Irlanda

¿El Shakespeare Norteamericano?

¿El Shakespeare Norteamericano? on marzo 17, 2012

Algunas personas encontrarán absurdo comparar cualquier personaje relacionado al mundo del cine moderno con uno de los mayores poetas y dramaturgos de todos los tiempos, pero la fiesta de San Patricio puede ser un momento apropiado para conmemorar a un gran hijo de Irlanda, el cineasta norteamericano John Ford (1895–1973), señalando algunas semejanzas entre su carrera y la de William Shakespeare (1564–1616). Un John Ford puede ser lo más cercano a un Shakespeare que nuestra pobre época moderna pueda producir – veamos pues:—

Para empezar, los dos hombres fueron enormemente exitosos como creadores de espectáculos populares. Shakespeare empezó no por escribir literatura inglesa sino piezas para la compañía del Globe Theatre, al cual le faltaban siempre nuevas obras para poner en escena. Entre 1592 y su exilio del teatro de Londres que ocurrió menos de 20 años después, escribió unas 35 piezas de todo género: piezas históricas, comedias, tragedias, romances. Todas fueron exitosas pues Shakespeare se había involucrado totalmente en el Globe Theatre y era muy cercano a su público. En cuanto a John Ford, para satisfacer la insaciable demanda de nuevas películas por parte del público norteamericano, entre 1917 y 1970 dirigió, con una compañía de actores que reaparecían a menudo, más de 140 películas, mezclando, como Shakespeare, la comicidad y la seriedad, la gran vida y la vida del pueblo. Muchas de sus películas tuvieron un gran éxito pues Ford como Shakespeare conocía bien su público.

Los dos hombres tuvieron tal éxito porque eran buenos cuentistas, siendo los cuentos el corazón de la distracción popular. Los dos hombres sabían enganchar a sus audiencias y mantenerlas en suspenso – ¿Que pasará ahora? Y, como los cuentistas pueden tener una influencia considerable, por ello estos dos hombres contribuyeron a moldear hasta el carácter de sus naciónes. Por sus piezas históricas que actuaban como propaganda para la dinastía Tudor recientemente establecida, Shakespeare influenció de una manera permanente como los ingleses se ven a si mismos, desde que salieron de la Edad Media. De la misma manera Ford era experto en la historia norteamericana (véase por ejemplo El último hurra, 1958) y, creando el mito del “Western” que dió lugar al “Far West” de Norteamérica, él definió de tal manera el carácter nacional norteamericano que todos desde entonces asociamos a los norteamericanos con los “cow-boys.”

Los dos hombres pasaron por un aprendizaje serio previo a sus artes, Shakespeare en las tablas del Globe Theatre, Ford como camarógrafo durante varios años antes de hacerse cineasta. Como poeta, Shakespeare es incomparable por su maestría de la palabra, mientras que la poesía de Ford podría ser su sentido de la imagen. Innumerables directores de cine han estudiado sus películas para aprender a usar la cámara pues Ford sabía muy bien componer los detalles de sus imágenes en movimiento (“movies”). Cuando preguntaron a otro famoso cineasta, Orson Wells, cuales eran los directores de cine que mas apreciaba, contestó: “Me gustan los viejos maestros, quiero decir John Ford, John Ford, y John Ford.” ¡Mientras que otro cineasta comparaba las películas de Ford por “la sencillez y la fuerza” de su estilo a las obras del período medio de Beethoven!

Para terminar los dos hombres eran Católicos. El drama mas profundo de las piezas de Shakespeare proviene seguramente del sentido Católico, necesariamente disfrazado, que él tenía de la tragedia que representaba la caída irreversible de la “Inglaterra alegre” en la apostasía. John Ford era el décimo de once hijos de dos inmigrantes a Estados Unidos, los dos nacidos en la Irlanda Católica. Sin lugar a dudas, la Fe de sus antepasados le permitió conmemorar la relativa inocencia y decencia de la América de ayer, con sus mujeres femeninas y sus héroes viriles y rectos, tipificados por John Wayne en las películas de Ford. Puede ser que un rey del cine moderno no entrará jamás en el Panteón de los grandes hombres de todos los tiempos al lado de un Shakespeare, pero ese rey moderno John Ford lo fue.

Gracias Irlanda y Norteamérica. ¡Feliz fiesta de San Patricio a ambas!

Kyrie eleison.

Europa Sin Fe

Europa Sin Fe on octubre 10, 2009

¡Pobre Irlanda! ¡Pobre Europa! Hace apenas 16 meses la población de Irlanda, en un referéndum a nivel nacional, había votado en contra del Tratado de Lisboa (2007) el cual habría arrastrado a Irlanda a estar más fuertemente adherida a la Unión Europea (UE), pero este “No” popular no era la decisión que los políticos de Irlanda y Europa esperaban. Así es que hicieron algunas concesiones, impusieron un nuevo referéndum y obtuvieron la semana pasada el voto que necesitaban. Ahora el camino está abierto para una reforma masiva que facilite la toma de decisiones desde Bruselas, y para incrementar el poder central de la Comisión Europea, a expensas de la capacidad de cada Estado miembro para vetar sus decisiones.

Lo que más de una tercera parte de todos los Irlandeses en edad de votar parecen haber escogido la semana pasada, fue muy probablemente la prosperidad material y el consumismo desconocido en este país hasta antes de adherirse a la UE en 1973. Como contraste tenemos al Dr. Salazar, el devoto líder Católico de Portugal en el período de 1932 a 1968. Sabiendo que la vida, la política y la economía no son únicamente para asegurar viajes baratos a playas soleadas, prefirió para su país “pobreza pero independencia,” principalmente de los “banksters[1] internacionales. Los infames medios de comunicación en manos de estos últimos, rápidamente lo catalogaron como “dictador fascista,” pero los portugueses lo siguieron venturosamente, porque fue el renacimiento de la piedad Católica por Fátima de los lusitanos (1917) lo que principalmente había llevado a Salazar al poder.

Sin embargo, apenas 16 años después de su muerte, Portugal se unió a la UE. Verdaderamente el avance de los enemigos de Dios, en el mundo de hoy en día, parece inexorable. Cualquier intento de combatir su marcha hacia el Anticristo, se asemeja más y más a un castillo de arena resistiendo una oleada arrolladora. Si este castillo está bien construido, como el Portugal de Salazar, resistirá por algún tiempo, pero poco después se desvanecerá bajo las olas que lo envuelven. De manera que toda Europa se está encerrando en el impío Nuevo Orden Mundial, ¡a cambio de fútbol y playas!

¡Pobre Europa! Si alguien quiere realmente saber lo que está sucediendo dentro del cada vez más poderoso gobierno Europeo, en Bruselas, “detrás del brillo, del oropel y de la avalancha de publicaciones que nos dicen cuán magnifica e indispensable es la UE,” debería solicitar al sitio de Internet info@stewardspress.co.uk., el corto y bien escrito libro de Marta Andreasen, —Miembro del Parlamento Europeo (MEP por sus siglas en inglés)— “Brussels Laid Bare” (Bruselas al desnudo). Contratada por la UE para trabajar desde enero del 2002 como Contadora Principal, responsable de la totalidad del presupuesto de la UE, relata cómo inmediatamente se enfrentó con una pésima administración de las finanzas de la UE; y que, profesionalmente, no podía “seguirles la corriente para que todo funcionara como ellos querían.” Debido a ello, pronto fue aislada y desacreditada y en cinco meses fue despedida por haber intentado hacer su trabajo correctamente.

De su experiencia de primera mano, la ex funcionaria escribe que Bruselas es un estrato especial de gobierno, “sin leyes, corrupto, errado, no democrático, burocrático, sobre-regulado y, finalmente, inmanejable” Esto lo atribuye la autora a que en la UE no existe virtualmente contabilidad alguna. ¿Acaso se le habrá ocurrido pensar que la UE puede tener dirigentes escondidos, que intencionalmente buscan sirvientes corruptos que sean fácilmente manipulables? No existe evidencia de dicha sospecha en su libro, y la señora Andreasen profesa su resolución de seguir luchando como MEP. ¡Ay! la Europa empecinadamente infiel no parece merecer más servidores con esta especie de honestidad, pero si acaso ella quiere seguir luchando, de un modo u otro se arriesga a perderse bajo las olas, incluso con sus hijos si fuese necesario . . .

Kyrie eleison.