conciliarismo

Utilidad de las Discusiones

Utilidad de las Discusiones on julio 10, 2010

Muchas almas Católicas que en la actualidad se encuentran preocupadas por las discusiones que hoy en día acontecen entre Roma y la Fraternidad de San Pío X podrían sentirse algo tranquilizadas si pudieran escuchar, como lo hice yo hace dos meses, a Monseñor de Galarreta exponiendo las razones por las cuales estas discusiones deben de continuar hacia su fin designado (pero no más allá). Estas presentan poco peligro y varias ventajas, comenta.

Después de la reunión introductoria en octubre del año pasado, se han llevado a cabo discusiones en enero, marzo y mayo de este año. Cada encuentro tiene un antes, un durante y un después. Antes de la reunión, el equipo de cuatro representantes de la FSSPX somete a los cuatro teólogos Romanos una declaración de doctrina Católica sobre el asunto en cuestión, junto con los problemas suscitados por la doctrina contraria que surge del Vaticano II. Durante la reunión misma, los Romanos dan sus respuestas, y la discusión oral subsiguiente es grabada. Después la FSSPX realiza por escrito un resumen de la discusión grabada. Hasta el momento únicamente la liturgia y la libertad religiosa han sido discutidas, pero el Obispo prevé que todas las demás discusiones consideradas necesarias lleguen a su fin para la primavera del año próximo.

Al evaluar estas discusiones, el distingue entre el simple hecho de que se estén llevando a cabo y su contenido. Por lo que respecta a su contenido, dice que el equipo de la FSSPX está desilusionado con las discusiones orales porque, de acuerdo a lo que me comentó otro miembro del equipo, “Ellas carecen de precisión teológica. Dos líneas de pensamiento que no pueden encontrarse producen no un diálogo sino dos monólogos. Sin embargo, los Romanos son amables con nosotros, yasí es que las reuniones se parecen menos al vinagre que a la mayonesa. Decimos lo que pensamos. No nos estamos dejando guiar por ilusiones.” Pero el Obispo si comenta que el producto escrito de las discusiones del antes y del después de las reuniones constituirá un expediente valioso para la demarcación de la Verdad Católica del error Conciliar, y para darle seguimiento a la evolución más reciente de ese error. “Desde el tiempo de Juan Pablo II se ha vuelto más sutil,” comenta.

Por lo que respecta al simple hecho de las discusiones, el Obispo ve varias ventajas adicionales. En primer lugar, es bueno para los Romanos el que conozcan a los representantes de la FSSPX, y viceversa – este contacto puede disminuir “el humo y los espejos” tan queridos por el Demonio. Ni tampoco identifica el Obispo un gran peligro en este contacto, porque estos Romanos en particular no son perversos, comenta, y es claro de dónde vienen y a dónde quieren llegar. En segundo lugar el simple hecho de que Roma en su nivel más alto está seriamente discutiendo la doctrina de la FSSPX otorga a la FSSPX crédito a los ojos de muchos sacerdotes de buena fe que forman parte de de la corriente dominante, yque de otra manera estarían inaccesibles a la Tradición. Y en tercer lugar, algunos de los mejores cerebros de Roma son ocasionalmente parados en seco por los argumentos antiguos refrescados por la FSSPX. En otras palabras es tal vez no más que el inicio del triunfo de la Verdad Católica, pero ésta empieza a imponerse de nuevo.

Queridos lectores, tengamos paciencia y una confianza sin límites en la Providencia de Dios – después de todo, ¡es su Iglesia! Recemos a la Madre de Dios para que mantenga en cada uno de nosotros el amor de esa Verdad que sola puede salvar nuestras almas, y sin la cual no se puede restaurar la Autoridad Católica.

Kyrie eleison.

Equilibrio Católico

Equilibrio Católico on junio 26, 2010

Cuando el “Comentarios Eleison” de la semana pasada comenzó aparentemente simpatizando con los “sedevacantistas” quienes creen que los Papas desde Juan XXIII no han sido Papas en lo absoluto, y terminó con una aparente simpatía hacia el Cardenal Kasper, quien se burla de la falta de autoridad de la Fraternidad San Pío X, sé que hubo por lo menos una lectora que estuvo confundida, y sospecho que no fue la única. Pero todo se aclara si uno asume que desde el Vaticano II en adelante, la Verdad Católica ha sido separada de la Autoridad Católica.

Pues bien, la Autoridad Católica de los sacerdotes debería estar amalgamada a la Verdad Católica de Nuestro Señor, porque aquella Autoridad humana existe únicamente para proteger y enseñar esa divina Verdad. Pero en ese terrible Concilio (1962–1965), siglos de herejía Protestante y de disolución Liberal de la verdad habían por fin logrado colarse en los corazones y mentes de una gran mayoría de los Padres del Concilio que abandonaron entonces la pureza de la Verdad Católica y hasta el día de hoy están utilizando toda su Autoridad Católica para imponer sobre los Católicos la nueva y falsa religión del Concilio.

De aquí que los Católicos han sido divididos, entre unos y otros y en sí mismos, era inevitable. Porque o tenían que aferrarse a la Verdad Católica y abandonar en cierta medida la Autoridad Católica, que es la solución de los “sedevacantistas.” Y cuando uno busca ante todo la Verdad Católica, ciertamente se puede simpatizar con ellos, tan terrible ha sido la traición de la Verdad por las esferas más altas de los eclesiásticos desde que comenzó el Concilio. O los Católicos han decidido aferrarse a la Autoridad católica, y abandonar en cierta medida la Verdad Católica, que ejemplifica la solución del Cardenal Kasper. Y cuando uno busca en primer lugar la Autoridad Católica, uno puede muy fácilmente simpatizar con su lealtad a Benedicto XVI y entender la sonrisa del Cardenal cuando se encuentra a sí mismo reprochado por no ser Católico por la Sociedad de San Pío X, aparentemente carente de toda autoridad y aún prácticamente excomulgada.

Sin embargo el Arzobispo Lefebvre escogió un tercer camino, uno entre los dos extremos de la Verdad sin Autoridad o de la Autoridad sin Verdad. Su camino, en donde ha sido seguido por la FSSPX, fue el de aferrarse a la Verdad Católica, pero sin caer en la falta de respeto hacia la Autoridad Católica ni en una incredulidad generalizada en la validez de sus dirigentes. Es un equilibrio ciertamente no siempre fácil de mantener, pero ha dado frutos católicos alrededor del mundo y ha sostenido un remanente fiel de Católicos con la doctrina verdadera y los verdaderos sacramentos durante los 40 años que hasta el momento hemos pasado en el desierto Conciliar (1970 – – 2010).

Y nosotros las ovejas Católicas tendremos tal vez que estar dispersas por algún tiempo más en ese desierto, durante todo el tiempo en que el Pastor en Roma sea golpeado. (Zacarías XIII,7, citado por Nuestro Señor en el Jardín de Getsemaní – Mt. XXVI,31). En este Getsemaní de la Iglesia, ciertamente necesitamos tener compasión hacia las ovejas hermanas. Esa es la razón por la que puedo simpatizar con los “sedevacantistas” e inclusive con los liberales (hasta cierto punto!). Pero de ninguna manera significa que el tercer camino como planteado por el Arzobispo haya dejado de ser el camino correcto.

¡Que la Gran Madre de Dios proteja por un largo tiempo a la pequeña Fraternidad!

Kyrie eleison.

Sonrisa de Cardenal

Sonrisa de Cardenal on junio 19, 2010

Una reciente sonrisa del Cardenal Kasper confirma mi creencia de ya hace tiempo que a pesar del profundo liberalismo de los Papas Conciliares desde Juan XXIII, aún uno no necesita dudar de que realmente fueron Papas. Un número de Católicos serios y creyentes si lo dudan debido a que no pueden entender como los verdaderos Vicarios de Cristo se pueden alejar tanto de la Verdad Católica y de la Iglesia de Cristo como lo han hecho estos Papas. De hecho existe un problema, grave más allá de toda medida.

Estos “sedevacantistas,” como usualmente se les llaman, argumentan que cualquiera que camine como hereje, hable como hereje y, como dicen los Norteamericanos, grazne como hereje, entonces ES un hereje. Pero un hereje se excluye a sí mismo de la Iglesia. Por lo tanto estos Papas se han excluido a sí mismos de la Iglesia y no pudieron haber sido su Cabeza – ¿cómo puede alguien que no es ni siquiera miembro, ser la cabeza?

La verdadera respuesta, creo yo, es que la herejía que automáticamente expulsa de la única Arca de Salvación es tan grave que para cometerla, esa persona debe de saber claramente y querer plenamente lo que está haciendo. Debe de darse cuenta de que está negando la verdad católica que ha sido definida con la propia autoridad de Dios a través de la Iglesia de Dios, en otras palabras que está desafiando a Dios. Sin darse cuenta de esto, llamado “pertinacia” por la Iglesia, él puede estar negando verdades divinas, pero no está aún desafiando a Dios ni lanzándose a sí mismo fuera de la Iglesia.

Ahora, los “sedevacantistas” encuentran ridícula la idea de que los Papas, con una profunda educación en la enseñanza de la Iglesia, no saben lo que hacen cuando pronuncian tales enormidades como lo hace Benedicto XVI, para tomar sólo un ejemplo entre muchos otros, sobre la actual validez del ViejoTestamento. En los tiempos de antes, para hacer que un hereje plenamente se dé cuenta de lo que está haciendo, cuando la Iglesia estaba sana, la Inquisición Papal (o el Santo Oficio) lo convocaría, lo confrontaría autoritariamente con su error y lo instaría a renunciar al mismo. Si se negaba, luego entonces su pertinacia estaba clara para todos y el lobo era arrojado fuera del rebaño. Pero dicha confrontación requiere de autoridad, tanto para convocar al hereje como para declarar su error. ¿Qué sucede entonces si desde el Vaticano II, es la autoridad más alta de la Iglesia la que ya no discierne más la verdad Católica?

Se presenta el cardenal Kasper. En una conferencia de prensa que ofreció el 4 de mayo en Paris (a la que ya nos referimos en el CE 148) se informa que dijo, correctamente, que la Fraternidad de San Pio X incondicionalmente se opone al diálogo de la Iglesia Católica con otras iglesias Cristianas, del que él es responsable. “Me han atacado como hereje,” dijo con una sonrisa.

Bueno, puede sonreír. ¿Por medio de que autoridad, si pudieran indicarme, condena la simple FSSPX el diálogo ecuménico que ha sido el principio y práctica de la Iglesia Universal desde el Vaticano II, que se predica en todas partes por Benedicto XVI y para el cual él es el agente principal del papa? ¡Seguramente que fue solamente la caridad hacia aquellos “Tradicionalistas” retrasados que previno al buen Cardenal de prorrumpir en carcajadas!

Humanamente hablando, la Iglesia está acabada. Pero no divinamente.

Kyrie eleison.

Papa en Vela

Papa en Vela on mayo 15, 2010

La falta de comprensión radical de la Roma Conciliar acerca de lo que es verdaderamente el movimiento Católico Tradicionalista fue ilustrada una vez más en Paris el miércoles pasado cuando el Cardenal Kasper, cabeza del departamento del Vaticano para las relaciones con otras iglesias Cristianas y con los Judíos, dictó una rueda de prensa. Del informe de Reuters permítanme citar, tan fielmente como me sea posible, lo que el Cardenal piensa, resumido en cinco propuestas, para posteriormente comentarlo.

1) Las discusiones doctrinales que actualmente se están llevando a cabo cada dos meses entre cuatro teólogos de Roma y por otro lado un obispo y tres sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal de San Pio X, no resultan fáciles. 2) El principal problema es el concepto de tradición. “¿Queremos una tradición viviente o una tradición petrificada?,” preguntó el Cardenal. 3) El dijo que está de acuerdo con este diálogo con la FSSPX, pero que tiene que darse bajo las condiciones de Roma y no bajo aquellas de la FSSPX. 4) Si hay que llegar a un arreglo, la FSSPX deberá hacer concesiones y deberá de aceptar las reformas Conciliares. 5) Sin un arreglo, la FSSPX no tendrá un estatus oficial, sus sacerdotes no serán reconocidos como sacerdotes Católicos, ni se les permitirá ejercer su ministerio.

Claro que no está siendo fácil el poder reconciliar el que 2+2=4 (La Tradición y la FSSPX) con el 2+2=4 ó 5 (Vaticano II y la Roma Conciliar). Estamos en presencia de dos conceptos de la aritmética profundamente diferentes, como de dos concepciones aun más diferentes de lo que es la Verdad Católica.

El que 2+2 e igual a 4 es verdad, no cambiante e inmutable, por lo tanto “tradicional.” El que 2+2= 4 ó 5 es una manera completamente nueva de hacer aritmética, manera tan “viviente” como a uno le gusta, pero completamente irreal, y por lo tanto para nada tradicional.

Si uno está discutiendo aritmética verdadera, será bajo las condiciones de la verdadera aritmética y no bajo las de cualquiera de las partes que conforman la discusión, aún cuando una de estas tome partido de estas verdaderas condiciones.

¿Quién quiere, o necesita, llegar a un arreglo en el que 2+2=4 ó 5 (El Vaticano II)? ¡Únicamente aquellos comerciantes de fantasía a quienes ya no les importa la aritmética verdadera!

Si el “estatus oficial,” “reconocimiento como sacerdotes” y el “tener permiso para ejercer el ministerio” todo depende de aceptar que 2+2 puede ser 4 ó 5, entonces ese “estatus,” ese “reconocimiento” y ese “permiso” están siendo comprados al precio de la Verdad. Pero si vendo la Verdad, ¿cómo puedo aún poseerla para predicarla? Y si ya no puedo predicar la Verdad, ¿qué clase de sacerdote puedo ser?, ¿con qué clase de ministerio?

Por lo tanto, en conclusión, no es solamente la “tradición” sino la misma naturaleza de la verdad que separa a estos Romanos y a la FSSPX. Cambiando la verdad, estos Romanos han perdido la Verdad; de hecho, hablando por lo menos objetivamente, están asesinándola, como Macbeth “asesina al sueño” (II,2). De hecho, en el mismo artículo de Reuters el Papa es citado por haber dicho que el problema de la FSSPX “le roba el sueño.” Santo Padre, crea que la Verdad está mucho más arriba que la FSSPX, quien no es más que una de sus diminutas defensoras momentáneas. Cada uno de nosotros en la FSSPX le desea a Ud. toda clase de bien, especialmente un buen sueño. No es la FSSPX, sino la Verdad asesinada, la que le mantiene a Ud. en vela por las noches.

Kyrie eleison.

Error Papal – II

Error Papal – II on febrero 6, 2010

Recientemente publicado en Inglés (ver truerestoration.blogspot.com) encontramos el valiosísimo tratado de 100 páginas escrito originalmente en Francés por el Obispo Tissier de Mallerais de la Sociedad de San Pío X acerca de la doctrina del Papa Benedicto XVI: “La Fe puesta en peligro por la Razón.” El título lo dice todo. La tesis del Obispo Tissier se basa en que Benedicto XVI permite que el razonamiento humano adultere la Fe Católica. Permítanme parafrasear un párrafo de la conclusión del Obispo que va justo a la esencia del problema:—

“Benedicto XVI frecuentemente llama a la “hermenéutica de la continuidad,” refiriéndose a una interpretación del Vaticano II y de la Tradición Católica la cual muestra que no existe una ruptura sino continuidad entre éstos. Después de estudiar las enseñanzas del Papa, ahora me doy cuenta que esta “hermenéutica” va más allá de lo que yo originalmente pensaba. Significa no solamente una nueva interpretación de Fe y Razón, sino un nuevo nacimiento de ambas, con una aplicación universal. Primeramente, cada una está para purificar a la otra: La Razón prevendrá a la Fe de caer en la intolerancia, mientras que la Fe curará la independencia ciega de la Razón. En segundo lugar, cada una regenerará a la otra: La Razón enriquecerá a la Fe con los valores liberales del pensamiento Iluminista, mientras que la Fe, adecuadamente re-expresada para los tiempos modernos, se impondrá a la Razón. Y este proceso debe ser aplicado globalmente a todas las religiones y razonamientos. Esos valores que permiten que el mundo siga girando serán fortalecidos sin que un mismo sistema de valores sea impuesto a todos.”

Observen primeramente como el Obispo Tissier, según reconoce él mismo, originalmente sub-estimó lo largo y ancho de la visión del Papa. Los Católicos que siguen la Tradición saben bien que la reconciliación Conciliar de la Fe con la modernidad (especialmente la frase que subrayé anteriormente) no está bien y que está destruyendo la Iglesia, pero también necesitan darse cuenta de que esta reconciliación ha sido planeada con inteligencia, por más equivocada que esté, y se sostiene con convicción. Benedicto XVI cree profundamente tanto en la manera antigua de creer como en la nueva manera de pensar, y está seguro de que resolviendo cualquier problema aparente entre la Fe y la modernidad a su manera, todos los hombres pueden ser reunidos. Esta “solución” impulsa su Papado.

¡Dios mío!, no se puede conciliar el que 2+2=4 con 2+2=5 diciendo que cuatro es “más o menos que cuatro y medio,” mientras que cinco es “más o menos que cuatro y medio,” porque cuatro manzanas seguirán siendo obstinadamente cuatro, mientras cinco naranjas insistirán en ser cinco. Así es que la Fe verdadera puede tolerar el equivocarse, pero obstinadamente no puede tolerar el error, mientras que la Razón moderna puede desear ver, pero mientras siga siendo moderna insiste efectivamente en arrancar sus propios ojos, los ojos de la mente (Kant). A cada instante el Obispo Tissier demuestra que la Fe eterna, revelada por Dios, no puede recostarse con el razonamiento moderno, fabricado por el hombre y diseñado para excluir a Dios o por lo menos a las exigencias que Él hace a los hombres (Libertad Religiosa).

¡Gracias, Monseñor! Ya que por más encantadora que parezca la perspectiva del Papa de “paz en nuestro tiempo,” será la verdad en la caridad y no el encanto lo que nos llevará al Cielo.

Kyrie eleison.

Error Papal – I

Error Papal – I on enero 30, 2010

Cuando hace dos semanas el Papa Benedicto XVI hablaba acerca de las relaciones entre la Roma del Vaticano II y la Sociedad de San Pío X (FSSPX), mostró una vez más lo sutil y poderoso que es el error Conciliar. El 15 de enero El introducía una sesión plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe (anteriormente conocida como el Santo Oficio). Los primeros tres párrafos de su discurso, conformado en total de doce párrafos, necesitarían citarse en su totalidad, pero tendremos que conformarnos con un resumen, tan fiel como sea posible.

1. Su Congregación participa del ministerio especial del Papa que, a través su cuida de la doctrina Católica, asegura la unidad de la Iglesia. Esa unidad depende de la unidad en la Fe, de la que el Sucesor de Pedro es el primer custodio y defensor. Confirmar a los hermanos en la fe, manteniéndoles unidos, constituye su primer y fundamental deber.

2. Su autoridad para enseñar, al igual que la del papa, involucra a la obediencia de la Fe, para que haya un solo rebaño, debajo del único Pastor.

3. En todo momento la Iglesia debe alcanzar el testimonio común de la fe de todos los cristianos, “En este espíritu confío en particular en su compromiso para que se superen los problemas doctrinales que aún permanecen, para alcanzar la plena comunión con la Iglesia, por parte de la Fraternidad San Pío X.”

El problema aquí va mucho más allá de si la FSSPX está o no en “plena comunión con la Iglesia.” El problema es la totalidad de la relación que se hace entre la unidad y la Fe. En realidad, la unidad Católica depende esencialmente de la Fe Católica. A un Católico se le define primeramente por lo que cree, por lo tanto ahí donde no hay Fe Católica tampoco puede haber Católicos por unir, y ahí donde existe esa Fe, ahí se encuentra la base esencial de la unidad Católica. Ahora, el Papa ciertamente dice (1) que en efecto “la Unidad es de hecho primordialmente unidad en la Fe,” pero generalmente (1, 2, 3), conecta a la unidad y a la Fe como si estuviesen en el mismo plano, casi como si fueran interdependientes una de la otra, cuando sabemos que la unidad verdadera depende por completo de la Fe verdadera. ¿De qué otra manera podría llegar a su conclusión del punto (3), citada anteriormente en su totalidad, donde da la impresión de que le ordenó a su Congregación que se superen los problemas doctrinales para alcanzar la unidad entre Roma y la FSSPX.?

Sin embargo el deber del Vicario de Cristo no es el de unir a Roma y a la FSSPX a cualquier costo, por decirlo así, sino el unirlas en la Fe Católica como nos fue dada por Cristo. Si existe entonces una diferencia doctrinal entre Roma y la FSSPX (¡la hay, y es enorme!), en consecuencia su problema primordial es el de definir cuál de las dos tiene la Fe Católica, y cuál no la tiene. Y entonces deberá de reunir a toda la Iglesia en torno de la que tenga la Fe, ¡aún cuando ésta resulte ser la pobrecita FSSPX! “Pobrecita,” porque es insignificante, ¡a excepción de su Fe!

¡Señor! Benedicto XVI es más Conciliar que Católico. Ahora bien, el Concilio al poner al hombre delante de Dios, constantemente socavaba la doctrina Revelada de Dios, o la Fe, en nombre de la unidad ecuménica de los hombres. Esa es la razón por la cual Benedicto XVI es incapaz de entender, a excepción de un milagro, el significado de la postura doctrinal tomada por la FSSPX. Mientras tanto, ¿cuántos Católicos no corren el riesgo de ser engañados por la suavidad de Su transición, de tanta Verdad (en los puntos 1 y 2) a su perdición (en el punto 3)? ¡Muy pocos! ¡El error es tan poderoso como es sutilmente concebido y expresado! Debemos orar por el milagro.

Kyrie eleison.