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La Popularidad de Van Gogh

La Popularidad de Van Gogh on abril 10, 2010

En la exhibición reciente del artista moderno de origen holandés, Vincent Van Gogh, cerca ya de su fecha de cierre en la Real Academia de Artes en Londres, han habido filas continuas de gente que esperaba por horas para ingresar. ¿Cómo se puede explicar dicha popularidad? Ciertamente Van Gogh es moderno sin ser demasiado moderno, una combinación que les atrae a muchas almas ansiosas hoy en día de hallarle algún sentido al mundo loco que los rodea, pero ciertamente hay en él una combinación aún más atractiva – él es religioso sin ser religioso – ¡religión para los apóstatas!

Nació en Holanda en 1853, el hijo mayor de un pastor Protestante. Casi por tres cuartas partes de su corta vida únicamente pensaba en dedicarse al servicio de la religión, porque no fue sino hasta la edad de 27 años que descubrió su extraordinario talento y vocación como artista. Sin embargo, desde entonces, se dedicó con religiosa intensidad al dominio del dibujo y de la pintura, para tener la capacidad de expresar a través del arte lo que no había podido expresar en una forma abiertamente religiosa. Ha dicho, “En toda naturaleza, en los árboles por ejemplo, veo una expresión y un alma.”

Él logró que esa alma fuera casi tangible en la pintura seleccionada por la Real Academia para su folleto de la Exhibición, “Hospital de San Remy.” Troncos de árboles entretejidos apuntan hacia el cielo al follaje obscuro que se extiende en cima del edificio de color amarillo brillante del hospital, y que se entrelaza con el cielo azul marino arriba de él. Las pocas figuras humanas parecen insignificantes en medio de lo que es pintado como un torbellino dinámico de la Naturaleza, cuyo dramatismo está acentuado por el esquema de colores brillantes de la pintura, típico de Van Gogh. La misma dinámica es aún más visible en su famosa pintura “Noche Estrellada” (no incluida en esta Exhibición), en donde el paisaje, los cipreses, montañas, estrellas y cielo parecen estar todosinterconectados en una danza de un ritmo salvaje, en colores amarillos y violetas, pareciendo hacer a todo el cosmos que gire.

Ambas pinturas fueron realizadas durante los últimos cinco años,muy productivos, de Van Gogh, entre su mudanza a Paris a principios de 1886 y su muerte en Francia en el verano de 1890. A uno puede no gustarle el arte moderno, a uno puede no gustarle Van Gogh, pero nadie puede negar que sus pinturas de este periodo representan una reacción profundamente humana e individual alo que Wordsworth llamaba “la sublime noción de una simpar omnipresencia”en el mundo de la Naturaleza que rodea a la humanidad. ¿Qué otra cosa puede considerarse arte? Solamente, mientras que al inicio del siglo 19 esa “sublime omnipresencia” haya inspirado al poeta Inglés para “reflejarse en la tranquilidad,” por el contrario para el final de aquel siglo apostatante el artista Holandés, que también había abandonado la religiónpatente, encontraba en élla belleza pero poca paz, lo que lo hace bastante más compasivo con nuestra más agitada época.

¡Es una lástima! Van Gogh pagó un alto precio por reconocer casi el primer movimiento en la Naturaleza sin identificar al Primer Motor. El movimiento sin el Motor inmóvil, el dinamismo feroz sin el Rey de la Paz, terminaron por abrumarlo, y murió de un tiro que el mismo se dio en el pecho. Divino Señor, ten piedad,ten piedad de millones y millones de almas que te sienten y te necesitan, pero que no pueden – o no quieren – encontrarte. ¡Solo Tú sabes cuán peligrosa es su religión irreligiosa sin Ti!

Kyrie eleison.

Delincuencia sin Semejanza – II

Delincuencia sin Semejanza – II on noviembre 28, 2009

“Comentarios Eleison” de la semana pasada se comprometió a demostrar que el Vaticano II fue diseñado para invalidar los sacramentos de la Iglesia introduciendo Ritos sacramentales cuya deliberada ambigüedad corrompería, en el largo plazo (“después de 50 años,” comentaba el Cardenal Lienart en su lecho de muerte), la Intención sacramental indispensable de los Ministros. Pero el Vaticano II tendrá que esperar hasta la próxima semana. Esta semana necesitamos analizar con detenimiento el mecanismo de la intención humana para poder entender que el Ministro sacramental necesita tener en su cabeza una idea fundamentalmente sana de lo que la Iglesia es y hace.

Cuando un ser humano tiene la intención de algo, o pretende lograr alguna meta, necesita primero tener en su cabeza la idea de la meta que quiere alcanzar. De hecho, nadie puede perseguir una meta sin tener en principio la idea de ésta en su cabeza, y se puede perseguir esta meta solamente a través de la idea que se tiene de la misma. Pero las ideas dentro de la cabeza de una persona pueden o no corresponder a la realidad que impera fuera de su cabeza. Si su idea corresponde a la realidad, puede entonces alcanzar su meta. Si no corresponde, puede alcanzar su idea pero no alcanzará su meta.

Tomemos por ejemplo un padre de familia que tiene la intención de hacer felices a sus hijos, pero cuya idea de cómo lograr esto es a través de relajar toda clase de disciplina en su casa. ¡Dios mío!, la indisciplina hace a los niños infelices, no felices, así es que cuando el papá relaja la disciplina, logra dicha relajación pero no la felicidad de los pequeños. Él alcanzó su idea pero no alcanzó la realidad, porque su idea estaba desconectada de la realidad.

Ahora, para que un sacramento sea válido, el Ministro (obispo, sacerdote o laico) debe tener la intención de “hacer lo que la Iglesia hace,” como fue explicado la semana pasada, para lograr poner su acción instrumental debajo de la acción primordial de Dios, única fuente de toda gracia sacramental. Así es que antes de que él administre el sacramento, tiene que tener una idea de lo que “la Iglesia hace,” lo que requiere una idea previa de lo que la Iglesia es. Por lo tanto, si sus ideas de lo que la Iglesia es y hace no corresponden a las realidades Católicas, ¿cómo puede tener la intención de hacer lo que la Iglesia verdadera hace, y por lo tanto, cómo puede administrar sacramentos verdaderos? Si por ejemplo este Ministro cree verdaderamente que la Iglesia es una clase de “Club para Creyentes Sentimentalistas,” o que la Misa es el picnic de esa comunidad y el Bautismo el rito de iniciación para pertenecer a este Club, puede entonces alcanzar su objetivo de realizar el picnic o la iniciación, pero lo que realizará nunca podrá ser una Misa o un Bautismo Católico.

Ahora bien uno podria objectar que tiene un ministro semejante la intención implícita de “hacer lo que la Iglesia hace y siempre ha hecho,” pero su Intencion sacramental no sale necessariamente valida. Por ejemplo, de acuerdo a la “hermenéutica (interpretación) de la continuidad” que reina desde ahora dentro de la Nueva Iglesia, no tiene que verse ninguna ruptura entre la Iglesia Católica y la Nueva Iglesia, ni entre la Santa Misa y el picnic; sólo tiene que existir ¡un desarrollo armónico! Así es que la intención de celebrar la Santa Misa excluyendo el picnic, o la de disfrutar del picnic excluyendo a la Santa Misa, serían la misma intención, supuestamente de realizar ¡”Misapicnics”! Dicha “hermenéutica” puede reconciliar cosas que son, en realidad, ¡irreconciliables! Pero, ¿puede alguien que tenga esta “hermenéutica” en su cabeza, realizar sacramentos en realidad válidos? Como dicen los Norteamericanos “¡Ve tu a saber!” Sólo Dios sabe.

Esta manera de pensar es la razón por la cual existe una confusión casi sin esperanza en la Iglesia de hoy. ¿Qué se necesitará para que los sacerdotes vuelvan a ver a los gatos como gatos y no como perros, y a reconocer a los perros como perros y no como gatos? ¡O un milagro sobrenatural o un cataclismo natural!

Kyrie eleison.

Error de La Misa

Error de La Misa on octubre 3, 2009

Una crítica interesante de la Fraternidad de San Pío X, básicamente falsa pero ligeramente verdadera, fue realizada por el Cardenal Castrillon Hoyos en una entrevista que concedió al periódico de Alemania del Sur hace diez días (el texto está disponible en Internet). Él dijo que los líderes de la FSSPX con quienes se reunió en el año 2000 le dieron la impresión de tener una fijación por la Misa Nueva como si fuese “la fuente de todo el mal en el mundo.”

Obviamente la reforma de la liturgia en Latín de la Misa que sucedió al Vaticano II (1962–1965) no es responsable de todo el mal en el mundo, pero evidentemente es responsable en gran medida del mal en el mundo moderno. Primeramente, la Religión Católica es la primera y única religión que fue instituida por el único Dios verdadero cuando por única ocasión tomó naturaleza humana, tornándose en el hombre-Dios Jesucristo, hace 2000 años. En segundo lugar, el sacrificio personal y cruento en la Cruz de Jesucristo, por sí solo capaz de aplacar la ira de la justicia de Dios acrecentada por la apostasía mundial de hoy en día, manteniendo esta ira adormecida principalmente por el sacrificio renovado e incruento que acontece en el verdadero sacrificio de la Misa. En tercer lugar, el rito antiguo en Latín de esa Misa contiene partes esenciales que se remontan a los inicios de la Iglesia, las cuales han sido cambiadas significativamente después del Vaticano II por Paulo VI de manera tal que, él mismo le comentó a su amigo Jean Guitton, fueron diseñados para agradar a los Protestantes.

Pero los Protestantes adquieren su nombre del hecho mismo de protestar en contra del Catolicismo. Esa es la razón por la cual el rito de la Misa reformada “a la luz del Vaticano II” reduce significativamente la expresión esencial de grandes verdades Católicas: en orden de conexión 1- La Transubstanciación del pan y del vino, para 2-realizar el Sacrificio de la Misa que constituye a su vez 3- el Sacerdocio sacrificante, todo esto 4- por la intercesión de la Bendita Madre de Dios. De hecho, la totalidad de la liturgia Latina antigua es la expresión completa de la doctrina Católica.

Entonces, si es principalmente a través de la asistencia a Misa, y no por la lectura de libros o la participación en conferencias, que la gran mayoría de los Católicos practicantes absorben estas doctrinas para vivirlas en su vida diaria; y si es que viviendo así actúan como la luz del mundo contra el error y como la sal de la tierra contra la corrupción, entonces no hay de que asombrarnos cuando vemos al mundo de hoy en día en tal confusión e inmoralidad. “Destruyamos la Misa y así destruiremos la Iglesia,” decía Lutero. “Bien podría el mundo vivir sin la luz del sol antes que vivir sin el Sacrificio de la Misa,” decía el Padre Pío.

Esa es la razón por la cual una prioridad de urgencia al fundar la FSSPX para formar sacerdotes era el salvar el rito Latino de la Misa. Gracias a Dios este rito está ahora lentamente pero a paso firme retornando a la corriente oficial de la Iglesia (cosa que no sucederá cuando aparezca el Anticristo). Entonces la Fraternidad del Arzobispo Lefebvre debe proceder ahora a salvar el fundamento doctrinal de esa Misa de las víctimas y autores del Vaticano II, aún firmemente establecidos en Roma. Debemos de orar arduamente por las “discusiones doctrinales” que darán inicio este mes entre Roma y la FSSPX.

Kyrie eleison.

Cartas del Rector

Cartas del Rector on agosto 8, 2009

Les suplico me disculpen por sugerir la razón por la cual los lectores de “Comentarios Eleison” podrían estar interesados en revisar ya sea uno o a los cuatro volúmenes de las “Cartas del Rector,” impresos y disponibles a través de la editorial Norteamericana “True Restoration Press.” En pocas palabras, estos libros presentan una combinación poco usual de la Fe verdadera con un toque de nuestro falso mundo moderno.

Era lógico que mientras el mundo moderno caía en la apostasía y se distanciaba más y más de Dios, las mentes Católicas eran tentadas (a menos que estuvieran dispuestas a ser forzadas) a aferrarse al mundo y a abandonar a Dios, como en el Vaticano II, o a aferrarse a Dios y a abandonar el mundo moderno, como lo hicieron muchos Católicos de los 50’s que no se esforzaron más por vivir con la modernidad, retirándose a un refugio imaginario y sentimentalista de un supuesto Catolicismo pre-Conciliar.

Pero el Catolicismo no puede ser irreal si este debe de llevarnos al Cielo, el cual ¡es real! Los 50’s son ya pasado. Se han terminado. No existen más. Es evidente que no todos los Católicos de los 1950’s vivían en la irrealidad. El Arzobispo Lefebvre es un ejemplo sobresaliente de la negación de la fantasía. Pero muchos de ellos habían ya desconectado su Fe de la realidad que los rodeaba, razón por la cual cuando ésta los envolvió dramáticamente en los 60’s, su Fe fue doblegada, y sin mucho pensarlo se lanzaron confiadamente al Vaticano II; Vaticano II, la religión del hombre, una religión verdaderamente moderna pero falsamente Católica, aunque inteligentemente disfrazada. ¡La realidad no podía ignorarse!

Por lo tanto, lo que probablemente caracterice las “Cartas del Rector” es que mientras estas proclaman la verdadera Fe de la Iglesia inmutable, al mismo tiempo abordan, a la luz de la Fe, una variedad de problemas modernos que, aunque existían ya antes del Concilio, se han agravado enormemente desde entonces: La Fe se ha torcido, los hombres perdieron su masculinidad, las mujeres visten pantalones, las familias se desintegran, existe un sentimentalismo desenfrenado, los medios de comunicación esparcen la mentira, los políticos traicionan, etc., etc. y aún peor que todo esto, hombres de la iglesia Católica que han extraviado su camino. ¡Claro! Era lógico que ellos también finalmente perdieran su ancla debido a la presión que ejercía sobre ellos la realidad que los rodeaba, la realidad que no se habían preocupado por manejar.

Las “Cartas” ofrecen un análisis de muchos de estos problemas. Su autor no clama infalibilidad en las soluciones que él presenta, pero si afirma que a menos que los Católicos enfrenten los problemas que él plantea, se arriesgan más pronto de lo pensado a lanzarse gustosamente al Vaticano II.

Kyrie eleison.