma. La nueva religión no tiene ni verdadera autoridad ni verdadera obediencia, y Madiran tiene una visión profética de la Tradición Católica sobreviviendo al Vaticano II, porque la Tradición hace que los hombres libres se arrodillen noblemente ante su Dios de acuerdo con una autoridad real y una obediencia real. Tales católicos nunca seguirán la falsa religión de obispos tan pobres como el Obispo de Metz. ¡Basta que espere el mismo para verlo!

Kyrie eleison.

Madiran la Filosofia

Madiran la Filosofia on octubre 17, 2020

Al igual que el Papa Pío X en su gran Encíclica antimodernista de 1907, Pascendi, Jean Madiran en su libro ” La Herejía del Siglo XX ” parte de la filosofía, porque ambos ven que el problema que hace tan difícil para las mentes modernas comprender realmente el catolicismo es más bien filosófico que teológico. Así, la primera de las seis Partes del libro de Madiran tiene por título ” Preámbulo filosófico “. Quindi sorprende si el propio Madiran dice a los lectores que pueden saltarse el Preámbulo si quieren, pero eso sólo puede haber sido para evitar a muchos lectores modernos que encuentren la filosofia moderna, si son, con razón, alérgicos a las tonterías delincuentes que proceden de las llamadas “universidades” de hoy en día. De hecho, el argumento del libro de Madiran es tan dependiente de la verdadera filosofía como independiente de la “pseudo-filosofía” o “filosofisma” de hoy en día.

¿Pero cómo y por qué la Fe sobrenatural puede ser tan dependiente de la filosofía, que es el estudio racional de toda la realidad natural, la elevación del (verdadero) sentido común, de un nivel amateur a uno profesional, por así decirlo? ¿Como la Fe sobrenatural y tan superior puede tener que depender de la filosofia natural?! Respuesta, para hacer un buen vino, un buen vinicultor no depende de botellas de vidrio limpias y sin grietas, pero no puede manejar su negocio de vinos sin esas botellas, porque si todas las botellas están sucias por dentro, nadie va a comprar su vino, por muy bueno que sea. El vinicultor asegura que obtendrá automáticamente botellas limpias. En comparación con el vino, la botella de vidrio no vale casi nada cuando está vacía de vino, pero es absolutamente necesario, sin grietas ni suciedad, para que el vinicultor pueda contener su vino.

Ahora, la razón humana es como la botella. Es sólo una facultad natural, pero cuando llega a la muerte, bajo pena de condena eterna, debe contener el vino sobrenatural de la Fe (Mc. XVI, 16). La Fe es un don supremo de Dios por el cual la razón de un hombre es elevada sobrenaturalmente a creer, pero si esa facultad de la razón es ensuciada por errores y creencias humanas, entonces, como la botella sucia, corre el riesgo de ensuciar el vino de la creencia de Dios, por más divina que sea esa creencia en sí misma. Ahora, como sólo un poco de suciedad en la botella estropeará el vino que contiene, así el modernismo en la mente es un error tan radical que estropeará, o socavará, cualquier Fe vertida en esa mente. Y así como el vino vertido en una botella sucia no puede evitar que se eche a perder, la fe católica vertida en una mente moderna difícilmente puede evitar ser socavada. Así enseñan Pío X, de Corte, Calderón y Madiran, juntos con todos los demás que han captado toda la malicia objetiva de una mente subjectivista.

Entonces, ¿cómo prueba Madiran en particular que los obispos franceses de los años ‘60 estaban fuera de sus mentes católicas? Parte de una declaración oficial de ellos en diciembre de 1966 (p. 40) donde afirman que “para una mente filosófica”, las palabras “persona” y “naturaleza”, cruciales para la Cristología (teología católica de Cristo) han cambiado su significado desde los tiempos de Boecio (que elaboró la definición de “persona”) y de Aquino (que fortaleció el verdadero sentido de “naturaleza”). En otras palabras, para los obispos franceses la filosofía moderna ha dejado atrás la filosofía clásica de la Iglesia incrustada en la doctrina inmutable de la Iglesia, de modo que para ellos el tomismo es obsoleto “para una mente filosófica”, y debe ser descartado.

Pero en una Iglesia cuya doctrina siempre correspondió a lo que nunca cambia en la realidad extramental, esta perspectiva de los obispos franceses es absolutamente revolucionaria. Sólo puede significar, dice Madiran (43), que aceptan la revolución copernicana en la filosofía de Immanuel Kant (1724–1804), quien colocó la “realidad” no ya fuera sino dentro de la mente. Sin embargo (45, 46), no hay ninguna obligación, excepto en la filosofía kantiana, de aceptar esta interiorización de la realidad. Sólo bajo sus propias premisas se debe llegar a sus conclusiones irreales. Por su elección moral de Kant sobre el Aquino, los obispos franceses demostraron de hecho su apostasía implícita (50) y su religión antinatural. Declaraban su independencia de la Verdad de Dios, rechazando la realidad de Dios y el Orden que Él implantó en la Naturaleza (60–63).

Madiran concluye su primera Parte diciendo que mientras que el tomismo corresponde a la experiencia humana de todos los tiempos y todos los lugares (66), el kantismo ha dejado a los obispos franceses mentalmente a la deriva, como está la era moderna que tanto buscan para complacer (67).

Kyrie eleison.

Malicia del Modernismo – IV

Malicia del Modernismo – IV on junio 6, 2020

Este “Comentario” del 21 de marzo pasado dijo haber hecho resaltar “la increíble perversidad, orgullo y perfidia” del filósofo Kant. Eso puede parecer un lenguaje fuerte viniendo de un católico en relación a un famoso y mundano filósofo, pero Kant no es meramente mundano. ¿Quién que conozca realmente la revolución en la Iglesia del Vaticano II (1962–1965) no reconocería la perversidad, el orgullo y la perfidia como sus marcas distintivas? ¿Lenguaje fuerte de nuevo? Veamos primero cómo cada una de estas tres marcas se aplica al gran principio de Kant de que la mente es incapaz de conocer su propio objeto, la realidad extramental, para la que fue diseñada por Dios (pero el kantismo fue diseñado por Kant como una fortaleza precisamente para excluir a Dios, dijo el gran teólogo P. Garrigou-Lagrange [1877–1964]). Y en segundo lugar, cómo cada uno de las tres marcas se aplica al Conciliarismo de los años 60.

PERVERSIDAD del Kantismo Cuando en su Summa Theologiae (2a2ae, 154, art.12) Santo Tomás de Aquino quiere probar la suprema malicia de la homosexualidad entre los pecados de la impureza, lo hace comparándola con la negación de los principios del pensamiento innato en la naturaleza de la mente. Pero Kant no sólo niega uno o dos principios naturales de la mente, sino que niega la aplicación de cada uno de los principios innatos de la mente a la realidad externa. El kantismo es sumamente perverso, y ¿no se corrobora esa conclusión por lo extendido que está el pecado contra la naturaleza entre los estudiantes de nuestras “universidades” kantianas?

y del Conciliarismo Entre los documentos conciliares, Dei Verbum sección 8 párrafo 2 da una definición ambigua de la Tradición viva, en nombre de la cual Juan Pablo II condenó la Tradición Católica inmutable en nombre de la cual Mons. Lefebvre acababa de consagrar cuatro obispos en junio de 1988. En otras palabras, para los Conciliaristas la Verdad Católica cambia tanto a través de los tiempos que la versión del Arzobispo de la Tradición, objetiva e invariable, ya no es aceptable. Esta disolución radical de la Verdad Católica es totalmente perversa.

ORGULLO del Kantismo Si la “Cosa en sí misma” creada por Dios es desconocida para mí siendo al otro lado de las apariencias, donde mi mente no puede llegar, y si, como tambien sostiene el Kantismo, recompongo la cosa a partir de las apariencias de los sentidos de acuerdo con las leyes previas de mi propia mente, entonces me convierto en el creador de las cosas, son fabricadas por mí, y tomo el lugar de Dios. Porque, en efecto, Dios muy raramente se hace perceptible a los sentidos humanos – incluso Encarnado y tocado por Santo Tomás, el Apóstol todavía necesitaba un acto de fe para creer en su divinidad (Jn. XX, 28) – así que Dios está detrás de las apariencias de los sentidos, por lo que, para Kant, es inaccesible a mi mente. Depende de mi voluntad el creer en Él, por lo tanto: No lo que sé, sino lo que quiero es lo real. Ahora quiero a Dios. Así que Dios es real. Si ésta es la base de la existencia de Dios, ¿podría ser más frágil? Y si Dios depende de mí para que exista, ¿podría el orgullo ser más demente?

y del Conciliarismo Como el P. Calderón deja muy claro en su estudio del Concilio, Prometeo, la clave para el hombre moderno a quien el Concilio tiene como propósito adaptar la religión de Dios, es la libertad. El hombre moderno no tendrá ninguna verdad objetiva que aprisione su mente, ninguna ley objetiva que ordene su voluntad, ninguna gracia que sane su naturaleza para cualquier otro propósito que no sea su propia libertad. En resumen, el hombre moderno no tendrá nada ni nadie superior a él. Es la criatura suprema por su libertad. Ademas, es más libre que el Creador porque es libre de elegir el mal, lo cual no es Dios. De nuevo, ¿podría el orgullo ser más demente?

PERFIDIA del Kantismo Negar, como lo hace el Kantismo, que la mente puede conocer algo más allá de las apariencias de los sentidos, no es negar que las cosas son lo que son, es simplemente hacer la pretensión totalmente absurda de que dependen de mi mente para ser lo que son. Así, para vivir, incluso para sobrevivir, mi gran mente está obligada a fabricar comidas sobre la aparencia de la mesa de la cocina, de lo contrario me dará bastante hambre. Y de la misma manera, fabricaré todas las cosas necesarias para la existencia diaria. Así que puedo comportarme en la vida diaria como un no-Kantiano normal, y engañar a la gente que no estoy loco en absoluto. Sólo si les digo que mi mente fabricó el desayuno se darán cuenta de que estan tratando con un loco. Así puedo ocultar mi radical traición interna a la realidad externa. Esto es potencialmente pérfido.

y del Conciliarismo El Vaticano II no es sólo potencialmente sino realmente pérfido porque, de nuevo como el P. Calderón deja muy claro, su esencia misma era crear un nuevo humanismo centrado en el hombre que pudiera pasar por ser todavía un catolicismo centrado en Dios. El disfraz objetivo y el engaño fueron escritos en el acta constitutiva del Concilio desde el principio.

Kyrie eleison.