Papa San Pío X

Cardenal Pie – I

Cardenal Pie – I on junio 28, 2014

El Cardenal Pie (1815–1880) fue un gran hombre de Iglesia de la Francia del siglo 19no, uno de los grandes defensores de la Fe contra ese liberalismo que estaba devorando al mundo desde la Revolución Francesa (1789) en adelante. El Papa San Pío X mantenía sus obras en la cabecera de su cama y los leía constantemente. Sin duda, el profundo asimiento que el Cardenal tenía de las ideas claves que conducen el mundo moderno, jugó un papel primordial en permitir que San Pío X obtuviera una remisión temporaria de 50 años, digamos desde 1907 hasta 1958, para la desahuciada Iglesia Católica.

¿Desahuciada? ¡Pero la Iglesia Católica no puede ser desahuciada! Cierto, por la protección de Dios durará hasta el fin del mundo (Mt.XXVIII,20), pero al mismo tiempo sabemos por la palabra de Dios que para ese entonces la Fe escasamente será encontrada en la tierra (Lc.XVIII,8) y que se le habrá dado a las fuerzas del mal el vencer a los Santos (Apoc.XIII,7). Estas son dos citas importantes para tener presente en el 2014 porque todo alrededor nuestro hoy en día nos dice que los seguidores de Cristo deben estar preparados para una aparente derrota tras la otra, por ejemplo la caída de la Fraternidad San Pío X. Aquí está lo que el Cardenal Pie escribió sobre esta cuestión, ¡hace cómo 150 años!

“Luchemos, esperanzado contra toda esperanza, es lo que deseo decirles a todos los Cristianos pusilánimes, esclavos de la popularidad, adoradores del éxito y turbados por el menor avance del mal. Dado como ellos se sienten, por favor Dios que se les exima de las agonías del juicio final del mundo. ¿Es ese juicio cercano o está aún en la lontananza? Nadie lo sabe y no me aventuraré a anticipar una adivinanza. Pero una cosa es cierta, a saber, que lo más cercano que estemos al fin del mundo, lo más y más será que hombres malvados y engañosos ganarán ventaja. La Fe apenas se encontrará en la tierra, lo cual significa que habrá casi completamente desaparecido de las instituciones terrenales. Los propios creyentes apenas se atreverán a profesar su creencia en público o en la sociedad.

“La división, separación y el divorcio de los Estados con respecto a Dios que para San Pablo era una señal profetizando el final, avanzará día a día. La Iglesia, aún permaneciendo siempre como una sociedad visible, estará más y más reducida a las dimensiones del individuo y del hogar. Cuando Ella principió dijo que Ella estaba encerrada y requirió siempre más espacio para respirar, pero a medida que Ella se aproxima a su fin en la tierra, así Ella tendrá que pelear una acción de retaguardia cada centímetro del camino, estando rodeada y cercada por todos los lados. Cuanto más Ella se desplegó en épocas previas, mayor será el esfuerzo que se haga ahora para cercenarla en tamaño. Finalmente, la Iglesia sufrirá lo que parece una verdadera derrota y a la Bestia le será dado el hacer la guerra a los Santos y vencerlos. La insolencia del mal estará en su máximo”.

Estas son palabras proféticas que día a día se vuelven más verídicas, para nada agradables de admitir, pero ancladas en la Escritura. Un sabio Anglicano (el Obispo Butler) dijo en el siglo 18vo, “Las cosas son lo que son. Sus consecuencias serán lo que serán. ¿Por qué entonces buscaríamos engañarnos a nosotros mismos?” Noten especialmente como el Cardenal prevé la imposibilidad de defender la Fe a una escala mayor que no sea simplemente la del hogar. No todos concuerdan en que hemos ya llegado a ese punto en el 2014. Yo quisiera desear que estén en lo correcto, pero todavía debo ser persuadido que con gente desintegrada uno puede hacer una sociedad integrada. Contrasta con nosotros, ciudadanos democráticos de hoy en día, el centurión romano en el Evangelio que comprendió la cadena de mando y reconoció como del todo natural la autoridad de Nuestro Señor (Mt.VIII,5–18) – ¡Cómo lo alabó Nuestro Señor!

Paciencia. Vean la próxima semana como el Cardenal mismo reaccionó a lo que él preveía. ¡No creía por nada en la derrota!

Kyrie eleison.

Fatima Disputada

Fatima Disputada on noviembre 9, 2013

Al principio del siglo 20mo con seguridad Dios dio al mundo moderno dos grandes luces: para la teoría, a través de Pío X, la Encíclica Pascendi en 1907 para denunciar el error clave del subjetivismo; para la práctica, a través de Su Madre, las apariciones en Fátima en 1917 para proveer un remedio para la monstruosa plaga del Comunismo. Pero el Diablo aparta la atención que debe ser dispensada a Pascendi y erige una serie de objeciones para desacreditar a Fátima. He aquí unas pocas de esas principales objeciones:—

* ¿Cómo podemos tomar en serio la versión del Cardenal Ottaviani de la tercer parte del Secreto de Fátima cuando supuestamente Nuestra Señora dice allí que una tercera Guerra Mundial comenzará en la última parte del siglo 20mo? El año 2000 ha venido y se ha ido y no ha habido tercer Guerra Mundial.

Existe un paralelo interesante aquí entre la segunda y la tercer partes del Secreto de Fátima. En la segunda parte Nuestra Señora dijo que una guerra peor que la Primer Guerra Mundial empezaría bajo el reinado del próximo Papa quien fuera Pío XI. Sin embargo Pío XI murió en la primavera de 1939 y la Segunda Guerra Mundial solamente fue declarada en el otoño cuando era Papa Pío XII. ¿Es que Nuestra Señora tenía su calendario equivocado? No, Ella simplemente se atenía a la realidad en lugar de a las apariencias. En realidad la Segunda Guerra Mundial comenzó en 1938 cuando Stalin estaba decidiendo hacer un pacto con Hitler como para liberar a Hitler para que hiciera la guerra en su frente occidental. Vean en las Cartas del Rector de Mayo del 2000 (en eleisonkommentar.blogspot.com) la fascinante historia entera de este real comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Ahora bien, de un modo u otro, sea que la versión Ottaviani es o no es el verdadero “Tercer Secreto,” ¿no sería la realidad que la Tercer Guerra Mundial comenzó en el Medio Oriente antes del año 2000, por ejemplo con la primer invasión a Iraq en 1991? Las cosas no son siempre lo que aparentan.

* En la Segunda Guerra Mundial vimos horrorosos bombardeos a Dresde, Tokio, Nagasaki. ¿Qué habrá de novedoso aquí?

Los muertos totales de la Segunda Guerra Mundial se cuentan generalmente en algunos 66 millones, en las decenas de millones. Si uno lee correctamente varias advertencias de Nuestra Señora, y no solamente en Fátima, las bajas de la Tercer Guerra Mundial y del Castigo se contarán en los miles de millones. En el orden de 100 veces peor.

* Pero, ¿qué Castigo material podría ser peor que el castigo espiritual de nuestros propios días?

Cierto, el siguiente, después de la Caída de Adán y Eva, peor desastre en toda la historia de la humanidad fue el Vaticano II. Sin embargo, la masa de hombres lo ven como una gran liberación. “Te lo dije y ahora viene el garrotazo para que lo comprendas” – decían las madres a sus hijos. Los castigos espirituales son en sí mismos mucho mayores, pero se precisan cosas materiales para que nosotros, humanos, comprendamos (ver Mat. IX, 6 y Juan XX, 27).

* Nuestra Señora en Fátima prometió un período de paz si el Papa realizaba una cierta consagración. Desde entonces los Papas han estado realizando varias de tales consagraciones, pero no hemos tenido paz.

Cierto, han habido varias consagraciones inspiradas sin duda por Nuestra Señora en Fátima, pero nunca hasta ahora exactamente como Ella lo requirió: por el Papa, de Rusia, a su Inmaculado Corazón, en unión con todos los obispos del mundo. Una u otra de estas cuatro condiciones ha siempre faltado.

* Nuestra Señora en Fátima nos dijo de “naciones siendo aniquiladas” y de “un período de paz.” Hemos visto naciones aniquiladas en la Segunda Guerra Mundial y un período de paz en la década de los 1950. Sus profecías han ocurrido.

¿Cuantas naciones han permanecido aniquiladas desde la Segunda Guerra Mundial? Y, exactamente, ¿cuánta paz ha habido en la Guerra Fría en la década de 1950? Nuestra Señora en Fátima habló de eventos muchísimo mayores que los que hemos visto hasta hoy.

Sagrado Corazón de Jesús, ten misericordia de nosotros. Inmaculado Corazón de María, intercede por nosotros.

Kyrie eleison.

Horrible Caida – I

Horrible Caida – I on junio 8, 2013

La caída de la Fraternidad San Pío X desde lo que era bajo el Arzobispo Lefebvre entre 1970 y 1991 hasta lo que ha devenido durante los últimos, digamos, 15 años, es poco menos que horrible. En una pequeña serie de “Comenti” veamos primero porque el horror es normal en el pobre mundo que nos rodea, ya que comprender es perdonar y todos estamos necesitados de perdón; segundo encaremos al horror, no para llevarnos al desánimo sino por el contrario para aprestarnos para la acción debido a lo peor que casi con seguridad se viene; y tercero veamos qué podemos hacer para aprestarnos para la acción, porque abajo del Cielo de Dios, El no puede habernos dejado sin nada que podamos hacer (pero en conexión a esto es importante no volcar en la arena la poquita agua que tenemos). Para comprender como el horror hoy en día sea tan normal, comencemos con tres refinadas mentes Católicas que calibran el desafío de nuestra época.

En su gran carta Encíclica de 1884 sobre la Francmasonería, el Papa León XIII advierte como sus perversos principios avanzan desde (#13) despreciando a (#14) injuriando a (#15) destruyendo la Iglesia Católica, para luego avanzar desde (#16) la ruina de todas las religiones positivas a (#17) la ruina de toda religión natural a (#18) la ruina de las grandes verdades naturales tales como la Creación y la de Providencia Dios y la inmortalidad del alma. En el siglo 21ero hemos ido, lógicamente, aún más lejos, a saber, hasta incluso la ruina de la propia noción de verdad. Las mentes han sido transformadas en una papilla,incluso las de Papas, Cardenales y Obispos.

En su gran carta Encíclica de 1907 sobre el Modernismo, el Papa San Pío X vio claramente la ruina de toda verdad y pensamiento por los modernistas. Está por debajo de la dignidad de los Papas gritar, pero en Pascendi, Pío X usa las expresiones más enérgicas que tenía a su disposición, para castigar la pudrición mental por la cual los modernistas pudren por completo la Fe Católica. Implicitamente él dice que el modernismo es el fin del recorrido. Su dramática advertencia obtuvo para la Iglesia un respiro de medio siglo, pero con el Vaticano II la pudrición de la Fe, pudrición que él había arrojado fuera de la Iglesia, ¡fue hecha doctrina oficial dentro de la Iglesia por Juan XXIII y Paulo VI! Si los Papas pierden la mente, ¿cómo no van a perderla meros Superiores?

Una tercera mente Católica calibrando el estrago obrado sobre la Doctrina católica por el Vaticano II, fue la de Romano Amerio, un laico italiano cuyo análisis de los errores modernos, Iota Unum, era sumamente apreciado por Mons. Lefebvre. En un punto Amerio dice que si las cosas continúan en el mismo sendero que hasta ahora, eventualmente devendrá imposible hablar o escribir más, ¡todo lo que quedará será guardar silencio! Esto puede parecer inimaginable, pero solo recientemente un muy buen comentarista en Estados Unidos, el Dr. Paul Craig Roberts, casi dejó de escribir porque le había parecido que no existía ya más ningún público capaz de, o dispuesto a, pensar.

Verdaderamente, en este ensayo general para el Anticristo, si estos días no fueran acortados, como dice Nuestro Señor (Mt.XXIV,22), todos podríamos perder nuestras mentes y nuestra Fe. Entonces, ¿quién todavía puede sentirse inclinado a tirar la primera piedra a un Papa u Obispo que están perdiendo su mente hoy día?

Sin embargo, mientras que Nuestro Señor nos prohíbe juzgar-condenar (Mt.VII,1) porque solo Dios tiene aquel perfecto conocimiento de todas las circunstancias que es necesario si uno tiene que juzgar sin error, al mismo tiempo Nuestro Señor nos ordena juzgar-discernir entre los verdaderos pastores y los mercenarios, o sea entre las ovejas y los lobos disfrazados de ovejas (Mt.VII,15). Tal es nuestra responsabilidad como católicos para salvar nuestras almas, y es por ello que echaremos pronto otra mirada al horror que está ocurriendo ahora dentro de la Fraternidad San Pío X.

Kyrie eleison.

¿Sarto, Siri?

¿Sarto, Siri? on septiembre 29, 2012

En un sermón de la Fiesta de San Pío X me encontré pronunciando “casi una herejía”: Me preguntaba en voz alta si José Sarto hubiera desobedecido a la destrucción de Paulo VI de la Iglesia, si en lugar de morir como el Papa Pío X en 1914, él hubiera muerto como Cardenal, digamos en 1974. En La Fraternidad San Pío X eso debe sonar como una herejía porque, ¿como la sabiduría del Patrón celestial de la FSPX podría ser defectuosa? Sin embargo la cuestión no es infundada.

En los años 1970, el Arzobispo Lefebvre hizo visitas personales a un cierto número de los mejores cardenales y obispos de la Iglesia con la esperanza de convencer siquiera a un puñado de ellos para ofrecer una resistencia pública a la revolución de Vaticano II. Acostumbraba decir que tan solo media docena de obispos resistiendo juntos hubieran podido seriamente obstruir el debacle Conciliar de la Iglesia. Por desgracia, ni siquiera el sucesor que Pío XII había esperado, el Cardenal Siri de Génova, haría un gesto público en contra del grupo que ocupaba el poder en la Iglesia. Finalmente, Monseñor de Castro Mayer dio el paso, pero solamente en los años ‘80, cuando la Revolución Conciliar se había bien incrustado en la cupola de la Iglesia.

Entonces, ¿como fue posible que las mejores de las bien adiestradas mentes hayan podido ser tan oscurecidas? ¿Cómo ni siquiera un mínimo de los mejores hombres de Iglesia de la época no haya sido capaz de ver lo que el Arzobispo estaba viendo, por ejemplo que la “ley” instalando el Novus Ordo de la Misa no era de ninguna manera una ley, porque pertenece a la propia naturaleza de la ley ser una ordenanza de la razón para el bien común? ¿Cómo Monseñor Lefebvre pudo encontrarse relativamente tan solo al no permitir que un principio tan básico del sentido común pueda ser pisoteado por respeto a la autoridad, aún cuando la propia sobrevivencia de la Iglesia estaba amenazada por el Vaticano II y la Nueva Misa? ¿Cómo puede la autoridad haber así llegado a pesar más que la realidad y la verdad?

Mi propia respuesta es que durante los siete siglos pasados, la Cristiandad ha estado deslizándose progresivamente hacia la apostasía. Durante 700 años, con interrupciones nobles como la Contra-reforma, la realidad del Catolicismo ha sido lentamente carcomida por la fantasía cancerosa del liberalismo, que consiste en que el hombre se libera de Dios al liberarse la naturaleza de la gracia, el espíritu de la verdad objetiva, y la voluntad del bien y del mal objetivo. Durante un período muy largo, 650 años, los prelados católicos se aferraron a la realidad y la defendieron, pero al fin la fuerza de la fantasía glamorosa de modernidad, cada vez más fascinante, penetró sus huesos haciendo que la realidad pierda su agarre en sus mentes y voluntades. Faltando la gracia, como lo dijo San Tomás Moro hablando de los obispos ingleses de su época que estaban traicionando la Iglesia Católica, ellos dejaron que la fantasía de los hombres pesara más que la realidad de Dios, y que la autoridad pesara más que la verdad. Hay lecciones prácticas para el clero así como para los laicos también.

Estimados colegas, adentro y afuera de la FSPX, para servir a Dios, guardémonos de reaccionar como José Siri cuando en realidad necesitamos reaccionar como José Sarto, con sus magníficas denuncias de los errores modernos en Pascendi, Lamentabili y Notre Charge Apostoliquesobre el “Sillon.” Y para obtener la gracia que necesitamos en esta crisis, la más tremenda de toda la historia de la Iglesia, necesitamos tremendamente rezar.

Seglares, si los horrores de la vida moderna os hacen tener “hambre y sed de justicia,” alégrense, si pueden, que los horrores los mantengan en la realidad, y no duden que si perseveran en vuestra hambre, “seréis hartados” (Mt.V, 6). Bienaventurados los pobres en espíritu, los mansos, los que lloran, dice Nuestro Señor en el mismo lugar. En cuanto a la protección más segura para evitar que vuestros espíritus y vuestros corazones sean presos de la fantasía, recen cinco, o mejor quince, Misterios diarios del Santo Rosario de Nuestra Señora.

Kyrie eleison.

Teorias de la Conspiracion

Teorias de la Conspiracion on noviembre 5, 2011

Después del reciente “Comentario Eleison” sobre el deicidio (EC 222), algunos lectores podrían esperar que el “Comentario Eleison” haga a menudo mención del papel que juegan los Judíos en los asuntos del mundo, pero corren el riesgo de desilusionarse. En 225 números que ya fueron publicados, no creo que los Judíos hayan sido mencionados como tales en mucho mas de media docena de números. Porque cualquiera que sea el problema que ellos pueden o no pueden representar, ciertamente no son el problema primario. El problema primario es el ateísmo del hombre moderno, eso es la preocupación central de “Comentario Eleison” y es, espero, lo que la mayoría de los lectores encuentran.

En lo que se refiere a las teorías de las conspiraciones como la de los Judíos conspirando para dominar el mundo, hay dos exageraciones entre las cuales es sabio pero no siempre fácil conservar el equilibrio justo. La mayoría de la gente sigue a los medios de comunicación sosteniendo que todas las teorías conspiracionistas son tonterías y que los únicos que creen en ellas son los “chiflados de la conspiración.” Por otra parte una pequeña minoría de gente, pero con convicciones fuertes, sostienen que todos los eventos del mundo deben ser explicados por una u otra conspiración, especialmente una conspiración Judía. La verdad esencial fue dicha de la mejor manera por un famoso escritor de la Iglesia hace 1800 años.

Tertuliano (160–220) dijo que la Fe Católica y el poder Judío son como los dos platillos de una balanza: en la medida que la Fe Católica sube, en la misma medida el poder Judío baja, y tanto como la Fe Católica baja, tanto el poder Judío sube. Pero la Fe está sobre el poder. Es por eso que el problema primario no son los Judíos, sino el aumento o la disminución de la Fe entre los hombres. Es por eso también que hay conspiraciones: juegan un papel importante y no deben ser simplemente despreciadas, pero el problema central son los hombres que se alejan del verdadero Dios en su única verdadera Iglesia. En breve – y este es el punto central – los Gentiles tienen solamente a si mismos para culparse si el poder Judío es hoy tan aplastante.

Por consiguiente los que empiecen a ver lo que Disraeli y Woodrow Wilson claramente insinuaron pero apenas pudieron decir abiertamente, a saber que existe un poder oscuro detrás del escenario que dirije los eventos del mundo, que ellos no pierdan su justa apreciación de la situación maldiciendo a los Illuminati, o a los Judíos, o a los Masones o a quienquiera que sea, pero que aprecien la sabiduría de las palabras de San Pío X: “Que todo hombre haga su deber, y todo irá bien.” Es porque nuestro primer deber es para con Dios, como el primer mandamiento lo indica, que si todos cumplimos con nuestro deber y hemos hecho nuestro retorno a Dios, será para El un sencillo juego de niños deshacer este actual poder de sus múltiples enemigos que El solo les dejó tener, al no intervenir desde el inicio para impedirlo.

Asi, antes que Nuestra Señora apareciera en Fátima en 1917, los enemigos de la Iglesia habían tomado el gobierno de Portugal completamente bajo su control, pero cuando prácticamente todo el pueblo Portugués rezó e hizo penitencia como Nuestra Señora lo había pedido, entonces Ella simplemente disolvió el poder de estos enemigos por una revolución incruenta. Portugal se volvió, en el ateo siglo XX con el Comunismo triunfando en todas partes, la vitrina de un Estado Católico.

Los enemigos mas inteligentes de Dios saben muy bien que le están sirviendo como un látigo para flagelar las espaldas de su pueblo descreído. Si sólo los amigos de Dios entendieran de que manera están flagelados por sus enemigos para ayudar a todas las almas a volverse hacia El y asi llegar al Cielo, entonces las teorías conspiracionistas se pondrían todas en su lugar: ni mas, ni menos importantes de lo que en realidad son.

Kyrie eleison.

El Pensamiento de Benedicto – II

El Pensamiento de Benedicto – II on julio 16, 2011

Si se divide en cuatro partes el estudio de Mons. Tissier acerca del pensamiento de Benedicto XVI, entonces la segunda parte presenta sus raíces filosóficas y teológicas. Al analizar la filosofía primeramente, Mons. está siguiendo la gran Encíclica “Pascendi” de Pío X. Si una botella de vino está sucia por dentro, el mejor de los vinos que se vierta dentro de esta se echará a perder. Si la mente de un hombre se desconecta de la realidad, como sucede con la filosofía moderna, entonces aún la Fe Católica filtrada a través de esta mente estará desorientada, porque ya no se dejará orientar por la realidad. He aquí el problema de Benedicto.

Así como su antecesor, Pío X, el Obispo atribuye la responsabilidad principal de este desastre de las mentes modernas al filósofo Alemán de la Ilustración, Immanuel KANT (1724 – – 1804), quien finalizó el sistema de anti-pensamiento, prevaleciente hoy en día en todos lados, el cual excluye a Dios del discurso racional. Porque si, como lo aseveraba Kant, la mente no puede saber nada del objeto excepto lo que pueda ser percibido por los sentidos, entonces la mente es libre de reconstruir la realidad detrás de las apariencias sensibles tal como le guste, la realidad objetiva se desprecia como imposible de conocer, y el subjetivismo reina supremo. Si el sujeto necesita de Dios y postula su existencia, muy bien. De otra manera, por así decirlo, ¡Dios no tiene suerte!

Mons. Tissier presenta entonces a cinco filósofos modernos, todos lidiando con las consecuencias de la locura subjetivista de Kant que pone las ideas por encima de las realidad y lo subjetivo sobre lo objetivo. Los dos más importantes para el pensamiento de este Papa pueden ser Heidegger (1889–1976), uno de los padres del existencialismo, y Martin Buber (1878–1965), uno de los principales exponentes del personalismo. Si las esencias son desconocidas (Kant), entonces solamente queda la existencia. Ahora el ente existente más importante es la persona, constituido para Buber por el intersubjetivismo, o la relación “Yo-Tu” entre personas subjetivas, que para Buber abre la vía hacia Dios. Por lo tanto el conocimiento del Dios objetivo dependerá del involucramiento subjetivo de la persona humana. ¡Vaya cimientos más inseguros para ese conocimiento!

Sin embargo este involucramiento del sujeto humano será la clave para el pensamiento teológico de Benedicto, influenciado primeramente, escribe Mons., por la célebre Escuela de Tubinga en Alemania. Fundada por J.S. von Drey (1777–1853), esta escuela sostenía que la historia se mueve por el espíritu de la era en constante movimiento, y este espíritu es el Espíritu de Cristo. Por lo tanto la Revelación de Dios ya no es el Depósito de la Fe terminada a la muerte del último Apóstol, y hecha simplemente más explícita a medida que pasa el tiempo. Por el contrario, tiene un contenido en constante evolución al cual contribuye el sujeto receptor. Así es que la Iglesia de cada era juega un papel activo y no solo pasivo en la Revelación, y le da a la Tradición pasada su significado actual. ¿Empieza a sonar esto conocido? ¿Como la hermenéutica del Dilthey? Ver CE 208.

Así es que para Benedicto XVI Dios no es un objeto aparte, ni meramente objetivo, él es personal, un “Yo” que intercambia con cada “Tu” humano. La Escritura y la Tradición si vienen objetivamente del divino “Yo,” pero por otro lado el “Tu” viviente y móvil debe constantemente reinterpretar la Escritura, y ya que la Escritura es muy importante para la Tradición, entonces la Tradición debe también tornarse dinámica por el involucramiento del sujeto, y no quedarse solamente estática, como la Tradición “fijista” de Arzobispo Lefebvre. Similarmente la teología debe de ser subjetivizada. La Fe debe de ser una “experiencia” personal de Dios, y aún el Magisterio debe dejar de ser meramente estático.

“Maldito el hombre que confía en el hombre” dice Jeremías (XVII, 5).

Kyrie eleison.