Comentarios Eleison

La Iglesia Sepultada – I

La Iglesia Sepultada – I on abril 11, 2020

Si creemos a Nuestra Señora de La Salette y al Venerable Bartolomé Holzhauser, lo que vivimos hoy es sólo el fin de la Quinta Edad del mundo, no es aún el fin de la Séptima y última Edad del mundo. La Quinta Edad está lista para terminar en un gran castigo, preludio de la breve Sexta Edad que será el más grande y glorioso triunfo de la Iglesia en toda su historia, preludio a su vez de la Séptima Edad que verá el surgimiento del Anticristo, la mayor persecución de toda la historia de la Iglesia y el ocaso del mundo tal como lo conocemos, para ser misteriosamente reemplazado por “nuevos cielos y una nueva tierra” (II Pedro III, 13). Si esto es lo que San Pedro, el Venerable Holzhauser y Nuestra Señora de La Salette querían decir, entonces ciertamente la Iglesia se levantará de nuevo de su actual tumba mucho antes de que despegue en el fin del mundo hacia el Cielo. La pregunta es, ¿cómo sobrevivirá y saldrá de su actual tumba?

El punto esencial que hay que comprender es que la Iglesia pertenece a Dios, que la Iglesia está dirigida por el Espíritu de Dios, y que la acción de este Espíritu Santo es comparable a la del viento que sopla donde quiere, sabemos que está allí porque podemos oírlo, pero no sabemos de dónde viene ni a dónde va (Juan III, 8). Por lo tanto, los pensamientos de Dios van a estar muy por encima de nuestros pensamientos como hombres, y tenemos que acostumbrarnos, por ejemplo, a que los primeros sean los últimos y los últimos los primeros (Mt. XX, 16). Así, desde 1970, cuando se fundó la Fraternidad San Pío X, hasta 2012, cuando sus líderes establecieron las condiciones para que la Fraternidad volviera bajo los romanos conciliares, la Fraternidad fue una vanguardia en la defensa de la Fe, pero desde 2012 ha sido oficialmente como un perro faldero de los romanos. El Sistema se tragó a la Fraternidad, y de ser uno de los primeros, comenzó a convertirse en uno de los últimos, porque el Diablo no dejará que se detenga a mitad de camino.

En este punto, muchos católicos de la Tradición deseaban con todo su corazón que una pos-Fraternidad surgiera para tomar el lugar de la Fraternidad. Pero una pos-Fraternidad podría bien no haber sido la voluntad de Dios. Los años 2010 ya no eran los 70 u 80 cuando Monseñor Lefebvre pudo construir la Fraternidad mundial. La desintegración de los corazones y las mentes estaba mucho más avanzada que en los años 70, y desde 2012, si cabe, se está acelerando. Vean el poco sentido común que tienen los hombres hoy en día, cada vez menos. Por supuesto que la gracia de Dios puede hacer católicos integrales a los seres humanos desintegrados, pero Dios raramente forzará el libre albedrío de los hombres, y así, si los hombres insisten en convertir su interior en una especie de pantano fangoso, el helicóptero de la gracia sobrenatural de Dios puede que ni siquiera intente aterrizar, por miedo a desaparecer en el barro.

Ciertamente Dios mantendrá la Iglesia a lo largo de los años 2020. Por medio de un movimiento de “Resistencia” sin estructura ni organización, y con luchas endémicas entre los miembros que se resisten unos a otros? Sin embargo si todos los resistentes comparten al menos la misma verdadera Fe, su movimiento puede ser todavía una estrella en la defensa de la Fe, y su falta de estructura puede ser incluso una ventaja si significa que no hay una cabeza cuya captura sea demasiado susceptible de significar la caída de toda la estructura, porque el hombre moderno no sabe ni cómo obedecer ni como desobedecer. Y si los que se resisten tienen además un mínimo de sentido común y de caridad, entonces pueden incluso llevarse bien sin tener que devorarse unos a otros. Y si la “Resistencia” no es una etiqueta de la cual estar orgulloso, tampoco es algo malo, porque la situación ha ido mucho más allá de las meras etiquetas.

En cualquier caso, lo que es vitalmente necesario para los católicos que desean salvar sus almas manteniendo la Fe es ver cómo y por qué el mundo que nos rodea socava y corrompe su Fe Católica. No es necesariamente por falta de buena voluntad o de buenas intenciones, al contrario. Mientras que los protestantes originales eran enemigos abiertos y amargos de la Fe, sus sucesores, los liberales del mundo entero, pueden ser sinceramente amistosos con los católicos, siempre que éstos compartan su profundo principio de que la verdad sólo puede ser subjetiva; que sólo hay un Dogma, según el cual todos los demás dogmas son opcionales; que las ideas no importan; que “Todo lo que necesitas es amor”; que todas las religiones tienen el mismo y único Dios, y así sucesivamente. Este Dogma se ha vuelto tan instintivo que ya ni siquiera se discute, por lo que es tan peligroso. La verdad es descartada fuera de la corte incluso antes de que pueda poner un pie en la sala. Pero si no hay verdad, ¿cómo puede haber un Dios verdadero?

Kyrie eleison.

Pensamientos del Jueves

Pensamientos del Jueves on abril 3, 2020

Seguramente muchos lectores conocen por la liturgia de la Semana Santa, que se celebra normalmente la semana que viene, los relatos evangélicos de la Pasión de Nuestro Señor, pero puede que no hayan pensado en cuántos de los diversos momentos de la Pasión pueden aplicarse a la situación de los católicos de hoy. Tomemos por ejemplo el cautiverio de Nuestro Señor en el Huerto de Getsemaní. Dijo muchas cosas, cada una de las cuales es un mundo en interpretación.

El jueves por la noche Jerusalén está llena de peregrinos de Judea, Galilea y la Diáspora, y hay una tensión eléctrica en toda la ciudad porque todas personas importantes están allí para la gran fiesta de la Pascua, y la tensión se centra en torno a Jesús. Él es muy amado por sus Apóstoles y discípulos y por el gran número de personas a las que ha enseñado, sanado, consolado y ayudado en los últimos tres años de su ministerio terrenal. Por otra parte, parece que las autoridades religiosas del Templo, los sumos sacerdotes y los escribas y fariseos, lo desaprueban severamente, y lo quieren absolutamente fuera del camino. ¿Qué ha hecho mal? ¿Y qué le van a hacer? La ciudad entera habla de Jesús.

En esta atmósfera tensa ha celebrado la Última Cena con sus Apóstoles, añadiendo extrañas pero inmensamente serias ceremonias a las del Antiguo Testamento, y hablando como si estuviera a punto de dejarlas. Envía a Judas Iscariote a su camino, y luego los otros Apóstoles lleva al Huerto de Getsemaní. Están asustados e inquietos, pero Pedro está listo para luchar, habiendo traído una espada con él. Jesús deja atrás a ocho de los once, llevando a Pedro, Santiago y Juan aún más adentro del olivar, donde les pide que oren, advirtiéndoles que si no lo hacen, la tentación puede atraparlos. Luego los deja también atrás, y reza solo su terrible agonía en tres partes, encontrándolos dormidos cada vez que se reúne con ellos. Finalmente Judas Iscariote trae a la Guardia del Templo para arrestar a nuestro Señor, lejos de la gente que se arriesgó a protegerlo, y lo traiciona con un beso. Pedro se enfurece, saca su espada, y en defensa de su amado Maestro le corta la oreja a un sirviente del Sumo Sacerdote, sólo para que Jesús le diga que baje su espada. Jesús da tres razones.

En primer lugar, “Todos los que toman la espada perecerán por la espada”. Nuestro Señor no debe ser el bribón de los bastos, sino el Rey de Corazones, en la lucha esencialmente espiritual por la salvación eterna de las almas. Esto no puede hacerlo por medio de la violencia que sólo engendrará contra-violencia. En segundo lugar, de manera similar, “¿Creéis que no puedo apelar a mi Padre, y que Él me enviará inmediatamente más de doce legiones de ángeles?” Obviamente, el Creador del universo tiene una amplia fuerza física para derrocar ejércitos enteros de enemigos de Su Hijo, pero no es así como ganarían almas, al contrario. La fuerza superior sólo alienaría a las almas físicamente aplastadas por Dios. Y en tercer lugar, “¿Cómo entonces deben cumplirse las Escrituras, para que sea así?” El plan de Dios, consignado en la Sagrada Escritura, ha sido desde toda la eternidad que Jesús llegará a las almas (una minoría) ¡siendo Él mismo aplastado! ¡Jesús ganará siendo, como decimos hoy, al menos en apariencia, un “perdedor”! En este punto es Pedro quien “pierde”, y en total incomprensión de su amado Maestro, huye, seguido por los otros diez Apóstoles.

Como muchos varones Tradicionalistas de hoy en día, Pedro es un hombre de hombres. Es “macho”. No le falta nada de fe o valor o devoción a su divino Maestro, pero ha dormido en lugar de orar en el Huerto. Si hubiera rezado en lugar de dormir, sus pensamientos podrían haber sido divinos en lugar de humanos, demasiado humanos, y podría haber comprendido que Jesús marchaba a un nivel mucho más alto que el de Pedro, por muy valiente y devoto que fuera Pedro. Por liberalismo o sedevacantismo, los católicos hoy en día no sólo cortan una oreja de uno de los sirvientes del Sumo Sacerdote, sino que cortan la cabeza del propio Sumo Sacerdote por medio de una suave cuasi-herejía o un duro cuasi-cisma. ¿Pero no nos ha advertido nuestro Señor mismo que su Iglesia también ganará perdiendo? En el fin del mundo (Lucas XVIII, 8), ¿no habrá casi desaparecido? Misterio . . .

Kyrie eleison.

Mundo Transformado

Mundo Transformado on marzo 28, 2020

Dos eventos están sacudiendo al mundo, el coronavirus y el colapso de lo que ha sido el sistema financiero mundial durante, tal vez, los dos últimos siglos. Los dos eventos pueden estar conectados. Varios comentaristas están mencionando a Dios Todopoderoso, al menos en relación con la propagación mundial del coronavirus, porque esa propagación es como una plaga, y en tiempos pasados cuando no había otro remedio, las plagas a menudo hacían que los hombres se volvieran a Dios. Pero ese Dios – que no ha cambiado – está casi ciertamente jugando un papel más importante en ambos eventos hoy en día de lo que la mayoría de la gente piensa.

¿Es decir que Dios causó la infección mundial del coronavirus? Indirectamente, sí, porque Él lo previó desde la eternidad y decidió dejar que ocurriera. ¿Y qué bien mayor podría traer su permisión para la infección? Hemos visto a los gobiernos de muchos países imponer tales restricciones a los movimientos de sus ciudadanos que estos países están virtualmente paralizados. Esto les da a los ciudadanos una seria oportunidad de darse cuenta, en primer lugar, de lo frágil que es el funcionamiento de su tan cacareada forma de vida moderna: ni es tan robusta, ni son tan campeones de la realidad, como podrían haber pensado. Y en segundo lugar, por la seria interrupción de su normal carrera-de-ratas se les está dando tiempo y oportunidad que normalmente nunca tendrían para reflexionar sobre esa carrera-de-ratas: ¿Quién soy yo? ¿Qué es mi vida? ¿Qué estoy haciendo con ella? ¿A dónde voy? Desgraciadamente, muchos ciudadanos modernos así providencialmente frenados sólo querrán acelerar de nuevo para distraerse de los pensamientos que evocan algo más alto que su apasionante carrera-de-ratas . . .

Otra razón por la que Dios puede no haber causado directamente el coronavirus es la cantidad de serias especulaciones de que el virus no proviene de la Naturaleza de Dios sino de los laboratorios de los hombres, donde los virus de la naturaleza se hacen artificialmente mucho más dañinos y contagiosos para servir como potenciales armas de guerra. Y si de ahí viene el coronavirus, ¿a quién pueden culpar los hombres excepto a otros hombres?

Y luego no sólo está la fabricación del virus, sino también su liberación – ¿cómo escapó de los laboratorios para amenazar a la humanidad? ¿Fue la fuga un accidente, o fue una liberación deliberada? Una vez más, hay muchas especulaciones de que no fue un accidente, sino que fue programado criminalmente para coincidir con el colapso del sistema financiero mundial, también diseñado. El virus ayudaría al colapso de dos maneras: en primer lugar, detendría, aunque fuera brevemente, una parte significativa del funcionamiento de las economías del mundo, forzando bancarrotas y un aumento generalizado del endeudamiento y la esclavitud al Poder Monetario mundial; y en segundo lugar, un pánico exagerado sobre el virus en los mismos medios de comunicación de los globalistas serviría para distraer a la humanidad de su asservimiento, dandole un importante paso adelante. Ciertamente, si la crisis financiera fue deliberada, la coincidencia del virus fue una ganancia inesperada para quien estuviera detrás de la crisis.

¿Y así fue, o es, cualquiera que esté detrás de la caída de los mercados de valores del mundo en marzo, que no ha terminado de ninguna manera? Por supuesto que sí. El Poder del Dinero, que controla los gobiernos con los que trabaja, tiene tanto dinero a su disposición que puede oscilar a voluntad los mercados de valores supuestamente libres, hacia arriba o hacia abajo. Tales caídas a partir de este marzo están diseñadas para causar una gran transferencia de riqueza de los pequeños inversionistas al Poder del Dinero. En este caso creó desde 1987 un mercado alcista de 33 años para atraerlos, y una vez que estuvieron bien adentro, estrelló el mercado para despojarlos de sus activos, mientras que él mismo ha apostado en el mercado bajista y ha hecho una fortuna. Y los gobiernos protegen el Poder del Dinero porque los compró hace mucho tiempo.

¿Y Dios Todopoderoso? “Hijos míos, si insistís en adorar a Mamón y al materialismo en lugar de a Mí, esto es lo que os sucederá. Habéis despreciado mi religión para reemplazarla por la política. Habéis adorado a vuestros gobiernos en lugar de a vuestro Dios. Habéis creído en el dinero en lugar de la caridad hacia vuestros semejantes. ¿Os sorprende ahora que los gobiernos, la política y el dinero os decepcionen? ¿Os duele que os haya decepcionado? Hijos, os ofrezco el Paraíso, y por toda la eternidad.”

Kyrie eleison.

Malicia del Modernismo – III

Malicia del Modernismo – III on marzo 21, 2020

Si hay algo que un sacerdote católico necesita saber y comprender a fondo hoy en día, es la frase clave en el corazón de la gran carta encíclica de San Pío X, Pascendi, escrita en 1907 para defender a la Iglesia y a la humanidad de la amenaza mortal del modernismo. El modernismo es ese movimiento de pensamiento y acción por el cual los hombres renuncian a cambiar el mundo para adaptarlo a Cristo y su Iglesia, y trabajan en cambio en cambiar a Cristo y su Iglesia para adaptarlos al mundo moderno. ¿Y cuál es la frase clave de Pascendi por la que esto debe hacerse? Hela aquí en el párrafo 6 (o más o menos) de la Encíclica:

“La razón humana, encerrada rigurosamente en el circulo de los fenomenos, es decir, de las cosas que aparecen, y tales ni mas ni menos como aparecen, no posee facultad ni derecho de franquear los limites de aquéllas”.

En otras palabras, la mente humana, que de hecho está todo el día leyendo detrás de lo que aparece a los sentidos, ¡es finalmente declarada por el hombre moderno como incapaz de leer detrás de las apariencias! En otras palabras, lo que me parece una puerta podría ser una pared, lo que me parece una pared podría ser de hecho la puerta. De lo que se deduce que puede ser mejor intentar atravesar el muro que la puerta. Por supuesto, esto es una estupidez tan grande que nadie se sorprenderá al saber que incluso los seguidores modernos de Immanuel Kant (1732–1804), que sistematizó la estupidez, rara vez intentan atravesar los muros. En otras palabras, logran vivir sin tomar en serio su propia filosofía. He aquí por qué la filosofía moderna se ha hecho tan mala fama. Sin embargo, ¡el totalmente estúpido Kant reina supremo en el departamento de filosofía de casi todas las “universidades” de nuestro tiempo! ¿Cómo puede ser eso posible?

Porque Kant es el gran Libertador. Es él quien de una vez por todas liberó la mente de la realidad. ¡Es él quien decretó que la mente es libre de la realidad externa porque no tiene acceso a ella! La mente no puede llegar a la realidad tal como es en sí misma, el “Ding an sich”, porque no puede ir detrás de lo que le muestran los sentidos. No importa si sólo puedo vivir asumiendo 24 horas al día, 7 días a la semana, tanto que mis sentidos me están diciendo lo que es real a mi alrededor, como lo que mi mente o intelecto es capaz de descifrar o leer dentro de aquello que mis sentidos me muestran. A partir de Kant, la realidad que me rodea es cada vez menos interesante. Lo que importa es la “filosofía trascendental”, como él la llama, es decir, el pensamiento que subirá a las alturas y sondeará las profundidades de mi fantasía con independencia total de la realidad cotidiana como puertas y paredes. ¡Mi mente ha despegado! ¡Mi mente está libre de la realidad! ¡De ahora en adelante todo lo que quiero es “verdadero”! De hecho, la palabra “Verdad” ha tomado un significado muy diferente. De hecho, todas las palabras adquieren un significado trascendental. ¡La libertad reina en mi cabeza!

Pero si alguien insiste en llevarme de vuelta a lo que él llama el mundo real, entonces todavía puedo elegir asumir, como todos los pobres no-universitarios, que para continuar sobreviviendo (puf!) en el mundo rutinario (puf!), es mejor no tratar de caminar a través de lo que parecen paredes, y mejor no tratar de comer piedras. En otras palabras, mi mente es trascendentalmente superior a, y libre de, todo su “sentido común” (puf!), pero todavía puedo operar de acuerdo con él – cuando lo elijo – para propósitos de la vida diaria (puf!).

Ahora bien, la libertad es la verdadera religión del hombre moderno, y es la religión aparente, la que tiene en la vida de demasiados católicos todas las aparencias pero nada de la sustancia de la verdadera religión,. Como dice San Pablo, “En los últimos tiempos . . . los hombres . . . mantendrán la forma de la religión pero negarán su poder” (II Tim. III, 1–5), en otras palabras, mantendrán las apariencias pero negarán la sustancia. ¿Qué son esos católicos? Son precisamente católicos kantianos, o modernistas, porque casi todo el mundo hoy en día es kantiano, porque casi todo el mundo hoy en día adora la libertad, y es Kant quien finalmente les dio la llave para salir de la prisión de la realidad de Dios y escapar a las nubes de la modernidad trascendental. Siempre puedo someterme a Dios de nuevo por el tiempo que yo quiera, pero Él ya no puede mantenerme en cautiverio. ¡Soy libre, soy libre, soy libre!

La increíble perversidad, orgullo y perfidia de Kant debería empezar a aparecer. Más que nunca,

Señor, ten misericordia.

Malicia del Modernismo – II

Malicia del Modernismo – II on marzo 14, 2020

La malicia del modernismo es un tema enorme, no menos que el de un mundo entero volviéndose contra su Creador al final de un proceso que dura varios siglos, cuando en el apogeo de la Edad Media la Cristiandad se desplomó para pasar de la elevación a la caída. El ascenso había comenzado en el año 33 DC, por supuesto, cuando nuestro Señor Encarnado fundó la única y verdadera Iglesia de Dios con su sacrificio en la Cruz. La Edad Media podría datarse del Pontificado de Gregorio Magno (590–604), que duró casi un milenio hasta el estallido del Protestantismo y el comienzo de la edad moderna en 1517.

Pero había una gran diferencia, naturalmente, entre la actitud de la humanidad hacia Cristo y su Iglesia antes y después de la Edad Media: antes de la Edad Media el cristianismo estaba demostrando cada vez más el ser el mejor fundamento de la civilización, mientras que después de la Edad Media se había demostrado ampliamente, de modo que después de la Edad Media su superioridad sobre todas las demás religiones tenía que ser reconocida incluso cuando en la práctica se rechazaba. Esto significa que todos los sustitutos del catolicismo que han seguido a la Edad Media se caracterizan por una hipocresía que necesitaba ser cada vez más sutil para hacerse pasar por el verdadero reemplazo del catolicismo.

Así, Lutero rechazó brutalmente el catolicismo, pero aún así pretendió que su revolución era una “Reforma”, y después de que la Iglesia Católica expulsara a Lutero, los jansenistas revolucionarios crearon en el siglo XVI una forma protestante de catolicismo. Los jansenistas se transformaron a su vez en liberales en el siglo XVIII, fingiendo tener en su masonería un culto superior al de los protestantes o los católicos, y cuando la verdadera Iglesia se deshizo decididamente de la masonería a partir del siglo XVIII, los liberales se disfrazaron de católicos liberales en el siglo XIX y de liberales “actualizados” o superiores a los católicos en el siglo XX. San Pío X diagnosticó y descartó rápidamente este Modernismo en Pascendi, pero al hacerse pasar aun más sutilmente como un catolicismo actualizado, barrió con él a casi toda la Iglesia en el Vaticano II (1962–1965), y en el siglo XXI el disfraz fue tan bueno que incluso la Fraternidad oficial de San Pío X, fundada para resistir ese Neo-modernismo, fue esencialmente barrida también.

Humanamente hablando, es desalentador darse cuenta en 2020 de lo poco que queda de la resistencia católica en este ascenso del Diablo y de sus ataques contra la Iglesia, pero esto es lo que el Dios Sapientísimo ha elegido permitir, y sin duda sigue cuidando de su “pequeño rebaño”, como lo llama Nuestro Señor: “No temas, pequeño rebaño, porque a tu Padre le place darte el reino. Vended vuestras posesiones y dad limosna; daos bolsas que no envejezcan, un tesoro en el cielo que no falle, donde no se acerque ningún ladrón y no lo destruya la polilla. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Lucas XII, 32–34). Es decir, renunciar al dinero y al materialismo, porque Nuestro Señor nos advierte que no podemos servir a dos dioses a la vez, y si servimos a Mamón, no podemos servir a Dios (Mt. VI, 24).

Y si reconocemos lo vulnerables que somos a los sutiles errores y mentiras y blasfemias del Diablo que han abrumado al mundo que nos rodea, entonces a modo de antídoto recemos el Rosario de Nuestra Señora, preferentemente los 15 Misterios al día, porque Ella y sólo Ella lo tiene bajo sus pies, como cualquier buena imagen de Ella, cuadro o estatua, nos recuerda, y tan abrumador es el mal hoy en día que los 15 Misterios no son demasiados, si solo son razonables y posibles.

Y cómo es que una humilde doncella judía es más fuerte que Satanás con “todas sus pompas y obras” es el secreto de Dios, revelado tanto por Nuestro Señor – “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que has ocultado estas cosas a los sabios y a los entendidos y se las has revelado a los niños” (MT. XI, 25), como por San Pablo – “Dios eligió lo que es necio en el mundo para avergonzar a los sabios; Dios eligió lo que es débil en el mundo para avergonzar a los fuertes” (I Cor. 18–30). La próxima semana, una mirada más cercana a la hipocresía del modernismo.

Kyrie eleison.

Malicia del Modernismo – I

Malicia del Modernismo – I on marzo 7, 2020

Si la Fraternidad San Pío X ya no es una destacada punta de lanza de la defensa de la Fe Católica como lo fue bajo Monseñor Lefebvre (1905–1991), es seguramente porque sus sucesores al frente de la Fraternidad nunca entendieron tan bien como él la total malicia de ese error que actualmente está devastando a la Iglesia, que es el modernismo. De hecho, hacia el final de sus días, se cita al arzobispo diciendo que si hubiera leído antes en su carrera la Historia del Catolicismo Liberal en Francia de 1870 a 1914 por el P. Emmanuel Barbier (1851–1925), habría dado a sus seminaristas una dirección diferente. Si esta observación es auténtica, sugiere que incluso el Arzobispo había sido superado por la malicia de la modernidad. Del mismo modo, se cita al valiente fundador del periódico Si si no no en Italia, Don Francesco Putti (1909–1984), quien dijo a su buen amigo, el Arzobispo, “La mitad de Sus seminaristas son modernistas”.

Pero la malicia de la modernidad es fácil de subestimar, porque se ha ido acumulando en Occidente durante siglos, y porque todos los occidentales están empapados de ella desde la cuna hasta la tumba. De esta modernidad vino el modernismo en la Iglesia, precisamente para adaptarse a ella, y esta misma modernidad proporcionó el antecedente de todos los Padres del Concilio en los años 60, y de los sucesores del Arzobispo a partir de los años 80. De hecho, sólo puede haber sido por una gracia especial de Dios que el Arzobispo vio el problema tan claramente como lo hizo. Mostremos cómo la falta de comprensión del modernismo subyace a la mayoría de los errores de sus sucesores –

1 El 95% de los textos del Vaticano II son aceptables. Por el contrario, Monseñor Lefebvre dijo que el problema con el Vaticano II no radica tanto en sus grandes errores de libertad religiosa, colegialidad y ecumenismo como en el subjetivismo que impregna todos sus textos, por el cual la verdad objetiva, Dios y la Fe Católica se disuelven finalmente en la nada. Por la revolución copernicana llevada a cabo en la filosofía por Kant (1724–1804) y denunciada por Pío X en Pascendi (1907), en lugar de que el sujeto girara alrededor del objeto, en adelante el objeto debía girar alrededor del sujeto. Alrededor de esta locura ahora gira el mundo entero.

2 Es cierto que el Concilio fue malo, pero hoy en día está perdiendo el control sobre los romanos. ¿De verdad? ¿Y la Pachamama? ¿Desde cuándo hemos visto tal idolatría pública en los jardines del Vaticano y hasta en las iglesias de Roma?

3 No sirve de nada que la Fraternidad espere hasta que Roma se convierta de su modernismo, pero si están dispuestos a aceptarnos “como somos” significa que Roma está en camino de convertirse, así que deberíamos llegar a un acuerdo. De hecho, es inútil esperar a que los modernistas romanos se conviertan, porque son liberales. Se necesita un milagro para convertir a un liberal (P. Vallet), porque el liberalismo es una trampa cómoda y halagadora de la que humanamente hablando es virtualmente imposible salir sin un milagro, y ese milagro para el mundo y la Iglesia será la Consagración de Rusia, no una Fraternidad que va por el camino de los liberales. Si aceptan “tal cual es” a la anteriormente recalcitrante FSSPX, es sólo porque la FSSPX ya no es antiliberal como lo era antes, porque la sal de la Fraternidad está perdiendo su sabor (cf. Mt. V, 13).

4 Necesitamos paciencia y tacto para entender cómo piensan los romanos para no ofenderlos.

Para entender cómo piensan estos modernistas en Roma, necesitamos humildad y realismo y cursos contundentes de Pascendi para asegurarnos de que entendemos correctamente el virus de su modernismo, vicioso y altamente contagioso, antes de acercarnos a ellos. Lo que más necesitarían, si pudieran soportarlo, es sentirse ofendidos y escandalizados por su propio modernismo, hasta que comprendan lo que el P. Calmel quiso decir cuando dijo, “Un modernista es un hereje combinado con un traidor”.

5 No se ha firmado ningún acuerdo formal entre Roma y la Sociedad, por lo que aún no se ha hecho ningún daño. Ha habido un inmenso daño en una serie de acuerdos parciales, por ejemplo, sobre confesiones y matrimonios, por los que un gran número de sacerdotes y laicos de la Sociedad entienden cada vez menos lo que su Fundador quiso decir cuando escribió en su último libro que cualquier sacerdote que desee mantener la Fe debe mantenerse alejado de estos romanos. Pueden ser hombres “agradables”. Pueden tener “buenas intenciones”. Pero, objetivamente, están asesinando a la Madre Iglesia.

Kyrie eleison.