Etiqueta: Sagrada Escritura

Paganos Virtuosos

Paganos Virtuosos posted in Comentarios Eleison on octubre 22, 2011

Al leer (EC 221) como la música de Brahms es prueba de cierta grandeza de alma, un joven lector brasileño pregunta si la mecha que aún humea en él, no humea mejor que en un Católico tibio (ver Mt. XII,20). El contraste apunta a resaltar la virtud del pagano y a cuestionar la virtud de los Católicos “tibios, perezosos.” Por supuesto la virtud pagana es digna de alabanza y la tibieza Católica de censura, pero eso genera una pregunta mayor: ¿Hasta que punto es importante ser un Católico creyente? ¿Cuán importante es la virtud de la fe? La respuesta debe quedar en pie, es tan importante como larga es la eternidad.

Que la virtud de fe sea de supremo valor resulta evidente a partir de los Evangelios. ¿Cuán a menudo Nuestro Señor despues de haber realizado un milagro de curación física o espiritual dice al beneficiado que su fe es la que obtuvo para ella el milagro, como es el caso de María Magdalena (Lc.VII,50). Sin embargo la Escritura deja igualmente claro que esta meritoria fe es algo mas profundo que el simple conocimiento explícito de la religión. Por ejemplo, los centuriones Romanos pueden haber conocido poco o nada de la verdadera religión en sus días, el Antiguo Testamento, sin embargo de uno de ellos Nuestro Señor dice no haber encontrado una fe tan grande en Israel (Mt.VIII,10), otro de ellos reconoce como al Hijo de Dios al Jesús crucificado del cual los expertos en religión no hicieron mas que burlarse (Mt.XXVII,41), mientras un tercero, Cornelio, marcó el sendero para todos los gentiles que entrarán en la verdadera Iglesia (Hech.X,XI). ¿Qué tenían estos centuriones paganos que los sacerdotes, escribas y ancianos no tenían, o habían perdido?

Desde el principio hasta el fin de la vida de todos los hombres en la tierra, tanto los paganos como los no paganos, están confrontados constantemente a una variedad de cosas buenas, todas provenientes en última instancia de Dios, y de cosas malas provenientes de la maldad de los hombres. Pero Dios mismo es invisible mientras que los hombres malos son demasiado visibles, de manera que es demasiado fácil no creer en la bondad o aún en la existencia de Dios. Con todo, los hombres de recto corazón creerán en la bondad de la vida a la vez que desestimarán relativamente, pèro no absolutamente, al mal, mientras los hombres de mal corazón desestimarán lo bueno que está alrededor de ellos. Ahora bien, los dos pueden no tener alguno conocimiento explícito de la religión, pero mientras que los hombres de recto corazón, como los centuriones, sujetarán ese conocimiento tan pronto como cruza su camino, los de mal corazón, al contrario, lo despreciarán, mas o menos. Asi, los inocentes Andrés y Juan se sujetaron inmediatamente al Mesías (Jn.I,37–40), mientras que el letrado Gamaliel necesitó mas tiempo y argumentos (Hech.V,34–39). Digamos pues que en el corazón de la virtud explícita y esclarecida de fe, se encuentra una implícita confianza en la bondad de la vida y en algún Ser detrás de ella, una confianza que puede ser socavada por una doctrina errónea o quebrantada, por ejemplo, por el escándalo.

Si volvemos al caso de Brahms, la pregunta entonces viene a ser, ¿Tenía al menos esta confianza implícita en la bondad de la vida y en el Ser detrás de ella? Con seguridad la respuesta es no, porque pasó la segunda mitad de su vida en lo que era en ese entonces la ciudad capital de la música, la Católica Viena. Allí la belleza de su música debe haber llevado a muchos de sus amigos y hasta a sacerdotes a incitarlo a la realización explícita de esta belleza que existe en la profesión y en la práctica de la religión de Viena, pero él debe haber rechazado todos estos tales llamados. Por consiguiente parecería muy posible que no haya salvado su alma . . .Sólo Dios lo sabe.

De todas maneras agradecemos a Dios por su música. Como dijo maravillosamente San Agustín, “Toda verdad nos pertenece a nosotros Católicos.” ¡Equivalentemente toda belleza, aún la creada por paganos!

Kyrie eleison.,

¿Teismo de los Ateos?

¿Teismo de los Ateos? posted in Comentarios Eleison on octubre 8, 2011

Hay una fascinante cita del famoso compositor alemán, Johannes Brahms (1833–1899), que muestra como un hombre puede no tener ninguna fe religiosa, y, sin embargo, reconocer aún que existe un orden objetivo. Tal reconocimiento es un ancla en la realidad y le dio a Brahms acceso a mucha belleza que se refleja en su música. La crisis de innumerables almas modernas es que están convencidas de que no existe absolutamente nada objetivo ¡Están encarceladas en su propia subjetividad que las lleva a una cárcel vacía, y a una música suicida!

En 1878 Brahms compuso para un violinista excepcional, su amigo Joseph Joachim (1831–1907), una de sus obras mas encantadoras y amadas, el Concierto en D para violín. Cuando escuchó a Joachim tocarlo, dijo, “Humm – sí . . .se podría ejecutar de esa manera.” En otras palabras, mientras Brahms estaba componiendo el Concierto, lo había estado escuchando mentalmente siendo ejecutado de tal y tal manera, pero reconoció que la interpretación algo diferente que otro pudiera hacer de su composición, era también legítima.

Ahora bien, indudablemente hay maneras de ejecutar el Concierto que Brahms no hubiera aceptado, pero siempre que un intérprete usare su composición aproximándose de una manera diferente al objetivo que Brahms se había fijado componiéndolo, entonces él, Brahms, no se veía en la necesidad de insistir en su propia manera de ejecutarlo. El fin objetivo importaba mas que la interpretación subjetiva, de tal manera que si al componer la obra, Brahms hubiera ofrecido a toda clase de intérpretes un acceso a ese fin, entonces – dentro de ciertos límites – todos ellos hubieran sido aceptados por Brahms para ejecutar el Concierto de la manera que ellos quisieran. Lo objetivo por encima de lo subjetivo.

En última instancia esto significa: Dios por encima del hombre; sin embargo Brahms no era creyente. El compositor Católico Checo , Antonin Dvorak (1841–1904), amigo y admirador de Brahms, dijo una vez de él, “¡Que gran hombre! ¡Tan gran alma! ¡Y cree en nada! ¡Cree en nada!” Brahms no era Cristiano – deliberadamente dejó de mencionar a Jesucristo en su Requiem Alemán. Ni admitió pertenecer a cualquier categoría de creyentes – dijo que en su Requiem los textos de la Biblia que había usado, lo fueron por su expresión del sentimiento mas que por cualquier profesión de religión. Lo subjetivo por encima de lo objetivo. Y a este descreímiento de parte de Brahms corresponde, uno puede opinar, la carencia de cierta espontaneidad y alegría en buena parte de su música.

¡Pero cuanta belleza casiotoñal contiene su música, y que orden cuidadosamente elaborado! Este arte musical con su reproducción de las bellezas de la Naturaleza, por ejemplo en el Concierto para violín, recuerda Nuestro Señor diciendo como hay almas que de palabra lo niegan pero que lo honran en sus actos (Mt.XXI, 28–29). Hoy día, cuando la mayoría de las almas lo niegan de palabra, cuantos habrá que de una u otra manera honran, por ejemplo en la música o en la Naturaleza, al menos el orden que Nuestro Señor implantó a través de todo su universo. Una tal fidelidad no es de ninguna manera aún la Fe Católica, necesaria para salvarse, pero es por lo menos esta mecha humeante que no tiene que ser apagada (Mt.XII,20).

Dios quiera que todos los Católicos dotados de la plenitud de la Fe tengan discernimiento a favor de tales almas alrededor de ellos, y tengamos compasión por las muchedumbres apartadas de Dios por sus enemigos, en la música asi como en todas las esferas (Mc.VIII,2).

Kyrie eleison.

Peligro Eterno

Peligro Eterno posted in Comentarios Eleison on septiembre 17, 2011

“¿Porqué nosotros seres humanos estamos aquí en la tierra?” me preguntó hace poco un viejo amigo. Por supuesto contesté “Para alabar, amar y servir a Dios, y mediante ello salvar . . .” El me interrumpió –”No, esa no es la respuesta que deseo,” dijo. “Lo que quiero decir es que antes de venir a la existencia, yo no era, y yo no corría ningún peligro. Ahora que existo estoy seriamente expuesto al peligro de perder mi alma. ¿Por qué me fue dada, sin mi consentimiento, esta existencia peligrosa la cual, una vez dada, ya no puedo rechazar?”

Expresada de esta manera, la pregunta es seria porque echa una duda sobre la bondad de Dios. Ciertamente es Dios quien da la vida a cada uno y de ese modo nos coloca frente a la elección de la cual no nos podemos librar, entre el escarpado y estrecho camino al Cielo y la ancha y fácil ruta al Infierno (Mt.VII, 13–14). Ciertamente los enemigos de la salvación de nuestras almas, el mundo y la carne y el Diablo, son peligrosos porque el triste hecho es que la mayoría de las almas caen al Infierno al final de sus vidas en la tierra (Mt. XX, 16). ¿Entonces como puede ser justo para mi encontrarme en tal peligro sin ninguna elección de parte mía?

La respuesta es ciertamente que si el peligro no fuere de ninguna manera por mi propia culpa, entonces verdaderamente la vida podría ser un regalo envenenado. Pero si, a menudo, el peligro es en buena medida por mi propia culpa, y si el mismísimo libre albedrío que cuando mal usado me puede hacer caer en el Infierno, también cuando bien usado me puede llevar a una eternidad de felicidad inimaginable, entonces no sólo la vida no es un regalo envenenado, sino que es la magnífica oferta de una gloriosa recompensa fuera de toda proporción en comparación con el esfuerzo relativamente liviano que me habrá costado en la tierra el haber evitado el peligro haciendo buen uso de mi libre albedrío (Is.LXIV,4).

Pero el interrogador podría objetar que no es culpable por la existencia de ninguno de estos tres enemigos de su salvación:— “El mundo que nos incita a la mundanalidad y a la concupiscencia de los ojos nos rodea totalmente de la cuna a la tumba, y sólo se puede escapar de él a la muerte. La debilidad de la carneva con el pecado original y se remonta a Adán y Eva ¡Ahí no estaba yo entonces! ¡El Diablo también existía mucho antes de que yo naciera, y está desenfrenado en estos tiempos modernos!”

A lo cual uno puede responder que los tres enemigos están totalmente ligados a nuestra propia culpa. En cuanto al mundo, tenemos que estar en él, pero no tenemos que ser deel mundo (Jn.XVII,14–16). Depende de nosotros amar las cosas de este mundo o preferir antes que a ellas las cosas del Cielo ¡Cuántas oraciones en el Misal piden por la gracia de preferir las cosas del Cielo! En cuanto a la carne, cuanto más huyamos de su concupiscencia dentro nuestro, más desaparece su aguijón, pero ¿quién de nosotros puede decir que por ninguno de sus propios pecados personales no ha reforzado la concupiscencia y el peligro en lugar de disminuirlos? Y en cuanto al Diablo, su poder para tentar está estrictamente controlado por Dios Todopoderoso y las propias Escrituras de Dios nos garantizan que Dios nos da la gracia necesaria para vencer las tentaciones que permite (I Cor.X,13). En breve, lo que San Agustín dice del Diablo aplica también al mundo y a la carne –son como un perro encadenado que puede ladrar pero no morder a menos que uno elija acercarse demasiado.

Así es que hay verdaderamente un grado ineludible de peligro espiritual en la vida humana, pero depende de nosotros, con la gracia de Dios, controlar ese peligro, y la recompensa que tiene Dios preparada para los que le aman está más alla de lo que este mundo pueda imaginar (I Cor.II,9).

Kyrie eleison.

Tutores para Tomates

Tutores para Tomates posted in Comentarios Eleison on septiembre 10, 2011

Hace poco tiempo, una esposa y madre me dijo que estaba teniendo muchas dificultades en hablar con su esposo. Casi no podían conversar sobre lo que andaba mal sin terminar muy enojados entre sí. Acertadamente o no, percibí que el problema de ella radicaba en la negación universal, deliberada y diabólica del papel maravillosamente complementario concebido por Dios para el hombre y la mujer en el matrimonio. Lo que sigue es lo que escribí para ella. Me dijo que le ayudó. Ojalá pueda ayudar a otras ¡Entre paréntesis, señoras, yo NO pienso que todo el problema esté del lado de ustedes!

Lamento que su matrimonio pase por momentos asperos. Regla número Uno: nunca discuta con su esposo frente a, o al alcance de, los niños. Ellos vienen primero. Usted no puede ayudar a la familia degradando a su esposo o discutiendo con él delante de ellos. Al contrario.

Regla número Dos: RESPETE a su esposo, aunque él no siempre lo merezca. Las mujeres se mueven por el amor, los hombres por el ego – una enorme diferencia. Es por ello que San Pablo – PALABRA DE DIOS – dice “Esposas obedezcan a sus esposos; esposos amen a sus esposas” ¡Enorme diferencia! En todo matrimonio donde el esposo demuestra amor por su esposa y donde la esposa respeta a su esposo, normalmente la esencia de un matrimonio feliz se halla allí. Y si él no demuestra amor por usted, al menos hágase digna de ser amada, lo cual nunca logrará peleándose con él.

Le cueste lo que le cueste, respete a su marido. El necesita de su respeto más de lo que él necesita su amor. Usted necesita su amor más de lo que usted necesita su respeto. Obedézcale. Nunca demuestre que le está diciendo lo que tiene que hacer. Haga que él decida hacer lo que usted quiere que él haga. Y para la esposa, trabajar fuera del hogar no es bueno, especialmente si ella gana más que él. Si usted necesita ganar dinero, y de hecho gana más, NUNCA lo demuestre. Disfrace el hecho. Un hombre necesita verse a sí mismo como siendo él el que gana el pan, como cabeza de la casa. Usted es el corazón, exactamente tan necesario para la familia como lo es la cabeza, o tal vez más, pero usted no es la cabeza. Y si, a veces, se ve obligada a actuar como la cabeza, no lo demuestre, SINO DISFRACELO.

Me sorprendería si usted no logra hacer funcionar su matrimonio. Habitualmente depende de la mujer adaptarse al hombre y no al revés. Proverbio ruso– “Como la planta de tomate es al tutor (alrededor del cual trepa),así la mujer es al hombre.” Si él no es un tutor, haga todo lo que pueda para que él lo sea. Y si no puede, entonces, nuevamente, disfrace el hecho. Dios hace que el adaptarse le sea mas fácil a las mujeres que a los hombres, de manera tal que ellas se adapten a su hombre.

Usted dijo una vez que la familia necesitaba dinero para educar a las niñas ¿Se le ha ocurrido que la mejor educación de las niñas y la más importante, la reciben en la cocina de su madre? Asumiendo que la madre esté en la casa. Tiene mucho más para brindarle a sus niñas con su ejemplo que cualquier escuela fuera del hogar pueda darles. Y deles a ellas el preciado ejemplode una esposa y madre que obedece y respeta a su esposo a pesar de todo. Los niños son muy observadores. El ejemplo que usted les dé es de crucial importancia para la felicidad de sus futuros matrimonios y hogares.

Discuta con su esposo si quiere, pero tranquilamente, respetuosamente, y lejos de los niños. Y no diga “También yo he estado trabajando afuera todo el día, también yo necesito comprensión en el hogar.” Puesto que no es normal que las madres trabajen fuera de la casa, y los hombres lo perciben, aún cuando sea por su propia culpa. Los hombres son lo que son. Este es el hombre que Dios designó para que usted se case con él. Deles a sus niños el ejemplo de respetarlo. Este es un preciado regalo, especialmente para sus niñas.

Todas las familias hoy día precisan de muchas oraciones. Madre de Dios ¡Ayuda!

Kyrie eleison.

El Pensamiento de Benedicto – II

El Pensamiento de Benedicto – II posted in Comentarios Eleison on julio 16, 2011

Si se divide en cuatro partes el estudio de Mons. Tissier acerca del pensamiento de Benedicto XVI, entonces la segunda parte presenta sus raíces filosóficas y teológicas. Al analizar la filosofía primeramente, Mons. está siguiendo la gran Encíclica “Pascendi” de Pío X. Si una botella de vino está sucia por dentro, el mejor de los vinos que se vierta dentro de esta se echará a perder. Si la mente de un hombre se desconecta de la realidad, como sucede con la filosofía moderna, entonces aún la Fe Católica filtrada a través de esta mente estará desorientada, porque ya no se dejará orientar por la realidad. He aquí el problema de Benedicto.

Así como su antecesor, Pío X, el Obispo atribuye la responsabilidad principal de este desastre de las mentes modernas al filósofo Alemán de la Ilustración, Immanuel KANT (1724 – – 1804), quien finalizó el sistema de anti-pensamiento, prevaleciente hoy en día en todos lados, el cual excluye a Dios del discurso racional. Porque si, como lo aseveraba Kant, la mente no puede saber nada del objeto excepto lo que pueda ser percibido por los sentidos, entonces la mente es libre de reconstruir la realidad detrás de las apariencias sensibles tal como le guste, la realidad objetiva se desprecia como imposible de conocer, y el subjetivismo reina supremo. Si el sujeto necesita de Dios y postula su existencia, muy bien. De otra manera, por así decirlo, ¡Dios no tiene suerte!

Mons. Tissier presenta entonces a cinco filósofos modernos, todos lidiando con las consecuencias de la locura subjetivista de Kant que pone las ideas por encima de las realidad y lo subjetivo sobre lo objetivo. Los dos más importantes para el pensamiento de este Papa pueden ser Heidegger (1889–1976), uno de los padres del existencialismo, y Martin Buber (1878–1965), uno de los principales exponentes del personalismo. Si las esencias son desconocidas (Kant), entonces solamente queda la existencia. Ahora el ente existente más importante es la persona, constituido para Buber por el intersubjetivismo, o la relación “Yo-Tu” entre personas subjetivas, que para Buber abre la vía hacia Dios. Por lo tanto el conocimiento del Dios objetivo dependerá del involucramiento subjetivo de la persona humana. ¡Vaya cimientos más inseguros para ese conocimiento!

Sin embargo este involucramiento del sujeto humano será la clave para el pensamiento teológico de Benedicto, influenciado primeramente, escribe Mons., por la célebre Escuela de Tubinga en Alemania. Fundada por J.S. von Drey (1777–1853), esta escuela sostenía que la historia se mueve por el espíritu de la era en constante movimiento, y este espíritu es el Espíritu de Cristo. Por lo tanto la Revelación de Dios ya no es el Depósito de la Fe terminada a la muerte del último Apóstol, y hecha simplemente más explícita a medida que pasa el tiempo. Por el contrario, tiene un contenido en constante evolución al cual contribuye el sujeto receptor. Así es que la Iglesia de cada era juega un papel activo y no solo pasivo en la Revelación, y le da a la Tradición pasada su significado actual. ¿Empieza a sonar esto conocido? ¿Como la hermenéutica del Dilthey? Ver CE 208.

Así es que para Benedicto XVI Dios no es un objeto aparte, ni meramente objetivo, él es personal, un “Yo” que intercambia con cada “Tu” humano. La Escritura y la Tradición si vienen objetivamente del divino “Yo,” pero por otro lado el “Tu” viviente y móvil debe constantemente reinterpretar la Escritura, y ya que la Escritura es muy importante para la Tradición, entonces la Tradición debe también tornarse dinámica por el involucramiento del sujeto, y no quedarse solamente estática, como la Tradición “fijista” de Arzobispo Lefebvre. Similarmente la teología debe de ser subjetivizada. La Fe debe de ser una “experiencia” personal de Dios, y aún el Magisterio debe dejar de ser meramente estático.

“Maldito el hombre que confía en el hombre” dice Jeremías (XVII, 5).

Kyrie eleison.

Responsabilidad Tremulante

Responsabilidad Tremulante posted in Comentarios Eleison on marzo 26, 2011

Muchas personas hoy en día tienen una idea tan sentimentalista de Dios, o una idea tan limitada de su poder, que es casi imposible para ellos imaginarlo castigando, aun menos utilizando el universo material o su clima para castigar. Sin embargo existe un fuerte argumento que indica que la misma inestabilidad de las placas tectónicas de la tierra, que ocasiona desastres semejantes a los que hemos visto recientemente en Japón, fue resultado y castigo por los pecados de los hombres. Aquí presento el argumento (del cual yo nunca aprendí nada en la escuela):

Antes de que Adán y Eva pecaran, la naturaleza humana era una creación gloriosa de Dios, fuerte y estable, pero no inquebrantable. La revuelta en contra de Dios podía quebrantarla. Así es que cuando Adán y Eva cometieron el pecado original, todos sus descendientes (excepto Nuestro Señor y Nuestra Señora) heredaron una naturaleza herida, así que todos nosotros podemos sufrir, tenemos que morir y únicamente con dificultad controlamos nuestra baja naturaleza. De manera similar sucede con la naturaleza física de nuestro planeta. Antes del Diluvio en el tiempo de Noé, era como un jardín del paraíso, una creación gloriosa de Dios, fuerte y estable, pero no inquebrantable. La corrupción universal del hombre (Gen. VI,11,12) podía e iba a quebrantarla.

Tal vez muchos geólogos hoy en día no tienen fe en el Diluvio como está descrito en la Biblia, pero si creen en una convulsión prehistórica muy poderosa de la superficie de la tierra como una manera de explicar, por ejemplo, la evidencia de los fósiles de animales marinos que se encuentran hoy en día en algunas de las cordilleras de la tierra, como las Rocosas en Norte América. Originalmente, según especulan, la circunferencia rocosa de la tierra se mantenía bastante más alejada del centro de la tierra por inmensas cámaras subterráneas de agua, sobre las cuales las rocas ejercían presión debido a la gravedad. Si entonces esa concha esférica de roca comenzó a fisurarse en algún punto, el agua fluiría hacia la superficie, inundando la superficie abierta que se encontraba arriba, y la roca se colapsaría hacia abajo para tomar su lugar. Las inmensas tensiones involucradas podrían dispersar la inundación y el colapso alrededor de todo el mundo. (Note que de las Escrituras parece claro que las aguas que ocasionaron la Inundación no solamente cayeron del cielo sino que también surgieron de la tierra: Génesis VII, 11; VIII, 2.)

Pero es obvio que si en toda la tierra, la circunferencia de roca se colapsó hacia adentro para formar una circunferencia más pequeña, habría demasiada roca para un menor espacio, así es que no solamente se fisuraría, para formar las placas tectónicas colisionantes, sino que también se desmoronaría para formar, en adición a otras características visibles de la geología de nuestro planeta hoy en día, las inmensas cordilleras, levantando a los animales marítimos mucho más por encima del nivel del mar. El Monte Everest sigue elevándose unos pocos centímetros cada año, porque la placa de India se está empujando por debajo de la placa Euroasiática de China y el Tíbet.

Entonces así como el pecado original generó desde entonces tensiones punitivas dentro de la naturaleza humana, así la corrupción prehistórica de la humanidad generó tensiones dentro de la corteza de la tierra en donde yacen los terremotos y maremotos históricos como el que acabamos de presenciar en Japón. “La Naturaleza,” dijo Nuestra Señora en La Salette en 1846, “está clamando venganza por causa del hombre, y tiembla con pavor de lo que debe de suceder a la tierra manchada de crimen. Tiembla, tierra, y ustedes que se proclaman servidores de Jesucristo y quien, en el interior, solo se adoran a sí mismos, tiemblen, porque Dios los entregará a su enemigo, porque los lugares santos están en estado de corrupción.”

Temblemos. ¡Oremos!

Kyrie eleison.