Comentarios Eleison

Argumento Emocional

Argumento Emocional on marzo 21, 2015

Una comparación del ayer tiene la ventaja de ser muy clara: en el lomo de una mula una carga pesada puede ser difícil de balancear. Si se desplaza a la izquierda, uno debe empujarla a la derecha. Si se inclina a la derecha, debe ser empujada a la izquierda. Pero ese doble empuje no es contrario – tiene el único propósito de mantener la carga balanceada. De modo semejante, el que estos “Comentarios” argumenten repetidamente contra el sedevacantismo no significa empujar hacia el liberalismo, ni tampoco sugieren que el sedevacantismo sea tan malo como el liberalismo. Meramente es reconocer que las ultrajantes palabras y actos del presente ocupante de la Santa Sede están tentando a muchos buenos Católicos a renunciar a su razón y a juzgar la realidad por sus emociones. Esa es una práctica muy común hoy en día, pero no es católica.

Por ejemplo, los argumentos sedevacantistas, al examinarse, no son nunca tan fuertes como pudieran parecerlo. Miremos a dos que cruzaron recientemente a mi atención, ambos de Católicos devotos fuertes en la Fe. Aquí está el primero: los Papas Conciliares, especialmente Francisco, no han confirmado a su rebaño en la Fe. Pero, es a la esencia de un Papa hacerlo. Por consiguiente los Papas Conciliares no son esencialmente Papas. En respuesta, uno debe distinguir un Papa en su serlo de un Papa en su acción. Un Papa deviene esencialmente Papa en su serlo por su elección válida en un Cónclave de Cardenales o por su elección, si ella hubiera sido inválida en sí, siendo convalidada por su subsiguiente aceptación como Papa por la Iglesia Universal (que puede haber sido el caso para más de un Papa Conciliar, Dios sólo lo sabe). Por el contrario, confirmando a su rebaño en la Fe, un Papa es esencialmente Papa en su acción. Las dos cosas, serlo y acción, son diferentes y pueden ser separadas. Por consiguiente, un Papa puede fallar en acción sin necesariamente dejar de ser Papa en su serlo. Ese es seguramente el caso de varios, sino todos, los Papas Conciliares.

Y aquí está el segundo argumento: para el Católico individual y falible ponerse a sí mismo como juez de error del Magisterio infalible de la Iglesia, es ridículo. Enfrentado entonces al error obvio (por ejemplo el Conciliarismo) de ese Magisterio (por ejemplo los Papas Conciliares), este Católico puede sólo concluir que ellos no han sido Papas verdaderos. Pero, en respuesta, el Papa no es necesariamente el Magisterio infalible de la Iglesia. Si él no compromete todas las cuatro estrictas condiciones del Magisterio Extraordinario, ni enseña de acuerdo con el Magisterio Ordinario de la Iglesia, entonces es falible, y si por añadidura contradice ese Magisterio Ordinario, entonces está ciertamente en el error, y puede ser juzgado de ser tal por cualquier Católico (¡o no-Católico!) que esté haciendo el correcto uso de su mente que Dios le dio. De otra manera, ¿cómo pudo Nuestro Señor habernos prevenido todos para que nos guardáramos de los falsos profetas y de los lobos disfrazados de ovejas (Mt.VII,15–20)?

De hecho, ambos argumentos pueden provenir de un rechazo emocional a los Papas Conciliares: “¡Ellos han maltratado a la Iglesia de tal manera que yo simplemente no puedo aceptar que hayan sido Papas!” Pero ¿qué tal si yo hubiera sido un espectador observando el Via Crucis original? – “¡Este es maltrato tal de Jesús que yo simplemente no puedo aceptar ya más que Él es el Hijo de Dios!” ¿No es que mi rechazo emocional al maltrato hubiera sido correcto y, sin embargo, mi conclusión equivocada? Hay un misterio involucrado en los Papas Conciliares que es vaciado o anulado por el sedevacantismo.

Ahora bien, puede ser que, cuando la Iglesia un día recobre sus sentidos, la sola autoridad competente declarará que los Papas Conciliares no eran Papas, pero entre ahora y ese momento los argumentos hasta ahora presentados para probar que la Sede de Roma esté vacante no son tan contundentes como se pueden presentar para parecerlo.

Kyrie eleison.

Caos Revisitado

Caos Revisitado on marzo 14, 2015

En el libro Iota Unum escrito por el laico italiano Romano Amerio y muy admirado por Monseñor Lefebvre, un párrafo fascinante ya ha sido citado en estos “Comentarios”. En el libro Amerio desmonta magistralmente todos los errores doctrinales del Vaticano II. En la sección # 319 escribe: (1) Si la actual crisis tiende a invertir la esencia de la Iglesia, y (2) esa tendencia es interna a la Iglesia, sin provenir como otras veces de una agresión externa, entonces (3) la prospectiva del mundo es un abismo monocolor que hace imposible el diagnóstico y el pronóstico: y (4) frente al cual el único refugio del hombre es el silencio (edición española, p. 560; edición inglesa, p. 713; edición francesa, p. 579).

He aquí una afirmación contundente, si uno lo reflexiona. Amerio afirma que estamos al borde del caos porque, por supuesto, (1) la crisis presente, a la vez, está tendiendo a invertir la naturaleza de la Iglesia y (2) es interna a la Iglesia pues que el propio Papa hace declaraciones tales como “no hay Dios católico” y “los homosexuales necesitan ser evaluados”, declaraciones cuya deliberada ambigüedad abre la puerta de par en par para la inversión de todos los principios católicos, dogmáticos como morales. Pero, ¿por qué deberían (3) el diagnóstico y el pronóstico Católicos devenir imposibles, y cómo puede (4) no haber más nada que decir? ¿Cómo pudo Amerio llegar a tan sombría conclusión?

Porque Nuestro Señor dice, “Yo soy la luz del mundo. El que me siga, no andará en tinieblas” (Jn. VIII,12), lo cual sugiere fuertemente que la masa de la población mundial que no lo sigue ahora a Él, ya está en las tinieblas. Él también dice a aquellos que sí, lo siguen a Él, “Vosotros sois la luz del mundo” (Mt.V, 14), lo cual sugiere fuertemente que si los Católicos convencidos son menos cada día que pasa, entonces las tinieblas en la Iglesia y el mundo se tornan más tenebrosas cada día que pasa. Está bien, uno puede decir, pero las tinieblas son sólo una metáfora. ¿Por qué deberían el diagnóstico y el pronóstico católicos devenir imposibles?

(3) Porque más y más personas hoy en día están incapacitadas para pensar. Porque desde que Nuestro Señor con Su Encarnación trajo la gracia sobrenatural para el rescate de la naturaleza herida y en lucha, esa naturaleza ya no ha sido más capaz de mantenerse en pie sin esa gracia. Por consiguiente cuando los hombres dan sus espaldas a Jesucristo y Dios, socavan su propia naturaleza. Y, repudian ese sentido común con el cual son dotados por la naturaleza para pensar: en cuanto al contenido de sus pensamientos, de acuerdo con la realidad, y en cuanto a su procedimiento, según la lógica. Ellos quieren liberarse de la realidad y de la lógica con el objetivo de desafiar a Dios, rehaciendo el mundo de acuerdo a sus fantasías.

Se sigue que si Jesucristo vino al rescate de la humanidad y de la naturaleza humana a través del establecimiento de Su Iglesia Católica, y si en el Vaticano II los Gentiles tambien acabaron por repudiar esa Iglesia, entonces el proceso de los hombres desgarrándose a pedazos y a sí mismos, a su naturaleza y a su pensamiento, dio un paso adelante tan gigantesco en el Concilio que es prácticamente irreversible. He aquí como Amerio puede ver implícito en el Vaticano II, un “abismo monocolor “, del cual puede servir como ejemplo y preludio, el beligerante caos de opiniones orgullosamente cabriolando hoy en día en el Internet.

Pero (4) ¿por qué no gritar en esas tinieblas? ¿Por qué debe ser que “el único refugio del hombre es el silencio”? Porque en un caótico estruendo la Verdad simplemente no puede ser escuchada, excepto, uno puede agregar, por unas pocas almas que Dios ha preordinado para escucharla (Hechos XIII, 48). Estas almas son elegidas por Dios, no por los hombres, y pueden provenir de los ambientes más sorprendentes. Ellas no gustan del “abismo monocolor”, y Nuestro Señor las lleva al Padre (Jn. XIV, 6). Serán una ayuda importante de la Iglesia y una esperanza del mundo.

Kyrie eleison.

Inimaginable Enfermedad

Inimaginable Enfermedad on marzo 7, 2015

En el “verano caliente” de 1976 de la Fraternidad San Pío X, luego que Pablo VI “suspendió” a Monseñor Lefebvre por ordenar 14 sacerdotes para la Tradición, el choque entre el Papa y la Tradición Católica fue tan brutal que en ese Agosto ocurrió uno de los dos momentos en que Monseñor más seriamente consideró si la Sede de Roma estaba vacante. Como puede escucharse en la grabación de sus palabras cuando habló en ese entonces, estaba agonizando a causa de ese choque: ¿cómo es posible que un verdadero Vicario de Cristo esté destruyendo la Iglesia de tal manera? Finalmente Monseñor nunca adoptó la solución sedevacantista, pero veamos cuan claramente él planteó el problema, y luego ofrezcamos una vez más una línea de solución que tal vez para una mente demasiado sana como la suya era impensable. Aquí está un resumen de sus palabras en Agosto de 1976:—

La gente me pregunta que pienso del Papa [Pablo VI]. Es un misterio increíble: el verdadero Papa es la unidad de la Iglesia, inspirado por el Espíritu Santo y protegido por la promesa de Nuestro Señor para defender la Fe. Pero gracias al Vaticano II, Pablo VI está sistemáticamente destruyendo la Iglesia. Nada escapa: catecismo, universidades, Congregaciones, seminarios, escuelas. Todo lo Católico está siendo destruído. Uno busca una solución.

Una serie de falsas soluciones pueden ser descartadas de plano, por ejemplo que Pablo VI es un prisionero, drogado, víctima de sus subordinados, etc. Porque, cuándo él bendijo a los Carismáticos o besó los pies del Patriarca Ortodoxo, ¿tenía un revólver en su cabeza? Lo he observado en audiencias públicas hablando con la habilidad, presencia de mente, pertinencia e inteligencia de un hombre en plena posesión de sus facultades. El Cardenal Benelli me dijo que fue el Papa mismo quien me escribió esas cartas [aplastadoras de la Tradición], que está muy bien informado, que sabe exactamente lo que está haciendo, que ello es su voluntad, que ellas son sus decisiones. El Cardenal dijo que él daba parte al Papa cada día y que lo haría de vuelta inmediatamente después de nuestra propia conversación.

Entonces, ¿puede Pablo VI no ser un verdadero Papa? Esa es una hipótesis posible. Los teólogos han estudiado el problema. Yo no sé. No me hagan decir lo que no digo. Pero el problema parece teológicamente insoluble.

Monseñor hablaba de Pablo VI, pero el problema es esencialmente el mismo con todos los seis Papas Conciliares (excepto tal vez Juan Pablo I). Dividamos el problema en dos: ¿cómo puede el verdadero Dios permitir tal destrucción de Su Iglesia? ¿Cómo pueden Sus verdaderos Vicarios ser los principales destructores?

En cuanto a Dios, en primer lugar la destrucción será aún peor al final del mundo (Lc. XVIII,8). En segundo lugar, puede muy bien ser que Dios este purificando Su Iglesia para preparar el Triunfo del Corazón Inmaculado de Su Madre. En tercer lugar, Dios ciertamente protegió a Pablo VI de destruir completamente la Iglesia cuando por ejemplo Él arregló el descubrimiento “al azar” a Pablo VI de un plan para disolver el Papado por el texto ambiguo de Lumen Gentium. Esto permitió al Papa bloquear el plan agregando la Nota Praevia.

En cuanto a los Vicarios, Monseñor Lefebvre nunca parece haber considerado la solución siguiente que puede ser el porqué en ese Agosto aún él parece haber estado casi enredado entre la espada sedevacantista y la pared liberal. Pues, si con cada año el liberalismo se acerca más a confundir la mente de cada hombre en la tierra ¿cómo pueden los Papas escapar a la enfermedad universal de estar sinceramente equivocados? ¿Porque ellos son hombres instruídos? Pero el liberalismo reina especialmente en las escuelas y universidades. De manera que si los Papas Conciliares mal instruídos están sinceramente convencidos de que la “verdad” evoluciona, ellos, ni siquiera aún por sus graves errores, estarán pertinazmente negando lo que ellos conocen ser definido como Verdad católica porque aún Verdad definida, si debe ser “verdad”, evoluciona, en la dirección de ellos.

Kyrie eleison.

Signo Alentador

Signo Alentador on febrero 28, 2015

Luego que tres números de estos “Comentarios” han tratado de mostrar la nueva manera de pensar por la cual la Fraternidad San Pío X de Monseñor Lefebvre está envenenándose a muerte, presentemos un signo alentador que muestra que su Fraternidad no está todavía completamente muerta: citas de un sermón dado el 1ero de Enero de este año en Chicago por Monseñor Tissier de Mallerais, uno de los cuatro obispos consagrados para la FSPX en 1988. La gente a menudo pregunta porque se escucha hablar tan poco de él pues él es conocido por ser un hombre tímido pero honesto, con una fuerte fe, una clara mente y un gran conocimiento de, y amor por, el Arzobispo. Tal vez él ha amado la Fraternidad “no sabiamente, pero demasiado bien” de manera que él no ha visto o no ha querido ver a que punto los Superiores actuales están desde hace largos años, lentamente pero seguramente, traicionando el combate por la Fe del Arzobispo. ¿Ha puesto él la unidad de la Fraternidad por arriba de la Fe de la Iglesia? Pero el mes pasado él dijo varias cosas que no se podían decir mejor.

Él citó al Arzobispo quien escribió en su Itinerario Espiritual (Cap.III, p. 40): Es pues un deber estricto para todo sacerdote que quiere permanecer católico el separarse de esta Iglesia Conciliar, mientras ella no reencuentre la Tradición del Magisterio de la Iglesia y de la Fe católica. Luego, para enfatizar, Monseñor Tissier dijo “Permítanme que yo repita eso” y anunció de nuevo la cita.

A continuación él se refirió a las fuerzas del mal que ocupan la Iglesia. Así advirtió contra los “ falsos amigos ” que erróneamente mantienen que si la FSPX permanece “ separada de la Iglesia visible ”, ella se transformará en una secta. Él declaró, por el contrario, que “ nosotros somos la Iglesia visible ” y que “ nosotros estamos en la Iglesia ”.

Finalmente él advirtió contra los “ falsos amigos ” que pretenden que la FSPX está en una situación anormal porque no estamos “ reconocidos por la Iglesia ”, y él declaró que es la situación de Roma, no la nuestra, la que es anormal, que la Fraternidad no precisa “ retornar ” porque son estos Romanos los que tienen que retornar. “ No necesitamos buscar que podemos hacer nosotros en Roma, sino más bien que testimonio nosotros podemos darle a la Iglesia toda siendo una luz en un candelero y no bajo un tonel ”.

La línea del pensamiento de Monseñor Tissier, tal como ella es expresada en estas citas, es exactamente la del Arzobispo. Los cucúes modernistas ocupando hoy en día el nido del ruiseñor, es decir las estructuras de la verdadera Iglesia, pueden presentar la apariencia de ruiseñores, pero su canto, es decir su doctrina, doctrina, doctrina, los traiciona inmediatamente. En realidad no son más que cucúes sin ningún derecho a ocupar ese nido. El nido verdadero no hace su doctrina verdadera. Su falsa doctrina hace falsa su ocupación de ese nido. Ellos pueden ser visibles en ese nido pero, como su doctrina lo muestra, ellos no son verdaderos ruiseñores. Dondequiera que el remanente de los verdaderos ruiseñores esté visiblemente reunido en cualquier nido provisional, ellos están en la Iglesia, ellos son la verdadera Iglesia visible y su hermoso canto testimonia a quienquiera que tiene oídos para escuchar, que los cucúes son nada más que cucúes que han robado el nido católico que actualmente ellos ocupan.

¡Ay!, los Superiores actuales de la XSPX no tienen oído musical, no quieren distinguir el canto de los cucúes del de los ruiseñores, y así juzgan al Catolicismo por las apariencias del nido en lugar de por la realidad del canto. Lo que Monseñor Tissier dijo acá les debe haber desagradado enormemente. Sin ninguna duda, ellos habrán ejercido una presion, hábilmente calculada, para asegurarse que él dé un paso atrás y vuelva a la línea, su línea de ellos. Y, por “obediencia”, él arriesga hacer exactamente eso. Debemos rezar por él.

Kyrie eleison.

El Pensar de la Neo-Fraternidad – III

El Pensar de la Neo-Fraternidad – III on febrero 21, 2015

Habiendo estos “Comentarios” declarado (395) que el Primer Asistente de la Neo-fraternidad carece de doctrina y (396) que esa carencia de doctrina es un problema tan amplio como la amplitud misma puede serlo, a saber la totalidad de la modernidad contra la totalidad de la Verdad, queda ahora por mostrar como este problema universal se manifiesta en una serie de errores particulares en la entrevista que el Padre Pfluger dio en Alemania hacia finales del año pasado. Para abreviar tendremos que hacer uso del resumen de su pensar (no esencialmente inexacto) dado aquí hace dos semanas, y del cual las proposiciones están en bastardilla:—

La Iglesia Católica es mucho más amplia que solamente el movimiento Tradicional.

Sí, pero la doctrina del movimiento Tradicional no es ni más ni menos amplia que la doctrina de la Iglesia Católica, siendo idéntica a ella, y esa doctrina es el corazón y el alma del movimiento Tradicional.

Nunca haremos atractiva o convincente a la Tradición si nos quedamos atascados en las décadas de 1950 o 1970.

Pensar en hacer “atractiva o convincente” a la Tradición es una manera demasiado humana de concebirla. La Tradición Católica viene de Dios y tiene un poder divino para convencer y atraer siempre y cuando sea presentada fielmente, sin cambio ni alteración humanos.

La Tradición no puede ser confinada dentro de las condenaciones de la Iglesia al liberalismo en los siglos 19no y 20mo.

Cierto, pero el Evangelio no podía ser defendido en ese entonces sin esas condenaciones doctrinales y dado que el siglo 21ero es más liberal que nunca, la Tradición tampoco puede mantenerse sin ellas hoy en día.

Nuestro tiempo es diferente, no podemos inmovilizarnos, mucho de lo que es moderno no es inmoral.

Nuestro tiempo no es tanto más diferente. Es más liberal que nunca (por ejemplo “matrimonios” homosexuales), así que puede no ser todo inmoral, pero la doctrina católica es absolutamente necesaria para separar lo moral de lo inmoral.

Así, nosotros debemos re-posicionarnos, lo cual es un problema práctico y no una cuestión de Fe.

Cualquier re-posicionamiento que la Iglesia hace in cualquier momento debe ser siempre juzgado a la luz de la Fe. El re-posicionamiento de la XSPX desde el 2012 abandona claramente el combate de Monseñor Lefebvre por la Fe.

El movimiento de la “Resistencia” ha fabricado su propia “fe” por la cual condenar a la Neofraternidad.

Cualesquiera sean las deficiencias humanas de la “Resistencia”, precisamente ella ha surgido, como el movimiento Tradicional en la década de 1970, espontáneamente todo alrededor del mundo en reacción contra la traición de la Neofraternidad. La reacción puede parecer desunida, pero está unida por la idéntica Fe mantenida por los Resistentes.

El Cuartel General de la FSPX nunca traicionó a la Tradición en el 2012 porque sus acciones fueron atacadas por ambos lados.

Así que la Verdad ¿está siempre en el medio para ser medida por reacciones humanas? Eso es política humana, inadecuada para juzgar a la Verdad divina, absolutamente inadecuada para resolver la crisis de hoy en día de la Iglesia.

Los textos oficiales del 2012 de la Neofraternidad no fueron dogmáticos.

Pero el documento más oficial de todos de la XSPX en el 2012 fue el de las seis condiciones del Capítulo General para cualquier “acuerdo” futuro con Roma, es decir las seis gravemente inadecuadas condiciones para someter la defensa de la Fe a sus mortales enemigos Conciliares. ¿No es la totalidad de la Fe dogmática?

Roma estaba mucho menos agresiva contra la XSPX en el 2012 que lo estaba en el 2006.

Porque desde el 2006, y mismo antes, Roma podía ver a la FSPX transformarse constantemente en un tigre de papel.

La Neofraternidad sigue al Espíritu y se inspira en la Tradición.

Los Carismáticos neoprotestantes “siguen al Espíritu”. Los de la Misa del Indulto “se inspiran en la Tradición”.

Debería ser claro a estas alturas que el Padre Pfluger quiere abandonar la Fraternidad doctrinal anti-liberal de Monseñor Lefebvre y reformarla en una Neo-fraternidad que armonizará con la Neo-iglesia del Vaticano II. Tampoco es suficiente decir que la XSPX no ha dado aún ningún paso decisivo hacia Roma porque, a menos que haya una firme resistencia, y pronto, desde el interior de la Neo-fraternidad, sus dirigentes la están llevando, lentamente pero seguramente, dentro de los brazos de la Roma Conciliar. ¿Es eso lo que gente católica quiere?

Kyrie eleison.

El Pensar de la Neofraternidad – II

El Pensar de la Neofraternidad – II on febrero 14, 2015

Algunas 650 palabras de un único “Comentario Eleison” no son para nada suficientes para dejar claro el enorme problema planteado por la entrevista dada por el Primer Asistente de la Neofraternidad a una revista de la Neofraternidad en Alemania hacia finales del año pasado ( cf. CE de la semana pasada). El pensar del Padre Pfluger brota de la venenosa mentalidad moderna, así que no es de sorprender si la Fraternidad San Pío X de Monseñor Lefebvre (FSPX) está siendo envenenada de arriba hasta abajo y trasformada en la Neofraternidad de Monseñor Fellay (XSPX). El veneno consiste en la mudanza de Dios al hombre, de la religión de Dios a la religión del hombre, de las verdades de Dios a las libertades del hombre, de la doctrina de Cristo (“Yendo, ENSEÑAD a todas las naciones” – Mt.XXVIII,19) a la unificación de la humanidad.

Tal como millones sobre millones de hombres modernos, miles sobre miles de prelados de la Iglesia en altos cargos, y demasiado muchos sacerdotes y laicos de lo que una vez era la FSPX, el Padre Pfluger no comprende la importancia crucial de la doctrina católica para la Iglesia. “ADOCTRINEN a todas las naciones” pudo haber dicho Nuestro Señor. ¿Por qué? Porque todos los hombres son creados por Dios para ir al Cielo (I Tim. II,4). Esto ellos sólo lo pueden hacer por medio de Jesucristo (Hech. IV,12), primeramente creyendo en Jesucristo (Jn. I,12) lo cual ellos solamente pueden hacer oyendo acerca de la Fe (Rom. X,17), en otras palabras oyendo la DOCTRINA católica. Entonces si alguien esta desinteresado en la doctrina católica significa que él no está interesado en ir al Cielo. ¡Buena suerte para él, donde sea que pasará su eternidad!

Ahora bien, de principio a fin la entrevista alemana del Padre Pfluger delata su desinterés relativo en la doctrina católica pero, como los “Comentarios” de la semana pasada declararon, a ese desinterés se lo ve más claramente delatado por su implícito menosprecio (palabra no demasiado fuerte) a los grandes documentos anti-liberales, anti-Masónicos, anti-modernistas, que fueron notablemente las Encíclicas Papales de los siglos 19no y 20mo, digamos desde Mirari Vos de 1831 hasta Humani Generis de 1950. Para la forma de pensar del Padre Pfluger, estos documentos “anti” probablemente parecen meramente negativos, mientras que la doctrina católica es esencialmente positiva. Equivale esto a pensar que la medicina es meramente negativa mientras que la salud es esencialmente positiva. Sin embargo la medicina puede ser esencial para preservar la salud, ¡caramba! Pero ¿por qué son las Encíclicas medicina tan necesaria para la salud de la Iglesia hoy en día?

Porque el hombre no está hecho para vivir solo (el salvaje noble de Rousseau), él es por naturaleza un animal social (Aristóteles) – observen las miles de maneras en que los hombres se juntan para asociarse. Ahora bien, la Revolución Francesa de 1789, por cocear a Aristóteles y seguir a Rousseau, derrumbó la base natural de la sociedad y la colocó en cambio sobre fundaciones fabricadas meramente por el hombre, hostiles a la naturaleza humana tal como diseñada por Dios y, por consiguiente, hostiles a Dios. Por consiguiente, así como las ideas Revolucionarias avanzaban a través de Francia, Europa y el mundo, así la Iglesia Católica se encontraba en un ambiente social más y más hostil, porque la profunda influencia que cualquier sociedad tiene sobre los individuos pertenecientes a ella, ha funcionado más y más contra Dios y contra la salvación de las almas.

Por un largo tiempo los Papas católicos no se dejaron engañar, e hicieron revivir la medicina de la verdadera doctrina social de la Iglesia para aplicarla por medio de sus Encíclicas a la enfermedad de la humanidad Revolucionaria. Así, las Encíclicas no enseñan otra cosa que la doctrina de siempre de la Iglesia sobre la naturaleza de la sociedad humana entre el hombre y Dios. Esa doctrina social no había sido necesario repetirla por todo el tiempo en que había sido el sentido común de todos. Así, las Encíclicas no son un desafortunado accidente de desafortunados tiempos en el pasado. Son centrales a la defensa de la Fe en el presente, como Monseñor Lefebvre lo aprendió tan bien del Padre Le Floch. Pero vino entonces el “buen” Papa Juan para declarar que el hombre moderno ya no está más enfermo, y ahora viene el Padre Pfluger. Más la semana próxima.

Kyrie eleison.