Cultura: ¡Alerta!
Mientras los dirigentes de la Fraternidad San Pío X parecen tambalearse, los católicos que aman la Fraternidad por haber recibido tanto de ella desde hace muchos años, podrían estar tentados de pensar que, en tanto que fieles, prácticamente no pueden hacer nada para cambiar la situación. En este caso estarían equivocados. Quieran ellos leer estas reflexiones de uno de mis amigos y puedan, leyendo entre las líneas, concluir que si Dios no socorre a la Fraternidad para ellos, como por supuesto El podría hacerlo, entonces esto depende de ellos, por lo menos en parte. He aquí la carta adaptada de mi amigo:—
“Un acuerdo práctico sería desastroso para la causa de la Tradición Católica. Basta solamente a uno mirar lo que les ocurrió a los Redentoristas Tradicionales en Escocia . . .Las dos Misas no pueden cohabitar. Una siempre expulsará a la otra . . .Hace poco, en una Nueva Misa a la cual asistí, toda la Iglesia fue perturbada por la gente que conversaba y aplaudía sin cesar . . .Los dos lados se encuentran sencillamente tan alejados el uno del otro que un acuerdo no puede funcionar. Ningún acuerdo es posible entre los espíritus que están a favor de la modernidad y los que están a favor de la Tradición.
“Además, existe la profunda revolución que ha arrollado a la civilización moderna, incluyendo al movimiento Tradicional, y que ha pasado inadvertida por gran parte de los dirigentes de la Tradición . . .La tecnología electrónica ha forjado una revolución cultural en nuestras vidas, particularmente las de las generaciones mas jóvenes. Si ella no está controlada debidamente, ella debilitará seguramente la Fe porque puede involucrar la totalidad de la vida de la gente. Los jóvenes fácilmente se dejan apresar por ella. Están pegados a ella durante todo el día. Las personas demasiado inmersas en ella se tornan disfuncionales, incapaces de levantarse en la mañana, de mantener una conversación en vivo, o de cumplir con un trabajo.
“Ahora bien, si un equipo deportivo no es amonestado por su entrenador, su brío empezará a declinar. Si los católicos no son amonestados en cuanto a conductas culturales como la música, la manera de vestir de las mujeres, la televisión, sus patrones culturales empezarán a caer, lo que tendrá profundas implicaciones para su fe. Los padres Tradicionalistas han sido abandonados a sí mismos para luchar con sus familias a fin de apartarlas de la mundanidad de la sociedad moderna fuera de sus hogares, porque los dirigentes de la Fraternidad o bien no han percibido esta revolución cultural o bien no le han prestado la atención que se merece. He mantenido muchas largas conversaciones con familias Tradicionalistas que están preocupadas respecto al rumbo que el movimiento Tradicional está tomando. Los movimientos religiosos deben tomar posición sobre las conductas culturales si es que están destinados a fructificar. La Tradición salía reforzada cuando ella tomaba una posición firme sobre la televisión. Pero si no se resiste sobre los problemas culturales, la resistencia sobre los temas doctrinales empieza pronto a debilitarse.
“El último Capítulo de la FSPX puede haber salvado a la organización del naufragio por el momento, pero no por eso estoy muy tranquilo. Se preocupó mucho por definir los parámetros de cualesquiera futuras discusiones con Roma en vistas a un acuerdo. Sin embargo Roma permanece básicamente sin cambio desde 1988. En mi opinión, la Fraternidad necesita recobrar el papel profético que ejercía cuando el Arzobispo Lefebvre estaba aún con vida. El movimiento Tradicional tiene que denunciar con firmeza al modernismo y al liberalismo que están llevando a la Iglesia a su destrucción. Estas denuncias fueron últimamente reducidas al silencio. Es posible que muchos sacerdotes Tradicionalistas estén distraídos pensando en las facilidades que, suponen ellos, les podría traer un acuerdo con Roma.
Ahora les toca a ustedes, estimados lectores. Alejen de sus hogares la música basura y sin valor. Desháganse de los televisores. Reduzcan la electrónica al mínimo. Madres, usen polleras tanto como puedan, es decir la mayor parte del tiempo. Sino, no os quejéis si Dios no viene a socorrer a la Fraternidad. El no fuerza a nadie a recibir Sus dones: “Ayúdate que Yo te ayudaré.” Bendito sea Su Nombre por siempre.
Kyrie eleison.