Maria Valtorta

Los Frutos de Valtorta

Los Frutos de Valtorta on febrero 29, 2020

Nuestro Señor Jesucristo nunca esperó que sus ovejas fueran, y menos aún que pretendieran ser, grandes teólogos, pero sí esperó que tuvieran suficiente sentido común para poder, en caso de que alguien o algo les confundiera, poder juzgarlos por sus frutos. “Por sus frutos los conoceréis” – Mt. VII, 15–20. Ahora bien, las obras de María Valtorta (soltera italiana postrada en cama, 1897–1961), especialmente su Poema del Hombre-Dios (1943–1947), son muy controvertidas, siendo sus defensores tan entusiastas como sus atacantes violentos. Entonces, ¿cuáles son sus frutos? He aquí un testimonio recibido recientemente por el editor de estos “Comentarios”, adaptado como siempre para estos “Comentarios”:—

Me gustaría compartir con usted mi asombro por El Poema del Hombre-Dios de María Valtorta, después de mi paciente lectura de los diez volúmenes, y después de discutir con el editor de los libros y con los escritores que apoyan a María Valtorta. Ya lo había escuchado a usted citar a esta mística italiana en privado, pero entonces el ataque al Poema del Padre H. y su posterior estigmatización por la Fraternidad San Pío X me hizo esperar diez años antes de leerlo. Sin embargo, la Providencia finalmente puso en mis manos una copia de esta versión tan detallada del Evangelio, y de una biografía de María Valtorta, que leí cuidadosamente, con lápiz en la mano para tomar notas. Después de cinco meses de duro trabajo, me sorprendió lo ortodoxos que son los diez libros y el bien que hicieron a mi alma y a toda mi familia.

Hay Dominicos que lo condenan. Lo encuentro desafortunado. ¿Lo han leído realmente? Me hace sentir como si fuera un tabú hablar de ello abiertamente. También he estudiado todo acerca de cómo la obra llegó a existir (fue aprobada por Pío XII), y encuentro injusta la forma en que los Tradicionalistas han puesto a esta noble alma víctima en juicio y la han condenado. Temo por sus críticos no sea que sus revelaciones procedan verdaderamente de Nuestro Señor, y estén destinadas a nuestros tiempos.

Los números anteriores de sus “Comentarios” de los años 2011 y 2012 sobre el “ Poema ” son un verdadero consuelo para alguien como yo que siente que está cometiendo una falta cuando utiliza para su alimento espiritual diario “El Evangelio tal como me fue revelado” (el título alternativo del Poema ). Tenemos una variedad de versiones de esta monumental Vida de Jesús: no sólo los diez volúmenes completos para adultos, sino también libros ilustrados muy bien elaborados para niños a partir de los ocho años, y una versión simplificada para niños de 13 años. El resultado es que toda la familia está unida en estas luminosas páginas sobre el Hombre-Dios y sus relaciones con el mundo, con su Madre, y sobre todo para nuestros tiempos, con Judas Iscariote. Sus relaciones con los otros once Apóstoles, las santas mujeres y sus enemigos son igualmente edificantes.

Para entender la Pasión de la Iglesia de hoy, sufriendo y muriendo a manos de sus propios ministros, es particularmente útil comparar el carácter moderno y la naturaleza liberal de Judas, traidor dentro de la Iglesia como se retrata en el Poema, con nuestros propios eclesiásticos conciliares, pero también añadiría con el soñoliento “cristiano” liberal dentro de cada uno de nosotros. Porque, en efecto, el drama se desarrolla no sólo en la cabeza de la Iglesia, sino también en y a través de las familias que renuncian a la lucha por vivir de acuerdo con el Evangelio, exactamente como se reveló a María Valtorta . . . (Aquí termina el testimonio del lector)

En conclusión, el Poema del Hombre-Dios de María Valtorta es muy controvertido, pero no tiene por qué serlo. Por un lado no está a la altura de los cuatro Evangelios o de la Sagrada Escritura, ni ha sido declarado auténtico por la Iglesia, ni es necesario para la salvación, ni es del gusto de todos los católicos serios, ni es reclamado como ninguna de estas cosas por ningún católico que tenga sano juicio. Por otro lado, como con el Sudario de Turín o la Tilma de Nuestra Señora de Guadalupe, la asombrosa evidencia de la autenticidad del Poema parece solamente aumentar con el paso del tiempo. Ha puesto a incontables almas en el camino espiritual de la conversión o la perfección, hacia la salvación. Y ha sido recomendado y aprobado por muchos católicos serios, incluyendo teólogos y obispos. Como dijo Pío XII sobre el poema: “El que tenga oídos para oír, que oiga”.

Kyrie eleison.

Leer en Familia

Leer en Familia on octubre 20, 2012

Cuando hace poco estos “Comentarios” aconsejaban a los lectores transformar sus casas en fortalezas en caso de que los bastiones públicos de la Fe lleguen a ser una cosa del pasado a causa de la maldad de la época, algunos lectores escribieron para preguntar de que manera sus casas podrían ser fortificadas. De hecho, se han sugerido en números anteriores de los “Comentarios” un cierto número de medios espirituales y materiales para defender casa y familia, particularmente, por supuesto, el Santo Rosario, pero se ha dejado de mencionar una fortificación que pienso que yo probaría en lugar de la televisión si tuviera una familia que defender: cada noche leer en voz alta a los niños capítulos seleccionados del Poema del Hombre-Dios de María Valtorta. ¡Y cuando hayamos llegado al final del ultimo volumen, me imagino a nosotros recomenzando desde el principio, y así sucesivamente hasta que todos los niños hayan dejado el hogar!

Sin embargo el Poema tiene muchos y elocuentes enemigos. El Poema consiste de episodios de las vidas de Nuestro Señor y de Nuestra Señora, desde la concepción inmaculada de ella hasta su asunción al Cielo, tales como fueron vistos en visiones recibidas creíblemente del Cielo, durante la Segunda Guerra Mundial en el norte de Italia por María Valtorta, una mujer soltera de edad madura inmovilizada en una cama para enfermos, permanentemente lisiada debido a una herida en su espalda recibida varios años antes. Las notas incluidas en la edición italiana (que comprende más que cuatro miles de páginas en 10 volúmenes) muestran cuan temerosa ella estaba de estar siendo engañada por el Diablo, y muchas personas no están convencidas de que en realidad el Poemavenga de Dios. Veamos tres importantes objeciones.

En primer lugar, el Poema fue puesto en el Index de libros prohibidos por la Iglesia en los años de 1950, es decir antes que Roma se vuelva neo-modernista en los años 1960. La razón dada para su condenación fue que a los eventos del Evangelio se les daba un enfoque romántico y sentimental. En segundo lugar, se acusa al Poema de innumerables errores doctrinales. En tercer lugar, el Arzobispo Lefebvre le objetaba al Poema que el dar tantos detalles físicos de la vida diaria de Nuestro Señor le hace a El demasiado material, y nos lleva demasiado por debajo del nivel espiritual de los cuatro Evangelios.

Pero, en primer lugar, ¿como pudieron los modernistas haber tomado el poder en la Roma de los años 1960, como lo hicieron, si no hubieran ya estado bien establecidos en la Roma de los años 1950? El Poema, como los Evangelios (por ejemplo Jn.XI,35, etc.), está lleno de sentimiento, pero siempre proporcionado a su objeto. El Poema es para cualquier juez objetivo, en mi opinión, ni sentimental ni romántico. En segundo lugar, los supuestos errores doctrinales no parecen difíciles de explicar, uno por uno, como ya ha sido hecho por un teólogo competente en las notas que se encuentran en la edición italiana del Poema. Y, en tercer lugar, y, por supuesto con todo el debido respeto a Monseñor Lefebvre, yo diría que el hombre moderno necesita de los detalles materiales para que él pueda creer de nuevo en la realidad de los Evangelios. ¿No es verdad que demasiada “espiritualidad” ha lanzado a Nuestro Señor al piso superior, por así decirlo, mientras que el cine y la televisión, ocupando el piso material en que vivimos, falsifican todo sentido de lo que es verdaderamente espiritual? In cambio como Nuestro Señor era verdadero hombre y verdadero Dios, así el Poema es a cada momento tanto plenamente espiritual como plenamente material.

De la lectura real y no electrónica del Poema en la casa, puedo imaginar muchos beneficios, además del contacto vivo y real entre padres que leen y niños que escuchan. Los niños se empapan de lo que los rodea como las esponjas se empapan con el agua. A partir de la lectura de capítulos del Poema seleccionados según la edad de los niños, puedo imaginar el casi sin fin de lo mucho que podrían aprender de Nuestro Señor y de Nuestra Señora. ¡Y las preguntas que ellos harían! ¡Y las respuestas que les tocaría a los padres encontrar! Creo realmente que el Poema podría en gran manera contribuir a hacer de su casa una fortaleza de la Fe.

Kyrie eleison.

Dos Arrepentimientos

Dos Arrepentimientos on mayo 21, 2011

Un lector de “Comentarios Eleison” me preguntó hace varios meses que es lo que hace la diferencia entre el arrepentimiento de Judas Iscariote arrojando al suelo sus 30 monedas de plata a los pies de las autoridades del Templo (Mateo XXVII,3) y el de Pedro que lloró amargamente cuando cantó el gallo (Mateo XXVI,75). Algunos párrafos del Poema del Hombre-Dios de María Valtorta (1897–1961) responden muy bien a su pregunta. Nuestro Señor (si de hecho es el – “En cosas inciertas, libertad”) comenta aquí acerca de la visión que acaba de regalarle de las últimas horas de Judas Iscariote. El texto Italiano está ligeramente adaptado:—

“Si, la visión es horrenda, pero no inútil. Demasiadas personas piensan que lo que hizo Judas no fue tan grave. Algunos inclusive van más allá y dicen que fue meritorio, porque sin él la Redención no hubiese sucedido y así es que encontró justificación delante de Dios. En verdad te digo que si el Infierno no hubiera existido ya perfectamente equipado con tormentos, habría sido creado aún más eternamente horrendo para Judas, porque entre los pecadores condenados, él es el más condenado de todos, y su condenación no será aliviada nunca en toda la eternidad.”

“Es cierto que mostró remordimiento por su traición, y eso pudo haberlo salvado si hubiese tornado su remordimiento en arrepentimiento. Pero él no quería arrepentirse, y así es que en adición a su primer crimen de traición, sobre el cual – debido a mi debilidad amorosa – yo habría podido tener misericordia, siguió blasfemando y resistiéndose a todo impulso de gracia que le suplicaba a travésde cada trazo y memoria de mí en su última huida desesperada por aquí y por allá en Jerusalén, lo que incluyeel encuentro con mi Madre y sus palabras tan dulces. Se resistió a todo. El quería resistirse. Así como quería traicionarme. Así como quería maldecirme. Así como quería matarse a sí mismo. Lo que quiere un hombre es lo que cuenta. Para bien o para mal.”

“Cuando alguien cae sin realmente quererlo, yo lo perdono. Por ejemplo Pedro. El me negó. ¿Por qué? Él mismo no sabía por qué lo hizo. ¿Acaso era un cobarde? No. Mi Pedro no era un cobarde. En el Jardín de Getsemaní desafío a todo el grupo de guardias del Templo para cortar la oreja de Malco en mi defensa, poniendo en riesgo su vida por hacerlo. Luego huyó. Sin tener la voluntad de hacerlo. Después me negó tres veces pero, lo repito, sin tener la voluntad de hacerlo. Por el resto de su vida logró quedarse en el camino manchado de sangre de la Cruz, mi camino, hasta que murió el mismo en la cruz. Siguió siendo mi muy buen testigo hasta que fue matado por su inquebrantable fe. Yo defiendo a mi Pedro. Sus huidas y sus negaciones fueron los últimos momentos de su debilidad humana. Pero la voluntad de su naturaleza superior no estaba detrás de esas acciones. Sobrecargada por su debilidad humana, esta se adormeció. Tan pronto despertó, no quería permanecer en pecado, quería ser perfecta. Inmediatamente lo perdoné. La voluntad de Judas estaba dirigida hacia la dirección opuesta . . .”

Al final del Poema del Hombre-Dios Nuestro Señor (si es que es Él – Yo pienso que si lo es) dicta a María Valtorta las siete razones por las cuales concedió esta larga serie de visiones de su vida al mundo moderno. La primera razón fue hacer revivir en las mentes de los fieles las enseñanzas fundamentales de la Iglesia, en las que el modernismo había hecho estragos. ¿Suena justo? La séptima razón fue – – “para dar a conocer el misterio de Judas,” es decir, cómo un alma que recibió tantos dones de Dios pudo caer tan bajo.

Kyrie eleison.