tiranía

Llamamiento Admirable

Llamamiento Admirable on mayo 30, 2020

Desde que los gobiernos de todo el mundo tomaron medidas drásticas contra la vida de sus ciudadanos hace más de dos meses debido a informes deshonestos sobre el peligro del “coronavirus” que se soltó de China, expertos honestos han contradicho estos informes. Incluidas en esa represión estaban las severas medidas tomadas contra los católicos que asistían a misa o a cualquier liturgia de Semana Santa. Y en ese momento, los líderes de la Iglesia y los laicos ofrecieron poca resistencia. Pero a principios de este mes algunos eclesiásticos publicaron un “Llamamiento para la Iglesia y el Mundo” en el que por fin se denunciaban abiertamente las fuerzas siniestras detrás de la llamada “pandemia”, aunque éstas no se nombraran claramente. Ya era hora de que los católicos recibieran la orientación de los eclesiásticos de alto rango de que están siendo llevados como ovejas al matadero por lobos del Anticristo disfrazados de amigos de la humanidad. Aquí hay un resumen del llamamiento de 1375 palabras –

En la crisis de hoy, los pastores de la Iglesia abajo firmantes consideramos que tenemos el deber de hacer este llamamiento a todos los católicos y almas de buena voluntad. Los derechos de las personas han sido violados por las medidas gubernamentales mundiales tomadas con la excusa del coronavirus para restringir sus libertades cuando los hechos muestran que el pánico mediático suscitado por el virus ha sido exagerado fuera de toda proporción. Creemos que hay fuerzas interesadas en crear pánico entre la población mundial con el único objetivo de imponer permanentemente formas inaceptables de restricción de las libertades, de controlar a las personas y de seguir sus movimientos, y que esto es un preludio inquietante para la realización de un gobierno mundial fuera de todo control. Tales medidas han destrozado muchas economías y fomentado la interferencia extranjera, mientras que los gobiernos deben proteger a sus ciudadanos y no permitir que la ingeniería social divida las familias y aísle a los individuos.

Que los científicos digan la verdad y se cuiden de los turbios intereses comerciales y de las compañías farmacéuticas que buscan enormes beneficios mediante costosas curas para el no tan peligroso virus. Que los gobiernos eviten rigurosamente todos los sistemas de rastreo o localización de sus ciudadanos, y que no apoyen las intenciones ocultas de los organismos supranacionales que tienen intereses comerciales y políticos muy fuertes en el plan de hacerlo. Dejen que los ciudadanos sean libres de rechazar las vacunas, y que los autodenominados “expertos” no disfruten de ningún tipo de inmunidad frente a la persecución. Que los medios de comunicación digan la verdad y no practiquen varias formas de censura como se están practicando ahora, para imponer una única forma de pensamiento, de hecho una sutil dictadura de la opinión, tanto más eficaz por ser sutil.

Y por último, pero no menos importante, que todos recuerden que Nuestro Señor Jesucristo concedió a su Iglesia toda la independencia del Estado para adorar a Dios y para enseñar y gobernar a los ciudadanos de acuerdo con sus propios propósitos, la gloria de Dios y la salvación de las almas. El Estado no puede interferir en ningún dominio de la Iglesia sobre sus propios asuntos, ni limitar de ninguna manera la soberanía de la verdadera Iglesia de Dios, ni restringir o prohibir de ninguna manera el culto público o el cumplimiento del deber sacerdotal de los sacerdotes católicos. Por lo tanto, que se eliminen todas las restricciones del coronavirus sobre el culto católico. Si los ciudadanos tienen deberes hacia el Estado, también tienen derechos, que incluyen el respeto a la ley natural y a los intereses de Dios en primer lugar.

Estamos luchando contra un enemigo invisible que busca dividir a los ciudadanos, separar a los hijos de los padres, a los nietos de los abuelos, a las almas de los sacerdotes, a los estudiantes de los maestros, etc., en resumen, borrar siglos de civilización cristiana por una odiosa tiranía tecnológica en la que personas anónimas y sin rostro pueden decidir el destino del mundo confinándonos a una realidad virtual. Pero Cristo ganará. Rezamos por los líderes de gobierno que enfrentan una responsabilidad especial ante el tribunal de Dios, Rogamos a Nuestro Señor que proteja a Su Iglesia. Y que Nuestra Señora derrote los planes de los hijos de la oscuridad.

Y este llamamiento fue firmado por docenas de eminentes laicos, además de varios líderes religiosos.

Kyrie eleison.

Otra Vez, la Doctrina

Otra Vez, la Doctrina on agosto 18, 2012

El desprecio de la “doctrina” es hoy un inmenso problema. Los “mejores” de los católicos en nuestro siglo XXI reconocen de la boca para afuera la importancia de la “doctrina,” pero en su fuero interno sienten instintivamente que aún la doctrina católica es una especie de cárcel para sus espíritus, y los espíritus no deben ser encarcelados. En Washington DC., alrededor del domo interior del Memorial de Jefferson, este templo casi religioso del campeón norteamericano de la libertad, está escrita su cita casi religiosa: He jurado sobre el altar de Dios hostilidad eterna contra toda forma de tiranía sobre el espíritu del hombre. Seguramente él tenía en mente la doctrina Católica entre otras. La casi-religión del hombre moderno incluye no tener ninguna doctrina fija.

Sin embargo, una frase del “Comentario Eleison” de hace dos semanas (EC 263, del 28 de Julio) da un punto de vista diferente de la naturaleza y de la importancia de la “doctrina.” Decía así: Mientras Roma cree en su doctrina Conciliar, está obligada a usar cualquier acuerdo(“no doctrinal”) para arrastrar a la Fraternidad SPX en la dirección del Concilio (Vaticano II). En otras palabras lo que lleva a Roma supuestamente a desestimar la “doctrina” y a toda costa a Conciliarizar a la Hermandad SPX es su propia creencia en su propia doctrina Conciliar. Así como la doctrina católica Tradicional es – eso esperamos – la fuerza impulsora de la Fraternidad SPX, así la doctrina Conciliar es la fuerza impulsora de Roma. Las dos doctrinas chocan, pero cada una de ellas es una fuerza impulsora.

En otras palabras, la “doctrina” no es simplemente un conjunto de ideas en la cabeza de un hombre, o una cárcel mental. Cuales quieran fueran las ideas que un hombre elija tener en su cabeza, su doctrina real es este conjunto de ideas las que impulsan su vida. Ahora bien, un hombre puede cambiar este conjunto de ideas, pero no puede dejar de tener uno. He aquí como Aristóteles lo escribe: “Si usted quiere filosofar, entonces tiene que filosofar. Si no quiere filosofar, igual tiene que filosofar. De todas maneras un hombre tiene que filosofar.” De un modo similar, los liberales pueden despreciar cualquier conjunto de ideas como si eso fuera una tiranía, pero pretender que todo conjunto de ideas sea una tiranía, es todavía una idea mayor, y es la idea que impulsa las vidas de millones de liberales hoy, y también de demasiados católicos. Estos últimos tendrían que ser más sensatos, pero todos nosotros los modernos tenemos el culto de la libertad en nuestra sangre.

Así la doctrina en su sentido real no es sólo un conjunto de ideas que nos encierra en una cárcel, sino que esesa concepción de Dios, del hombre y de la vida la que impulsa la vida de cada hombre viviente. Aún cuando un hombre está cometiendo el suicidio, está siendo impulsado a hacerlo por la idea que la vida es demasiado miserable para que valga la pena ser continuada. Una concepción de la vida centrada en el dinero puede llevar a un hombre a volverse rico; en el placer a volverse disoluto; en la notoriedad a volverse famoso, yasí sucesivamente. Así como un hombre conciba su vida, así esa concepción será su doctrina real.

Siendo el Concilio Vaticano II la concepción central de los Romanos conciliares, esa concepción los impulsa a disolver la Fraternidad SPX, puesto que ella rechaza al Vaticano II y, hasta que lo logren, o que ellos cambien su concepción central, ellos seguirán siendo llevados a disolver la Fraternidad SPX de Mons. Lefebvre. Al contrario, la meta central del clero y de los fieles de la Fraternidad es llegar al Cielo según la concepción de que el Cielo y el Infierno existen y que Jesucristo y su verdadera Iglesia proveen el único y solo camino seguro para llegar al Cielo. Ellos saben que esta doctrina directriz no es una invención caprichosa propia, y es por eso que ellos no la quieren ver socavada o subvertida o corrompida por los desgraciados neo-modernistas de la Nueva Iglesia, impulsados por su falsa concepción conciliar de Dios, del hombre y de la vida. El choque es total.

Y tampoco puede ser evitado, como los liberales sueñan que lo podría ser. Si la falsedad triunfa, hasta las piedras de la calle gritarán (Lc.XIX, 40). Si la Verdad triunfa, aún Satanás promoverá un error tras otro, hasta que el mundo acabe. Pero “El que persevere hasta el fin, éste será salvado,” dice Nuestro Señor (Mt.XXIV,13).

Kyrie eleison.