Libertad

Donoso Cortés – I

Donoso Cortés – I on septiembre 6, 2014

Uno de los dogmas católicos más importantes es el del pecado original, por el cual todos los seres humanos (excepto Nuestro Señor y Su Madre) tienen una naturaleza seriamente herida desde el nacimiento por nuestra misteriosa solidaridad con Adán, el padre de toda la humanidad, cuando él cayó con Eva en el primero de todos los pecados humanos en el Jardín del Edén. Por supuesto para la mayoría de las personas hoy en día esa Caída es tan sólo un cuento de hadas, o mitología, y es por eso que ellos han construido un Disney World todo alrededor nuestro. En principio, los Católicos creen en el pecado original, pero muchos apenas si lo toman seriamente en la práctica, porque Disney World es tan seductor. Después de todo, no es para nada agradable creer que todos somos pecadores. ¿No estamos todos nadando en un mar meloso de amor, amor, amor?

Pero un hombre que vio muy claramente el pecado original en acción fue el noble español, escritor y diplomático, Donoso Cortés (1808–1853). Su vida se extendió durante esa primera mitad del siglo 19 no cuando en el desarrollo de la Revolución Francesa (1789), Europa estaba lentamente pero constantemente reemplazando el antiguo orden Cristiano (“ancien régime”) con el judeo-masónico Nuevo Orden Mundial. Exteriormente el antiguo orden fue puesto de nuevo en su lugar por el Congreso de Viena (1815), pero interiormente no fue para nada lo mismo que antes porque las mentes de los hombres estaban ahora descansando en fundamentos bien diferentes, fundamentos liberales, notablemente la separación de la Iglesia del Estado. Cuando Donoso ingresó a la política española de joven se autoproclamó ser liberal, pero a medida que observaba como las ideas revolucionarias se realizaban en la práctica, él devino más y más conservador hasta que en 1847 se convirtió a la antigua religión católica de España. A partir de allí y hasta su temprana muerte, sus palabras escritas y verbales llevaron por toda Europa su profético análisis católico de los errores modernos radicales que fraguaban el Nuevo Orden Mundial.

Atrás de todos estos errores él discernió dos: la negación del cuidado sobrenatural de Dios por sus creaturas y la negación del pecado original. De la Carta de Donoso al Cardenal Fornari (1852) provienen los dos párrafos siguientes que conectan el pecado original al alza de la democracia y a la disminución de la Iglesia:—

“Si la luz de nuestra razón no ha sido obscurecida, esa luz es bastante, sin el auxilio de la fe, para descubrir la verdad. Si la fe no es necesaria la razón es soberana e independiente. Los progresos de la verdad dependen de los progresos de la razón; los progresos de la razón dependen de su ejercicio; su ejercicio consiste en la discusión; por eso la discusión es la verdadera ley fundamental de las sociedades modernas y el único crisol en donde se separan, después de fundidas, las verdades de los errores. En este principio tienen su origen la libertad de imprenta, la inviolabilidad de la tribuna y la soberanía real de las asambleas deliberantes.”

Donoso continúa con un diagnóstico paralelo de las consecuencias que trae el suponer que la voluntad del hombre está libre del pecado original. “Si la voluntad del hombre no está enferma, le basta el atractivo del bien para seguir el bien sin el auxilio sobrena¬tural de la gracia; si el hom¬bre no necesita de ese auxi¬lio, tampoco necesita de los sacramentos que se lo dan ni de las oraciones que se lo procuran.” Si la oración no es necesaria, es ociosa; si es ociosa, es ociosa e inútil la vida contemplativa; si la vida contemplativa es ociosa e inútil, lo son la mayor parte de las comunidades religiosas que debidamente desaparecen. Si el hombre no necesita sacramentos entonces él no tiene necesidad de sacerdotes que los administren, que son así debidamente proscriptos. Y del desprecio al sacerdocio resulta por todos lados el desprecio a la Iglesia, lo cual equivale en todas partes al desprecio a Dios.

A partir de tales falsos principios, Donoso Cortés previó un desastre sin paralelo en el muy cercano futuro. En realidad ha sido postergado por más de 150 años, pero, ¿por cuánto tiempo más?

Kyrie eleison.

Dos Viajes

Dos Viajes on enero 19, 2013

Viajes realizados desde mediados de diciembre a Norte América y a Francia, me han permitido observar dentro de la Fraternidad San Pío X un estado peligroso de indecisión. Allí donde el Superior de Distrito no está ciego, el peligro está por el momento algo vacilante, de tal manera que la resistencia se encuentra en estado latente. Mientras que allí donde el Superior de Distrito es un convencido sirviente del Cuartel General de la FSPX, entonces el movimiento hacia la Neo-Iglesia avanza decididamente, pero también la Resistencia se organiza. ¿Qué está en juego?

Desde la escisión del Protestantismo, el mundo ha estado deslizándose cada vez más y más lejos de Dios. Gracias al Concilio de Trento (1545–1563), la Iglesia Católica se mantuvo incólume, pero a causa del Concilio Vaticano II (1962–1965), la Iglesia Católica oficial se unió al deslizamiento. Es cuando, gracias principalmente (¡pero no únicamente!) a Mons. Lefebvre (1905–1991), remanentes de la Iglesia de Trento se reunieron para formar un oasis Católico, la FSPX, en medio del desierto de la modernidad. Pero allí donde la poderosa Iglesia no habia sido capaz de resistir, era, con seguridad, meramente una cuestión de tiempo para que la frágil FSPX sea tentada, a su vez, de unirse al deslizamiento de la corriente mayoritaria de la Iglesia.

Y entonces, exactamente como ocurrió en el Vaticano II cuando los dirigentes de la Iglesia oficial se vieron obligados a pretender que ellos no se encontraban en ruptura con la Iglesia Tridentina (tal es, por ejemplo, la “hermenéutica de la continuidad” de Benedicto XVI), asimismo los dirigentes de la FSPX oficial están ahora obligados a pretender que ellos no se encuentran en ruptura con el Arzobispo Lefebvre. Luego al igual que la mayoría de los políticos de los últimos 500 años, estos dirigentes de la FSPX hablan a la derecha mientras van caminando a la izquierda, porque eso es lo que muchos desean, a saber, la apariencia de la Cristiandad sin su sustancia (cf.II Tim.III,1–5, particularmente el versículo 5). Como Descartes, estos dirigentes “avanzan detrás de una máscara,” tratando de disfrazar su movimiento hacia la izquierda detrás de palabras hacia la derecha, o de palabras claramente ambiguas.

Lo que ocurrió en la FSPX en la primavera pasada, como dice el Padre Chazal, es que la máscara cayó, porque la dirección de la FSPX debe haber calculado que el tiempo había llegado para que ella realice a la luz del día su vuelta a la corriente mayoritaria de la Iglesia. Desgraciadamente para estos dirigentes, en ese momento entre marzo y junio, emergió una resistencia suficientemente fuerte para impedir que el Capítulo General de la FSPX de julio realice cualquier intento inmediato de unirse a la Neo-Iglesia. Pero desde el Capítulo en adelante, se volvieron a colocar la máscara. Porque los liberales no se convierten, a menos de un milagro de la gracia, pues la izquierda es su verdadera religión. Por eso los dirigentes de la Fraternidad están seguramente a la espera, mientras que el mundo moderno, la carne y el diablo prosiguen con su obra que consiste en atraer a los sacerdotes y a los fieles de la FSPX siempre más hacia la izquierda, de manera que de aquí a pocos años cuando mucho, no existirá más ninguna resistencia seria, como lo fue la del verano pasado, para que la FSPX se integre a la Neo-Iglesia.

Esto deja a la FSPX en la cuerda floja. Pero como lo señalaba con su sentido común el Arzobispo Lefebvre, los superiores moldean a los inferiores y no al revés. Por eso, a menos que los dirigentes actuales de la FSPX sean destituidos por un milagro, la FSPX está condenada a ser disuelta dentro de la Neo-Iglesia. No se puede decir que el castigo no habrá sido merecido. Pero recemos a la Madre de Dios para obtener un milagro de la misericordia de su Divino Hijo.

Kyrie eleison.

Otra Vez, la Doctrina

Otra Vez, la Doctrina on agosto 18, 2012

El desprecio de la “doctrina” es hoy un inmenso problema. Los “mejores” de los católicos en nuestro siglo XXI reconocen de la boca para afuera la importancia de la “doctrina,” pero en su fuero interno sienten instintivamente que aún la doctrina católica es una especie de cárcel para sus espíritus, y los espíritus no deben ser encarcelados. En Washington DC., alrededor del domo interior del Memorial de Jefferson, este templo casi religioso del campeón norteamericano de la libertad, está escrita su cita casi religiosa: He jurado sobre el altar de Dios hostilidad eterna contra toda forma de tiranía sobre el espíritu del hombre. Seguramente él tenía en mente la doctrina Católica entre otras. La casi-religión del hombre moderno incluye no tener ninguna doctrina fija.

Sin embargo, una frase del “Comentario Eleison” de hace dos semanas (EC 263, del 28 de Julio) da un punto de vista diferente de la naturaleza y de la importancia de la “doctrina.” Decía así: Mientras Roma cree en su doctrina Conciliar, está obligada a usar cualquier acuerdo(“no doctrinal”) para arrastrar a la Fraternidad SPX en la dirección del Concilio (Vaticano II). En otras palabras lo que lleva a Roma supuestamente a desestimar la “doctrina” y a toda costa a Conciliarizar a la Hermandad SPX es su propia creencia en su propia doctrina Conciliar. Así como la doctrina católica Tradicional es – eso esperamos – la fuerza impulsora de la Fraternidad SPX, así la doctrina Conciliar es la fuerza impulsora de Roma. Las dos doctrinas chocan, pero cada una de ellas es una fuerza impulsora.

En otras palabras, la “doctrina” no es simplemente un conjunto de ideas en la cabeza de un hombre, o una cárcel mental. Cuales quieran fueran las ideas que un hombre elija tener en su cabeza, su doctrina real es este conjunto de ideas las que impulsan su vida. Ahora bien, un hombre puede cambiar este conjunto de ideas, pero no puede dejar de tener uno. He aquí como Aristóteles lo escribe: “Si usted quiere filosofar, entonces tiene que filosofar. Si no quiere filosofar, igual tiene que filosofar. De todas maneras un hombre tiene que filosofar.” De un modo similar, los liberales pueden despreciar cualquier conjunto de ideas como si eso fuera una tiranía, pero pretender que todo conjunto de ideas sea una tiranía, es todavía una idea mayor, y es la idea que impulsa las vidas de millones de liberales hoy, y también de demasiados católicos. Estos últimos tendrían que ser más sensatos, pero todos nosotros los modernos tenemos el culto de la libertad en nuestra sangre.

Así la doctrina en su sentido real no es sólo un conjunto de ideas que nos encierra en una cárcel, sino que esesa concepción de Dios, del hombre y de la vida la que impulsa la vida de cada hombre viviente. Aún cuando un hombre está cometiendo el suicidio, está siendo impulsado a hacerlo por la idea que la vida es demasiado miserable para que valga la pena ser continuada. Una concepción de la vida centrada en el dinero puede llevar a un hombre a volverse rico; en el placer a volverse disoluto; en la notoriedad a volverse famoso, yasí sucesivamente. Así como un hombre conciba su vida, así esa concepción será su doctrina real.

Siendo el Concilio Vaticano II la concepción central de los Romanos conciliares, esa concepción los impulsa a disolver la Fraternidad SPX, puesto que ella rechaza al Vaticano II y, hasta que lo logren, o que ellos cambien su concepción central, ellos seguirán siendo llevados a disolver la Fraternidad SPX de Mons. Lefebvre. Al contrario, la meta central del clero y de los fieles de la Fraternidad es llegar al Cielo según la concepción de que el Cielo y el Infierno existen y que Jesucristo y su verdadera Iglesia proveen el único y solo camino seguro para llegar al Cielo. Ellos saben que esta doctrina directriz no es una invención caprichosa propia, y es por eso que ellos no la quieren ver socavada o subvertida o corrompida por los desgraciados neo-modernistas de la Nueva Iglesia, impulsados por su falsa concepción conciliar de Dios, del hombre y de la vida. El choque es total.

Y tampoco puede ser evitado, como los liberales sueñan que lo podría ser. Si la falsedad triunfa, hasta las piedras de la calle gritarán (Lc.XIX, 40). Si la Verdad triunfa, aún Satanás promoverá un error tras otro, hasta que el mundo acabe. Pero “El que persevere hasta el fin, éste será salvado,” dice Nuestro Señor (Mt.XXIV,13).

Kyrie eleison.

Doctrina Socavada

Doctrina Socavada on mayo 26, 2012

Se han escrito libros enteros sobre el asunto de la libertad religiosa tal como ha sido enseñada por el Vaticano II en su Declaración de 1965, Dignitatis Humanae. Sin embargo, la enseñanza Revolucionaria de este documento es clara: dada la dignidad natural de cada individuo humano, ningún Estado o grupo social o ningún poder humano puede obligar o forzar a ningún hombre o grupo de hombres a actuar, en privado o en público, contra sus propias creencias religiosas, siempre y cuando el orden público se mantenga incólume. (D.H.#2).

Al contrario la Iglesia católica enseñó siempre hasta el Vaticano II que cada Estado en cuanto tal tiene el derecho y aún el deber de prohibir a sus ciudadanos practicar en público cualquier falsa religión, es decir todas las religiones no católicas, en la medida que tal prohibición ayude y no dañe la salvación de las almas. (Por ejemplo en el 2012 la libertad está tan ampliamente adorada que tal prohibición escandalizaría a los ciudadanos de casi todos los Estados y haría solamente que ellos desprecien y no aprecien, la religión católica. En este caso, como la Iglesia siempre lo enseñaba, el Estado puede abstenerse de usar de su derecho de prohibir las falsas religiones).

Ahora bien, el punto preciso sobre el cual estas dos doctrinas se contradicen entre si, puede parecer bien limitado – sea o no que un Estado pueda prohibir la práctica pública de las falsas religiones – pero las consecuencias son enormes: ¿es Dios el Señor o el sirviente de los hombres? Por un lado, si el hombre es una criatura de Dios y si es por naturaleza social (como es evidente cuando uno observa como los hombres se reúnen en toda clase de asociaciones y particularmente en un Estado), entonces la sociedad y el Estado son también criaturas de Dios. y ellos le deben servir a El y a su única verdadera religión. Luego el Estado tiene que prohibir las falsas religiones por lo menos en el dominio público (lo cual pertenece a su esfera), siempre y cuando eso ayudará y no dificultará la salvación de las almas.

Por otro lado, si la libertad humana es tan valiosa que cada individuo tiene que quedar libre como para corromper a sus conciudadanos mediante la práctica pública y el proselitismo de cualquier religión falsa que él elija (a menos que el orden público sea perturbado), entonces se debe dejar que las religiones falsas sean libres para prosperar en el dominio público (por ejemplo las sectas Protestantes hoy día en América Latina). Así la diferencia entre las religiones falsas y la única verdadera religión es menos importante que la dignidad humana. Así la verdadera religión no es tan importante. Así la valía de Dios comparada a la valía del hombre no tiene tanta importancia. De esta manera el Vaticano II rebaja a Dios en la medida que eleva al hombre. En definitiva el Vaticano II reemplaza la religión de Dios por la religión del hombre. Con razón Monseñor Lefebvre fundó la Fraternidad San Pío X para ensalzar la dignidad y valía trascendental de Dios, de Nuestro Señor Jesucristo, en un mundo y en una Iglesia que se han vuelto locos, embriagados de la dignidad del hombre.

Pero he aquí que se nos viene un líder religioso que en público pronunció a principios de este mes: “Numerosos son los que tienen una comprensión del Concilio que es una comprensión errónea.” El dijo que la libertad religiosa “es una expresión usada de muchas maneras. Pero mirando mas de cerca tengo realmente la impresión de que no son muchos los que saben lo que realmente dijo el Concilio sobre este tema. El Concilio presenta una libertad religiosa que es una libertad muy, muy limitada: muy limitada . . .” Preguntado él si el Vaticano II en sí mismo, es decir en su conjunto, pertenece a la Tradición Católica, él contestó “Tendría yo esa esperanza.”

Vean por ustedes mismos la entrevista pronunciada en inglés y accesible en YouTube bajo el título de “Traditionalist leader talks about his movement, Rome.” ¿Puede alguien sorprenderse si “su movimiento” está atravesando actualmente la crisis más grave de sus 42 años de existencia?

Kyrie eleison.

El Pensamiento de Benedicto – I

El Pensamiento de Benedicto – I on julio 9, 2011

El “Comentario Eleison” del 18 de Junio prometió cuatro números del “Comentario” que mostrarían lo “desorientado” que está el Papa Benedicto XVI en su “manera de pensar.” De hecho presentan un resumen del precioso tratado acerca de su pensamiento, escrito hace dos años por Mons. Tissier de Mallerais, uno de los cuatro obispos de la Fraternidad de San Pío X. El tracto del obispo, La Fe Puesta en Peligro por la Razón, le llama “sin pretensiones,” pero de hecho expone bien el problema fundamental del Papa – como creer en la Fe Católica de manera tal que no se necesiten excluir los valores del mundo moderno -. El tracto muestra que esa manera de creer necesariamente está desorientada, aún si el Papa de alguna manera aún cree.

Se divide en cuatro partes. Después de una importante Introducción a la “Hermenéutica de la Continuidad” de Benedicto XVI, Mons. Tissier revisa brevemente las raíces filosóficas y teológicas del pensamiento del Papa. En tercer lugar expone sus frutos para el Evangelio, para el dogma, para la Iglesia y la sociedad, para el Reinado de Cristo y para los Novísimos. Concluye con un juicio moderado de la Fe “renovada” del Papa, bastante crítico pero en su totalidad respetuoso. Empecemos con una síntesis de la Introducción:

El problema básico para Benedicto XVI, como para todos nosotros, es el choque entre la Fe Católica y el mundo moderno. Por ejemplo, el ve que la ciencia moderna es amoral, que la sociedad moderna es secular y la cultura moderna multi-religiosa. El especifica que este choque se da entre la Fe y la Razón, entre la Fe de la Iglesia, y la Razón tal como se concibió a partir de la Ilustración del siglo XVIII. Sin embargo, el está convencido de que estas pueden y deben ser interpretadas de manera que se puedan unir armoniosamente. De ahí su participación intensa en el Vaticano II, un Concilio que también intentó reconciliar la Fe con el mundo actual. Mas los Tradicionalistas dicen que el Concilio falló debido a que sus mismos principios son irreconciliables con la Fe. De ahí la “Hermenéutica de la Continuidad” del Papa Benedicto, un sistema de interpretación para demostrar que no existe ruptura entre la Tradición Católica y el Vaticano II.

Los principios de la “hermenéutica” de Benedicto se remontan a un historiador Alemán del siglo XIX, Wilhelm Dilthey (1833–1911). Dilthey sostenía que debido a que las verdades se presentan en la historia, pueden ser entendidas únicamente en su historia, y las verdades humanas no pueden ser entendidas sin el involucramiento del sujeto humano contemporáneo en esa historia. Así es que para trasladar la esencia de las verdades pasadas al presente, uno necesita quitarle todos los elementos que pertenezcan al pasado, hoy en día irrelevantes, y reemplazarlos con elementos de importancia para el presente que se vive. Benedicto aplica a la Iglesia este doble proceso de purificación y enriquecimiento. Por una parte la Razón necesita purificar a la Fe de sus errores pasados, por ejemplo su absolutismo, mientras por otra parte la Fe necesita lograr que la Razón modere sus ataques a la religión y recuerde que sus valores humanos, libertad, igualdad y fraternidad, se originaron todos en la Iglesia.

El gran error del Papa en esto es que las verdades de la Fe Católica, sobre las cuales se fundó la civilización Cristiana y sobre las cuales sus restos débiles aún descansan, tienen sus orígenes de ninguna manera en la historia humana sino en el seno del Dios inmutable. Son verdades eternas, desde la eternidad, para la eternidad. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán,” dice Nuestro Señor (Mateo XXIV,35). Ni Dilthey ni, aparentemente, Benedicto XVI puede concebir verdades más allá de la historia humana y por encima de todo su condicionamiento.

Si el Papa piensa que al hacer dichas concesiones a la Razón sin fe, atraerá a sus adeptos hacia la Fe, que lo piense de nuevo. ¡Simplemente despreciaran a la Fe aún más! En el próximo número, las raíces filosóficas y teológicas del pensamiento de Benedicto.

Kyrie eleison.

Manzanas Podridas

Manzanas Podridas on mayo 14, 2011

Existen dos forman en que una manzana podrida puede dar un poco de luz a la oscuridad de la Iglesia hoy eclipsada. Primeramente, no esperamos a que todas las partes de la manzana estén podridas para considerarla podrida en su totalidad, sin embargo aún quedan partes de esta que aún no están podridas. Por lo tanto, en respuesta a la pregunta de si la manzana está podrida, debemos de hacer una doble distinción: como un todo, sí; en estas partes, sí; en las otras partes, no. Y en segundo lugar, mientras la manzana no es putrefacción y la putrefacción no es manzana, sin embargo lo podrido no se puede separar de su manzana y no puede existir sin ella. Apliquemos la primera parte de esta comparación – que es sentido común – a la Misa del Novus Ordo y a la “Iglesia Conciliar,” y la segunda parte a la “Iglesia Conciliar” y al Papado.

En lo que respecta a la Nueva Misa, está podrida en su totalidad por su antropocentrismo Conciliar, pero mientras algunas partes son claramente no Católicas (por ejemplo el Ofertorio), otras partes son Católicas (por ejemplo el

Kyrie eleison.). Debido a que está podrida como un todo y lentamente convierte a los Católicos en Protestantes, no es apta para que asistamos, pero esa parte que es la Consagración puede ser Católica y válida. Por lo tanto uno no puede decir ni que la Misa del Novus Ordo es válida por lo que uno puede asistir, ni que no se puede asistir por que es inválida. Lo cierto es que puede ser válida en su parte esencial, pero no es una razón suficiente para exponer nuestra fe al peligro de asistir a esta en su todo.

De manera similar, la Iglesia de hoy en día está podrida como un todo en el grado que el Conciliarismo se esparce a lo largo de esta, pero eso no significa que cada una de las partes de la Iglesia está podrida por el Conciliarismo. Por lo que es tan malo condenar cualquier parte que aún es Católica por su todo Conciliar, como también es malo disculpar el todo Conciliar por aquellas partes que aún son Católicas. Para poner en sintonía nuestra mente con la realidad, uno debe de distinguir entre ambos, y entre las partes diferentes y entre el todo y sus partes.

Y si aplicamos también a la Iglesia de hoy en día la segunda parte de la comparación con una manzana podrida, podemos decir que es genuinamente provechoso hablar de dos iglesias, la “iglesia Conciliar” y la Iglesia Católica, porque el Conciliarismo se encuentra en la vida real a través de casi toda la Iglesia, aunque en su estado puro el Conciliarismo y el Catolicismo se excluyen entre sí como la manzana y lo podrido. Pero en la vida real no se pueden separar más que lo podrido de su manzana o cualquier parásito de su portador. En la vida real solo existe una Iglesia, la Iglesia Católica, sufriendo hoy en día en casi toda su extensión la podredumbre del Conciliarismo.

Por lo tanto en lo referente a un Papa Conciliar, una manera de hablar realmente útil es el decir que él es una cabeza de dos iglesias, porque a través de sus palabras y acciones, algunas veces Católicas, algunas veces Conciliares, él se coloca todo el tiempo a la cabeza tanto de la Iglesia Católica como de la podredumbre Conciliar. Pero no por esto estamos diciendo que él es la cabeza de dos iglesias separadas en la realidad. Estamos diciendo que él es cabeza tanto del Catolicismo y del Conciliarismo en la única verdadera Iglesia Católica, en la actualidad desfigurada casi en todas sus partes por la podredumbre Conciliar.

Y ¿por qué en el nombre de Dios están los líderes de nuestra Iglesia tan enamorados de la podredumbre Conciliar? Debido al vehemente deseo moderno de la libertad. Esa es otra historia. Pero mientras tanto ¡debemos de orar con todas nuestras fuerzas por Benedicto XVI para que vea la diferencia entre la manzana y su podredumbre!

Kyrie eleison.