P. Roger-Thomas Calmel

Contexto Trastornado

Contexto Trastornado on septiembre 20, 2014

Partiendo de argumentos contra el sedevacantismo por ser un error de corto alcance en una situación totalmente anormal, un amigo italiano (C.C.) adopta una visión de mayor alcance de esa situación. Sin ser sacerdote ni teólogo, él aventura la opinión que el sedevacantismo es meramente uno de varios intentos en la Iglesia de encajar la crisis de hoy en día en las categorías de ayer. Se trata de cambios no de la teología católica sino de la situación real a la cual esa teología debe aplicarse, porque esta situación fue sometida a un cambio radical con el Vaticano II. Aquí está el párrafo clave de él sobre esa realidad trastornada:—

“Por su rechazo a la realidad objetiva de la existencia de Dios y de la necesidad de someterse a su Ley, el mundo moderno de hoy en día no es normal, y la actual unidad católica no es normal tampoco, por haber puesto al hombre en el centro de las cosas en lugar de a Dios. Tampoco es por un repentino brusco viraje que la Iglesia ha llegado a este estado anormal de cosas sino siguiendo un largo y complejo proceso de alejamiento de Dios cuyos efectos disruptivos se pusieron de manifiesto en el Vaticano II. Por cientos de años los gérmenes de la disolución han estado criándose dentro de la Iglesia al igual que los hombres alojando estos gérmenes, y a ellos se les ha permitido ocupar todos los rangos de la jerarquía hasta e incluyendo, la Sede de Pedro”.

Mi amigo continúa que si uno falla en tomar en consideración esta anormalidad de conjunto del estado actual de la Iglesia, que es increíblemente pero ciertamente peor que nunca, uno corre el riesgo de tratar con una realidad que ya no existe más, con términos de referencia que no aplican más. Así por ejemplo los sedevacantistas dirán que los hombres de Iglesia de hoy en día deben saber lo que están haciendo, porque son hombres inteligentes y educados. No es así, dice C.C.: la predicación y práctica de éstos pueden bien no ser más católicas, pero están convencidos que son totalmente ortodoxos. El mundo todo se ha vuelto loco. Ellos meramente se han vuelto locos con él, no por una pérdida de la razón sino por haber abandonado el uso de ella, y a medida que su fe católica sigue debilitándose hay siempre menos para pararlos de perderla completamente.

Pero entonces, uno puede objetar, Dios debe haber abandonado a Su Iglesia. En respuesta, C.C. recurre a tres citas de la Sagrada Escritura. Primero, Lc.XVIII,8, donde Nuestro Señor se pregunta si El siquiera encontrará Fe en la tierra cuando vuelva. Obviamente un pequeño remanente de sacerdotes y laicos (tal vez con algunos obispos) será suficiente para asegurar la indefectibilidad de la Iglesia hasta el fin del mundo (uno piensa en la dificultades actuales de la “Resistencia” para tomar forma). Del mismo modo, segundo, Mt.XXIV,11–14, donde se prevé que muchos falsos profetas engañarán a muchas almas y la caridad se enfriará. Y tercero, Lc.XXII,31–32, donde Nuestro Señor instruye a Pedro a confirmar en la Fe a sus hermanos después que él se ha convertido, sugiriendo firmemente que su Fe primero iba a fallar. Entonces casi toda la jerarquía puede fallar, incluyendo a Pedro, sin que la Iglesia cese de ser indefectible, un poco como cuando los Apóstoles todos huyeron en el Jardín de Getsemaní (Mt.XXVI,56).

En conclusión, la visión de C.C. para la Iglesia de mañana o de pasado mañana se parece bastante a la del Padre Calmel: que cada uno de nosotros cumpla con su deber según su estado de vida y tome parte en construir una red de pequeños fuertes de la Fe, cada una con un sacerdote que asegure los sacramentos, pero de ahora en adelante sin inaplicable teología de la Iglesia, ni imposible de obtener aprobación canónica, ni con muros de separación caducos en cuanto que la Fe habrá podido fluir sobre ellos. Estos fuertes estarán unidos por la Verdad y tendrán contactos mutuos de caridad. El resto está en las manos de Dios.

Kyrie Eleison.

Padre Rioult – II

Padre Rioult – II on diciembre 14, 2013

Permítanme citar al Padre Olivier Rioult en su entrevista del 6 de Octubre en París (cf. EC 333) sobre otra cuestión, muy discutida dentro de la Resistencia Católica de hoy – la cuestión de una organización. Se le preguntó al Padre Rioult si él pensaba en la posibilidad de implementar una nueva organización a nivel mundial, o si tendría que ser una cierta forma de asociación libre, un poco como la asociación de los sedevacantistas desde hace algunos años. He aquí su contestación, esta vez en sus propias palabras:—

“En los próximos meses, podría crear una especie de asociación libre basada sobre la amistad con otros Católicos de la Resistencia, sean o no sedevacantistas, siendo el sedevacantismo para mi una opinión. Pero la situación no está madura aquí y ahora para tal asociación. En todo caso, todo lo que es católico, es nuestro. De tal manera que cualesquiera Católicos haya dispuestos a trabajar como Católicos y a resistir al Modernismo que tiene el poder dentro de la Iglesia, nosotros trabajaremos juntos. Por consiguiente, sí, a una especie de asociación amplia compartiendo el mismo bien común: la Fe, el culto de la Iglesia católica y la defensa de la Fe. Tener este mismo bien común puede crear amistad entre todos los grupos.

“Pienso que en la medida en que nos aproximamos al fin de los tiempos, los Católicos tendrán siempre más que ser anarquistas, no en principio pero en la práctica. Con eso quiero decir que tendrán que enfrentarse a todos los poderes que sean, por la razón que estos habrán sido neutralizados, infiltrados o subvertidos, operando contrariamente al orden natural. De aquí que, en la práctica, los Católicos tendrán que enfrentarse a todos poderes, sea en la Iglesia o en el Estado . . . porque habrán sido todos desviados de su fin, bajo la influencia Masónica . . . en todo caso al servicio del Príncipe de este mundo. Por eso pienso que será muy difícil crear de ahora en adelante estructuras a nivel mundial. El sacerdote francés Dominico, Padre Roger Calmel, tenía una visión muy clara de la situación. Ya desde 1970 decía que los líderes naturales en cualquier lugar tendrán que hacer resplandecer su ministerio cada uno en su lugar, estando reunidos por lazos sencillamente amistosos a los líderes de los otros lugares.

“En 1970, en la revista francesa “Itinéraires” (# 149), escribió: ‘El combate por la Fe tendrá que ser conducto por pequeños grupos rehusando entrar en cualesquiera organizaciones estructuradas o universales. Dentro de estos grupos, tales como una escuela pequeña, un convento humilde, un grupo de oración, una reunión de familias cristianas o la organización de una peregrinación, la autoridad es real y aceptada por todos . . . Todo lo que se precisa es que cada Católico vaya hasta los limites de su gracia y de su autoridad en la pequeña esfera que le corresponde ciertamente liderar, y de la cual se hará cargo sin tener por encima de él ninguna gran estructura administrativa que lo obligue a actuar’.”

Si el Padre Calmel escribió eso en 1970 para las circunstancias de 1970, uno podría decir o que estaba viendo demasiado lejos en el futuro o que Monseñor Lefebvre, con la organización de la Fraternidad San Pío X, ha mostrado lo que era todavía posible en 1970. Pero pienso realmente que el Padre Calmel tenía razón con el transcurso del tiempo. Se podría decir, observando lo que ocurrió a la Fraternidad el año pasado, que estaba destinada a tener los días contados. Monseñor Lefebvre, como el Papa San Pío X, ha llevado a cabo una acción maravillosa de retaguardia, pero hay que observar cuanto menos el Arzobispo pudo realizar actuando 70 años después del Papa. Y ahora transcurrieron otros 40 años más desde el inicio de la obra del Arzobispo. En un mundo caminando hacia su ruina, la realización de la profecía del Padre Calmel no podía verse indefinidamente retrasada.

Estimados lectores, si nosotros deseamos no abandonar a Nuestro Señor, no tenemos otra opción más que prepararnos a la lucha. En mi opinión, el Padre Calmel y el Padre Rioult están en lo cierto. Santa Madre de Dios, Socorro de los Cristianos, ¡Ayúdanos!

Kyrie eleison.

Vision de la Resistencia

Vision de la Resistencia on agosto 24, 2013

Hoy en día, un número de almas católicas que mantienen la Fe católica están asustadas por la dirección que aún en el presente sigue tomando el liderazgo de la Fraternidad San Pío X y, debido a que ellas aprecian justamente cuanto han recibido de la Fraternidad durante las últimas décadas, desesperadamente desean una Fraternidad que la reemplace. Están asustadas por la diferente visión de que su futuro consista en una red de focos de resistencia independientes, tipo maquis. Estas almas pueden quedarse menos inquietas al saber que ésta fue la visión de un sobresaliente profeta y pionero del movimiento Tradicional, el Padre Dominico francés Roger-Thomas Calmel (1914–1975). He aquí unas páginas, traducidas y adaptadas libremente del francés, de su Breve Apología de la Iglesia de siempre (páginas 48–51):—

“No obstante cuán locamente la jerarquía Católica pueda comportarse, los Sacerdotes no pueden tomar el lugar de los Obispos así como tampoco los laicos pueden tomar el lugar de los Sacerdotes. Entonces, ¿pensamos nosotros en instaurar una gigantesca liga o asociación mundial de Sacerdotes y laicos Cristianos para que entren en diálogo con la jerarquía y los fuercen a restablecer el orden católico? Es una gran y conmovedora idea, pero es irreal. Eso es así porque cualquier tal grupo, queriendo ser un grupo de la Iglesia pero no siendo ni una diócesis, ni una arquidiócesis, ni una parroquia, ni un orden religioso, no encajará en ninguna de las categorías bajo las cuales y por las cuales la autoridad es ejercida en la Iglesia. Será una agrupación artificial, un artefacto desconocido para cualquiera de los grupos reales de la Iglesia que son establecidos y reconocidos como tales.

“Así, como con toda agrupación de hombres reunidos, el problema de liderazgo y autoridad emergerá y, cuanto más grande sea el grupo, más nítido será el problema. Sin falta se reducirá a lo siguiente: siendo una asociación, el grupo debe resolver el problema de autoridad; siendo artificial (ningún tipo de grupo natural o sobrenatural que se le parezca), no puede resolver el problema de autoridad. Sub-grupos rivales emergerán rápidamente, la guerra devendrá inevitable y no habrá camino canónico para terminar o librar tal guerra.

“Entonces, ¿estamos condenados a no poder hacer algo en medio del caos, a menudo un caos sacrílego? No lo creo. Primero, la indefectibilidad de la Iglesia garantiza que todo el tiempo hasta el fin del mundo, habrá suficiente de una jerarquía personal genuina como para mantener los sacramentos, especialmente la Eucaristía y los Ordenes Sagrados, y para predicar la una y única inmutable Doctrina de Salvación. Y, segundo, cualesquiera sean los defectos de la jerarquía real, nosotros todos, Sacerdotes y laicos, tenemos nuestra pequeña parte de autoridad.

“Por consiguiente, que el Sacerdote capaz de predicar vaya hasta el límite de su poder de predicar, de absolver pecados y de celebrar la Misa Verdadera. Que la Hermana maestra vaya hasta el límite de su gracia y poder para formar niñas en la Fe, buena moral, pureza y literatura. Que cada Sacerdote y laico, cada pequeño grupo de laicos y Sacerdotes que tengan autoridad y poder sobre un pequeño fortín de la Iglesia y de la Cristiandad, vayan hasta el límite de sus posibilidades y poderes. Que los líderes y pupilos de tales fortines se conozcan entre sí y estén en contacto entre ellos. Que cada fortín protegido, defendido, entrenado y dirigido en sus oraciones y cánticos por una autoridad real, devenga tanto como sea posible una fortaleza de santidad. Eso es lo que garantizará la continuación de la Verdadera Iglesia y preparará eficazmente Su renovación cuando sea el buen tiempo de Dios.

“Así, no tenemos que tener miedo, sino rezar con toda confianza y ejercer sin temor, de acuerdo a la Tradición y en la esfera que nos corresponde, el poder que tenemos, preparándonos así para el feliz tiempo cuando Roma volverá a ser Roma y los Obispos a ser Obispos.”

Kyrie eleison.