ateísmo

Oración Urgente

Oración Urgente on enero 14, 2017

Cuando el Titanic comenzó a hundirse en 1912, es bien sabido que los primeros botes salvavidas a ser lanzados no estaban llenos según su capacidad porque todavía no había suficientes pasajeros que tomaran seriamente la condición condenada del barco afectado. Pero a medida que la plena verdad se volvió ampliamente conocida, así el resto de los botes salvavidas tenían cada uno más personas que las suficientes queriendo abordar. Ahora, el hundimiento del Titanic fue un espejo de Dios mostrando al mundo moderno donde está, pero de ninguna manera todas las personas vivas hoy creen eso, y así los botes salvavidas de la Tradición Católica están siendo vaciados más que llenados. Ni con mucho suficientes almas captan aún la verdad plena de nuestra condición condenada como para estar haciendo lo que ellas necesitan estar haciendo – orar urgentemente.

He aquí como un amigo de Suiza lo pone: “En nuestro país como en otras partes, hasta la última traza de Catolicismo está desapareciendo y el (otrora muy Católico cantón del) Valais no es la excepción. Todo necesita empezar de nuevo, mientras que los enemigos de la Verdad son más numerosos cada día”. ¿Puede alguien decir que esta descripción no encaja en su propia parte del mundo? ¡Ciertamente vale para Inglaterra! En una encuesta realizada a 1,595 adultos ingleses el 18 y 19 de diciembre, solamente 28% creen en Dios mientras que 38% son ateos positivos. Hace poco menos de dos años estas cifras eran de 32% los creyentes, 33% los ateos. Es evidente que los incrédulos están avanzando considerablemente. ¡Pobre Inglaterra!

Pero, ¿por qué es tan importante creer en Dios? Santo Tomás de Aquino explica en su Tratado sobre los Ángeles: así como toda la Creación procede de Dios por un desbordamiento de su bondad, así esa bondad en las creaturas busca volver a la Suprema Bondad del Creador, cada una a su propia manera: vegetales y minerales por una inclinación natural, animales por una inclinación sensorial, hombres y ángeles más perfectamente por una inclinación intelectual de la mente y libre albedrío (1a, 59, 1). Así los seres humanos vienen de Dios para volver a Él por el correcto uso de sus mentes, siendo “inexcusables”, según dice San Pablo, si pretenden que no pueden reconocer a Dios en Su Creación (Rom. I, 20) y por el correcto uso de su libre albedrío para elegirlo a Él en lugar de rechazarlo. Por desgracia, las atracciones sensuales alejan de Dios a la mayoría de los hombres (1a, 63, 9 ad 1).

Sin embargo, ser arrastrados lejos de Él no es para lo que Dios destinó al hombre. Cada hombre que Él creó, lo hizo para el Cielo (I Tim. II,4) y a todos los hombres Él les da la gracia suficiente como para que ellos lo conozcan y lo amen y así lleguen al Cielo. El Cielo es, por consiguiente, para lo que cada hombre es, sea o no que acepte el hecho, y si lo rechaza, está encegueciéndose a sí mismo y no puede tener entendimiento de lo que se trata la vida. Se seguiría que todos estos hombres que son líderes en cualquier dominio son en última instancia ciegos liderando a ciegos, mientras que los seguidores son ciegos siguiendo a ciegos. “Yo soy la Luz del Mundo”, dice Nuestro Señor Jesucristo, “el que me siga, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan VIII, 12).

Entonces, quien rechaza seguir a Dios, ni que decir a Jesucristo y a Su Iglesia Católica, camina en la oscuridad, y la obstinada preferencia hoy de los “Occidentales” globales por más y más oscuridad está preparando un terrible Castigo comparable solamente con el Diluvio en tiempos de Noé. Así como entonces los hombres habían “corrompido su camino sobre la tierra” de tal manera (Gén. VI, 12) que Dios tuvo que intervenir con el Diluvio para prevenir que absolutamente todos los hombres eligieran ir al Infierno, así también hoy la corrupción es tan terrible que sólo Dios puede interrumpirla.

Pero los hombres siempre pueden orar, y la oración todavía funciona como nada otro más funciona. Pues es fácil de imaginar cómo en medio de millones y millones de almas volviéndose a Mammon y alejándose de Dios, Él positivamente ve por, y escucha a, las cada vez menos almas que se vuelven a Él. La hora es para orar, a través de Su Madre, la oración del Santo Rosario, quince Misterios al día, si esto es razonablemente posible.

Kyrie eleison.

Las Flores Enseñan

Las Flores Enseñan on junio 23, 2012

Si las flores hablan (cf.EC 255), entonces ellas también pueden enseñar: el valor del tiempo, la justicia de Dios, la armonía de la gracia y de la naturaleza.

Por ejemplo, si Dios existe y El no es injusto por hacer que toda la eternidad del alma dependa de las elecciones que ella ha hecho durante una breve vida, aunque haya durado 90 años, entonces resulta lógico que cada momento de esa vida cuenta así como que en cada momento (aunque no siempre con la misma fuerza) Dios nos está atrayendo para unirnos a El por toda la eternidad. Por ello tiene sentido que El esté hablando a través de las flores y de cada otro regalo de su creación puesto que ¿qué alma viva puede verdaderamente decir que no tiene nada ni nadie a quien amar? Aún el más rabioso “ateísta” tiene, digamos, su perro o sus cigarrillos. ¿Y Quien diseñó a los perros y a las plantas de tabaco, y los mantuvo reproduciéndose siempre hasta hoy día?

Así, justo antes de morir, el “ateísta” puede todavía reclamar que al menos a él nunca le habló Dios pero en el instante que muera asirá velozmente que durante cada momento de su vida despierta, Dios ha estado atrayéndole hacia El por medio de una criatura u otra alrededor de él. “¿Soy ahora injusto,” Dios puede preguntarle, “si Yo te condeno por cada momento restante de mi vida siendo que, por cada momento de tu vida, tú me has estado rechazando? Ten lo que elegiste. Aléjate de mí al . . .” (Mt.XXV,41).

Inversamente, vean un alma que ha aprovechado cada momento de su vida para amar al gran y buen Dios detrás de todas las buenas cosas que ha disfrutado, y que además ha reconocido el permiso de su Providencia detrás de todas las cosas malas que no ha gustado. Entonces, ¿Quién necesita ser reconocido o famoso, quien necesita aparecer en los medios o llenar cajones con fotografías de vacaciones, para darle así sentido a su vida? No es extraño que en épocas pasadas las almas talentosas podían enterrar sus talentos en un claustro o monasterio para consagrarlas enteramente al amor de Dios. Pues, de verdad, cada momento de nuestro tiempo tiene inmensurable valor, puesto que sobre cada momento pende para bien o para mal una inmensurable eternidad.

Más aún, el que las flores hablen puede ayudarnos a que tenga sentido otro bien conocido problema: ¿Cómo pueden las almas no Católicas ser condenadas por no tener la Fe Católica siendo que misioneros Católicos nunca llegaron a ellas? Cualquier misterio que allí haya puede al menos ser parcialmente resuelto, humanamente hablando, si uno recuerda que es el mismísimo Dios quien creó las flores y quien instituyó la Iglesia Católica. Así, si la Providencia de Dios nunca permitió que la verdad Católica llegue a los oídos de un alma determinada, sin embargo esa alma no podrá aducir que no conocía nada del verdadero Dios, y puede ser juzgada por aquello que sí conocía, como por ejemplo la belleza de los cielos con nubes, de los amaneceres y de los anocheceres. ¿Es que ella dijo, contemplándolos, tal como lo hizo el pagano Job (Job XIX,25), “Mas yo sé que vive mi Redentor”? ¿O bien dijo ella “Bueno, sí, eso es lindo, pero déjeme ahora visitar a la esposa de mi vecino . . .”?

De hecho, un número de quejas que los hombres tienen hoy contra su Creador se originan aún con los católicos, porque muchos católicos, como todos los demás hoy en día, están desconectados de la naturaleza debido a sus vidas urbanas o suburbanas, y su “espiritualidad” deviene, correspondientemente, artificial. “¡Guay de quien nunca haya amado a un animal!,” alguien dijo. Los niños están cercanos a Dios. Observen cuán naturalmente los niños aman a los animales.

Gran y buen Dios, concédenos verte donde Tú estás, en el fondo de todo y de todos, a cada momento.

Kyrie eleison.

Doctrina Indispensable

Doctrina Indispensable on octubre 9, 2010

Puedo recordar cuando en 1986 el Arzobispo Lefevbre se sorprendía al ver cómo muy pocos seguidores de la Tradición Católica parecían comprender la enormidad de la fiesta-de-amor de todas las religiones en Asís, mas tal es la corrupción de nuestros tiempos: las ideas y la verdad no tienen consecuencia alguna, porque “Todo lo que necesitas es amor.” Lo cierto es que todos nosotros necesitamos, absolutamente, tanto la doctrina como el amor.

La doctrina no es únicamente formulas de palabras. Aquellos que tenemos el inestimable don de la Fe sabemos que de nuestra corta vida en este mundo depende una eternidad de inimaginable dicha u horror en la vida venidera, y sabemos también que este es el destino de todo hombre, lo crean o no, regla a la cual el Limbo para los inocentes que no han sido bautizados es la única excepción. Entonces es evidente que a menos de que Dios sea cruel – ¡deseo vano de muchas pobres almas buscando justificar su rebeldía en contra de Él! – El ofrece a todas las almas a cada momento la luz y la fuerza que necesitan para ganarse el Cielo y evitar el Infierno, si así lo desean. Pero cuando un alma no tiene la Fe ¿qué forma puede tomar esta luz y esta fuerza?

Recurramos a dos no-Católicos para conocer la respuesta. El Dr. Samuel Johnson, gigante Inglés del sentido común del siglo XVIII, dijo “Aquel que odia Londres odia la vida.” En otras palabras, detrás del alboroto de la vida diaria en todos sus detalles cotidianos, un hombre se forja día a día una actitud hacia la vida. También el Conde Leo Tolstoi en su novela épica Guerra y Paz, dice “Aquel que ama la vida, ama a Dios.” En otras palabras, la actitud general de un hombre hacia la vida constituye de hecho una actitud hacia Dios. Claro está que muchas almas modernas negarán vigorosamente que su actitud hacia la vida tiene algo que ver con un Dios “que no existe,” sin embargo Dios no le sostiene menos en su existencia a él y a todas las cosas que lo rodean día con día, y El le da en todo momento el libre albedrío con el cual puede amarle u odiarle a este Dios que está dentro de sí y detrás de todos. Por ejemplo los Comunistas son oficialmente ateos, sin embargo Lenin una vez dijo, “Dios es mi enemigo personal.” Los Comunistas, como tales, odian la vida y odian a Dios.

Entonces ¿cuál es la actitud adecuada hacia la vida y hacia Dios? El Primer Mandamiento lo expone: el amarlo a Él con todo el corazón, la mente y el alma. Pero ¿cómo puedo amar a alguien sin antes tener algún conocimiento de él? La actitud correcta hacia la vida y hacia Dios presupone por lo menos un poco de fe o confianza en la bondad de la vida y/o de Dios. Por lo tanto, cuando las almas iletradas vienen a Nuestro Señor en los Evangelios para pedir un milagro, frecuentemente pone a prueba su “fe,” o la elogia y la recompensa, cuando concede el milagro. ¿Cuál Fe? Fe en Él. ¿Pero quién exactamente es Él?

Eso les corresponde a las almas instruidas formularlo, en la doctrina. Esta doctrina de Dios puede pulirse a través de los años, pero no puede cambiarse, no más de lo que Dios puede cambiarse. Es el corrector continuo de nuestra actitud hacia la vida y hacia Dios, por todo el tiempo que queramos ser inimaginablemente felices y no desdichados para toda la eternidad. La doctrina Católica es verdad. Dios es Verdad. La Verdad es indispensable.

Kyrie eleison.