Comentarios Eleison

Politica de La Resistencia – I

Politica de La Resistencia – I on marzo 15, 2014

En el desastroso estado hoy en día de la Iglesia y del mundo, hay en juego, entre otros, dos principios centrales: el uno permanente y primario, el otro temporario y secundario, pero ambos son centrales. Su interacción debería ser decisiva para guiar nuestra acción.

El principio permanente es que “Sin Fe es imposible ser grato a Dios” (Hebr.XI,6). Esto es así porque todos los hombres provienen de Dios dotados de un libre albedrío con el propósito de que ellos lo usen de tal manera que puedan ser capaces de ir a Dios cuando mueran, y gozar de la beatífica visión de Dios por toda la eternidad. Estos términos obligatorios de nuestra existencia terrenal constituyen una oferta extremadamente generosa por parte de Dios, dado cuan relativamente poco se requiere de nuestra parte (Is.LXIV, 4). Pero lo menos que podemos hacer, un incipiente comienzo, es reconocer Su Existencia. Dada la bondad de Su Creación toda alrededor nuestro, es “inexcusable” no reconocerla (Rom.I,20), y por consiguiente sin la más elemental Fe en El, es imposible agradarle.

El principio temporario es que el Pastor está herido y las ovejas dispersas (Zac.XIII, 7), texto citado por Nuestro Señor en el camino al Huerto de Getsemaní (Mt.XXVI,31) . Al cabo de 4,000 años de repetida decadencia de los hombres, Dios tomó una naturaleza humana para fundar una Iglesia que capacitara a los hombres para salvar sus almas por los últimos 2,000 años de la existencia de los hombres en esta tierra. Por el primer mil de esos años la decadencia fue seriamente interrumpida, pero luego de unos pocos siglos más, se recuperó nuevamente al punto que con el Vaticano II los líderes ellos mismos de la propia Iglesia de Dios, los Papas, sobre los cuales fue diseñada para depender de ellos, devinieron seriamente infectados por la decadencia. En base a esto, devino para los hombres mucho más difícil ver de qué manera Dios tiene el propósito de que ellos salven sus almas.

Por consiguiente, por un lado, objetivamente hablando, las verdades permanentes para la salvación no han sido cambiadas ni un ápice por la caída de los Papas Conciliares y estas verdades deben ser mantenidas si siquiera algunas almas deben todavía ser salvadas. Fue la gloria de Monseñor Lefebvre defender esas verdades contra los hombres de Iglesia y el mundo caídos, mientras que es la desgracia de sus sucesores estar comprometiéndolas en obsequio de volver a la compañía de esos hombres de Iglesia y su mundo.

Por otro lado, subjetivamente hablando, esa desgracia está mitigada por el eclipse temporario de esas grandes verdades debido a la caída de los Papas. No es fácil, aún para los obispos, ver derecho cuando el Obispo de Roma está viendo torcido. Se sigue que aquellos que por la gracia de Dios – y nada más – ven derecho, deben tener una compasión de 360 grados por las almas atrapadas en una confusión que no es enteramente por su propia falta. Por consiguiente, me parece que si Santiago está convencido que para salvar su alma él debe quedarse en la Neo-Iglesia, no necesito martillarlo para que salga de ella. Y si Clara está persuadida que no hay problema grave dentro de la Fraternidad San Pío X, no debo atragantarla con que sí lo hay. Y si Juan no ve otro camino para mantener su Fe que el creer que la Sede de Roma está vacante, preciso nada más que impelerlo a que esa creencia no es obligatoria.

Con todo, en toda esta dispersión de las ovejas, alguien debe mantener y poner a disposición de ellas la Verdad objetiva si es que no tendrán que hacerlo las pobres piedras (Lc.XIX,40), porque, si más no fuera, sobre la búsqueda de esa Verdad depende la salvación de nuestras almas. Sin embargo, que los Católicos la busquen con toda la debida consideración por la ceguera de sus ovejas compañeras, por al menos tanto tiempo como el Pastor permanezca herido.

Kyrie eleison.

Cincuentismo Observado

Cincuentismo Observado on marzo 8, 2014

Si, al menos hasta ahora, hay relativamente poca reacción desde dentro de la Fraternidad San Pío X a su completo cambio de dirección bajo Monseñor Fellay, eso es debido al deseo de retornar al Catolicismo de los años 1950. Así observa una Católica que asiste a Misa en una Capilla de la FSPX en el mundo de habla inglesa. Ella me escribió recientemente:—

“¿Por qué no hay ‘Resistencia’ en nuestra parte del mundo? Creo que he dilucidado el porqué. Usted ha mencionado muchas veces que la mayoría de los líderes originales de la Fraternidad San Pío X nunca realmente entendieron a Monseñor Lefebvre. Localmente, pienso que eso aplica a muchos de los fundadores originales de la capilla aquí, que son los que se adhieren a la Fraternidad y a sus líderes actuales. ¿Cómo puede ser? ¿Por qué no accionan viendo que todo por lo que ellos lucharon por tanto tiempo y tan duramente está ahora amenazado por destrucción interna?

“El domingo una anciana lo resumió para mí. Tal como ella y su esposo lo ven, ellos valientemente se esforzaron durante los años del 1970 y tempranos años del 1980, y el fruto de sus esfuerzos fue la capilla misma. La Misa con todos sus atavíos externos, la propiedad, los edificios, los bancos de la capilla, las estatuas, las vestiduras – ¡esto es lo que está amenazado por la sola existencia de la Resistencia! Ellos lucharon todos esos años para restaurar para ellos mismos el Catolicismo de su juventud. Para ellos NO es en absoluto una cuestión de doctrina. La señora es miembro de una Tercer Orden; sin embargo cree que los asuntos doctrinales son para los sacerdotes y los obispos, no para los laicos. Por ejemplo, estudiar las encíclicas Papales es entrometerse en asuntos que Dios asignó a la jerarquía.

“Pregunté si ellos veían una necesidad de comprender su Fe, si almas individuales no responden ante Dios por conocer su Fe. Su respuesta fue sincera, creo, pero sorprendente para mí. Ellos dijeron, ‘¡No! La responsabilidad de los Católicos es obedecer a sus superiores’. ¿Y si los superiores están en el error? ‘¡Obedecer de todas maneras! Hacer lo contrario es rebelión’. Es para un Católico ‘un signo de rebelión’ aún el cuestionar a sus superiores ‘en asuntos que no le conciernen,’ es decir doctrina. Si el superior está equivocado, Dios lo juzgará a él – ‘Nunca estarás en el camino equivocado obedeciendo al sacerdote’. Así es que, ahí lo tiene. Los Resistentes son rebeldes, desobedientes, irrespetuosos. ¿Cómo se atreven ellos a preguntar a su superior? ¿Cómo se atreven ellos a presumir estudiar la doctrina, a preguntarles cuestiones acerca de ella a sus superiores? Los Resistentes son los malos de la película no porque ellos estén doctrinalmente equivocados sino porque sus palabras y acciones amenazan al Catolicismo de los años 1950.

“¡Pero la obediencia ciega es ridícula! ¿Qué vamos a hacer nosotros corderos cuando el Pastor está herido y el rebaño está disperso? ¿Pretender que todo está bien y dejarnos devorar por los lobos en nombre de la obediencia? ¿Qué puede uno decirles a tales personas? ¡Ellos son voluntariamente ignorantes en la creencia que la ignorancia voluntaria es una virtud! ¿De dónde proviene tal estado mental? ¿Qué error serpenteó dentro de la Iglesia para hacer que los Católicos desconecten sus mentes? Todo lo que puedo decir es que si la FSPX es dejada con rebaños de ovejas lobotomizadas, ¡será muy fácil para Roma aniquilar la última fortaleza de la Tradición! Las capillas de la FSPX sólo necesitan ser entregadas a la jurisdicción del obispo local por medio de un acuerdo formal, o por cooperación de hecho con sacerdotes del Novus Ordo lo cual hemos visto localmente.”

Noten la evocación que ella hace sobre la posibilidad que Roma absorba a la FSPX no ya más por cualquier acuerdo claramente delimitado sino por una fusión gradual. Es un peligro real. Me pregunto si no es eso lo que el Cuartel General de la FSPX está siendo aconsejado hacer por sus “nuevos amigos” en Roma.

Kyrie eleison.

Primero, La Verdad

Primero, La Verdad on marzo 1, 2014

Deben existir muchas objeciones al argumento presentado en números recientes de estos “Comentarios” según el cual, siendo la Verdad Divina previa a los maestros humanos, entonces la falibilidad de los Papas no debe preocuparnos tanto porque la Verdadera Fe está detrás, allende y por encima de ellos. Pero he aquí la objeción clásica: la Verdad en sí misma puede estar por encima de ellos, pero para nosotros seres humanos, solamente viene a través de ellos – “La fe viene, pues, del oír” (Rom.X,17). Así, Nuestro Señor confió a Pedro (es decir a los Papas) la tarea de confirmar en la Fe a sus hermanos (Lc.XXII,31–32). Entonces para nosotros Católicos los maestros son previos a la Verdad pues no la podemos recibir sin ellos. Más aún, el Espíritu Santo los guía (Jn.XVI,13), entonces ¿cómo puedo yo, pobre de mí, juzgar si o cuando El no lo está haciendo?

También en la Escritura está la respuesta. San Pablo escribe a un rebaño que él ha instruido en la Fe: “Pero, aún cuando nosotros mismos, o un ángel del cielo os predicase un Evangelio distinto del que os hemos anunciado, sea anatema.” Y el punto es tan importante que San Pablo en seguida lo repite: “Lo dijimos ya, y ahora vuelvo a decirlo: Si alguno os predica un Evangelio distinto del que recibisteis, sea anatema” (Gal. I, 8–9).

Pero, un Gálata habría podido objetar, ¿Por qué debemos creer en el Evangelio de tu primera visita a Gálata y no en uno eventualmente diferente predicado en una segunda visita? San Pablo inmediatamente da una razón primera: “Porque os hago saber, hermanos, que el Evangelio predicado por mí no es de hombre. Pues yo no lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo” (Gal.I,11–12). Y San Pablo confirma esto narrando cuan mínimo contacto tuvo con aquellos que podían haberle enseñado – los otros Apóstoles – antes que él comenzara a predicar (I,15–19), un hecho obviamente verificable por los Gálatas. Además les jura a los Gálatas que él no está mintiendo (I, 20). La razón segunda la da un poco después, la cual son los milagros y las obras del Espíritu Santo (III, 2–5) que los Gálatas ellos mismos habían atestiguado como resultado directo de la predicación de Pablo en su primera visita.

Así, San Pablo prueba que Dios a la vez le enseñó a él, y confirmó para los Gálatas, el Evangelio de aquella primera visita, y que la contradicción entre este Evangelio y cualquier otro, los Gálatas no solamente podían sino también debían discernirla por sí mismos si es que deseaban salvar sus almas. Y no importa (I,8) si el predicador del evangelio diferente era un ángel o Pablo mismo – ¡o un Papa! – los Gálatas aún tenían el absoluto deber de quedarse con el primer Evangelio de Pablo. La Verdad que fue presentada ante sus ojos (III,1), los Gálatas la habían reconocido y aceptado (III,3), tanto como uno reconoce que 2 + 2 = 4, así que tenía prioridad sobre cualquier maestro eventualmente contradiciéndola, sea cual fuera la autoridad para enseñar que tal maestro aparente tendría (I,9).

Así, Monseñor Lefebvre decía que por los 19 siglos entre San Pablo y el Vaticano II, la Iglesia había predicado exactamente el mismo Evangelio, proveniente de Dios y constantemente confirmado por El. Ese Evangelio es, tal como Dios lo reveló, la Revelación; tal como ha sido transmitido por los hombres de Iglesia, la Tradición; tal como ha sido enseñado con autoridad por la Iglesia, su Magisterio Ordinario y Extraordinario. Entre ese Evangelio y el Vaticano II la contradicción es obvia, entonces nosotros debemos aceptar y creer en la Tradición, si es que deseamos salvar nuestras almas, sea lo que fuere lo que las aparentes autoridades de la Iglesia puedan decir de contrario. Por eso, Dios nos ayude. ¿Cómo puede entonces la propia Fraternidad de Monseñor Lefebvre, la Fraternidad San Pío X, estar oficialmente buscando someterse a las autoridades del Vaticano II?

Kyrie eleison.

Humanizacion Fatal

Humanizacion Fatal on febrero 22, 2014

Algunos Católicos que sostienen que la Sede Apostólica está vacante, protestan firmemente contra los recientes números de estos “Comentarios” pues parecen poner al mismo nivel la herejía universal del liberalismo y la opinión particular del sedevacantismo. Pero, mientras que estos “Comentarios” constantemente atacan la plaga del liberalismo, con seguridad ellos últimamente no han hecho más que argumentar que nadie está obligado a ser sedevacantista, lo cual, considerando qué trampa esterilizante prueba ser el sedevacantismo en algunos casos, es, con seguridad, una toma de posición bien moderada.

Sin embargo, estos “Comentarios” sí mantienen que el sedevacantismo, aunque admirable como un esfuerzo para combatir al liberalismo, es a lo mucho un medio inadecuado para hacerlo porque comparte con los liberales uno de sus errores básicos, a saber, la exageración de la infalibilidad papal. En su meollo, este error nos lleva al corazón de la crisis sin precedente de la Iglesia hoy en día, razón por la cual estos “Comentarios” insistirán en la cuestión, al tiempo de pedir perdón a algunos lectores indebidamente aburridos u ofendidos. La Iglesia toda está en juego y no solamente las sensibilidades de estos o aquellos de sus miembros.

El meollo de este error es la humanidad dando la espalda lenta pero seguramente a lo largo de los últimos 700 años, a Dios, a Su Hijo y a Su Iglesia. En el pico de la Edad Media, los Católicos tenían una Fe clara y fuerte, asiendo la unicidad y exclusividad del Dios objetivo y Su Verdad sin contradicción. Dante no tuvo problema en poner a Papas en su Inferno. Pero a medida que, a lo largo de los siglos, el hombre se puso a sí mismo más y más como el centro de las cosas, así Dios perdió su trascendencia absoluta por encima de todas las criaturas y la verdad se volvió más y más relativa, ya no a la autoridad de Dios, sino, en cambio, a la del hombre.

Dentro de la Iglesia, tomen por ejemplo la 13era de las 17 “Reglas para sentir con la Iglesia” del famoso libro de San Ignacio de Loyola Ejercicios Espirituales, alabado por innumerables Papas desde entonces y sin duda responsable de ayudar a salvar millones de almas. Ignacio escribe: “Para que en todas las cosas lleguemos a la verdad, debemos mantener el principio de creer que lo blanco que yo veo es negro, si la Iglesia Jerárquica así lo determina.” Tal posición podría apoyar la autoridad de los hombres de Iglesia a corto plazo, pero, ¿no corrió el grave peligro de separarla de la verdad a largo plazo?

Porque ciertamente, al final del siglo 19no, el liberalismo se hizo tan fuerte que la Iglesia tuvo que reforzar su propia autoridad por la Definición en 1870 de su Magisterio, operando con todo su poder, a saber: siempre que 1) un Papa 2) define 3) un punto de Fe o de moral 4) de tal manera que obliga en conciencia a toda la Iglesia. Pero pensando demasiado humanamente desde entonces, demasiados Católicos en lugar de relacionar este Magisterio Extraordinario a Dios y a la inmutable Verdad del Magisterio Ordinario de la Iglesia, han tendido a prestar a la persona humana del Papa una infalibilidad que proviene de Dios y que pertenece sólo a Dios. Este proceso humanizante generó una infalibilidad cada vez más excesiva, que casi inevitablemente resultó en el disparatado reclamo de Pablo VI de estar capacitado para remodelar la Tradición de la Iglesia en nombre de un “Solemne Magisterio Ordinario.” La gran mayoría de los Católicos le permitieron salirse con la suya y hasta el día de hoy una masa de ellos están haciéndose liberales día a día siguiendo a los Papas Conciliares mientras que una pequeña minoría de Católicos están impulsados a negar que aquellos responsables de la locura Conciliar puedan ser, en alguna manera, Papas.

Finalmente, personalmente tengo respeto por muchos sedevacantistas, en la medida que ellos creen en la Iglesia y están desesperados por encontrar una solución a un problema infinitamente serio de la Iglesia. Pero, en mi opinión, ellos necesitan mirar más alto y más profundo – la infinita altura y profundidad de Dios mismo.

Kyrie eleison.

La Infalibilidad de La Iglesia – II

La Infalibilidad de La Iglesia – II on febrero 15, 2014

Mucho necesita decirse sobre la infalibilidad de la Iglesia, especialmente para corregir ilusiones originadas (por error) a partir de la Definición de la infalibilidad Papal en 1870. Hoy en día, por ejemplo, los sedevacantistas y liberales piensan que sus posiciones son totalmente opuestas pero, ¿paran ellos por un momento para ver cuán semejantemente ellos piensan? – Mayor: Los Papas son infalibles. Menor: los Papas Conciliares son liberales. Conclusión liberal: debemos devenir liberales. Conclusión sedevacantista: no pueden ser Papas. El error no está ni en la lógica ni en la Premisa Menor. Solamente puede ser un malentendido, por parte de ambas partes, sobre lo que es la infalibilidad en la Mayor. Una vez más, el hombre moderno pone autoridad por encima de verdad.

Dios Eterno es Verdad en sí misma, absolutamente infalible. En el tiempo creado, por medio de su Hijo Encarnado, El instituyó su Iglesia con una doctrina para la salvación de las almas. Proviniendo de El, esa doctrina solamente puede ser inerrante, pero para mantenerla libre de los errores de los hombres de Iglesia humanos a los cuales se la confiaría, Su Hijo les prometió el “espíritu de verdad” para guiarlos “por siempre” (Jn. XIV,16–17). Pues realmente, sin una tal garantía, ¿cómo podía Dios requerir de los hombres, so pena de condenación eterna, creer en Su Hijo, en Su doctrina y Su Iglesia (Mc. XVI,16)?

Sin embargo, aún de Sus hombres de Iglesia, Dios no arrebatará ese libre albedrío para errar que El les otorgó a ellos. Y El permitirá que esa libertad vaya tan lejos como ellos lo deseen, sin llegar a que hagan Su Verdad inaccesible a los hombres. Eso llega lejos, e incluye un número de Papas altamente deficientes en la historia de la Iglasia, pero el alcance de Dios llega aún más lejos que la maldad de los hombres (Is.LIX,1–2). En el Vaticano II, por ejemplo, el error de la Iglesia llegó bien lejos, sin que Dios, sin embargo, permitiera a Su Iglesia ser totalmente defectible en lo que hace a su presentación a los hombres de la Verdad inerrante proviniendo de Su propia infalibilidad. Aún los Papas Conciliares han dicho muchas verdades católicas al lado de sus errores Conciliares.

Pero, ¿cómo entonces puedo yo, un alma simple, distinguir entre sus verdades y sus errores? En primer lugar, si yo estoy realmente buscándolo a Dios con un corazón recto, El me guiará a El, como la Biblia dice en muchos lugares. Y, en segundo lugar, la doctrina de Dios siendo tan inmutable como Dios mismo, debe ser la doctrina que encuentro que (casi todos) Sus hombres de Iglesia han enseñado y transmitido en (casi) todos los lugares y en (casi) todos los tiempos, mejor conocida como Tradición. Desde el principio de la Iglesia esa transmisión ha sido la piedra de toque más segura de lo que Nuestro Señor, El mismo, enseñó. A lo largo de las épocas, la Tradición inerrante ha sido el trabajo de millones de hombres de Iglesia. Ha sido eso por lo cual Dios dotó a Su Iglesia como un todo y no solamente a los Papas, con la guía del infalible Espíritu Santo.

Aquí está, por así decirlo, la torta de la infalibilidad de la Iglesia sobre la cual se ponen las solemnes Definiciones de los Papas que son no más que su glaseado, precioso y necesario, pero el pico de la infalibilidad de la Iglesia y no su mole montañosa. Noten que primeramente las Definiciones por el Magisterio Extraordinario de los Papas existieron no solamente desde 1870, sino desde el principio de la Iglesia. Y que no existieron para hacer verdadera a la Tradición sino meramente para hacer cierto lo que pertenecía a la Tradición y lo que no, cada vez que lo erróneo del hombre lo había hecho incierto. Percibiendo la verdad, Monseñor Lefebvre rectamente prefirió la Tradición inerrante a los Papas gravemente errantes. Nunca habiéndolo entendido a él, así como todos los liberales modernos no percibiendo la verdad, sus sucesores están en el proceso de preferir los errantes Papas a la inerrante Tradición. Subestimando la verdad y sobrestimando los Papas, los sedevacantistas totalmente repudian a los errantes Papas, y pueden estar tentados de abandonar a la Iglesia enteramente. ¡Señor, tened piedad!

Kyrie eleison.

La Infalibilidad de La Iglesia – I

La Infalibilidad de La Iglesia – I on febrero 8, 2014

Probablemente el principal problema de los sedevacantistas es la infalibilidad de la Iglesia (los Papas Conciliares son horriblemente falibles, entonces, ¿cómo pueden ellos ser Papas?). Sin embargo, la infalibilidad necesita ser considerada por más razones que simplemente para aliviar al sedevacantismo. El problema moderno de preferir la autoridad a la verdad es vasto.

“Infalibilidad” significa inhabilidad para errar o para caer en el error. El Concilio Vaticano Primero definió en 1870 que el papa no podía errar cuando estaban presentes cuatro condiciones: él debe (1) estar hablando como Papa, (2) en una cuestión de Fe o de moral, (3) de una manera definitoria, y (4) con la clara intención de obligar en conciencia a toda la Iglesia. Cualquiera de estas enseñanzas pertenecen a lo que se llama el Magisterio “Extraordinario” del Papa, porque por un lado los Papas raramente comprometen todas las cuatro condiciones y por otro lado ellos enseñan muchas otras doctrinas que no pueden errar o estar equivocadas porque ellas han sido siempre enseñadas por la Iglesia y, por consiguiente, ellas pertenecen a lo que el Vaticano I llamó “Magisterio Universal Ordinario” de la Iglesia, también infalible. La pregunta es, ¿cómo se relaciona el Magisterio Extraordinario del Papa con el Magisterio Ordinario de la Iglesia?

La Santa Madre Iglesia enseña que el Depósito de la Fe, o Revelación pública, estaba completo a la muerte del último Apóstol vivo, digamos alrededor del 105 d.C. Desde entonces no se ha agregado ninguna verdad más, ni puede ser agregada, a ese Depósito o cuerpo de verdades reveladas. Entonces ninguna definición “extraordinaria” puede agregar una iota de verdad a ese Depósito, solamente agrega, en beneficio de los creyentes, certeza a alguna verdad ya perteneciente al Depósito, pero cuya pertenencia no había sido suficientemente clara con antelación. En un orden cuádruple viene en primer lugar una REALIDAD objetiva independiente de cualquier mente humana, tal como el hecho histórico de la Madre de Dios habiendo sido concebida sin pecado original. En segundo lugar viene la VERDAD en cualquier mente que esté en conformidad con esa realidad. Únicamente en tercer lugar viene la DEFINICIÓN infalible cuando un Papa compromete todas las cuatro condiciones para definir tal verdad. Y en cuarto lugar surge a partir de esa definición, la CERTEZA con respecto a esa verdad para los creyentes. Así, considerando que la realidad genera a la verdad, una Definición meramente crea certeza con respecto a esa verdad.

Pero la realidad y su verdad ya pertenecían al Magisterio Ordinario porque no existe la menor duda que un Papa haya jamás definido infaliblemente una verdad fuera del Depósito de la Fe. Por consiguiente, el Magisterio Ordinario es al Magisterio Extraordinario como el manantial es al arroyo ¡y no como el arroyo es al manantial! El problema es que la Definición de 1870 dio tal prestigio al Magisterio Extraordinario que el Magisterio Ordinario empezó a palidecer en comparación, al punto que los Católicos, aún teólogos, rasguñan para fabricar para él una infalibilidad como la del Magisterio Extraordinario. Pero eso es tontería:El Magisterio Extraordinario presupone el Magisterio Ordinario, existiendo solamente para dar certeza (4) a una verdad (2) ya enseñada por el Magisterio Ordinario.

Se puede ilustrar el punto con el pico nevado de una montaña. De ninguna manera la montaña depende de la nieve, excepto para que la haga más visible de lo que ya lo es. Por el contrario, la nieve depende completamente de la montaña para estar donde ella, la nieve, está. De manera similar, el Magisterio Extraordinario no hace más que hacer que el Magisterio Ordinario sea más claramente o más ciertamente visible. A medida que el invierno se adentra, así la capa de nieve desciende. A medida que la caridad se enfría en tiempos modernos, así más definiciones del Magisterio Extraordinario pueden devenir necesarias, pero eso no las hace la perfección del Magisterio de la Iglesia. Por el contrario, ellas señalan una debilidad por parte de los creyentes en cuanto a su asimiento de las verdades de su Fe. Cuanto más sano es el hombre, menos píldoras precisa.

La próxima semana, la aplicación tanto al sedevacantismo como a la presente crisis de la FSPX.

Kyrie eleison.