Inundación

La Realidad del Arca

La Realidad del Arca on marzo 22, 2014

Si alguien duda sobre la posibilidad de un castigo mundial, tal como Nuestra Señora de Akita nos lo advirtió, que recuerden que ya pasó hace 5,000 años, y así es que puede pasar nuevamente. Y si ellos dudan que el Diluvio Mundial de la época de Noé realmente sucedió, que vean en YouTube la fascinante película de 53 minutos titulada “L’Arche de Noé et le Déluge: Preuves Historiques et Scientifiques.” Helas. En español o inglés parece que no hay en YouTube una película equivalente sobre el Arca de Noé sino más bien una buena cantidad de desinformación. Los enemigos de Dios trabajan duro para mantener alejado de nosotros tal sensacional prueba de la verdad de la Biblia como lo es la real existencia del Arca de Noé.

Anida a alrededor de 4,600 m de altura en un cañón en el borde de la nieve perpetua de la Montaña Ararat en la frontera turco-armenia. Es de difícil acceso porque durante casi todo el año está cubierta de hielo y las avalanchas desde arriba amenazan todo el año mientras que abajo hay peligro de ladrones y guerras civiles locales. Pero, luego de referirse al relato idéntico del Diluvio en múltiples idiomas antiguos, siempre con el mismo nombre de Noé, la película francesa continúa con una larga lista de conocidos visitantes al Arca a lo largo de las épocas, 34 de los cuales describieron lo que vieron de una manera notablemente similar, según la película.

La lista comienza con un sacerdote caldeo cerca de medio milenio antes de Jesucristo. Incluye un obispo cristiano del 360 d.C. y el famoso explorador italiano Marco Polo en 1269. En 1840 un gigantesco terremoto labró el cañón en la ladera de la montaña donde el Arca ahora descansa, y la partió en dos pedazos ahora separados por casi treinta metros. En los siglos 19no y 20mo hubieron numerosos visitantes al Arca y durante y después de la Segunda Guerra Mundial muchos pilotos estadounidenses que volaron sobre la montaña claramente reconocieron un bote enorme construido por hombre, oscuro, en forma de barcaza. No tuvieron ninguna duda que ellos estaban viendo el Arca de Noé. Finalmente en nuestro propio tiempo, en el 2007, un equipo de exploradores turcos penetró dentro del Arca y filmaron unos cortos que también pueden encontrarse en YouTube, independientemente de la película francesa.

La película concluye con una fascinante especulación de científicos y geólogos modernos sobre la masa de agua que la Sagrada Escritura dice que ahogó las montañas más altas (por entonces) con una profundidad de siete metros (Gen.VII,20). Vale la pena notar especialmente como la Sagrada Escritura dice que el agua no solamente llovió de las alturas sino que también explotó desde abajo (Gen.VII,11; VIII,2). Una explicación persuasiva es ofrecida en la película por un ingeniero estadounidense, el Dr. Walter Brown, quien afirma que antes del Diluvio había enormes cavernas subterráneas interconectadas de agua, algunas de 800 m de profundidad, ferozmente comprimida debajo de la superficie de la corteza terrestre rocosa de 18 km de espesor. Fue suficiente una grieta en esa corteza que diera vuelta a la tierra en dos horas, y una masa de esa agua explotaría hacia arriba desde abajo, cambiando la faz de la tierra y explicando muchos rasgos, argumenta el Dr. Brown, de la geología de la tierra tal como la conocemos hoy en día. Del todo fascinante.

Pero, ¿cuántas personas hoy en día quieren saber que Dios existe, que el pecado importa, y que el naufragio de los ambientes es una manera de castigar el pecado? La película dice que a finales del siglo 19no, a pesar del número de visitantes al Arca, la gente estaba más interesada en la Evolución que la libraba de Dios que en el Arca claramente señalando hacia El. Cierto, Dios prometió a Noé que El nunca más castigaría por medio de una inundación de agua (Gen.IX,15), pero ello no excluye una lluvia mundial de fuego. Nuestra Señora de Akita habló en 1973 de esto último pendiendo sobre nuestras cabezas. Ciertamente, el pecado hoy en día está avanzando mundialmente a toda carrera, fuera de control.

Kyrie eleison.

Liberalismo – Blasfemia

Liberalismo – Blasfemia on enero 26, 2013

El liberalismo, ¿será tan horrendo como se dice? Tal o cual persona está acusada de ser un “liberal,” y sin embargo muchos de los que se ven acusados de serlo, niegan rotundamente que la etiqueta pueda ser aplicada a ellos. ¿Quién tiene la razón? ¿Los acusadores o el acusado? Siendo el “liberalismo” una palabra que designa el error de los tiempos modernos que engloba todo, y que es responsable de arrastrar innumerables almas a las llamas del Infierno, merece ciertamente una atención suplementaria.

En realidad, la libertad designa lo de que yo estoy libre (de tal o cual impedimento; por ejemplo estoy libre de una cadena que me impediría caminar), o bien ella designa lo que yo estoy libre para hacer (eligiendo tal o cual meta, por ejemplo caminar hasta el pueblo o hasta el precipicio). De estos dos aspectos de la libertad, la libertad negativa de impedimento (por ejemplo, libre de una cadena que me impide caminar) viene, a la vez, antes de la meta positiva en cuanto al tiempo (caminar hasta el precipicio), pero después, en cuanto a la importancia (o a la gravedad). Pues estar libre de impedimento (sin cadena) viene antes en cuanto al tiempo dado que si estoy impedido de caminar (por la cadena) para alcanzar un objetivo (el pueblo o el precipicio), tal objetivo es evidentemente imposible de alcanzar. Por otro lado, en cuanto a la importancia (o a la gravedad), la libertad de impedimento (sin cadena) viene después de la libertad de elección porque el valor de una voluntad no impedida dependerá del valor de la meta (pueblo o precipicio) elegida, y por la cual habré utilizado esta libertad-de, que en si es solo negativa. Así, el tener un cuchillo me libera de encontrarme desarmado: si yo utilizo el estar armado para cortar la comida para comer, esta libertad es buena; in cambio si yo utilizo el estar armado para cortar en pedazos a mi abuela, esta libertad se hace mortífera.

Ahora bien, lo que hace el liberalismo es darle a la libertad de impedimento (sin cadena), un –o el- valor supremo en sí misma (a esa libertad), independientemente de la libertad para elegir, sea para la buena meta (pueblo) sea para la mala (precipicio). Así, los liberales independizan la libertad de impedimento (sin cadena) de la meta buena o mala, del bien y del mal. Pero la diferencia entre el bien y el mal es una parte esencial de la creación de Dios, prevista desde la fruta prohibida del Paraíso Terrenal hasta el fin del mundo, para que el hombre haga su elección entre el Cielo y el Infierno. Y, a causa de ello, anteponer la libertad de impedimento a la ley de Dios es anteponer el hombre a Dios.

Dado que el liberalismo implica así la negación implícita de la ley moral de Dios, del bien y del mal, el liberalismo hace implícitamente la guerra a Dios, colocando al “derecho” humano para elegir, antes del derecho divino a dar mandamientos. Ahora bien, tal como lo decía el Arzobispo Lefebvre, existen 36 variedades diferentes de liberales, y entre ellas sin duda no todas pretenden hacerle la guerra a Dios. Pero la guerra a Dios sigue siendo la conclusión lógica de los liberales que dan el valor supremo a la libertad, y es la razón por la cual para muchos de ellos, todo está permitido. Habiendo degradado y destronado a Dios y a sus reglas, entonces la adoración de la libertad viene a ser para los liberales su religión de sustitución, una religión sin reglas, a no ser su propia voluntad.

Mas aún, siendo una religión de sustitución, debe desembarazarse de la verdadera religión que le bloquea el camino, de tal manera que los liberales se vuelven naturalmente “cruzados” en contra de la orden de Dios en todos los rincones de su creación: matrimonio libre de género, familia libre de hijos, Estados libres de autoridades, vidas libres de moral, y así sucesivamente. Tal guerra contra la realidad de Dios es una locura total y, sin embargo, los liberales, aparentemente tan buenos para los hombres que están “liberando,” pueden ser de hecho tremendamente crueles contra cualesquiera sea un obstáculo en medio del camino de su cruzada. Está en la lógica de su religión de sustitución que ellos no se sienten obligados a observar ningún miramiento en pisotear a los anti-liberales, porque estos no merecen ninguna piedad.

Durante 20 siglos, la Iglesia Católica ha condenado tamaña locura. Sin embargo, aprovechando el Vaticano II, la Iglesia oficial le ha abierto la puerta, declarando por ejemplo (“Dignitatis Humanæ”) que cada Estado debe proteger la “libertad-de” una coacción civil religiosa de sus ciudadanos en lugar de su “libertad-para” practicar la verdadera religión. Y ahora, los dirigentes de cierta Fraternidad católica quieren ponerla bajo la autoridad de los Romanos del Vaticano II. Para la verdadera religión, tal acción es, como el Arzobispo Lefebvre la llamó, la “Operación Suicidio.” Es normal, en este sentido que el liberalismo es intrínsecamente suicida.

Kyrie eleison.

Responsabilidad Tremulante

Responsabilidad Tremulante on marzo 26, 2011

Muchas personas hoy en día tienen una idea tan sentimentalista de Dios, o una idea tan limitada de su poder, que es casi imposible para ellos imaginarlo castigando, aun menos utilizando el universo material o su clima para castigar. Sin embargo existe un fuerte argumento que indica que la misma inestabilidad de las placas tectónicas de la tierra, que ocasiona desastres semejantes a los que hemos visto recientemente en Japón, fue resultado y castigo por los pecados de los hombres. Aquí presento el argumento (del cual yo nunca aprendí nada en la escuela):

Antes de que Adán y Eva pecaran, la naturaleza humana era una creación gloriosa de Dios, fuerte y estable, pero no inquebrantable. La revuelta en contra de Dios podía quebrantarla. Así es que cuando Adán y Eva cometieron el pecado original, todos sus descendientes (excepto Nuestro Señor y Nuestra Señora) heredaron una naturaleza herida, así que todos nosotros podemos sufrir, tenemos que morir y únicamente con dificultad controlamos nuestra baja naturaleza. De manera similar sucede con la naturaleza física de nuestro planeta. Antes del Diluvio en el tiempo de Noé, era como un jardín del paraíso, una creación gloriosa de Dios, fuerte y estable, pero no inquebrantable. La corrupción universal del hombre (Gen. VI,11,12) podía e iba a quebrantarla.

Tal vez muchos geólogos hoy en día no tienen fe en el Diluvio como está descrito en la Biblia, pero si creen en una convulsión prehistórica muy poderosa de la superficie de la tierra como una manera de explicar, por ejemplo, la evidencia de los fósiles de animales marinos que se encuentran hoy en día en algunas de las cordilleras de la tierra, como las Rocosas en Norte América. Originalmente, según especulan, la circunferencia rocosa de la tierra se mantenía bastante más alejada del centro de la tierra por inmensas cámaras subterráneas de agua, sobre las cuales las rocas ejercían presión debido a la gravedad. Si entonces esa concha esférica de roca comenzó a fisurarse en algún punto, el agua fluiría hacia la superficie, inundando la superficie abierta que se encontraba arriba, y la roca se colapsaría hacia abajo para tomar su lugar. Las inmensas tensiones involucradas podrían dispersar la inundación y el colapso alrededor de todo el mundo. (Note que de las Escrituras parece claro que las aguas que ocasionaron la Inundación no solamente cayeron del cielo sino que también surgieron de la tierra: Génesis VII, 11; VIII, 2.)

Pero es obvio que si en toda la tierra, la circunferencia de roca se colapsó hacia adentro para formar una circunferencia más pequeña, habría demasiada roca para un menor espacio, así es que no solamente se fisuraría, para formar las placas tectónicas colisionantes, sino que también se desmoronaría para formar, en adición a otras características visibles de la geología de nuestro planeta hoy en día, las inmensas cordilleras, levantando a los animales marítimos mucho más por encima del nivel del mar. El Monte Everest sigue elevándose unos pocos centímetros cada año, porque la placa de India se está empujando por debajo de la placa Euroasiática de China y el Tíbet.

Entonces así como el pecado original generó desde entonces tensiones punitivas dentro de la naturaleza humana, así la corrupción prehistórica de la humanidad generó tensiones dentro de la corteza de la tierra en donde yacen los terremotos y maremotos históricos como el que acabamos de presenciar en Japón. “La Naturaleza,” dijo Nuestra Señora en La Salette en 1846, “está clamando venganza por causa del hombre, y tiembla con pavor de lo que debe de suceder a la tierra manchada de crimen. Tiembla, tierra, y ustedes que se proclaman servidores de Jesucristo y quien, en el interior, solo se adoran a sí mismos, tiemblen, porque Dios los entregará a su enemigo, porque los lugares santos están en estado de corrupción.”

Temblemos. ¡Oremos!

Kyrie eleison.