Consagración de Rusia

Historia Interna – III

Historia Interna – III on noviembre 1, 2014

Para continuar con la historia de los mensajes de Nuestra Señora al Superior General de la Fraternidad San Pío X (FSPX) desde ocho años atrás, se precisan algunos antecedentes. El Vaticano II (1962–1965) arrancó a la Iglesia Católica fuera de curso para reconciliarla con el mundo moderno sin Dios. Monseñor Lefebvre (1905–1991) fundó la FSPX en 1970 para ayudar a los Católicos a quedarse en curso, y por 21 años él la mantuvo dentro del curso. Pero, tan pronto como él murió, sus sucesores más jóvenes erróneamente convencidos (o auto-engañados, Dios lo sabe) que lo estaban aún siguiendo a él, soñaban de hecho con una reconciliación con Roma Conciliar.

En el 2000, los líderes Conciliares se sentaron y tomaron nota de la FSPX cuando ella hizo un peregrinaje de Jubileo altamente exitoso a las Basílicas de Roma. Contactos públicos (en oposición a privados) fueron re-abiertos entre la FSPX y los Romanos, quienes ahora emprendieron el propósito de tragar esa FSPX que ellos habían estado incapacitados de escupir. “Hablemos”, dijeron. Los líderes de la FSPX parecían estar cautos: “Ustedes deben mostrarnos su buena voluntad, liberando la Misa Tridentina y levantando las excomuniones impuestas en los obispos de la FSPX consagrados el 30 de Junio de 1988”. Poco pasó en ese entonces, al menos en público, porque por ambos lados la idea de reconciliación necesitaba madurar, pero en el 2006, Monseñor Fellay, cabecilla de la FSPX por la reconciliación, fue re-elegido Superior General. Como hemos visto, esto fue poco después que Nuestra Señora comenzó a intervenir con los mensajes cuya historia estamos contando.

En el 2006, Su deseo para una Cruzada de Rosarios para la Consagración de Rusia fue adoptada por Monseñor Fellay, pero re-dirigida por él hacia la primer pre-condición de las conversaciones con Roma, la liberación de la Misa. En el 2007, Benedicto XVI satisfizo parcialmente la pre-condición con su Motu Proprio. Regocijándose como si fuera una completa satisfacción, Monseñor Fellay siguió adelante con la segunda pre-condición, el levantamiento de las excomuniones, mientras que Nuestra Señora, inmediatamente después del Motu Proprio, comenzó una serie de mensajes en Agosto del 2007 pidiendo insistentemente que cualquier segunda Cruzada de Rosarios sea dedicada a la Consagración de Rusia. Pero Monseñor Fellay no se comprometería a sí mismo porque él sabía que esta Consagración no atraía a los Romanos. Ellos querían conversaciones, y así quiso él, para reconciliar lo irreconciliable, el Vaticano II y la Tradición Católica. Ahora podemos continuar con nuestra historia.

Al comienzo del 2008, Nuestra Señora, observando como Monseñor Fellay estaba todavía dudando, le dijo bien firmemente a través de la mensajera que él “no debía usar la (segunda) Cruzada con la intención de levantar las excomuniones”, y que si él lo hacía, “iba a ser fatal para la Fraternidad San Pío X”. Ella agregó que Ella no bendeciría ningún tal esfuerzo, pero que en su lugar usaría los rosarios rezados por los fieles para otros propósitos. Y, el 22 de Marzo, Sábado Santo, Ella dijo bien específicamente, “Dile a Monseñor Fellay que él no puede acercarse más a Roma de lo que él ya está, al margen de cuan bien intencionado el Santo Padre pueda estar”. Y Ella repitió, “Recuerda, al margen de cuan bien intencionado el Santo Padre pueda estar”.

Dejemos que la historia nuevamente se interrumpa para señalar cuan pertinente este mensaje era para la defensa de la Fe, y cuan perfectamente esta historia interna se corresponde con los hechos externos. A la cabeza del último bastión mundial de la verdadera Fe, Monseñor Fellay está siendo tentado de ponerla de vuelta bajo los Romanos Conciliares, terribles enemigos de esa Fe. Porque como él no entiende el mundo moderno, él cree que la Iglesia Conciliar es la Iglesia Católica y él confía en las buenas intenciones de sus autoridades (por el contrario, Monseñor Lefebvre, luego de años de negociaciones con las autoridades romanas, las describía – en privado – como “una serpiente”). Entonces, si esta historia interna es cierta, y si Monseñor Fellay toma la decisión equivocada, la FSPX está condenada. ¿Qué pasó? (Continuará)

Kyrie eleison.

Historia Interna – II

Historia Interna – II on octubre 25, 2014

Cuando la idea de una Cruzada de Rosarios para la Consagración de Rusia fue primeramente expuesta a Monseñor Fellay en Junio del 2006, él aún no sabía que la idea era de hecho una directiva de Nuestra Señora – la mensajera había tenido timidez en decirle. Así que él no fue en contra de la voluntad del Cielo con conocimiento de causa cuando retornando a Suiza luego de su encuentro con la mensajera, él decidió atender a la idea de una Cruzada pero para aplicarla primariamente a la liberación de la Misa Tridentina, dejando la Consagración de Rusia entre las intenciones secundarias. Así que, como Nuestra Señora le dijo a Su mensajera, si bien Ella bendeciría la primer Cruzada como un signo que los mensajes provenían realmente de Ella, no lo sería para confirmar que la liberación de la Misa era lo que realmente Ella quería. La verdadera respuesta a la crisis de la Iglesia y del mundo yacía en la Consagración de Rusia, como pronto le quedaría bien claro al Monseñor.

Así, dado el respaldo de Nuestra Señora, la primer Cruzada fue un éxito inesperado tanto en el número de rosarios rezados por los fieles como en el cumplimiento por parte del Papa Benedicto XVI del deseo largamente esperado por Monseñor Fellay mediante la declaración en su Motu Proprio de Julio de 2007 que la Misa Tridentina nunca había sido abrogada.

Sin embargo, ya en Agosto del 2006, Nuestra Señora había dirigido a Su mensajera para que enviara a Monseñor Fellay una carta en la cual él esta vez era totalmente informado de todos los detalles de la súplica original de Ella, incluyendo que venía del Cielo. A esta carta el Monseñor había respondido positivamente diciendo que él usaría el impulso brindado por la primer Cruzada para lanzar la segunda, y que lo mejor era si él mismo tomaba cartas en el asunto. Pero, un año más tarde, enseguida después del Motu Proprio y hasta el final del 2007, Nuestra Señora dirigió a la mensajera para escribirle a él una y otra vez para recordarle a él el deseo de Ella de que una segunda Cruzada fuera apropiadamente dedicada a la Consagración de Rusia.

Todavía Monseñor Fellay dudaba en comprometerse a sí mismo, así que al comienzo del 2008 Nuestra Señora retornó aún más insistentemente con la misma súplica de que la Cruzada fuera dedicada a la Consagración. El problema era que Monseñor Fellay había estado por largo tiempo trabajando en su propio plan para resolver la crisis de la Iglesia mediante una reconciliación entre la Fraternidad San Pío X y Roma, y la súplica de Nuestra Señora no encajaba en ese plan. Por lo tanto, cuanto más progreso él parecía estar haciendo con los romanos hacia la reconciliación, más difícil devenía para él mantener su promesa de hacer lo que Ella pedía porque él sabía que lo que Ella pedía enojaría a los romanos. En efecto . . .

Fue alrededor de este tiempo que la mensajera, no teniendo conocimiento del porque el Monseñor estaba continuando a atascar la súplica de Nuestra Señora, le preguntó a Ella si la razón era que el Monseñor no estaba seguro que la súplica viniera en efecto de Nuestra Señora. “No”, fue la simple respuesta, mientras Nuestra Señora bajaba su cabeza y la movía suavemente de un lado al otro, “ese no es el porque”. Nuestra Señora no dijo cual era la razón real, Ella solamente dijo que no era porque el Monseñor no creyera que era Ella misma la que estaba haciendo la súplica.

Nos aproximamos al clímax del drama. Y drama fue. A principios del 2008 el mensaje de la Santísima Virgen María concerniente a la Consagración de Rusia estaba deviniendo urgente, dado que Ella sabía que el Monseñor estaba seriamente pensando en hacer uso de la segunda Cruzada para sus propios propósitos. Esta vez el quería usarla para conseguir la segunda de las pre-condiciones para las discusiones con Roma – el levantamiento de las así llamadas excomuniones de los cuatro obispos de la FSPX en 1988.

Kyrie eleison.

Grec – III

Grec – III on abril 6, 2013

Deseando tomar él mismo el lugar de Dios, el hombre moderno se esfuerza en reemplazar el orden de Dios del mundo por el suyo propio. Pero el orden de Dios es real, exterior e independiente del espíritu del hombre. Es la razón por la cual el hombre moderno desengancha su espíritu de esta realidad, de la cual, sin embargo, conserva algunos elementos indispensables para la construcción irreal de su propio sueño. Ahora bien, el orden más elevado en la Creación de Dios encuentra su mejor expresión en la doctrina de la Iglesia. Por eso todos los hombres de Iglesia y los fieles sometidos hoy día a la influencia de todo lo que es “normal” en el mundo que los rodea, son víctimas de una profunda ignorancia (o rechazo) de la naturaleza y de la necesidad de la doctrina.

Es ahí donde reside el problema esencial del GREC, tal como fue presentado en dos números anteriores de los “Comentarios Eleison” (294 y 295). El Grupo de Reflexión Entre Católicos fue fundado en 1997 en los salones de París para promover amigables reuniones e intercambios entre los Católicos de Tradición y los Católicos de la corriente mayoritaria de la Iglesia, con el propósito de crear un clima de mutua confianza y respeto que facilite una reconciliación entre ellos y así poner fin a su inútil oposición. Un tal propósito socava gravemente la importancia de la doctrina, sin que sea necesario ver en ello una malicia premeditada, de la cual sólo Dios es juez. Pero sea cual fuere lo que uno pueda pensar de ella, la doctrina no puede ser abandonada como tampoco lo puede ser la realidad.

En el libro del Padre Lelong sobre el GREC, Para la Necesaria Reconciliación, él nos cuenta como dos sacerdotes de la Fraternidad San Pío X y su Superior General “contribuyeron de una manera decisiva al lanzamiento y continuación de la actividad del GREC.” Aún antes de que éste haya sido lanzado, el Padre du Chalard había ofrecido al Padre Lelong una amigable recepción en su priorato de la FSPX, y “en los años siguientes no dejó nunca de apoyar al GREC de una manera discreta y atenta.” En la época del lanzamiento del GREC, el Padre Lorans, entonces Rector del Instituto San Pío X de París que desde ese momento ha ejercido una influencia decisiva sobre las publicaciones de la FSPX desde París, aceptó gustosamente la idea de un “diálogo entre católicos,” y rápidamente obtuvo del Superior General de la FSPX en Suiza la aprobación para su participación en el GREC. A partir de este momento, el Padre Lorans tuvo un papel esencial en todas las actividades del GREC.

Estas actividades empezaron discretamente en pequeña escala y en privado. En mayo de 2000 tuvo lugar la primer reunión pública en la cual el Padre Lorans participó, con una asistencia de 150 personas. Las reuniones se hicieron cada vez mas frecuentes con la participación de sacerdotes de la FSPX. Las autoridades de la Iglesia, al más alto nivel, fueron regularmente consultadas y se las mantenía informadas. El Padre Lorans por su lado hizo posible “un contacto mantenido con una confianza siempre más profunda” e intercambios amigables con el Superior General. A partir del 2004, las reuniones del GREC fueron cada vez más abiertas al público y en septiembre de ese año un “grupo de trabajo teológico” fue organizado con la participación del Padre Lorans así como la de otro sacerdote de la FSPX y de un teólogo de Roma. Estos dos últimos iban a ser participantes de las Discusiones Doctrinales entre Roma y la FSPX de 2009 a 2011. El GREC pudo muy bien haber visto en estas Discusiones la realización de sus deseos más anhelados: al fin los teólogos se encontrarían en un clima que el GREC había contribuido tanto a establecer “para la necesaria reconciliación.”

Gracias a Dios, las Discusiones devolvieron a la doctrina su propia primacía. Demostraron que entre la doctrina católica y la Conciliar existe un abismo que ningún puente podrá jamás franquear. Pero, ¿acaso la manera de pensar del GREC fue bloqueada en el interior de la FSPX? ¡De ninguna manera! El Cuartel General de la FSPX transformó en un abrir y cerrar de ojos el “No habrá un acuerdo práctico sin un previo acuerdo doctrinal” en un ¡”Ya que el acuerdo doctrinal es imposible, vamos pues a buscar un acuerdo práctico”! Desgraciadamente, el clamor de la oposición de la primavera pasada en el interior de la FSPX fue desorientado y aplastado gracias al Capítulo General de julio, y el CG de la FSPX ha perseverado en su búsqueda de un acuerdo práctico sin que haya sido frenada.

“Nuestro socorro está en el nombre del Señor,” en particular en la Consagración de Rusia. En ningún otro lado.

Kyrie eleison.