Capítulo General, Capítulo Declaración de Julio del 2012

Momento Fatal

Momento Fatal on octubre 5, 2013

La mayoría de los lectores de estos “Comentarios” han probablemente comprendido, a estas alturas, el grave problema que está paralizando la defensa de la Fe por parte de la Fraternidad San Pío X, y puede ser que preferirían leer, en su lugar, sobre otras cosas. Pero, tal es el lío creado en millones de mentes hoy en día a causa del desmoronamiento global de la Fe, que pienso que uno difícilmente pueda analizar actualmente en demasía la naturaleza de la Fe, su necesidad, y como Ella es socavada. Me permito entonces, sin desear estar siempre con la misma cantinela sobre los recientes infortunios o fechorías de la FSPX, tomar prestado de su historia del año pasado un ejemplo más de esta subversión.

El Capítulo General de la Fraternidad de Julio de 2012 fue aclamado inmediatamente después por muchos de sus participantes como un triunfo de la unidad de la Fraternidad sobre las angustias y tensiones de los varios meses previos. Desde ese tiempo, sin embargo, una visión más sobria del Capítulo ha superado la euforia, y un número de los que tomaron parte en él lo ven más bien como habiendo sido un desastre para la Fraternidad. Uno de los participantes, o capitulares como se llaman, ha descripto el momento fatal cuando los 39 (excluido yo) líderes sacerdotales de la Fraternidad pusieron su propia Fraternidad y sus Superiores encima de la Doctrina de la Fe, tal como la masa de Obispos católicos lo hicieron en el Vaticano II.

Las deliberaciones del Capítulo propiamente dichas, se abrieron con un serio ataque doctrinal por parte del Director del Seminario de la FSPX en Écône a la Declaración Doctrinal de mediados de Abril, 2012, por la cual la FSPX se había oficialmente dispuesto a comprometerse con los neo-modernistas en Roma sobre el Concilio, sobre la Nueva Misa, sobre el Nuevo Código de Derecho Canónico y sobre la “hermenéutica de la continuidad” del Papa Benedicto. El ataque fue expresado en términos moderados y respetuosos, pero era de la mayor gravedad en cuanto a sustancia. Significó, en efecto, que quienesquiera hayan bosquejado la Declaración o estimulado el que haya sido sometida a Roma, eran incompetentes en Doctrina católica. Si ellos eran conscientemente incompetentes, ellos eran traidores a la Fe. Si inconscientemente, ellos estaban incapacitados para estar a la cabeza de una Congregación católica fundada para defender la Fe. Así un silencio se produjo en el Capítulo cuando los capitulares comenzaron a darse cuenta cuán grave era la acusación implícita contra sus Superiores.

Pero entonces el Director del Seminario de la Fraternidad en Argentina rompió el silencio diciendo que el Capítulo no podía de ningún modo administrar una bofetada a su Superior General, requiriendo de él retractarse de su Declaración. Tal retractación, dijo él, estaría implícita en la Declaración final del Capítulo. Entonces algún otro capitular suscitó un punto diferente y el Capítulo pasó a otros negocios. Sin embargo, el problema doctrinal de la Declaración traicionera de mediados de Abril no fue apropiadamente resuelto, ni por la Declaración final del Capítulo o sus seis Condiciones para un futuro acuerdo con Roma, ni por una clara subsecuente retractación por parte del Superior General él mismo, muy por el contrario. Y la Fraternidad continúa siendo dirigida en la práctica en concordancia con la misma política de hacerse blandos con los enemigos de la Fe en Roma, quienes hacen añicos la Fe y con ello la Iglesia.

¿Cómo no pudieron ver los capitulares que habían puesto el “respeto a los Superiores” encima de la Fe? ¿Cómo no pudieron ellos insistir en que el problema doctrinal, de lejos el problema más importante enfrente de todo el Capítulo, debía quedar claro hasta que todos ellos pudieran asir completamente que acción necesitaba ser inmediatamente tomada y no astutamente pospuesta hasta el final del Capítulo? La respuesta debe ser que ellos eran collectivamente, como los Obispos del Vaticano II, hijos del mundo moderno para los cuales la Doctrina de la Fe no es una necesidad vital sino simplemente algo que uno aprende en el seminario para hacerse sacerdote y luego honra, pero más o menos patea hacia el ático. Lectores, ¡lean!

Kyrie eleison.

Grec – III

Grec – III on abril 6, 2013

Deseando tomar él mismo el lugar de Dios, el hombre moderno se esfuerza en reemplazar el orden de Dios del mundo por el suyo propio. Pero el orden de Dios es real, exterior e independiente del espíritu del hombre. Es la razón por la cual el hombre moderno desengancha su espíritu de esta realidad, de la cual, sin embargo, conserva algunos elementos indispensables para la construcción irreal de su propio sueño. Ahora bien, el orden más elevado en la Creación de Dios encuentra su mejor expresión en la doctrina de la Iglesia. Por eso todos los hombres de Iglesia y los fieles sometidos hoy día a la influencia de todo lo que es “normal” en el mundo que los rodea, son víctimas de una profunda ignorancia (o rechazo) de la naturaleza y de la necesidad de la doctrina.

Es ahí donde reside el problema esencial del GREC, tal como fue presentado en dos números anteriores de los “Comentarios Eleison” (294 y 295). El Grupo de Reflexión Entre Católicos fue fundado en 1997 en los salones de París para promover amigables reuniones e intercambios entre los Católicos de Tradición y los Católicos de la corriente mayoritaria de la Iglesia, con el propósito de crear un clima de mutua confianza y respeto que facilite una reconciliación entre ellos y así poner fin a su inútil oposición. Un tal propósito socava gravemente la importancia de la doctrina, sin que sea necesario ver en ello una malicia premeditada, de la cual sólo Dios es juez. Pero sea cual fuere lo que uno pueda pensar de ella, la doctrina no puede ser abandonada como tampoco lo puede ser la realidad.

En el libro del Padre Lelong sobre el GREC, Para la Necesaria Reconciliación, él nos cuenta como dos sacerdotes de la Fraternidad San Pío X y su Superior General “contribuyeron de una manera decisiva al lanzamiento y continuación de la actividad del GREC.” Aún antes de que éste haya sido lanzado, el Padre du Chalard había ofrecido al Padre Lelong una amigable recepción en su priorato de la FSPX, y “en los años siguientes no dejó nunca de apoyar al GREC de una manera discreta y atenta.” En la época del lanzamiento del GREC, el Padre Lorans, entonces Rector del Instituto San Pío X de París que desde ese momento ha ejercido una influencia decisiva sobre las publicaciones de la FSPX desde París, aceptó gustosamente la idea de un “diálogo entre católicos,” y rápidamente obtuvo del Superior General de la FSPX en Suiza la aprobación para su participación en el GREC. A partir de este momento, el Padre Lorans tuvo un papel esencial en todas las actividades del GREC.

Estas actividades empezaron discretamente en pequeña escala y en privado. En mayo de 2000 tuvo lugar la primer reunión pública en la cual el Padre Lorans participó, con una asistencia de 150 personas. Las reuniones se hicieron cada vez mas frecuentes con la participación de sacerdotes de la FSPX. Las autoridades de la Iglesia, al más alto nivel, fueron regularmente consultadas y se las mantenía informadas. El Padre Lorans por su lado hizo posible “un contacto mantenido con una confianza siempre más profunda” e intercambios amigables con el Superior General. A partir del 2004, las reuniones del GREC fueron cada vez más abiertas al público y en septiembre de ese año un “grupo de trabajo teológico” fue organizado con la participación del Padre Lorans así como la de otro sacerdote de la FSPX y de un teólogo de Roma. Estos dos últimos iban a ser participantes de las Discusiones Doctrinales entre Roma y la FSPX de 2009 a 2011. El GREC pudo muy bien haber visto en estas Discusiones la realización de sus deseos más anhelados: al fin los teólogos se encontrarían en un clima que el GREC había contribuido tanto a establecer “para la necesaria reconciliación.”

Gracias a Dios, las Discusiones devolvieron a la doctrina su propia primacía. Demostraron que entre la doctrina católica y la Conciliar existe un abismo que ningún puente podrá jamás franquear. Pero, ¿acaso la manera de pensar del GREC fue bloqueada en el interior de la FSPX? ¡De ninguna manera! El Cuartel General de la FSPX transformó en un abrir y cerrar de ojos el “No habrá un acuerdo práctico sin un previo acuerdo doctrinal” en un ¡”Ya que el acuerdo doctrinal es imposible, vamos pues a buscar un acuerdo práctico”! Desgraciadamente, el clamor de la oposición de la primavera pasada en el interior de la FSPX fue desorientado y aplastado gracias al Capítulo General de julio, y el CG de la FSPX ha perseverado en su búsqueda de un acuerdo práctico sin que haya sido frenada.

“Nuestro socorro está en el nombre del Señor,” en particular en la Consagración de Rusia. En ningún otro lado.

Kyrie eleison.

Declaracion Reversible

Declaracion Reversible on septiembre 22, 2012

No todo sobre el Capítulo General de la Fraternidad San Pío X de Julio en Suiza puede haber sido desastroso, pero de sus dos frutos oficiales, las “Seis Condiciones” fueron “de una debilidad alarmante” (cf.EC 268, 1 de Sept.), y su “Declaración” final deja mucho que desear. He aquí un resumen brevísimo de sus diez párrafos:—

1 Agradecemos a Dios por los 42 años de la existencia de nuestra Fraternidad. 2 Hemos redescubierto nuestra unidad después de la reciente crisis (¿realmente?), 3 para profesar nuestra fe 4 en la Iglesia, en el Papa, en Cristo Rey. 5 Nos adherimos al Magisterio constante de la Iglesia, 6 y también a su Tradición constante. 7 Nos unimos a todos los católicos que sufren ahora persecución. 8 Rezamos para que nos ayuden la Santísima Virgen María, 9 San Miguel 10 y San Pío X.

Esta es una Declaración a la cual no le falta la piedad, la cual dice San Pablo, es útil para todo propósito (I Tim.IV,8). Sin embargo, a sus dos discípulos, Timoteo y Tito, les insiste constantemente sobre la necesidad de la doctrina que es sin embargo el fundamento de la verdadera piedad. Desgraciadamente, la Declaración es bastante menos fuerte en cuanto a la doctrina. En lugar de anatematizar los errores doctrinales del Concilio que arruinan la Iglesia desde hace 50 años, la Declaración tiene en sus párrafos mas doctrinales, 5 y 6, sólo una débil condenación de estos errores, al mismo tiempo que rinde un tributo a los constantes Magisterio (5) y Tradición (6) de la Iglesia, tributo correcto, pero que constituye un argumento demasiado fácil de revertir por cualquier Conciliarista. Veamos como:—

El párrafo 5 califica las novedades del Concilio Vaticano II como estando “manchadas con errores,” mientras que el Magisterio constante de la Iglesia es “ininterrumpido”: “Por su acto de enseñar el Magisterio transmite el depósito revelado en armonía perfecta con todo lo que la Iglesia entera ha siempre creido, en todos lugares.” Lo que por supuesto implica que Roma tendría que llevar al Vaticano II a la lavandería para quitarle las manchas. Pero veamos lo que un Romano puede replicar: “¡La expresión por parte del Capítulo de la continuidad del Magisterio es completamente admirable! ¡Pero nosotros Romanos somos este Magisterio, y nosotros declaramos que el Vaticano II está en continuidad con el pasado, y no está manchado!”

Lo mismo con el párrafo 6. La Declaración establece, “La Tradición constante de la Iglesia transmite y transmitirá hasta el fin de los tiempos el conjunto de las enseñanzas necesarias para guardar la Fe y salvar el alma de uno,” y se sugiere que las autoridades de la Iglesia tienen que volver a la Tradición. El Romano puede en seguida contestar: “¡La descripción por parte del Capítulo de cómo la Tradición mantiene la Fe es del todo admirable! Pero nosotros Romanos somos los guardianes de esta Tradición, y nosotros decimos que, en virtud de la hermenéutica de la continuidad, Vaticano II no interrumpe la Tradición sino que la continúa. De tal manera que el Capítulo se equivoca totalmente al sugerir que necesitamos volver a ella.”

Esta Declaración reversible contrasta con la fuerza del ataque irreversible de Mons. Lefebvre contra los errores del Vaticano II en su famosa Declaración de Noviembre de 1974. Declara que la Roma Conciliar no es la Roma Católica porque la reforma Conciliar es “naturalista, Teilhardiana, liberal y Protestante . . .envenenada hasta la médula . . .viniendo de la herejía y llevando a la herejía,” etc., etc. Su conclusión es un rechazo categórico en tener lo mas mínimo que ver con la nueva Roma, porque ella no es en absoluto la verdadera Roma.

¡Baje del Internet las dos Declaraciones y vea cual de las dos es, sin peligro de equivocarse, la trompeta que llama a la batalla necesaria (I Cor.XIV,8)! Uno tiene que hacerse la pregunta: ¿Cuantos son los capitulantes del 2012 que han estudiado lo que dijo el Arzobispo, y porqué lo dijo?

Kyrie eleison.

La Ambigüedad de Abril

La Ambigüedad de Abril on septiembre 8, 2012

El 17 de Abril fue sometido a Roma, por parte de la Fraternidad San Pío X, un documento confidencial, de naturaleza doctrinal, con respecto del cual se ha afirmado que contenía unos principios católicos que todas las autoridades de la Fraternidad San Pío X podrían suscribir. Hacia mediados de Junio, Roma rechazó ese documento como base de un acuerdo Roma-FSPX. ¡Démos gracias a Dios! En efecto, el documento contenía una ambigüedad sumamente peligrosa: brevemente, por una expresión como “El Magisterio continuo,” ¿debe entenderse “hasta 1962” o bien “hasta 2012”? En este punto es donde reside toda la diferencia entre la religión de Dios, y la religión de Dios tal como ella ha sido alterada por el hombre moderno, es decir la religión del hombre. He aquí la ambigüedad, tal como ha sido resumida el 18 de Abril para aquellas autoridades:—

“1/ . . .La Tradición debe ser el criterio y la guía de comprensión de las enseñanzas del Vaticano II. 2/ Así, las afirmaciones del Vaticano II y del Magisterio pontifical posterior relativas al ecumenismo y al diálogo interreligioso y a la libertad religiosa, deben ser entendidas solamente a la luz de la Tradición entera e ininterrumpida, 3/ de tal manera que sean coherentes con las verdades enseñadas anteriormente por el Magisterio de la Iglesia, 4/ sin aceptar ninguna interpretación de estas afirmaciones que pueda implicar una oposición o una ruptura con la Tradición y este Magisterio . . .”

La ambigüedad “1962 o 2012” se esconde aquí en las palabras “Tradición” y “Magisterio.” Estas dos palabras, ¿son ellas utilizadas para excluir las doctrinas del Concilio (1962–1965) y sus secuelas, o para incluirlas? Todo fiel de la Tradición interpretará la frase como para excluir de la Tradición las doctrinas del Concilio, porque bien conoce la diferencia abismal que existe entre la Iglesia y la Nueva Iglesia. Al contrario, todo adepto del Vaticano II puede interpretar las mismas lineas en el sentido de que, sí, realmente existe una continuidad sin fisura entre la Iglesia de antes y la Iglesia de después del Concilio. Para entenderlo mejor veamos más de cerca como, el Tradicionalista y el Conciliarista, cada uno según su propia concepción, pueden interpretar las mismas lineas.

En primer lugar, veamos la lectura tradicional:— “1/ La Tradición preconciliar debe ser la medida y el juez de las enseñanzas del Concilio (y no al revés). 2/ De tal manera que la enseñanza Conciliar y postconciliar debe ser completamente tamizada comparándola con el conjunto de la enseñanza Tradicional anterior al Concilio, 3/ de tal manera que no se contradiga en ningún punto con lo que ha enseñado el Magisterio anterior al Concilio, 4/ no aceptando ninguna interpretación ni texto en ruptura con la Tradición o el Magisterio preconciliar.”

En segundo lugar, la lectura Conciliar (que seguramente es la de los Romanos que ocupan los puestos de autoridad dentro de la Iglesia de hoy):— “1/ La Tradición de antes y la de después del Concilio (puesto que no hay mas que una) debe ser el juez del Concilio. 2/ De tal manera que la enseñanza del Concilio sobre temas controvertidos debe ser tamizada comparándola con la única y entera Tradición pre- y postconciliar (pues sólo ésta constituye la Tradición “entera e ininterrumpida”), 3/ de manera que no puede haber oposición entre esta enseñanza del Concilio y el Magisterio de la Iglesia pre- o postconciliar (ya que no pueden sino enseñar la misma cosa), 4/ no aceptando ninguna interpretación en ruptura con la Tradición o con el Magisterio pre- o postconciliar (ya que no existe ninguna ruptura entre los cuatro).”

Esta lectura Conciliar significa que el Concilio será juzgado por el Concilio, lo cual significa, por supuesto, que será absuelto. Al contrario, por la lectura Tradicional, el Concilio está absolutamente condenado. La ambigüedad es mortal para la Fe. Alguien aquí parece estar jugando con nuestros espíritus católicos. ¡Quienquiera que pueda ser, él o ellos, sea anatema!

Kyrie eleison.

Seis Condiciones

Seis Condiciones on septiembre 1, 2012

En una carta oficial del 18 de Julio a los Superiores de Distrito de la Hermandad San Pío X, su Secretario General reveló las seis “Condiciones” para cualquier acuerdo futuro entre la HSPX y Roma. Ellas resultaron de los debates de los 39 capitulantes a principios de Julio. Sin lugar a dudas, estas condiciones demuestran una alarmante debilidad de parte de los líderes de la Hermandad tomados en su conjunto.

El “primer requerimiento esencial” es la libertad para la Hermandad de enseñar la verdad inmutable de la Tradición Católica y de criticar a esos responsables de los errores del modernismo, del liberalismo y del Vaticano II. Muy bien. Pero, observad hasta qué punto la visión del Capítulo ha cambiado en relación a la de Mons. Lefebvre. Ya no es “Roma que debe convertirse porque la Verdad es absoluta,” sino que ahora solamente “la Hermandad SPX pide la libertad para ella misma de decir la Verdad.” En vez de atacar la traición Conciliar, la Hermandad SPX ¿solicita ahora a los traidores que le den el permiso de decir la Verdad? “¡Ay! ¡Que caída fue esa entonces!”

La segunda condición exige el uso exclusivo de la liturgia de 1962. Otra vez, muy bien, en cuanto que la liturgia de 1962 no traiciona la Fe como lo hace la liturgia Conciliar impuesta por Roma desde 1969 en adelante. ¿Acaso no vemos ahora mismo que Roma se está preparando para imponer a las Congregaciones Tradicionales que se han sometido a su autoridad un “mutuo enriquecimiento” del Misal mezclando la Misa Tradicional y la Nueva Misa”? Una vez que la Hermandad SPX se haya sometido a Roma, ¿por qué tendría que ser protegida más que estas otras Congregaciones?

La tercer condición exige la garantía de por lo menos un obispo. La cuestión clave aquí es, ¿quien lo elegirá? Lectores, en el texto de cualquier futuro “acuerdo” con Roma, vayan directamente al párrafo que se refiere al nombramiento de los obispos. En 1988 Roma propuso que el Arzobispo presente una selección de tres candidatos para que ellos eligieran uno. Roma entonces rechazó a los tres. Pero, ¿cuándo entenderá la gente? Los Católicos deben luchar y luchar siempre en esta guerra titánica entre la Religión de Dios y la religión del hombre.

La cuarta condición desea que la Fraternidad tenga sus propios tribunales de primera instancia. Pero si cualquier tribunal superior es de la Iglesia oficial y puede deshacer las decisiones de los tribunales inferiores, ¿qué decisión católica, de cualquier tribunal de la Hermandad, podrá entonces tener la menor fuerza?

La quinta condición desea la exención de las casas de la Hermandad del control de los obispos diocesanos. ¡Increíble! Desde hace cerca de 40 años la Hermandad no ha cesado de luchar para salvar la Fe protegiendo su verdadera práctica de la interferencia de los obispos conciliares locales, y ¿ahora viene el Capítulo General solamente deseando la independencia respecto a estos obispos? La Hermandad ya no es lo que era, estimados lectores. ¡Está en las manos de personas muy diferentes de Mons. Lefebvre!

La sexta y última condición desea una comisión a ser establecida en Roma para cuidar de la Tradición, con una fuerte representación de la Tradición, pero “dependiendo del Papa.” ¿Dependiendo del Papa? Pero ¿acaso los Papas Conciliares no han sido líderes eminentes del Conciliarismo? ¿O es que el Conciliarismo ha dejado de ser un problema?

En conclusión, estas seis condiciones son excesivamente graves. A menos que el cuartel general de la Hermandad sea sacado de su sueño de paz con la Roma Conciliar tal como esas condiciones lo revelan, entonces el último bastión mundial de la Tradición católica está en riesgo de estar en vías de rendirse a los enemigos de la Fe. ¿Será que ya pasó la época de los bastiones? Amigos, prepárense a luchar por la Fe desde adentro de vuestros hogares. De sus hogares hagan Ustedes fortines.

Kyrie eleison.

Un Capitulo

Un Capitulo on agosto 4, 2012

Como muchos de ustedes saben, un cierto obispo fue excluído del Capítulo General, o sea la reunión de los jefes de la Hermandad San Pío X, que tuvo lugar el mes pasado en Écône, Suiza. Para confirmar la exclusión parece que se citó la adaptación por el “Comentario Eleison” (#257, 16 de Junio) del deseo aparentemente homicida de San Pablo de “cortar” a los corruptores de la Fe católica (Gálatas V, 12). En realidad, los Santos Ambrosio, Jerónimo, Agustín, Justino y Crisóstomo, todos piensan que este deseo expresado por San Pablo en el contexto de Gálatas V, 1–12, apunta a la amputación de la virilidad de los Judaïzantes (o sea que se mutilasen del todo ya que tanta importancia daban a esa operación de la circuncisión), y no apuntaba a quitarles la vida. Crisóstomo lo interpreta como una broma de San Pablo.

Entonces cuando escuché que el relato de esta broma de San Pablo fue reportado justo antes de empezar el Capítulo, y fue leído como no tratándose de una broma, debo admitir que tuve una visión traviesa: Imaginé a mis nobles colegas en el cuartel general de la Hermandad SPX mirando por la ventana en la noche para ver si no se encontraría un espigado Inglés episcopal, ferozmente disfrazado como Jack el Destripador, rondando entre los matorrales con un largo cuchillo de jardinero brillando en el claro de luna buscando alguien a quien despedazar. Estimados colegas, duerman tranquilos – No tengo ambiciones homicidas.¡De verdad!

Pero el Capítulo fue un asunto serio. ¿Que produjo? Por encima de todo una Declaración hecha pública algunos días mas tarde, y las seis Condiciones para cualquier futuro acuerdo Roma-FSPX filtradas en el Internet poco después (dado cuantas almas están al presente confiando su Fe y su salvación a la guía de la Fraternidad SPX, encuentro que tal filtración no parece tan irracional). Ahora bien, todo honor a los buenos hombres del Capítulo que hicieron seguramente todo lo posible para limitar los daños, pero si la Declaración y las Condiciones nos dan el estado de espíritu actual del conjunto de los líderes de la Hermandad, entonces hay motivos para inquietarse.

En cuanto a la Declaración de 2012, basta compararla brevemente con la Declaración de 1974 del Arzobispo Lefebvre para preguntarse que le pasó a su Hermandad. Mientras que el Arzobispo explícitamente y repetidamente denuncia la reforma producida por el Vaticano II (por ejemplo, “nacida del Liberalismo y del Modernismo, envenenada totalmente, proviniendo de la herejía y terminando en la herejía”), palabras que le valieron al Arzobispo la ira de los Papas Conciliares, al contrario la Declaración de 2012 se refiere sólo una vez al Concilio con sus “novedades” solamente “manchadas con errores,” en términos que podríamos fácilmente imaginar Benedicto XVI suscribiéndolos del principio al fin. ¿Acaso la Hermandad piensa ahora que los Papas Conciliares no representan mayores problemas?

En cuanto a las seis Condiciones para cualquier eventual futuro acuerdo Roma-FSPX, ellas merecen un examen detallado, pero basta decir por el momento que la demanda hecha por el Capítulo General de 2006 de la Fraternidad, a saber la necesidad de un acuerdo doctrinal anterior a todo acuerdo práctico, parece haber sido completamente abandonada. ¿Será que ahora en la mente de la Hermandad la doctrina de los Romanos a los cuales se sometería ya no tiene tanta importancia? ¿O es que la misma Hermandad está cediendo a los encantos del Liberalismo?

Para un punto de vista contrario, me permito recomendar una colección de “Sermones y Conferencias Doctrinales” de Su Excelencia Jack el Destripador, de entre 1994 y 2009, ahora disponibles en siete CDs en http://​truerestorationpress.​com/​node/​52, con descuentos especiales para quien los compra antes del fin de este mes. No toda palabra de estas 30 horas de grabaciones será de oro, algunas palabras son sin duda excesivas, pero por lo menos el esfuerzo apunta a destripar a los enemigos y no a los amigos de nuestra Fe Católica.

Kyrie eleison.