Comentarios Eleison

Prioridad de la Tradición

Prioridad de la Tradición on julio 19, 2014

La palabra “Magisterio”, que viene del latín para “maestro” (“magister”), significa en la Iglesia tanto la autorizada enseñanza de la Iglesia como sus autorizados Maestros. Ahora bien, así como el maestro es superior a lo enseñado, así estos Maestros son superiores al pueblo católico que recibe la enseñanza. Pero los Maestros católicos tienen libre albedrío y Dios los deja libres para errar. Entonces, si ellos yerran gravemente, ¿puede el pueblo hacer frente resueltamente a ellos y decirles, por muy respetuosamente que sea, que ellos están equivocados? La pregunta es contestada por la verdad. Es solamente cuando la mayoría de los hombres han perdido la verdad, como hoy en día, que la pregunta puede devenir confusa.

Por un lado, por cierto Nuestro Señor dotó a Su Iglesia con autoridad enseñante para enseñarnos a nosotros, seres humanos falibles, esa Verdad que es la única que nos pueda llevar al Cielo – “Pedro, confirma a tus hermanos”. Por otro lado, Pedro solamente debía confirmarlos en esa fe que Nuestro Señor le había enseñado – “Pero Yo he rogado por ti, a fin de que tu fe no desfallezca. Y tu, una vez convertido, confirma a tus hermanos” (Lc.XXII,32). En otras palabras, esa fe es la que gobierna a Pedro cuya función es solamente guardarla y expandirla fielmente, tal como fue depositada con él, el Depósito de la Fe, para ser transmitido por siempre como la Tradición. La Tradición le enseña a Pedro quien a su vez enseña al pueblo.

El Vaticano I (1870) dice la misma cosa. Los Católicos deben creer “todas las verdades contenidas en la palabra de Dios o transmitidas por la Tradición” que la Iglesia propone, por medio de su Magisterio Extraordinario o Universal Ordinario, como divinamente reveladas (uno recuerda que sin Tradición en su sentido más amplio, no habría “palabra de Dios” o sea Biblia). Más aún, el Vaticano I dice que este Magisterio está agraciado con la infalibilidad de la Iglesia, pero esta infalibilidad excluye que cualquier novedad sea enseñada. Entonces, la Tradición en su sentido más amplio gobierna lo que el Magisterio pueda decir que ella es y, si bien el Magisterio tiene autoridad para enseñar lo que se halla dentro de la Tradición, no tiene autoridad para enseñar al pueblo nada que se halle fuera de la Tradición.

No obstante, las almas ciertamente necesitan un Magisterio viviente que les enseñe las verdades de la salvación dentro de la Tradición Católica. Estas verdades no cambian así como no cambia Dios ni Su Iglesia, pero las circunstancias del mundo en el cual la Iglesia debe operar están cambiando constantemente y de allí que, de acuerdo a la variedad de estas circunstancias, la Iglesia necesita Maestros vivientes que varíen constantemente la presentación y la explicación de estas verdades invariables. Por consiguiente, ningún Católico razonable refuta la necesidad de los Maestros vivientes de la Iglesia.

Pero, ¿qué pasa si estos Maestros sostienen que algo está dentro de la Tradición cuando no lo está? Por un lado, ellos son hombres letrados, autorizados por la Iglesia para enseñar al pueblo y el pueblo es relativamente ignorante. Por otro lado, está por ejemplo el famoso caso del Concilio de Éfeso (428) donde el pueblo se levantó en Constantinopla para defender la Maternidad divina de la Santísima Virgen María contra el Patriarca herético Nestorio.

La respuesta es que la verdad objetiva está por encima de los Maestros y del pueblo igualmente, de manera que si el pueblo tiene la verdad de su lado, es superior a sus Maestros si los Maestros no tienen la verdad. Por otro lado, si el pueblo no tiene la verdad, no tiene derecho a levantarse contra los Maestros. Breve, si él está en la verdad , tiene el derecho . Si él no está en la verdad, no tiene el derecho. Y, ¿qué es lo que dice si el pueblo está en la verdad o no? Ni los Maestros (necesariamente) ni el pueblo (menos necesariamente aún) sino la realidad, aún cuando los Maestros o el pueblo o ambos, conspiren para sofocarla.

Kyrie eleison.

Acuerdo Ya

Acuerdo Ya on julio 12, 2014

El 13 de diciembre del año pasado en la Casa Santa Marta en Roma donde el Papa reside actualmente, el Papa se encontró brevemente con Monseñor Fellay, Superior General de la Fraternidad San Pío X. Oficialmente la Fraternidad niega que el encuentro haya tenido cualquier significado, pero un comentarista italiano que posee cierto conocimiento de la manera en que Roma actúa, un tal Giacomo Devoto (G.D.) argumenta que esto constituye la prueba que un acuerdo Roma-FSPX ha sido concluido. Vean http://​www.​unavox.​it/​​ArtDiversi/​​DIV812_​Devoto_​Notizia_​intrigante.​html. Brevemente:—

En la mañana del 13, Monseñor Fellay y sus dos Asistentes que están a la cabeza de la FSPX, se encontraron en el Vaticano con las cabezas de la Comisión Ecclesia Dei por invitación de Monseñor Guido Pozzo que el Papa Francisco había vuelto a llamar a esta Comisión para tratar las relaciones problemáticas entre Roma y la FSPX. Una publicación oficial de la FSPX, DICI , declara que la reunión fue simplemente “informal”, pero G.D. señala que aun cuando hubiera sido informal, ella no pudo haber tenido lugar sin haber sido precedida por una serie de contactos discretos destinados a restablecer las relaciones después de su interrupción en el mes de junio de 2012. Ademas, añade G.D., una tal reunión constituye la fase preliminar indispensable para toda reunión “formal”.

Sea lo que fuere, después de la reunión, Monseñor Pozzo, Monseñor Di Noia y las tres cabezas de la FSPX almorzaron en la Casa Santa Martha donde resultó que también se encontraba el Papa almorzando como de costumbre. Cuando el Papa se levantó para salir después del almuerzo, Monseñor Fellay fue a su encuentro para intercambiar algunas palabras a la vista de todos, y el obispo besó el anillo del Papa (o puso una rodilla en tierra para recibir su bendición, según el Vatican Insider de Roma). Una vez más DICI minimizó el encuentro como no siendo más que un encuentro casual que suscitó un intercambio espontáneo de fórmulas de cortesía. G.D., al contrario, mantiene – razonablemente – que aun un tal encuentro “casual” no pudo haber tenido lugar sin el acuerdo previo del Papa.

Más aun, añade G.D., en el arte de la diplomacia tales encuentros están organizados para “romper el hielo” de una manera sutil, permitiendo una interpretación elástica y cuyo propósito es significar tanto o tan poco como uno lo desea. Por un lado el contacto cortés sirve para que todos lo puedan ver en un lugar público, frecuentado por importantes personajes de la Nueva Iglesia, y podía ser percibido como la aprobación papal de lo que había tenido lugar en el transcurso de la reunión de la mañana en la Comisión. Por otro lado eso permitía, de una manera creíble, tanto a Roma como a la FSPX, negar que este encuentro haya tenido un significado real más allá de un simple intercambio de cortesía.

Asi, cuando los rumores empezaron a difundirse a principios de este año, la FSPX negó durante meses que existiese lo que fuere en cuanto a un acuerdo Roma-FSPX. No es sino hasta el 10 de Mayo que DICI admitió que hubo ciertos contactos entre el Papa y Monseñor Fellay, pero entonces DICI minimizó tanto este evento, que G.D. lo interpreta como una señal segura que el acuerdo había sido concluido en privado. (En la política moderna, como lo dice el adagio cínico, ninguna cosa puede ser tenida por cierta hasta que haya sido oficialmente negada).

De hecho, el problema principal tanto para el Papa Francisco como para Monseñor Fellay no es como llegar a un acuerdo que los dos quieren, sino como conseguir que sus alas izquierda y derecha respectivamente acepten tal acuerdo. Sin embargo, el problema está en vías de arreglarse día tras día a medida que la Fraternidad, otrora gloriosa en su combate para la defensa de la Fe, se está transformando en la Nueva Fraternidad sin gloria. Porque, en realidad, cuantos obispos de la Nueva Iglesia pueden todavía temer a la Nueva Fraternidad como representando una amenaza para su Nueva Iglesia? Y cuantos sacerdotes de la FSPX se encuentran todavía convencidos de que cualquier especie de acuerdo con Roma sería un desastre, sobre todo si se les promete que ellos “no tendrán que cambiar nada”? Un tal acuerdo ni siquiera tendría que ser anunciado. En muchos espíritus y corazones, ya está alli.

Kyrie eleison.

Cardenal Pie – II

Cardenal Pie – II on julio 5, 2014

La cita del Cardenal Pie la semana pasada (cf. CE 362) continuaba directamente como sigue:—

“En tal extremo, en tal desesperado estado de la situación, cuando el mal ha tomado posesión de un mundo pronto a ser consumido por las llamas, ¿Qué deben hacer todos los verdaderos Cristianos, todos los hombre buenos, todos los Santos, todos los hombres con algo de fe y coraje? Teniendo que vérselas con una situación claramente más imposible que nunca, y con una redoblada energía por su ardiente oración, por sus activos trabajos y por sus intrépidos esfuerzos, ellos dirán, Oh Dios, Oh Padre en el Cielo, santificado sea tu nombre en la tierra como lo es en el Cielo, venga a nosotros tu reino en la tierra tal como lo es en el Cielo, hágase tu voluntad en la tierra como lo es en el Cielo. ¡En la tierra como lo es en el Cielo! Y ellos estarán aún murmurando estas palabras mientras la misma tierra cede debajo de sus pies.

“Y, así como alguna vez allá lejos y hace tiempo, siguiendo a un desastre militar espantoso, el Senado romano y los oficiales estatales de todas las jerarquías, todos ellos, pudieron ser vistos saliendo para ir al encuentro del cónsul derrotado para felicitarlo por no haberse desesperanzado de la República Romana; así mismo el senado del Cielo, todos los Coros de los ángeles, todos los rangos de los Bienaventurados, saldrán al encuentro de los generosos atletas de la Fe que habrán peleado hasta las últimas consecuencias, esperanzados contra toda esperanza.

“Y entonces, ese imposible ideal que los elegidos de todas las épocas habían obstinadamente perseguido, se tornará una realidad. En su Segunda y última venida, el Hijo entregará el Reino de este mundo a Dios Su Padre, el poder del mal habrá sido arrojado para siempre a las profundidades del abismo; todo lo que haya rechazado ser asimilado e incorporado a Dios a través de Jesucristo por medio de la fe, el amor y la observancia de la ley, será echado en la cloaca de la inmundicia sempiterna. ¡Y Dios vivirá y reinará por siempre y para siempre, no solamente en la unicidad de Su naturaleza y en la sociedad de las tres Personas divinas, sino también en la plenitud del Cuerpo Místico de Su Hijo Encarnado y en el cumplimiento de la Comunión de los Santos!”

Queridos lectores, debería ser obvio a estas alturas que el Cardenal Pie, a pesar del panorama tan sombrío de su visión del futuro, no era por nada derrotista. Aún cuando viendo con una absoluta claridad la situación humanamente desesperanzada en la cual la humanidad se estaba sumergiendo ella misma, con una igual claridad él distinguió el punto de vista humano, del divino: podía ser que una masa de hombres en el siglo 19no estaban desafiando a Dios Todopoderoso y transformándose ellos mismos en prendas de Satanás y en forraje para su horrible Infierno, pero sin embargo, el sublime propósito de Dios para las almas de los elegidos que eligirían amarlo y servirlo a El, estaba al mismo tiempo siendo logrado para el Cielo de Dios. Verdaderamente, “todas las cosas cooperan para el bien de los que aman a Dios” (Rom.VIII,28).

En el 2014 podemos fácilmente perder de vista el propósito de Dios, cuando pensamos de una manera demasiado humana en como el mal avanza todo alrededor nuestro. Pero el propósito de Dios no es salvar la civilización si y cuando los hombres desean destruirla. Su propósito es llevar almas al Cielo a través de Su Hijo Jesucristo y, para este propósito, el colapso de la civilización y de todas las ambiciones y esperanzas terrenales, puede bien servir para forzar las mentes y los corazones de los hombres a que se eleven por encima de consideraciones mundanas. Dios no nos creó solamente para esta corta vida ni para este corrupto mundo. “Porque aquí no tenemos ciudad permanente, sino que buscamos la futura” (Hebr. XIII,14).

Kyrie eleison.

Cardenal Pie – I

Cardenal Pie – I on junio 28, 2014

El Cardenal Pie (1815–1880) fue un gran hombre de Iglesia de la Francia del siglo 19no, uno de los grandes defensores de la Fe contra ese liberalismo que estaba devorando al mundo desde la Revolución Francesa (1789) en adelante. El Papa San Pío X mantenía sus obras en la cabecera de su cama y los leía constantemente. Sin duda, el profundo asimiento que el Cardenal tenía de las ideas claves que conducen el mundo moderno, jugó un papel primordial en permitir que San Pío X obtuviera una remisión temporaria de 50 años, digamos desde 1907 hasta 1958, para la desahuciada Iglesia Católica.

¿Desahuciada? ¡Pero la Iglesia Católica no puede ser desahuciada! Cierto, por la protección de Dios durará hasta el fin del mundo (Mt.XXVIII,20), pero al mismo tiempo sabemos por la palabra de Dios que para ese entonces la Fe escasamente será encontrada en la tierra (Lc.XVIII,8) y que se le habrá dado a las fuerzas del mal el vencer a los Santos (Apoc.XIII,7). Estas son dos citas importantes para tener presente en el 2014 porque todo alrededor nuestro hoy en día nos dice que los seguidores de Cristo deben estar preparados para una aparente derrota tras la otra, por ejemplo la caída de la Fraternidad San Pío X. Aquí está lo que el Cardenal Pie escribió sobre esta cuestión, ¡hace cómo 150 años!

“Luchemos, esperanzado contra toda esperanza, es lo que deseo decirles a todos los Cristianos pusilánimes, esclavos de la popularidad, adoradores del éxito y turbados por el menor avance del mal. Dado como ellos se sienten, por favor Dios que se les exima de las agonías del juicio final del mundo. ¿Es ese juicio cercano o está aún en la lontananza? Nadie lo sabe y no me aventuraré a anticipar una adivinanza. Pero una cosa es cierta, a saber, que lo más cercano que estemos al fin del mundo, lo más y más será que hombres malvados y engañosos ganarán ventaja. La Fe apenas se encontrará en la tierra, lo cual significa que habrá casi completamente desaparecido de las instituciones terrenales. Los propios creyentes apenas se atreverán a profesar su creencia en público o en la sociedad.

“La división, separación y el divorcio de los Estados con respecto a Dios que para San Pablo era una señal profetizando el final, avanzará día a día. La Iglesia, aún permaneciendo siempre como una sociedad visible, estará más y más reducida a las dimensiones del individuo y del hogar. Cuando Ella principió dijo que Ella estaba encerrada y requirió siempre más espacio para respirar, pero a medida que Ella se aproxima a su fin en la tierra, así Ella tendrá que pelear una acción de retaguardia cada centímetro del camino, estando rodeada y cercada por todos los lados. Cuanto más Ella se desplegó en épocas previas, mayor será el esfuerzo que se haga ahora para cercenarla en tamaño. Finalmente, la Iglesia sufrirá lo que parece una verdadera derrota y a la Bestia le será dado el hacer la guerra a los Santos y vencerlos. La insolencia del mal estará en su máximo”.

Estas son palabras proféticas que día a día se vuelven más verídicas, para nada agradables de admitir, pero ancladas en la Escritura. Un sabio Anglicano (el Obispo Butler) dijo en el siglo 18vo, “Las cosas son lo que son. Sus consecuencias serán lo que serán. ¿Por qué entonces buscaríamos engañarnos a nosotros mismos?” Noten especialmente como el Cardenal prevé la imposibilidad de defender la Fe a una escala mayor que no sea simplemente la del hogar. No todos concuerdan en que hemos ya llegado a ese punto en el 2014. Yo quisiera desear que estén en lo correcto, pero todavía debo ser persuadido que con gente desintegrada uno puede hacer una sociedad integrada. Contrasta con nosotros, ciudadanos democráticos de hoy en día, el centurión romano en el Evangelio que comprendió la cadena de mando y reconoció como del todo natural la autoridad de Nuestro Señor (Mt.VIII,5–18) – ¡Cómo lo alabó Nuestro Señor!

Paciencia. Vean la próxima semana como el Cardenal mismo reaccionó a lo que él preveía. ¡No creía por nada en la derrota!

Kyrie eleison.

La Broadstairs de Dickens

La Broadstairs de Dickens on junio 21, 2014

Varios amigos me han preguntado si me agrada la casa para la “Resistencia” recientemente comprada en Kent, Inglaterra. Me agrada. Es espaciosa y está siendo hermosamente arreglada con gusto por un compañero de exilio de la Fraternidad San Pío X, el Padre Stephen Abraham. Solamente el Cielo sabe como esta casa será utilizada en el futuro cercano y lejano, pero mientras tanto es un refugio delicioso, a cinco minutos de caminata del mar que Dios creó, y que los liberales no pueden tocar.

Varios famosos artistas y escritores ingleses del pasado han encontrado también refugio en este delicioso rincón del Noreste de Kent. El más famoso de los artistas es J.M.W. TURNER (1775–1851). Nacido en Londres donde pasó la mayor parte de su vida laboral, desde la edad de 11 años él pasó unos años formativos en Margate, a seis kms costa arriba de Broadstairs. Aquí él descubrió el mar, el cual con sus efectos luminosos fue una inspiración de toda la vida para sus pinturas, y entonces a Margate retornó frecuentemente más tarde en su vida.

También en Margate el poeta anglofono más famoso del siglo 20mo , T.S.ELIOT (1888–1965), compuso en un pabellón al aire libre aún en pie en la playa de Margate, una sección sustancial de la tercer parte de su poema más famoso, El país devastado (1922). Se había refugiado en esta villa costera venido desde Londres a causa de un matrimonio infeliz que le había afectado seriamente su salud. No permaneció mucho tiempo y continuó a Lausana, Suiza, donde, gracias al cuidado de un buen doctor, completó su recuperación así como El país devastado. Pero no cabe duda que el panorama del mar en Margate le ayudó.

Otro famoso poeta, al menos en Inglaterra, fue un visitante frecuente de Ramsgate, tres kms costa abajo de Broadstairs. Samuel Taylor COLERIDGE, uno de los cinco poetas románticos más destacados de Inglaterra, es mejor conocido por su largo poema Balada del viejo marinero. Amaba bañarse en el mar de Ramsgate, tal vez también por razones de salud. De cualquier manera, cuanto más frío el mar, más le agradaba.

El más famoso de todos, sin embargo, fue un visitante frecuente a Broadstairs mismo, el novelista Charles DICKENS (1812–1870). Acudió por primera vez a Broadstairs en 1837, por ser un lugar tranquilo donde completar su primer novela, Los papeles póstumos del club Pickwick, pero de tal manera se enamoró de la pequeña y anticuada villa costera que a menudo retornó con su familia durante las décadas de 1840 y 1850 para escribir o para descansar de escribir. Su nombre y nombres de sus novelas o de caracteres en sus novelas, se encuentran por todos lados en la vieja villa que él conoció. Ahora está rodeada, por no decir asfixiada, por suburbios de la era victoriana y modernos, pero Broadstairs todavía celebra cada año su más famoso visitante con un Festival de Dickens en junio.

El Dr. David Allen White, un profesor católico de literatura y de música bien conocido por muchos Católicos que se esfuerzan por mantener la Fe en todo el mundo de habla inglesa, es un gran aficionado de Dickens. Debido a que él está pasando por Londres este verano, aceptó visitar Broadstairs para asegurar los días 2 y 3 de Agosto un seminario de 24 horas de fin de semana sobre Dickens, abierto al público e incluyendo tres conferencias y Misa Dominical así como una visita guiada por él al Museo Dickens en la villa, organizado en una pequeña antigua casa conocida y visitada por Dickens mismo. Si usted está interesado en asistir, déjenos saber pronto (a través de info@dinoscopus.org) porque si el número de asistentes tiene que ser limitado, los primeros a presentarse serán los primeros servidos. Las comidas serán provistas en la casa, pero los visitantes tendrán que encontrar su propio alojamiento fuera. Atención, será el pico de la época de vacaciones.

Dickens no era Católico pero Dostoiewski lo llamaba “un gran Cristiano”. Dickens ciertamente tenía un corazón efusivo y abierto así como una pluma brillante.

Kyrie eleison.

Sacerdotes Valientes

Sacerdotes Valientes on junio 14, 2014

Como un número de ustedes sabrán, el Padre Fernando Altamira es un joven sacerdote argentino de la Fraternidad San Pío X, trabajando en Bogotá, la ciudad capital de Colombia en Sudamérica, quien hace varios meses tomó posición clara y pública contra la traición a la Fe y a la Fraternidad de Monseñor Lefebvre por parte de Monseñor Fellay y su equipo en Menzingen, Suiza. Yéndose del Priorato de la Fraternidad para fundar una parroquia alternativa cercana, el Padre Altamira fue seguido por la gran parte de sus previos parroquianos. Como pude observar a mediados de Abril, él es un sacerdote pío, inteligente y muy trabajador, muy popular entre la gente. Por sola recompensa, él está siendo “excluido” de la FSPX.

El Padre Altamira escribió a Monseñor Fellay para protestar porque su “exclusión” era inválida. Envió copia de su bien argumentada protesta a un sacerdote veterano de la FSPX que entiende demasiado bien como el mundo moderno opera para así ser engañado por Monseñor Fellay. Aquí están los sabios comentarios de ese sacerdote:

“Es obvio que existe un problema en la Fraternidad San Pío X. Los liberales tomaron el control y ellos quieren ser integrados en la estructura de la Roma modernista. Y, como ha dicho el Padre Pfluger, ellos quieren expulsar a todos los antiliberales que se oponen a esta Operación Suicidio. Una evidencia más del Reconocimiento progresivo de la FSPX por parte de Roma son las iglesias que algunos obispos de Francia ofrecen a Monseñor Fellay: Misa de Requiem del Padre Lagneau, Misa de Aniversario Sacerdotal del Padre Marziac, la Basílica de Lourdes en varias oportunidades, las Confirmaciones en Córcega, y así siguiendo.

“El secretismo es el modus operandi digno de un político liberal que quiere llevar a sus electores hacia una meta diametralmente opuesta a la cual se había comprometido para asegurar su elección. Por una serie de ambigüedades hábilmente escalonadas para progresar poco a poco, el político lleva a la gran mayoría de sus seguidores a aceptar la conclusión contraria de lo que estaban convencidos al principio. Es puro y simple engaño maquiavélico, mentira e hipocresía. Para el Superior General, el fin justifica los medios y para conseguir tal fin, él no duda en tomar repetidamente posiciones que Monseñor Lefebvre había condenado muchas veces. ¿Que diría Monseñor Lefebvre de él y de sus dos Asistentes? Que son unos idiotas, infantiles, ingenuos y desobedientes, que llevan a la Fraternidad a cometer suicidio y que están traicionando el combate por la Fe. Y que van a entregar a los modernistas en Roma los frutos de tantos sacrificios y de tanta generosidad ofrecidos por los fieles.

“Los modernistas en Roma nunca han cambiado sus exigencias que aceptemos el Concilio Vaticano II y la legitimidad de la Nueva Misa. En 1975 el Director y los profesores de Ecône aconsejaban a Monseñor Lefebvre que aceptemos el Concilio para salvar la Misa, y terminaron por rebelarse y abandonar el Seminario en Agosto de 1977. Hoy los tres cabecillas en Menzingen van hasta a aceptar la legitimidad de la misa de Lutero. Como dicen los tres, la reticencia de la Fraternidad para proseguir nos hace muy fastidiosos para nuestros “nuevos amigos en Roma”, mientras que esperar a la conversión de la Roma modernista es irrealista, en opinión de ellos. Es cierto y seguro que sólo un escobazo de Dios podrá limpiar esta situación que es totalmente diferente de la situación de la Iglesia que imperaba en la Reforma de San Pío V. Como el Capitán del Titanic, Monseñor Fellay y su cuartel general llevarán la Operación Suicidio de la Fraternidad a una conclusión exitosa. Ciegos guías de ciegos. Pero cualquiera que no sea ciego, debe resistir a este suicidio y guardar la Fe”.

¡Si solamente la Fraternidad tuviera más sacerdotes tan clarividentes y valientes como el Padre Altamira y el Padre Faure!

Kyrie eleison.