Bartolomé Holzhauser

Billot – I

Billot – I on diciembre 21, 2013

Por años he estado brindando una conferencia sobre las Siete Edades de la Iglesia, basada en el Comentario del libro del Apocalipsis por el Venerable Bartolomé Holzhauser. Sacerdote alemán de la primer mitad de los años 1600, él dijo que lo escribió bajo inspiración. La conferencia ha sido popular, especialmente porque encaja la locura de nuestra edad en un patrón armonioso de toda la historia de la Iglesia. De lo que no me había dado cuenta, sin embargo, es que la visión de Holzhauser es compartida por un famoso teólogo clásico, haciendo así más difícil despedir a Holzhauser por ser un mero visionario o “aparicionista.”

Es en un Epílogo al primer volumen de su clásico Tratado de la Iglesia de Cristo que el Cardenal Louis Billot (1846–1931) traza con algún detalle la correspondencia afirmada por Holzhauser entre siete períodos principales de la historia de la Iglesia y las siete Cartas a las siete iglesias de Asia que componen los Capítulos II y III del libro del Apocalipsis. El Epílogo de Billot nunca menciona a Holzhauser, pero es difícil imaginarse que no haya conexión. Sin embargo, Billot tiene cuidado al iniciar tal correspondencia no a partir de una visión o inspiración, sino de los nombres griegos de las siete iglesias. La adecuación de estos nombres a la historia de la Iglesia en desarrollo es, o bien una notable coincidencia, o bien, más probablemente, una huella de la Providencia actuando – Dios, ¡el Maestro de la Historia!

Así, Billot dice que Efeso (Apoc. II, 1–7) significa en griego un “inicio con ímpetu,” obviamente adecuable a la Edad Apostólica (33–70 AD) con la cual comenzó la Iglesia. Esmirna(Apoc. II, 8–11) denomina a la segunda iglesia y quiere decir “mirra,” correspondiente a la pasión y a los sufrimientos de la Segunda Edad de la Iglesia (70–313 AD), la de los Mártires. Pérgamo (Apoc. II, 12–17) era una ciudad famosa por la literatura, de manera que “pergamum” vino a significar material sobre el cual se escribe, correspondiendo al racimo de grandes escritores de la Iglesia pertenecientes a la Tercera Edad de la Iglesia, la de los Doctores (313–800). Tiatira denomina a la próxima iglesia (Apoc. II,18–29) y significa “esplendor del triunfo” correspondiendo al triunfo de 1000 años de la Iglesia Católica extendiéndose desde Carlomagno (742–814) hasta la Revolución Francesa (1789).

Estos mil años pueden ser también contados desde alrededor de la conversión de Clovis (496) a la erupción del Protestantismo (1517). Pero, sea que uno marca la declinación del Cristianismo a partir de la Reformación o de la Revolución, de cualquier manera Sardes, denominando a la quinta iglesia (Apoc. III, 1–6), fue la ciudad de Creso, un hombre fabulosamente rico que evoca la abundancia de dinero, prosperidad material y decadencia espiritual, tal como caracteriza a los tiempos modernos. En efecto, las advertencias a la iglesia de Sardes corresponden perfectamente a nuestra propia edad hoy en día, como veremos con Billot en “Comentarios” adicionales.

Claramente nos movemos hacia el futuro con la sexta iglesia, la de Filadelfia (Apoc. III, 7–13), significando “amor” (Fil-) de “hermandad” (-adelfia). El Cardenal Billot afirma que este nombre corresponde a un gran triunfo final de la Iglesia, marcado notablemente por la conversión de los Judíos como la profetizó San Pablo (Rom. XI, 12 ) y por su reconciliación con los Gentiles, hermanos por fin en Cristo (Ef. II, 14–16).

Pero la iglesia de Filadelfia es advertida que la tribulación está viniendo (Apoc. III, 10) la cual corresponde a la séptima y última Edad de la Iglesia, la de Laodicea (Apoc. III, 14–22) denominada por juicio (dike) de los pueblos (laon). Será la Edad de la última y más terrible prueba de la Iglesia, la persecución del Anticristo seguida por el Juicio General de todas las almas que hayan alguna vez vivido y, así, de todos los pueblos.

Kyrie eleison.

Decimo Aniversario

Decimo Aniversario on octubre 1, 2011

El décimo aniversario del 9/11 vino y se fue el 11 de Septiembre, hace tres semanas. Aparentemente en los medios norteamericanos hubo tal torrente de sensiblería en esta ocasión que las lluvias torrenciales recientes en la costa este parecieron, en comparación, un pequeño aguacero. Sin embargo, antes que el sólo hecho de hablar de este tema se vuelva “antisemítico,” preguntémonos con un comentarista norteamericano de innegable inteligencia e integridad, exactamente lo que fue la realidad de este evento.

El comentarista es el Dr. Paul Craig Roberts, quien anunció hace varios meses su retiro como escritor. El había desistido por la carencia de lectores interesados en la verdad. Afortunadamente su retiro no duró mucho tiempo. El dice la verdad y hay demasiado pocos como él por ahí. “En América el Respeto por la Verdad está Muerto” es el título de su artículo del 12 de Septiembre publicado en infowars.com. Como él lo sugiere, la pérdida del sentido de la verdad es el drama real, tanto del 9/11 como de los diez años subsiguientes, no solamente en los Estados Unidos, sino de hecho en el mundo entero.

El Dr. Roberts tiene una formación científica y como tal dice que fue totalmente convencido por las pruebas científicas presentadas en la reunión del 8 al 11 de Septiembre que tuvo lugar en la Universidad Ryerson, Toronto, Canadá, sobre los eventos del 9/11. Durante estos cuatro días de conferencias, distinguidos científicos, estudiosos, arquitectos e ingenieros, presentaron el fruto de sus investigaciones sobre los eventos del 9/11 (sus conclusiones tal vez todavía se pueden encontrar en http://​www.​ustream.​tr/​channel/​thetorontohearings). El Dr. Roberts escribe que las investigaciones de ellos “han probado que el edificio WTC7 fue una clásica demolición controlada y que dispositivos incendiarios y explosivos derrumbaron las Torres Gemelas. No queda ninguna duda al respecto. Cualquiera que declare lo contrario no tiene bases científicas que lo respalden. Los que creen en la versión oficial creen en un milagro que desafía las leyes de la física.”

El Dr. Roberts cita algunas de las muchas pruebas científicas presentadas en Canadá, por ejemplo el descubrimiento reciente de nano-termitas (mezcla de aluminio pulverizado y un óxido metálico de un explosivo) en el polvo producido por el derrumbe de las Torres. Escribe pero que “la intención criminal asi revelada es tan contundente que la mayoría de los lectores la encontrarán como un desafío a su fortaleza emocional y mental.” La propaganda del gobierno y los “presstitutos” medios tienen tal agarre sobre nuestras mentes que la mayoría de la gente seriamente piensa que solamente “los locos de la teoría de la conspiración” pueden poner en duda la versión del gobierno. Los hechos, la ciencia y la evidencia ya no cuentan mas para nada (¡Alguien que conozco sufrió por esto!). El Dr. Roberts cita a un Profesor de Derecho de Chicago y Harvard proponiendo incluso que ¡Basarse en los hechos para dudar de la propaganda gubernamental es algo que tiene que ser silenciado!

G. K. Chesterton dijo una vez una frase famosa, que cuando la gente deja de creer en Dios, ya no creen en nada, y entonces creerán cualquier cosa. Lo más grave de todo es que entre los muchos millones de perdedores de la verdad del 9/11, están los Católicos que no pueden o no quieren aceptar la evidencia de que el 9/11 fue un trabajo hecho en casa, que no pueden o no quieren ver las dimensiones verdaderamente religiosas del triunfo mundial que tal mentira como la del 9/11 representa para lavarnos la cabeza. Que tales Católicos tengan cuidado. Puede parecer una insensata exageración decir que ellos corren peligro de perder la Fe, pero, ¿No tenemos el ejemplo aterrador de lo que acaba de ocurrirnos con el Concilio Vaticano II? ¿Acaso no fue en la década de 1960 cuando un muy grande número de Católicos miraron con tanta simpatía al mundo moderno que pensaron que su Iglesia tendría que adaptarse a él? ¿No fue el Vaticano II el resultado? ¿Que hizo éste con la Fe de ellos?

Kyrie eleison.