Etiqueta: San Pablo

Primero, La Verdad

Primero, La Verdad posted in Comentarios Eleison on marzo 1, 2014

Deben existir muchas objeciones al argumento presentado en números recientes de estos “Comentarios” según el cual, siendo la Verdad Divina previa a los maestros humanos, entonces la falibilidad de los Papas no debe preocuparnos tanto porque la Verdadera Fe está detrás, allende y por encima de ellos. Pero he aquí la objeción clásica: la Verdad en sí misma puede estar por encima de ellos, pero para nosotros seres humanos, solamente viene a través de ellos – “La fe viene, pues, del oír” (Rom.X,17). Así, Nuestro Señor confió a Pedro (es decir a los Papas) la tarea de confirmar en la Fe a sus hermanos (Lc.XXII,31–32). Entonces para nosotros Católicos los maestros son previos a la Verdad pues no la podemos recibir sin ellos. Más aún, el Espíritu Santo los guía (Jn.XVI,13), entonces ¿cómo puedo yo, pobre de mí, juzgar si o cuando El no lo está haciendo?

También en la Escritura está la respuesta. San Pablo escribe a un rebaño que él ha instruido en la Fe: “Pero, aún cuando nosotros mismos, o un ángel del cielo os predicase un Evangelio distinto del que os hemos anunciado, sea anatema.” Y el punto es tan importante que San Pablo en seguida lo repite: “Lo dijimos ya, y ahora vuelvo a decirlo: Si alguno os predica un Evangelio distinto del que recibisteis, sea anatema” (Gal. I, 8–9).

Pero, un Gálata habría podido objetar, ¿Por qué debemos creer en el Evangelio de tu primera visita a Gálata y no en uno eventualmente diferente predicado en una segunda visita? San Pablo inmediatamente da una razón primera: “Porque os hago saber, hermanos, que el Evangelio predicado por mí no es de hombre. Pues yo no lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo” (Gal.I,11–12). Y San Pablo confirma esto narrando cuan mínimo contacto tuvo con aquellos que podían haberle enseñado – los otros Apóstoles – antes que él comenzara a predicar (I,15–19), un hecho obviamente verificable por los Gálatas. Además les jura a los Gálatas que él no está mintiendo (I, 20). La razón segunda la da un poco después, la cual son los milagros y las obras del Espíritu Santo (III, 2–5) que los Gálatas ellos mismos habían atestiguado como resultado directo de la predicación de Pablo en su primera visita.

Así, San Pablo prueba que Dios a la vez le enseñó a él, y confirmó para los Gálatas, el Evangelio de aquella primera visita, y que la contradicción entre este Evangelio y cualquier otro, los Gálatas no solamente podían sino también debían discernirla por sí mismos si es que deseaban salvar sus almas. Y no importa (I,8) si el predicador del evangelio diferente era un ángel o Pablo mismo – ¡o un Papa! – los Gálatas aún tenían el absoluto deber de quedarse con el primer Evangelio de Pablo. La Verdad que fue presentada ante sus ojos (III,1), los Gálatas la habían reconocido y aceptado (III,3), tanto como uno reconoce que 2 + 2 = 4, así que tenía prioridad sobre cualquier maestro eventualmente contradiciéndola, sea cual fuera la autoridad para enseñar que tal maestro aparente tendría (I,9).

Así, Monseñor Lefebvre decía que por los 19 siglos entre San Pablo y el Vaticano II, la Iglesia había predicado exactamente el mismo Evangelio, proveniente de Dios y constantemente confirmado por El. Ese Evangelio es, tal como Dios lo reveló, la Revelación; tal como ha sido transmitido por los hombres de Iglesia, la Tradición; tal como ha sido enseñado con autoridad por la Iglesia, su Magisterio Ordinario y Extraordinario. Entre ese Evangelio y el Vaticano II la contradicción es obvia, entonces nosotros debemos aceptar y creer en la Tradición, si es que deseamos salvar nuestras almas, sea lo que fuere lo que las aparentes autoridades de la Iglesia puedan decir de contrario. Por eso, Dios nos ayude. ¿Cómo puede entonces la propia Fraternidad de Monseñor Lefebvre, la Fraternidad San Pío X, estar oficialmente buscando someterse a las autoridades del Vaticano II?

Kyrie eleison.

Declaracion Reversible

Declaracion Reversible posted in Comentarios Eleison on septiembre 22, 2012

No todo sobre el Capítulo General de la Fraternidad San Pío X de Julio en Suiza puede haber sido desastroso, pero de sus dos frutos oficiales, las “Seis Condiciones” fueron “de una debilidad alarmante” (cf.EC 268, 1 de Sept.), y su “Declaración” final deja mucho que desear. He aquí un resumen brevísimo de sus diez párrafos:—

1 Agradecemos a Dios por los 42 años de la existencia de nuestra Fraternidad. 2 Hemos redescubierto nuestra unidad después de la reciente crisis (¿realmente?), 3 para profesar nuestra fe 4 en la Iglesia, en el Papa, en Cristo Rey. 5 Nos adherimos al Magisterio constante de la Iglesia, 6 y también a su Tradición constante. 7 Nos unimos a todos los católicos que sufren ahora persecución. 8 Rezamos para que nos ayuden la Santísima Virgen María, 9 San Miguel 10 y San Pío X.

Esta es una Declaración a la cual no le falta la piedad, la cual dice San Pablo, es útil para todo propósito (I Tim.IV,8). Sin embargo, a sus dos discípulos, Timoteo y Tito, les insiste constantemente sobre la necesidad de la doctrina que es sin embargo el fundamento de la verdadera piedad. Desgraciadamente, la Declaración es bastante menos fuerte en cuanto a la doctrina. En lugar de anatematizar los errores doctrinales del Concilio que arruinan la Iglesia desde hace 50 años, la Declaración tiene en sus párrafos mas doctrinales, 5 y 6, sólo una débil condenación de estos errores, al mismo tiempo que rinde un tributo a los constantes Magisterio (5) y Tradición (6) de la Iglesia, tributo correcto, pero que constituye un argumento demasiado fácil de revertir por cualquier Conciliarista. Veamos como:—

El párrafo 5 califica las novedades del Concilio Vaticano II como estando “manchadas con errores,” mientras que el Magisterio constante de la Iglesia es “ininterrumpido”: “Por su acto de enseñar el Magisterio transmite el depósito revelado en armonía perfecta con todo lo que la Iglesia entera ha siempre creido, en todos lugares.” Lo que por supuesto implica que Roma tendría que llevar al Vaticano II a la lavandería para quitarle las manchas. Pero veamos lo que un Romano puede replicar: “¡La expresión por parte del Capítulo de la continuidad del Magisterio es completamente admirable! ¡Pero nosotros Romanos somos este Magisterio, y nosotros declaramos que el Vaticano II está en continuidad con el pasado, y no está manchado!”

Lo mismo con el párrafo 6. La Declaración establece, “La Tradición constante de la Iglesia transmite y transmitirá hasta el fin de los tiempos el conjunto de las enseñanzas necesarias para guardar la Fe y salvar el alma de uno,” y se sugiere que las autoridades de la Iglesia tienen que volver a la Tradición. El Romano puede en seguida contestar: “¡La descripción por parte del Capítulo de cómo la Tradición mantiene la Fe es del todo admirable! Pero nosotros Romanos somos los guardianes de esta Tradición, y nosotros decimos que, en virtud de la hermenéutica de la continuidad, Vaticano II no interrumpe la Tradición sino que la continúa. De tal manera que el Capítulo se equivoca totalmente al sugerir que necesitamos volver a ella.”

Esta Declaración reversible contrasta con la fuerza del ataque irreversible de Mons. Lefebvre contra los errores del Vaticano II en su famosa Declaración de Noviembre de 1974. Declara que la Roma Conciliar no es la Roma Católica porque la reforma Conciliar es “naturalista, Teilhardiana, liberal y Protestante . . .envenenada hasta la médula . . .viniendo de la herejía y llevando a la herejía,” etc., etc. Su conclusión es un rechazo categórico en tener lo mas mínimo que ver con la nueva Roma, porque ella no es en absoluto la verdadera Roma.

¡Baje del Internet las dos Declaraciones y vea cual de las dos es, sin peligro de equivocarse, la trompeta que llama a la batalla necesaria (I Cor.XIV,8)! Uno tiene que hacerse la pregunta: ¿Cuantos son los capitulantes del 2012 que han estudiado lo que dijo el Arzobispo, y porqué lo dijo?

Kyrie eleison.

¿Contaminación? -¿Quien?

¿Contaminación? -¿Quien? posted in Comentarios Eleison on agosto 25, 2012

Uno de mis proverbios favoritos viene de China: “El hombre sabio se culpa a sí mismo, el insensato culpa a los demás.” No es que a los otros nunca haya que culparles, por supuesto, pero es que generalmente puedo hacer poco o nada para cambiar su conducta, mientras que soy, por lo menos en teoría, dueño de la mía. Como “La Imitación de Cristo” lo dice, raramente pensamos con provecho sobre los pecados de otros, pero siempre con provecho sobre los propios.

Esta antigua sabiduría me viene a la mente al leer la carta de una lectora del “Comentario Eleison” (# 263) en la cual lamenta la “contaminación Conciliar” que ella observa en la manera que en la Hermandad SPX las Misas en los Estados Unidos pueden ser celebradas por sacerdotes y seguidas por los fieles. Si el resumen de sus observaciones sombrías es el que sigue, no es para acusar de esta sombría situación a los sacerdotes o a los fieles, sino para sugerir a cada uno de nosotros como podemos examinar nuestra propia conducta.

En general, ella dice que esta “contaminación Conciliar” se ha venido infiltrando en las capillas de la Hermandad SPX desde hace algún tiempo. Va hasta decir que la situación se está deteriorando y es desesperada, y que el daño ya está hecho. Es como si el Latín hubiera adquirido mas importancia que la Fe, como si todo va bien ya que la Misa Tridentina está dicha en Latín. Por no haber entendido – o no acordarse – lo que la Misa es realmente, dice ella, los laicos encuentran que basta con su presencia. Muchos asisten a la Misa de una manera distraída, y entonces reciben la Sagrada Comunión de una manera irrespetuosa, como en la Nueva Iglesia.

Ella culpa a los sacerdotes por no haber explicado lo suficiente la Fe o la Misa. En cuanto a sus sermones de ellos, se pregunta a veces si entienden lo que están proclamando, al mismo tiempo que a ella le parece que las ideas personales del sacerdote y el contexto del sermón en general vienen a asemejarse a lo Conciliar. Las reglas litúrgicas no se respetan, las rubricas son irregularmente observadas, el Canon de la Misa se ve apresurado. En breve, ella no se sorprende de ver a un cierto número de sacerdotes de la Fraternidad SPX y seglares dispuestos a reunirse con la Nueva Iglesia, si no es que mas aún ya pueden pertenecer a ella.

Ahora bien, nadie seriamente afirmaría que su sombría descripción concierne a todas las Misas de la Hermandad SPX, pero tal es la corrupción de nuestra época que un deterioro del tipo que ella observa, sería de esperar. Esta corrupción amenaza tanto a sacerdotes como a seglares, y esto significa que todos nosotros necesitamos observar con cuidado si no está ganando terreno en nosotros. Como la Hermana Lucía de Fátima lo dijo en la década de 1950, los laicos ya no pueden contar con el clero para hacer todo el trabajo de llevarlos al Cielo. De hecho nunca lo podían, pero una “obediencia” perezosa es todavía hoy una tentación común. Si los laicos quieren buenos sacerdotes para conducirlos, y si ellos no quieren que la Hermandad SPX se vuelva Conciliar, entonces ellos deben examinar su propia casa para ponerla en orden – por ejemplo ¿como yo mismo y mi familia participamos de la Misa?

En cuanto a nosotros los sacerdotes, no olvidemos la tremenda advertencia del profeta Ezequiel (III,17–21) a los pastores: Si los pastores dicen al pueblo como está pecando, y el pueblo sigue pecando, el Señor castigará al pueblo pero El no considerará responsables a los pastores. Al contrario, si el pueblo peca y los pastores no le dicen como él está pecando, entonces el Señor considerará a los pastores culpables de los pecados del pueblo. “Porque es ya el tiempo en que comienza el juicio por la casa de Dios” (I Pe. IV, 17).

Por eso, depende de todos nosotros el hacer lo que está en nuestro poder para prevenir que la Hermandad SPX se contagie con la “contaminación Conciliar.” Hoy es mas fácil decirlo que hacerlo, pero como dice San Pablo (I Cor. IV, 3–5), miremos cada uno nuestros propios pecados. Es Dios quien juzga.

Kyrie eleison.

Un Capitulo

Un Capitulo posted in Comentarios Eleison on agosto 4, 2012

Como muchos de ustedes saben, un cierto obispo fue excluído del Capítulo General, o sea la reunión de los jefes de la Hermandad San Pío X, que tuvo lugar el mes pasado en Écône, Suiza. Para confirmar la exclusión parece que se citó la adaptación por el “Comentario Eleison” (#257, 16 de Junio) del deseo aparentemente homicida de San Pablo de “cortar” a los corruptores de la Fe católica (Gálatas V, 12). En realidad, los Santos Ambrosio, Jerónimo, Agustín, Justino y Crisóstomo, todos piensan que este deseo expresado por San Pablo en el contexto de Gálatas V, 1–12, apunta a la amputación de la virilidad de los Judaïzantes (o sea que se mutilasen del todo ya que tanta importancia daban a esa operación de la circuncisión), y no apuntaba a quitarles la vida. Crisóstomo lo interpreta como una broma de San Pablo.

Entonces cuando escuché que el relato de esta broma de San Pablo fue reportado justo antes de empezar el Capítulo, y fue leído como no tratándose de una broma, debo admitir que tuve una visión traviesa: Imaginé a mis nobles colegas en el cuartel general de la Hermandad SPX mirando por la ventana en la noche para ver si no se encontraría un espigado Inglés episcopal, ferozmente disfrazado como Jack el Destripador, rondando entre los matorrales con un largo cuchillo de jardinero brillando en el claro de luna buscando alguien a quien despedazar. Estimados colegas, duerman tranquilos – No tengo ambiciones homicidas.¡De verdad!

Pero el Capítulo fue un asunto serio. ¿Que produjo? Por encima de todo una Declaración hecha pública algunos días mas tarde, y las seis Condiciones para cualquier futuro acuerdo Roma-FSPX filtradas en el Internet poco después (dado cuantas almas están al presente confiando su Fe y su salvación a la guía de la Fraternidad SPX, encuentro que tal filtración no parece tan irracional). Ahora bien, todo honor a los buenos hombres del Capítulo que hicieron seguramente todo lo posible para limitar los daños, pero si la Declaración y las Condiciones nos dan el estado de espíritu actual del conjunto de los líderes de la Hermandad, entonces hay motivos para inquietarse.

En cuanto a la Declaración de 2012, basta compararla brevemente con la Declaración de 1974 del Arzobispo Lefebvre para preguntarse que le pasó a su Hermandad. Mientras que el Arzobispo explícitamente y repetidamente denuncia la reforma producida por el Vaticano II (por ejemplo, “nacida del Liberalismo y del Modernismo, envenenada totalmente, proviniendo de la herejía y terminando en la herejía”), palabras que le valieron al Arzobispo la ira de los Papas Conciliares, al contrario la Declaración de 2012 se refiere sólo una vez al Concilio con sus “novedades” solamente “manchadas con errores,” en términos que podríamos fácilmente imaginar Benedicto XVI suscribiéndolos del principio al fin. ¿Acaso la Hermandad piensa ahora que los Papas Conciliares no representan mayores problemas?

En cuanto a las seis Condiciones para cualquier eventual futuro acuerdo Roma-FSPX, ellas merecen un examen detallado, pero basta decir por el momento que la demanda hecha por el Capítulo General de 2006 de la Fraternidad, a saber la necesidad de un acuerdo doctrinal anterior a todo acuerdo práctico, parece haber sido completamente abandonada. ¿Será que ahora en la mente de la Hermandad la doctrina de los Romanos a los cuales se sometería ya no tiene tanta importancia? ¿O es que la misma Hermandad está cediendo a los encantos del Liberalismo?

Para un punto de vista contrario, me permito recomendar una colección de “Sermones y Conferencias Doctrinales” de Su Excelencia Jack el Destripador, de entre 1994 y 2009, ahora disponibles en siete CDs en http://​truerestorationpress.​com/​node/​52, con descuentos especiales para quien los compra antes del fin de este mes. No toda palabra de estas 30 horas de grabaciones será de oro, algunas palabras son sin duda excesivas, pero por lo menos el esfuerzo apunta a destripar a los enemigos y no a los amigos de nuestra Fe Católica.

Kyrie eleison.

Los Galatas de Hoy

Los Galatas de Hoy posted in Comentarios Eleison on junio 16, 2012

“Oh ustedes insensatos Gálatas” exclama San Pablo (Gal.III,1), despellejando a uno de sus amados rebaños que estaba apostatando, deseando retornar del Nuevo Testamento al Viejo Testamento para satisfacer a los Judaizantes que querían que ellos sirvieran nuevamente “bajo los elementos del mundo” (IV,3). Es notablemente fácil aplicar esta diatriba del Apóstol a aquellos Católicos Tradicionales que al presente están tentados de resbalar nuevamente bajo las autoridades Conciliares para satisfacer Nostra Aetate. Pero entonces, se trata del mismo mundo, carne y demonio, así es que con disculpas a San Pablo, permítanme adaptar algunos versículos de la Epístola a nuestra propia actualidad:—

“¡Oh ustedes aquellos católicos de la Tradición vueltos insensatos! ¿Quién los ha hechizado para que no continúen con la Tradición de Nuestro Señor Jesucristo tal cómo fue presentada ante ustedes? Esto sólo quisiera saber de ustedes: ¿Han ustedes llevado vidas católicas por varios años gracias al Vaticano II o gracias a la Tradición católica? ¿Tan insensatos son que habiendo experimentado los frutos de la Tradición ahora quieren abandonarla poniéndose de vuelta bajo las autoridades Conciliares? ¿Fueron todos esos frutos en vano (III, 1–4)?

“Estoy estupefacto de ver cuan pronto ustedes se están apartando de la línea del Arzobispo Lefebvre, quien los llamó a la gracia de Cristo, y se pasan al nuevo evangelio del Vaticano II, que no es evangelio en absoluto; estos modernistas los perturban y pretenden pervertir el Evangelio de Cristo. Pero si nosotros o un ángel del Cielo trataran de decirles a ustedes que el Concilio no fue realmente tan malo, ¡échenlo y no lo escuchen! Permítanme decirlo nuevamente: quienquiera que pretenda que el Arzobispo hubiera estado hoy a favor de un acuerdo con la Roma Conciliar, ¡debe ser echado! ¿Qué intereses estamos buscando? ¿Estamos tratando de agradar a los Romanos o agradar a Dios? ¡Si estos Romanos me quisieran, no sería siervo de Cristo! (I,6–10).

“Antes de venir a la Tradición ustedes estaban sirviendo bajo hombres de iglesia que estaban entregando la Iglesia al mundo. Pero ahora, después de haber hallado la Tradición, ¿cómo pueden ustedes desear retornar al mundo bajo las autoridades Conciliares (IV, 8–9)? ¿He devenido un enemigo de la Fraternidad San Pío X porque digo la verdad? Los que los engañan pretenden estar protegiendo los intereses de ustedes, pero en realidad lo que quieren es que se olviden del Arzobispo y sirvan a los propios intereses de ellos (IV,16–17). Manténganse firmes y no vuelvan nuevamente bajo el poder del Concilio(V,1). Iban bien. ¿Cómo pueden ustedes mismos alejarse de la Verdad? ¡Quienquiera que está haciendo esto a vosotros no es siervo de Dios! Realmente creo que ustedes no tendrán otro sentir pero quienquiera que los está engañando tiene una grave responsabilidad. ¿Creen ustedes que yo sería tan perseguido si estuviera predicando el mundo? ¡Quienquiera que está corrompiendo la Tradición necesita el cuchillo no solamente para la circuncisión (V,7–12)!

“Aquellos que quieren que la Fraternidad San Pío X pase por el Vaticano II B, están simplemente tratando de evitar ser perseguidos a causa de la Cruz de Cristo. Ellos quieren que ustedes sean mundanos, guardando solamente las apariencias exteriores de Tradición. Ellos quieren volver con los Judaizantes en Roma, pero Dios no quiera que yo quiera otra cosa que no sea la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo para mí ha sido crucificado y yo para el mundo. Quienquiera que siga la Tradición de esta manera, la paz sea con ellos y la misericordia (VI,12–16).”

Ahora lean la propia Epístola de San Pablo. ¡Que nadie pretenda que la palabra de Dios ya no aplica!

Kyrie eleison.

Año Nuevo

Año Nuevo posted in Comentarios Eleison on diciembre 31, 2011

Y asi otro año termina sin que el cielo haya caído. Por décadas he estado diciendo que iba a caer, por ejemplo a un pequeño grupo de personas en Francia hace unos cinco o siete años. Entre ellos había un sacerdote de la Fraternidad SPX quien había sido seminarista en Ecône cuando yo era profesor allí al final de la década del ‘70 y principios de la del ‘80. “Su Excelencia,” dijo, “¿No estaba usted diciendo esto hace 25 años?” Pero lo dijo con una sonrisita, por eso tal vez pensaba que algún día yo podría tener razón.

¿Entonces será 2012 el año en que caiga el cielo? Un gran número de comentaristas piensan que bien podría ser el año en que la economía mundial se derrumbe. Seguramente la deuda no puede seguir apilándose en la manera que se está apilando desde hace décadas. Por ejemplo, los gastos de las obras sociales son una carga insoportable sobre el presupuesto de muchas democracias occidentales, pero casi por definición un político democrático es incapaz de tomar las decisiones drásticas necesarias para restaurar el equilibrio fiscal, porque si quiere ser reelecto no los puede tocar. Ha sido bien dicho que una democracia puede durar solamente hasta que el pueblo se de cuenta que el dinero del Estado le pertenece a él.

Entonces ¿es 2012 el año en el cual las democracias occidentales finalmente se derrumben? Tal vez. Pero tal vez no. Muchos hoy presienten que algún desastre se está preparando. Seguramente no tardará otros 30 años para ocurrir, uno dice. Pero uno ha venido diciendo esto por muchos años. Tal vez la gente está tan embriagada de liberalismo que aún las dosis de caos cada vez mayores los dejan sin preocupación. Sin embargo, mientras las ruedas del molino de Dios trituran lentamente, dice el proverbio, ellas trituran excesivamente fino. En otras palabras todas las facturas de Dios tendrán que ser pagadas, y el día de rendir cuentas vendrá, y sobre cuentas mucho mas serias que aquellas de las meras obras sociales.

¿Será este año, el año próximo, en algún momento, nunca? Nunca, seguro que no. Vendrá en la buena hora de Dios. Relativamente el año importa poco. Como lo dice Hamlet (Act V,2), “Hay una providencia en la caída de un gorrión. Si es ahora, no es por venir; si no es por venir, será ahora; si no debe ser ahora, sin embargo vendrá: el hecho de estar preparado lo es todo.” Hay una Providencia. Hay un Dios, y su momento es el mejor de todos. “La hora de Dios es la mejor hora,” dice el proverbio alemán.

Y Dios no requiere de la mayor parte de nosotros emprender una acción para tratar de frenar el presente curso de la destrucción de la Iglesia y del mundo. Apostaría yo que muchos líderes públicos del mundo se sienten en privado sin posibilidad de hacer algo, y me pregunto si aún los maestros secretos del mundo, empujados por el infierno a dominar el globo, se sienten en todo momento seguros de que tienen su juego en la mano. “Ahora soy la Unica que puedo ayudaros,” ha dicho la Madre de Dios.

Lo que Dios nos pide es de vivir en su gracia y de confiar en El. Cuando el derrumbe venga, en 2012 o en cualquier momento, desde un punto de vista humano sin duda será más bien doloroso, pero desde el punto de vista de Dios sus castigos son actos de misericordia. San Pablo cita el Libro de los Proverbios (III, 11–12): “No deseches, hijo mío, la corrección del Señor, ni tengas aversión cuando El te reprenda. Pues el Señor castiga a aquel a quien ama.” Y San Pablo continúa (Heb.XII, 7–8): “Soportad, pues la corrección. Dios os trata como a hijos. ¿Hay hijo a quien su padre no corrija? Si quedáis fuera de la corrección, de la cual han participado todos, en realidad sois bastardos y no hijos.”

Estar preparado lo es todo, como se ve en la parábola de las vírgenes sabias (Mt.XXV, 1–13).

¡Feliz año nuevo!

Kyrie eleison.