matrimonio

Las Divergencias Evolucionan

Las Divergencias Evolucionan on agosto 12, 2017

¿Cómo está evolucionando la Fraternidad San Pio X desde la primavera y principios del verano cuando surgieron fuertes tensiones en ella por la participación de sacerdotes conciliares como testigos oficiales en los matrimonios de la Fraternidad? En breve, las relaciones continúan siendo tensas entre los líderes de la Fraternidad que favorecen esa participación y los sacerdotes y laicos de la Fraternidad que la condenan. Incluso se puede prever una división entre los seguidores de Mons. Lefebvre y los seguidores de Mons. Fellay. Esta división era inevitable desde el día en que Mons. Fellay comenzó a dirigir la Fraternidad del Arzobispo en una dirección diferente a la del mismo Arzobispo.

Pero nada afecta la determinación del Menzingen de Mons. Fellay de apartarse de la línea trazada por el Arzobispo hacia la línea de la Roma Conciliar. Recientemente en Francia, una pareja de la Fraternidad comprometida en matrimonio rechazó tener algo que ver con las autoridades conciliares, tras lo cual su sacerdote de la FSSPX se negó a casarlos. Obviamente él tenía el apoyo de sus Superiores. ¿Tiene una explicación racional esta insistencia en desmantelar la Fraternidad del Arzobispo? Tres factores pueden estar obrando, entre otros.

En primer lugar, la Providencia escogió a Suiza para que fuera la primera base geográfica de la Fraternidad, y Suiza ha disfrutado desde entonces la correspondiente importancia y prestigio dentro de la FSSPX. Así, sus dos autoridades superiores en la actualidad, y muchos de sus sacerdotes, son ciudadanos suizos. Ahora bien, Suiza es un país famoso por su orden, por ejemplo, por cómo sus trenes circulan a tiempo, mientras que la falta de reconocimiento oficial para una Congregación verdaderamente católica es normalmente un desorden que será más agudamente sentido por gente ordenada. En segundo lugar, los sacerdotes de la FSSPX deben estar soñando en cómo un extenso apostolado se abrirá a la Fraternidad si tan solo puede ser reconocida por Roma. Y en tercer lugar, puede no parecer haber otra solución a las graves tensiones internas en la Fraternidad que ponerla bajo la autoridad de la Roma Conciliar – Mons. Fellay no quiere escuchar soluciones apocalípticas, tal como una intervención de Dios.

Pero en primer lugar, el orden supremo para los católicos no es el orden del Estado, por muy deseable que esto pueda ser, sino el orden de Dios, pisoteado por el Vaticano II. En segundo lugar, los modernistas por su naturaleza pueden dar todas las apariencias de estar “convertidos” porque no ven ningún problema en su propio subjetivismo. Pero este liberalismo es tan cómodo que pocos tengan cualquier intención de abandonarlo por cualquier conversión objetiva que involucre la Cruz. Como dijo el P. Vallet, los liberales no se convierten. Y en tercer lugar, pensar que la única solución para los problemas sin precedentes del mundo y de la Iglesia de hoy es consentir con las mentiras, delata una grave falta de fe, por más triunfante que puedan parecer esas mentiras. ¿De verdad pensamos que el brazo de Dios se acorta porque nosotros los hombres somos malvados (Isaías L, 2; LIX, 1)? Dios sabe exactamente cómo va a lidiar con las mentiras sin precedentes – nos basta esperar para verlo – ¡pero entretanto Él no quiere que consintamos con ellas!

Sin embargo, también hay buenas noticias – algunos sacerdotes y laicos que rechazan consentir con las mentiras también están decididos. Un lector en Francia me dice que algunos sacerdotes de la FSSPX se han despertado con el problema concreto sobre los matrimonios. Lo mejor de los sacerdotes de la FSSPX no están recurriendo a los testigos conciliares para los matrimonios en la Fraternidad, para disgusto de sus Superiores. Tres de los Decanos degradados han escrito fuertemente contra los testigos conciliares para los matrimonios, incluso después de su degradación, y uno acaba de hablar enérgicamente contra la Prelatura Personal, porque de ninguna manera está fuera de discusión, a pesar de la Declaración contundente del Cardenal Müller a finales de junio.

De ninguna manera con aquella Declaración “regresamos al punto de partida”, como declaró Mons. Fellay en su momento. “Como un mal administrador acorralado”, dice este lector, “ha perdido toda la confianza de los cofrades con cerebro en su cabeza, incluso los más respetuosos”. Lo que importa ahora, concluye el lector, no es salvar toda la FSSPX en su totalidad, porque se requeriría un milagro, sino salvar a tantos sacerdotes y laicos como sea posible de la decadencia de la FSSPX.

Kyrie eleison.

Error de Menzingen – II

Error de Menzingen – II on julio 15, 2017

El problema de la carta del 13 de junio del Cuartel General de la Fraternidad San Pio X en Menzingen, Suiza, que quiso “poner las cosas en claro sobre los matrimonio” después de la proposición de Roma del 4 de abril para facilitar la integración de los matrimonios de la Fraternidad en la estructura Conciliar, no es un pequeño problema de este o aquel argumento o este o aquel detalle. El problema es la total mentalidad Conciliar de los clérigos que hacen la proposición. En las palabras inmortales de uno de los tres teólogos de la Fraternidad que, encabezados por Mons. De Galarreta, se enfrentaron a cuatro “teólogos” romanos en las “Discusiones Teológicas” del 2009 al 2011, los cuatro romanos estaban “mentalmente enfermos pero ellos tienen la autoridad”. Tal es la (objetiva) “enfermedad mental”, que muchos católicos creyentes están tentados a concluir que ellos perdieron toda la autoridad de la Iglesia. Desgraciadamente, ellos todavía por lo menos parecen tenerla, por lo que en nombre de la “obediencia” están destruyendo la Iglesia, cualesquiera que sean – Dios sabe – sus buenas intenciones subjetivas.

Así que la primera parte importante de la Carta sobre los Matrimonios de Menzingen (vea los “Comentarios” de la semana pasada) argumentó que la proposición de Roma del 4 de abril fue simplemente para volver a alinear los matrimonios de la Fraternidad con la antigua y razonable práctica de la Iglesia desde el Concilio de Trento. Sí, Menzingen, ¿pero de qué vale la ley razonable cuando es aplicada por administradores “mentalmente enfermos”? Un profundo axioma escolástico dice, “Lo que es recibido se recibe a la manera del receptor”. La Tradición, que está en su sano juicio, en manos de los clérigos (objetivamente) dementes, está expuesta a volverse demente. Por ejemplo, en la tercera parte de la Carta, Menzingen afirma que oficializar los matrimonios de la Fraternidad los volverá más seguros. ¿Dijeron seguros? ¿Cuando los oficiales actuales de la Iglesia están virtualmente convirtiendo las anulaciones oficiales en “divorcio católico”?

La segunda parte principal de la Carta plantea ocho objeciones principales a la propuesta de Roma con el fin de refutarlas. La esencia de la mayoría de las objeciones es que, en contexto, aceptar la proposición de Roma significa estar de acuerdo con la traición Conciliar de la Fe: con la teoría y práctica Conciliar del matrimonio (1, 2), con la condenación Conciliar de los matrimonios de la FSSPX previos (3), con el nuevo Código de Derecho Canónico (8), etc. La respuesta de Menzingen es que simplemente tomada por sí misma, abstraída de su contexto, la proposición romana sólo pone a disposición de las parejas de la Fraternidad una forma adicional de contraer matrimonio en armonía con la Iglesia oficial. Sí, Menzingen, pero ¿cómo puede ser celebrado un matrimonio en la vida real sin un contexto? ¿Y cómo puede ser cualquier contexto de la Iglesia oficial hoy sino Conciliar?

La quinta objeción es un ejemplo clásico del razonamiento de la ciudad de las nubes y los cucús que separa lo inseparable: a la objeción de que cuando Roma está facilitando el acceso a la oficialización de los matrimonios de la Fraternidad, es solamente el queso de la ratonera Prelatura Personal, Menzingen responde que “en sí mismo ” ¡el queso es solo queso! Menzingen incluso reconoce que la misma proposición de Roma menciona que es un paso adelante para la eventual “regularización institucional” de la Fraternidad, en otras palabras, que el queso es objetivamente parte de una trampa. La respuesta de Menzingen es que para evadir tales trampas, la Fraternidad tendría que cortar todo contacto con los oficiales romanos, lo que Mons. Lefebvre dijo en 1975 que nunca haría.

Sí, Menzingen, pero eso fue antes de que otros 13 años de contactos y negociaciones con los romanos probaran al Arzobispo que ellos no tenían intenciones reales de cuidar de la Tradición. Entonces y sólo entonces él consagró cuatro obispos para cuidar de la Tradición (como lo hicieron hasta el 2012), pero él nunca se negó a tener futuros contactos con los romanos. Él solo dijo que en adelante, la doctrina debía preceder a la diplomacia, por lo que los contactos podían reanudarse cuando los romanos volvieran a las grandes condenaciones Papales del liberalismo y el modernismo. ¿Y desde 1988? Menzingen pretende que Roma ha cambiado para mejor, ¡por lo que la trampa ya no es una trampa! ¡Oh Menzingen! ¡Has contraído la enfermedad mental de los romanos!

Kyrie eleison.

Error de Menzingen – I

Error de Menzingen – I on julio 8, 2017

No todos los lectores de estos “Comentarios” aprecian necesariamente su retorno regular a lo que puede parecer simplemente “disputas entre sacerdotes”, pero que estos lectores recuerden – o aprendan – que la Iglesia Católica existe como el solo y único medio para salvar las almas para el Cielo eterno, mientras que el Diablo existe como un agente de primera clase para mandar las almas al Infierno eterno. Si entonces Nuestro Señor elige a los sacerdotes para ser los agentes de Su Iglesia, el Diablo los atacará, y uno de los mejores medios para atacar sacerdotes es otros sacerdotes. De hecho, fácilmente la mayoría de los archiherejes de la Iglesia han sido sacerdotes, p. ej. El Obispo Néstor y el Padre Martín Lutero. “Disputas entre sacerdotes” son poco importantes solo si nadie quiere ir al Cielo, ¡pero entonces el Demonio habría realmente ganado!

Así que veamos el documento de 20 páginas divulgado el 13 de junio por los sacerdotes del Cuartel General de la FSSPX en Menzingen, Suiza, para defender su agradecimiento a la Roma Conciliar por el documento del 4 de abril, que propuso una más o menos cercana participación de los eclesiásticos conciliares en la celebración de los matrimonios de la FSSPX. La Carta sobre los matrimonios: aclaraciones y puntualizaciones está bien pensada y es bastante persuasiva si uno no nota los argumentos falaces, pero sufre del paralizante defecto de los líderes en Menzingen, a saber, confunde las apariencias conciliares por sustancia católica. En las palabras la “Carta” condena repetidamente los errores conciliares en general y del matrimonio en particular, pero en la acción trata a los eclesiásticos conciliares como si fueran eclesiásticos católicos normales, cuando en realidad ellos son eclesiásticos profundamente anormales – son modernistas. En palabras de San Pablo para los últimos tiempos, ellos tienen “apariencia de piedad, mas negando lo que es su fuerza” (II Tim. III, 5). Y añade: “A esos apártalos de ti”.

Así que toda la primera parte de la Carta presenta la participación del obispo diocesano o del párroco o su delegado atestiguando los matrimonios católicos para asegurar su validez, como una práctica clásica de la Iglesia y parte de su ley desde el Concilio de Trento. ¿Quién discute eso? Pero la aplicación de esta ley ha estado, desde el Vaticano II, en las manos de clérigos que tienen una visión cada vez más anormal del matrimonio católico. ¡Hoy la Iglesia ya no está en tiempos normales! ¿Menzingen no se ha dado cuenta? ¿O decidió ya no darse cuenta más? El protestantismo tardó unos cuantos siglos en romper el dominio universal de la Iglesia Católica. El liberalismo tardó pocos siglos más para introducirse dentro de la jerarquía de la Iglesia, pero una vez que Dios permitió, como un justo castigo, que prevalecieran las elecciones de Juan XXIII y Paulo VI, entonces la más alta autoridad de la Iglesia se volvió liberal, y desde entonces nunca ha sido más fácil para todos los católicos bajo esrta autoridad el convencerse, incluso sinceramente, de que ellos permanecen católicos aún mientras están destruyendo la Iglesia.

Cuando en 1987 Mons. Lefebvre llamó a los clérigos conciliares “anticristos” ( Carta a los futuros cuatro obispos ), estaba pasando por alto su posible sinceridad subjetiva de ellos y sosteniendo firmemente su innegable destructividad objetiva. Cuando en 2017 Menzingen recalca la normalidad de la participación de los Superiores jerárquicos en los matrimonios católicos, está dando por sentado la sinceridad de los jerarcas y pasa por alto su ruinoso liberalismo. Pero ellos siguen siendo liberales, con un concepto del matrimonio que incluye las anulaciones fáciles, etc. Si una vez llegan a poner su pie en la puerta de los matrimonios Tradicionales, ¿qué los detiene mañana o pasado mañana para aplicar incluso la ley Tradicional de la Iglesia de acuerdo a su idea “renovada” de matrimonio? De hecho ¿cómo no aplicarían, mañana o pasado mañana, sus propias convicciones sinceras?

Por décadas desde el Vaticano II, según como los católicos se daban cuenta de lo que estaba sucediendo a la Iglesia y se volvían “Tradicionalistas”, así iban distanciándose de las autoridades oficiales de la Iglesia. Sin falta de cortesía o de respeto, ellos se apartaron para proteger su Fe y Moral Católicas. ¡Ahora viene Menzingen aproximándose a estas autoridades y queriendo que todos los Tradicionalistas lo sigan! Menzingen olvidó la famosa cita de la Eneida de Virgilio: “Temo a los griegos incluso cuando traen regalos”. ¡Menzingen confía en los griegos!

Kyrie eleison.

En Torno al Matrimonio

En Torno al Matrimonio on julio 1, 2017

Dado el pecado original, mantener unidos en matrimonio a un hombre y una mujer hasta que la muerte los separe no es cosa fácil, pero ese fue el designio original de Dios para los seres humanos desde el principio de la Creación, y así permanece. Sin embargo, por el tiempo en que Él instituyó a través de Moisés la Ley del Antiguo Testamento, se tuvo que hacer alguna concesión para el divorcio, “a causa de la dureza del corazón del hombre” (Mat. XIX, 7–8). Pero no era así como Dios quería que fuera el matrimonio, y por eso cuando Nuestro Divino Señor instituyó el Nuevo Testamento, por un lado abolió el divorcio mientras que por otro lado Él hizo del Matrimonio uno de los siete canales especiales de gracia santificante, uno de los Sacramentos sobrenaturales, para que todas las almas que entraran a Su Iglesia tuvieran acceso a una ayuda sobrenatural especial para mantener unidos sus matrimonios.

Tampoco están involucrados en su matrimonio solamente el hombre y la mujer. La educación apropiada de los hijos requiere tanto de su padre (biológico) como de su madre (biológica), y normalmente esto requiere que ambos permanezcan juntos para proveer un hogar completo y estable. Además, la salud de la sociedad en su conjunto requiere que los niños sean capaces de crecer y convertirse en adultos sanos. Así que si la Cristiandad alguna vez alcanzó una altura sin precedentes de civilización, se debió en gran medida, si uno piensa en ello, a la fortaleza del matrimonio católico. De allí se sigue que el Diablo constantemente está atacando el matrimonio natural y católico como un medio principal para desmoronar la cristiandad y enviar todas las almas al infierno.

En nuestro tiempo, el derrumbamiento de la cristiandad por medio del debilitamiento de la Iglesia dio un paso enorme hacia adelante con el Vaticano II (1962–1965). Antes de este Concilio, las anulaciones de matrimonios católicos estaban reguladas estrictamente. No había divorcios, porque debía probarse frente a los oficiales de la Iglesia que por una razón seria el matrimonio contraído había sido inválido desde el principio, por lo que un matrimonio válido nunca tuvo lugar. Pero desde el Concilio, esta rigurosidad ha dado paso al laxismo, de modo que las anulaciones excepcionales ahora se han convertido en la regla en algunos países, esto es, el “divorcio católico”. Por lo tanto, cuando Monseñor Lefebvre fundó su Fraternidad San Pío X para resistir la decadencia desatada por el Vaticano II, naturalmente que su Fraternidad evitó las anulaciones fáciles e hizo todo lo posible para ayudar a las parejas católicas, en la sociedad disolvente de hoy, a forjar un matrimonio que se mantuviera unido.

Desgraciadamente, los sucesores del Arzobispo a la cabeza de su Fraternidad han trabajado desde hace 20 años en forma disfrazada pero tenaz para unirse a la Iglesia Conciliar, abandonando su resistencia al Concilio Vaticano II. Esto significa que hace tres meses, cuando el Papa Conciliar autorizó a los obispos Conciliares a delegar a sus sacerdotes Conciliares para tomar parte activa en los matrimonios celebrados dentro de la Fraternidad, entonces por un lado el Cuartel General de la Neofraternidad celebró la decisión como una gran dádiva de Roma y anunció que esta decisión papal cambiaría la práctica de los matrimonios de la Fraternidad, mientras que por el otro lado, siete sacerdotes mayores del Distrito francés de la Fraternidad protestaron públicamente en contra de la interferencia conciliar de Roma en la práctica católica. El Cuartel General degradó sin tardanza a los siete que protestaron y también despidió al autor de la protesta.

Así, la guerra entre el liberalismo y el catolicismo se enardece. Se informa que tres de los siete mantienen su posición. En resumen, como uno de ellos escribió, cualquier obispo conciliar puede ahora enviar un sacerdote a una boda de la Fraternidad –y ¿cómo puede ser enviado de vuelta este sacerdote, después de haber sido tan bienvenido por el Cuartel General? O el obispo puede negar un sacerdote –pero este es solo un accidente afortunado, dejando intacto el principio peligroso de interferencia conciliar. O al obispo se le permite delegar a un sacerdote de la Fraternidad –pero esto es susceptible de suscitar en cualquier Priorato de la Fraternidad matrimonios tanto Conciliares como no Conciliares, con relaciones falsificadas, por no decir enfrentadas, entre los dos. Conciliarismo y catolicismo no pueden mezclarse ni reconciliarse entre sí.

Kyrie eleison.

Defendiendo el Matrimonio

Defendiendo el Matrimonio on mayo 27, 2017

Muchos de ustedes deben estar enterados de la Carta Abierta de siete sacerdotes superiores de la Fraternidad San Pío X, carta firmada conjuntamente por los Superiores de otras tres Congregaciones Tradicionales, en la cual todos diez protestaron, hace tres semanas, contra el intento de las autoridades romanas de interferir en los matrimonios celebrados dentro de la Tradición por los sacerdotes de la Fraternidad. Y como es típico, las autoridades de la Fraternidad tomaron el lado de Roma Conciliar y están en proceso de castigar a sus siete sacerdotes “subversivos”. Pero la verdadera subversión proviene de Roma, la cual está subvirtiendo la familia y el matrimonio católicos, por ejemplo con Amoris Laetitia. Los líderes de la Fraternidad están dando otra prueba de su ceguera suicida. He aquí los puntos esenciales de la bien escrita Carta.-

Dirigida a los fieles de la Fraternidad para impedir que sean confundidos por la interferencia de Roma, la Carta Abierta comienza estableciendo que los matrimonios celebrados dentro de la Fraternidad por los últimos 40 años son ciertamente válidos. Esto es porque, para fortalecer los matrimonios, el Concilio de Trento decretó que éstos deben ser atestiguados por un párroco o un delegado del obispo para ser válidos. Sin embargo, si por 30 días esto no es posible sin “grave inconveniencia” para encontrar tal sacerdote, entonces la pareja puede casarse válidamente frente a sólo testigos laicos, lo que se conoce como la forma extraordinaria del matrimonio (Canon 1098, Código Antiguo).

Ahora bien, por 40 años la Fraternidad ha estado combatiendo el neomodernismo del Vaticano II, el cual es venenoso para la fe y altamente infeccioso, y el cual ha infestado casi completamente la Iglesia desde los años 60. Así que la Fraternidad ha instruido a las almas para alejarse de la Iglesia Novus Ordo y su clero, en su conjunto. Por ejemplo en Amoris Laetitia el mismo Papa hizo declaraciones y proposiciones directamente perjudiciales para las familias y matrimonios católicos. He aquí el “grave inconveniente” para la Fe, por lo que durante 40 años, cuando las parejas han querido casarse, la Fraternidad, viendo el peligro para su Fe, los ha mantenido alejados de los párrocos Novus Ordo y los ha dirigido a la forma extraordinaria del matrimonio, habitual dentro de la Fraternidad y ciertamente válida.

Sin embargo, ¿cómo la Roma neomodernista puede ver el “grave inconveniente” del contacto con sus sacerdotes neomodernistas? Por lo tanto en el futuro, dice la Comisión Ecclesia Dei, como un paso más de Roma para la absorción de la Fraternidad en la Neoiglesia, la forma extraordinaria del matrimonio ya no será utilizada por los sacerdotes de la Fraternidad, sino que los matrimonios de ésta deben ser atestiguados por un sacerdote Novus Ordo nombrado o delegado para este propósito por los obispos Novus Ordo locales, sin cuya participación los matrimonios de la Fraternidad continuarán siendo juzgados inválidos por las autoridades de la Neoiglesia. Esto significa llevar la forma extraordinaria del matrimonio bajo el control del obispo local. Pero después de repetidas y amargas discusiones, incluso los autores del Nuevo Código de Derecho Canónico (1983) juzgaron que tal medida era demasiado opuesta al derecho natural de las parejas a casarse, y el nuevo Canon 1116 mantiene la forma extraordinaria. Es por eso que los diez sacerdotes superiores que firmaron la Carta Abierta concluyen que ellos continuarán utilizando la forma extraordinaria, sin recurrir a ningún obispo de la Neoiglesia. Tampoco, añaden, recurrirán a los tribunales de la Neoiglesia para juzgar los casos de matrimonio, porque estos tribunales muy fácilmente conceden las anulaciones por razones inadecuadas. ¡Los diez sacerdotes que firmaron la Carta Abierta deben ser felicitados!

¿Y la reacción de la Fraternidad? El 4 de abril, se hizó conocer el documento de la Comisión Ecclesia Dei sobre los matrimonios de la FSSPX, escupiendo efectivamente en ella. Inmediatamente la Casa general en Menzingen le dio la bienvenida al documento, tratándolo en efecto como una lluvia del cielo. El 7 de mayo los diez sacerdotes superiores hicieron pública su protesta contra la interferencia de Ecclesia Dei. El mismo día el Superior del Distrito Francés de la Fraternidad etiquetó su protesta como “subversiva”, y el 10 de mayo los siete sacerdotes de la Fraternidad que firmaron la Carta Abierta fueron despojados de su rango superior dentro del Distrito, y al P. de la Rocque, pastor de la parroquia insignia de la Fraternidad en París, San Nicolás de Chardonnet, se le dieron tres días para desalojar.

Este liderazgo demostró que la Fraternidad está hundiéndose. La Carta Abierta prueba que todavía no se ha completamente hundido.

Kyrie eleison.

Dos Viajes

Dos Viajes on enero 19, 2013

Viajes realizados desde mediados de diciembre a Norte América y a Francia, me han permitido observar dentro de la Fraternidad San Pío X un estado peligroso de indecisión. Allí donde el Superior de Distrito no está ciego, el peligro está por el momento algo vacilante, de tal manera que la resistencia se encuentra en estado latente. Mientras que allí donde el Superior de Distrito es un convencido sirviente del Cuartel General de la FSPX, entonces el movimiento hacia la Neo-Iglesia avanza decididamente, pero también la Resistencia se organiza. ¿Qué está en juego?

Desde la escisión del Protestantismo, el mundo ha estado deslizándose cada vez más y más lejos de Dios. Gracias al Concilio de Trento (1545–1563), la Iglesia Católica se mantuvo incólume, pero a causa del Concilio Vaticano II (1962–1965), la Iglesia Católica oficial se unió al deslizamiento. Es cuando, gracias principalmente (¡pero no únicamente!) a Mons. Lefebvre (1905–1991), remanentes de la Iglesia de Trento se reunieron para formar un oasis Católico, la FSPX, en medio del desierto de la modernidad. Pero allí donde la poderosa Iglesia no habia sido capaz de resistir, era, con seguridad, meramente una cuestión de tiempo para que la frágil FSPX sea tentada, a su vez, de unirse al deslizamiento de la corriente mayoritaria de la Iglesia.

Y entonces, exactamente como ocurrió en el Vaticano II cuando los dirigentes de la Iglesia oficial se vieron obligados a pretender que ellos no se encontraban en ruptura con la Iglesia Tridentina (tal es, por ejemplo, la “hermenéutica de la continuidad” de Benedicto XVI), asimismo los dirigentes de la FSPX oficial están ahora obligados a pretender que ellos no se encuentran en ruptura con el Arzobispo Lefebvre. Luego al igual que la mayoría de los políticos de los últimos 500 años, estos dirigentes de la FSPX hablan a la derecha mientras van caminando a la izquierda, porque eso es lo que muchos desean, a saber, la apariencia de la Cristiandad sin su sustancia (cf.II Tim.III,1–5, particularmente el versículo 5). Como Descartes, estos dirigentes “avanzan detrás de una máscara,” tratando de disfrazar su movimiento hacia la izquierda detrás de palabras hacia la derecha, o de palabras claramente ambiguas.

Lo que ocurrió en la FSPX en la primavera pasada, como dice el Padre Chazal, es que la máscara cayó, porque la dirección de la FSPX debe haber calculado que el tiempo había llegado para que ella realice a la luz del día su vuelta a la corriente mayoritaria de la Iglesia. Desgraciadamente para estos dirigentes, en ese momento entre marzo y junio, emergió una resistencia suficientemente fuerte para impedir que el Capítulo General de la FSPX de julio realice cualquier intento inmediato de unirse a la Neo-Iglesia. Pero desde el Capítulo en adelante, se volvieron a colocar la máscara. Porque los liberales no se convierten, a menos de un milagro de la gracia, pues la izquierda es su verdadera religión. Por eso los dirigentes de la Fraternidad están seguramente a la espera, mientras que el mundo moderno, la carne y el diablo prosiguen con su obra que consiste en atraer a los sacerdotes y a los fieles de la FSPX siempre más hacia la izquierda, de manera que de aquí a pocos años cuando mucho, no existirá más ninguna resistencia seria, como lo fue la del verano pasado, para que la FSPX se integre a la Neo-Iglesia.

Esto deja a la FSPX en la cuerda floja. Pero como lo señalaba con su sentido común el Arzobispo Lefebvre, los superiores moldean a los inferiores y no al revés. Por eso, a menos que los dirigentes actuales de la FSPX sean destituidos por un milagro, la FSPX está condenada a ser disuelta dentro de la Neo-Iglesia. No se puede decir que el castigo no habrá sido merecido. Pero recemos a la Madre de Dios para obtener un milagro de la misericordia de su Divino Hijo.

Kyrie eleison.