hermenéutica de la continuidad

Declaración Doctrinal – II

Declaración Doctrinal – II on mayo 4, 2013

Perdónenme queridos lectores si vuelvo al séptimo párrafo de la Declaración Doctrinal del 15 de Abril de hace un año. La Declaración iba a servir ni más ni menos, como fundamento para todas las relaciones futuras entre la Fraternidad San Pío X y Roma. El 13 de Junio (no el 11) Roma la rechazó, así es que el Cuartel General de la FSPX puede ahora repudiarla, pero sirve para demostrar de lo que es capaz el actual CG de la FSPX. En cuanto a este séptimo párrafo, él es una obra maestra de confusión. Este “Comentario” de hace tres semanas (EC 300 del 13 de Abril) lo explicó en parte con una distinción doble, pero, para hacerle justicia, la confusión requiere una distinción cuádruple. Aquí está el párrafo completo:

Declaración III, 5: “Las afirmaciones del Vaticano II y el Magisterio post-conciliar, en lo que respecta a la relación entre la Iglesia católica y las confesiones no-católicas y al deber social de la religión y al derecho a la libertad religiosa, (1) la formulación de las cuales es difícil de reconciliar con las afirmaciones doctrinales previas del Magisterio, (2) deben ser comprendidas a la luz de la Tradición entera e ininterrumpida, (3) de una manera coherente con las verdades previamente enseñadas por el Magisterio de la Iglesia, (4) no aceptando ninguna interpretación de esas afirmaciones que pueda permitir que la doctrina Católica se exhiba en oposición a, o rompiendo con, la Tradición y ese Magisterio.”

El subrayado es mío para resaltar el engaño del párrafo. Noten (1) como no son las afirmaciones del Vaticano II las que son problemáticas, sino sólo su “formulación.” Ya ahí nos estamos alejando de las palabras que significan lo que ellas objetivamente dicen. Ahora en cambio las palabras nadan por aquí, por allá, según como ellas sean subjetivamente “comprendidas” (2), o “interpretadas” (4). Nuestras mentes están siendo licuadas para que pierdan aquel anclaje que es llamar a una espada, una espada. En ese párrafo se sugiere que no existe imposibilidad objetiva de reconciliar la insensatez Conciliar con la sensatez Católica, sino que meramente existe una dificultad subjetiva de reconciliarlas (es decir, en las mentes oscurecidas de los retrógrados Católicos Tradicionales).

Sobre todo noten en (2) y (3) el sutil pero crucial resbalón desde “a la luz de” a “de una manera coherente con.” Comprendiendo según la verdad las novedades del Vaticano II “a la luz de” la Tradición es comprender que son completamente irreconciliables. Comprendiéndolas “de una manera coherente con” la Tradición es comprenderlas como si fueran reconciliables. Nuestras mentes están siendo licuadas para que resbalen de vuelta, porque “a la luz de” y “de una manera coherente con” no significan la misma cosa. Como era de esperarse, (4) cualquier comprensión de las novedades que las haga chocar con la Tradición y con el Magisterio de todos los tiempos, debe ser absolutamente rechazada.

Así, la clausula (2) puede sacarle el sombrero a la “Tradición completa e ininterrumpida,” y entonces (2) puede ser alineada con la sensatez Católica, pero (3) sugiere la insensatez modernista, y (4) conduce la insensatez a casa. Así, el párrafo en su totalidad constituye un habilísimo movimiento paso a paso desde un vestigio de la verdad al cabal error de la “hermenéutica de la continuidad,” lo cual es puro Alicia en el País de las Maravillas – “Las palabras significan lo que yo digo que significan” truena Humpty Dumpty, el huevo antropomorfo.

Dios sabe quienquiera escribió este párrafo. Pudo no haber sido el Superior General de la FSPX. Pero, ¿puede cualquiera que lo estudie cuidadosamente negar que, tal como se yergue, está diseñado para conducir las mentes desde la Tradición Católica al error Conciliar? Hace bailar a las palabras como los herejes las hacen bailar, y los herejes que hacen bailar a las palabras hacen que las almas pierdan su Fe y caigan en el Infierno.Quienquiera fue responsable de este séptimo párrafo, ¡que sea él anatema!

Kyrie eleison.

Declaracion Doctrinal – I

Declaracion Doctrinal – I on abril 13, 2013

La Declaración Doctrinal del 15 de Abril del año pasado, redactada por el Superior General (SG) de la Fraternidad San Pío X como fundamento para la reintegración de la Fraternidad a la Iglesia oficial, ha emergido a la vista pública casi un año mas tarde. Fue diseñada por el SG para complacer a ambos, a la Roma Conciliar así como a los Tradicionalistas (“Puede ser leída con anteojos oscuros o rosados,” dijo él en público). Complació en verdad a los Romanos que declararon que una tal Declaración Doctrinal representaba un “avance” en la dirección de ellos. No complació a los Tradicionalistas que vieron en ella (o en lo que conocían de ella) una ambigüedad tal que ella representaba una traición a la lucha de Mons. Lefebvre por la Fe católica, al punto que ellos consideraron que hubiera bastado que los Romanos la aceptaran, para destruir la Fraternidad del Arzobispo.

De hecho, cuando el SG se reunió con los Romanos el 11 de Junio en Roma para recibir la decisión de ellos, él realmente esperaba que los Romanos la aceptarían. Numerosos observadores especularon que la razón por la cual los Romanos no aceptaron la Declaración Doctrinalfue únicamente porque se interpuso la publicación de la Carta del 7 de Abril de los Tres Obispos al SG. Esta carta advirtió a los Romanos que el SG no podría acarrear a toda la Fraternidad con él al seno de la Roma Conciliar de ellos, contrariamente a lo que él les hubiera podido hacer creer, y tal como ellos querían que él lo hiciera. Ellos no querían, y no quieren, una nueva división que permita a la Tradición un nuevo desarrollo.

Sea como fuere, el corto espacio aquí disponible permite desarrollar solamente un argumento principal: que, de haber sido aceptada por Roma, la propuesta de la Declaración Doctrinal hubiera destruido a la FSPX. El Arzobispo Lefebvre declaró y probó que el Vaticano II era un rompimiento o ruptura con la enseñanza previa de la Iglesia. En esa premisa se originó y reposa el movimiento Católico Tradicional. Entonces, para enfrentar la resistencia en marcha de ese movimiento contra su amado Vaticano II, Benedicto XVI proclamó al estrenar su pontificado en el 2005, la “hermenéutica de la continuidad.” Con ella, el Concilio contradiciendo (objetivamente) a la Tradición tenía que ser interpretado (subjetivamente) de tal manera como para no contradecirla. Así no habría ningún rompimiento o ruptura entre el Concilio y la Tradición Católica.

Ahora bien, vean el séptimo párrafo (III, 5) de la Declaración Doctrinal. Declara que las afirmaciones del Vaticano II que sean difíciles de reconciliar con toda la enseñanza previa de la Iglesia, (1) “deben ser comprendidas a la luz de la Tradición entera e ininterrumpida, de acuerdo con las verdades enseñadas por el Magisterio precedente de la Iglesia, (2) no aceptando ninguna interpretación de esas afirmaciones que pueda permitir que la doctrina Católica se exponga como si estuviera en oposición o en ruptura con la Tradición y con ese Magisterio.”

La primer parte aquí (1) es perfectamente verdadera siempre y cuando signifique que cualquier novedad Conciliar “difícil de reconciliar” será rechazada de plano si objetivamente contradice la enseñanza previa de la Iglesia. Pero (1) está directamente contradicho por (2) cuando (2) dice que ninguna novedad Conciliar puede ser “interpretada” como estando en ruptura con la Tradición. ¡Es como si uno dijera que todos los equipos de fútbol deben usar camisetas azules, pero que todas las camisetas de cualquier otro color deben ser interpretadas como siendo únicamente azules! ¡Qué insensatez! Pero tal es la pura “hermenéutica de la continuidad.”

Ahora bien, los soldados que defienden la última fortaleza de la Fe que esté mundialmente organizada, ¿Se dan cuenta de lo que su Comandante está pensando? ¿Se dan cuenta que su solemne declaración de la doctrina de la FSPX lo muestra pensando como lo haría un líder enemigo? ¿Acaso están contentos de verse llevados a pensar como los enemigos de la Fe? Todas las ideas deben ser católicas así que las ideas no-católicas serán “interpretadas” como siendo católicas. ¡Despierten compañeros! El pensamiento enemigo está en el Cuartel General.

Kyrie eleison.

La Oracion de Santa Teresa

La Oracion de Santa Teresa on febrero 2, 2013

Es extraordinario ver a que punto Dios está hoy perdido para la gran mayoría de las almas alrededor nuestro. Es en El que cada uno de nosotros “vivimos y nos movemos y existimos” (Hech.XVII,28). Sin El no podemos ni levantar un dedo, pensar un solo pensamiento ni realizar cualquier acción naturalmente buena, menos aún cualquier acción sobrenaturalmente buena. Todo lo que podemos hacer por nosotros mismos, sin El, es pecar y, aún así, la acción pecaminosa como acción proviene de Dios; sólo lo que en ella es pecaminoso proviene de nosotros mismos, porque lo que la hace pecaminosa no es en sí mismo un ser positivo sino un defecto de ser, una privación voluntaria de ser.

Sin embargo, la mayoría de las almas alrededor nuestro lo tratan a Dios como si El no existiera, o, en el caso de que sí realmente El existe, es como si no tuviera importancia. Es verdaderamente un estado de cosas increíble. Empeora día a día. No puede durar. Solamente puede ser comparado con el estado de la humanidad en el tiempo de Noé. La corrupción de los hombres en aquel tiempo era tal (Gen.VI,11–12) que, a menos que Dios les quitara el uso de su mas preciado privilegio, su libre-albedrío – ¡ysimplemente vean como la mayoría de los hombres reaccionan cuando uno trata de forzarlos a hacer algo! – el único camino entonces que los hombres le dejaron a Dios para salvar un número importante de almas, fue infligir un castigo universal, durante el cual, no obstante, tuvieran tiempo de arrepentirse. Ese fue el Diluvio, un evento histórico corroborado por una masa de evidencias geológicas.

Del mismo modo hoy, el único camino que la humanidad le está dejando a Dios para salvar todavía un número importante de almas del horror de condenarse a sí mismas para la eternidad, es seguramente un castigo universal. Tal como en el tiempo de Noé, la misericordia de Dios hace prácticamente seguro que al enorme número de almas, sino a todas, les será dado el tiempo y el conocimiento necesarios para salvarse a sí mismas si ellas lo desean. Y después, muchas del gran número que habrán sido salvadas (¡Ay!, no la mayoría) reconocerán que solamente aquel castigo las salvó de ser arrastradas con la corrupción actual, todo el camino hacia abajo hasta el Infierno.

Con todo, será fácil estar espantado por la explosión de la justa ira de un Dios majestuoso. Desde kilómetros y kilómetros de distancia, los Israelitas estaban aterrados por la demostración de Su poder en la cima del Monte Sinaí (Exod.XX,18). En nuestros propios tiempos será bueno recordar la famosa oración de Santa Teresa de Avila:

Nada te turbe,

Nada te espante,

Todo se pasa,

Dios no se muda.

La paciencia

Todo lo alcanza.

Quien a Dios tiene

Nada le falta.

Sólo Dios basta.

Sagrado Corazón de Jesús, toda la confianza de la que soy capaz, la pongo en Ti. ¡Ayuda a mi falta de confianza!

Kyrie eleison.

Declaracion Reversible

Declaracion Reversible on septiembre 22, 2012

No todo sobre el Capítulo General de la Fraternidad San Pío X de Julio en Suiza puede haber sido desastroso, pero de sus dos frutos oficiales, las “Seis Condiciones” fueron “de una debilidad alarmante” (cf.EC 268, 1 de Sept.), y su “Declaración” final deja mucho que desear. He aquí un resumen brevísimo de sus diez párrafos:—

1 Agradecemos a Dios por los 42 años de la existencia de nuestra Fraternidad. 2 Hemos redescubierto nuestra unidad después de la reciente crisis (¿realmente?), 3 para profesar nuestra fe 4 en la Iglesia, en el Papa, en Cristo Rey. 5 Nos adherimos al Magisterio constante de la Iglesia, 6 y también a su Tradición constante. 7 Nos unimos a todos los católicos que sufren ahora persecución. 8 Rezamos para que nos ayuden la Santísima Virgen María, 9 San Miguel 10 y San Pío X.

Esta es una Declaración a la cual no le falta la piedad, la cual dice San Pablo, es útil para todo propósito (I Tim.IV,8). Sin embargo, a sus dos discípulos, Timoteo y Tito, les insiste constantemente sobre la necesidad de la doctrina que es sin embargo el fundamento de la verdadera piedad. Desgraciadamente, la Declaración es bastante menos fuerte en cuanto a la doctrina. En lugar de anatematizar los errores doctrinales del Concilio que arruinan la Iglesia desde hace 50 años, la Declaración tiene en sus párrafos mas doctrinales, 5 y 6, sólo una débil condenación de estos errores, al mismo tiempo que rinde un tributo a los constantes Magisterio (5) y Tradición (6) de la Iglesia, tributo correcto, pero que constituye un argumento demasiado fácil de revertir por cualquier Conciliarista. Veamos como:—

El párrafo 5 califica las novedades del Concilio Vaticano II como estando “manchadas con errores,” mientras que el Magisterio constante de la Iglesia es “ininterrumpido”: “Por su acto de enseñar el Magisterio transmite el depósito revelado en armonía perfecta con todo lo que la Iglesia entera ha siempre creido, en todos lugares.” Lo que por supuesto implica que Roma tendría que llevar al Vaticano II a la lavandería para quitarle las manchas. Pero veamos lo que un Romano puede replicar: “¡La expresión por parte del Capítulo de la continuidad del Magisterio es completamente admirable! ¡Pero nosotros Romanos somos este Magisterio, y nosotros declaramos que el Vaticano II está en continuidad con el pasado, y no está manchado!”

Lo mismo con el párrafo 6. La Declaración establece, “La Tradición constante de la Iglesia transmite y transmitirá hasta el fin de los tiempos el conjunto de las enseñanzas necesarias para guardar la Fe y salvar el alma de uno,” y se sugiere que las autoridades de la Iglesia tienen que volver a la Tradición. El Romano puede en seguida contestar: “¡La descripción por parte del Capítulo de cómo la Tradición mantiene la Fe es del todo admirable! Pero nosotros Romanos somos los guardianes de esta Tradición, y nosotros decimos que, en virtud de la hermenéutica de la continuidad, Vaticano II no interrumpe la Tradición sino que la continúa. De tal manera que el Capítulo se equivoca totalmente al sugerir que necesitamos volver a ella.”

Esta Declaración reversible contrasta con la fuerza del ataque irreversible de Mons. Lefebvre contra los errores del Vaticano II en su famosa Declaración de Noviembre de 1974. Declara que la Roma Conciliar no es la Roma Católica porque la reforma Conciliar es “naturalista, Teilhardiana, liberal y Protestante . . .envenenada hasta la médula . . .viniendo de la herejía y llevando a la herejía,” etc., etc. Su conclusión es un rechazo categórico en tener lo mas mínimo que ver con la nueva Roma, porque ella no es en absoluto la verdadera Roma.

¡Baje del Internet las dos Declaraciones y vea cual de las dos es, sin peligro de equivocarse, la trompeta que llama a la batalla necesaria (I Cor.XIV,8)! Uno tiene que hacerse la pregunta: ¿Cuantos son los capitulantes del 2012 que han estudiado lo que dijo el Arzobispo, y porqué lo dijo?

Kyrie eleison.

Asesinos de la Fe

Asesinos de la Fe on mayo 12, 2012

Pero si Roma ofrece a la Fraternidad San Pío X todo lo que ella quiere, ¿Por qué la Fraternidad tendría todavía que rehusar? Aparentemente hay Católicos que todavía creen que si un acuerdo práctico respondiese a todos los requerimientos prácticos de la Fraternidad San Pío X, tendría que ser aceptado. Entonces, ¿Por qué no? Porque no fue con vista al bien de la Fraternidad San Pío X que Monseñor Lefebvre la creó, sino por el bien de la verdadera Fe Católica, amenazada por el Vaticano II como nunca antes había sido amenazada. Pero veamos ahora porque las autoridades de la Nueva Iglesia buscarán cualquier acuerdo práctico lo mismo que las razones por las cuales la Fraternidad San Pío X lo debe rechazar.

La razón es porque la Nueva Iglesia es subjetivista y todo acuerdo puramente práctico implica que el subjetivismo sea la verdad. Según la nueva religión Conciliar, los dogmas de Fe no son verdades objetivas sino símbolos que satisfacen necesidades subjetivas (Pascendi, 11–13, 21). Por ejemplo, si mi inseguridad psicológica se encuentra tranquilizada por la convicción que Dios se hizo hombre, entonces, para mi, la Encarnación es verdadera, en el único sentido posible de la palabra “verdad.” Así, si los Tradicionalistas sienten la propia necesidad de la vieja religión, entonces ella es la que es verdadera para ellos, y uno hasta puede admirar a que punto se adhieren a su verdad. Pero, en justicia ellos deben a su vez aceptar dejarnos a nosotros los Romanos tener nuestra verdad Conciliar y si ellos no pueden consentir a esta concesión, entonces ellos son de una manera insoportable arrogantes e intolerantes y no podemos permitir tal disensión dentro de nuestra Iglesia de amor, amor, amor.

Por eso, la Roma Neo-modernista estaría feliz con cualquier acuerdo práctico por el cual la Fraternidad San Pío X no haría mas que renunciar, aunque solamente sea implícitamente, a su radical reivindicación de la universalidad y obligatoriedad de “sus” verdades. Al contrario, la Fraternidad San Pío X no puede contentarse con cualquier acuerdo que sería un acto que hablaría mas fuerte que las palabras para negar la objetividad de “su” religión de 20 siglos. No es en absoluto “su” religión. Para llegar a un acuerdo con los subjetivistas, me encuentro en la necesidad de dejar de insistir sobre la objetividad. Para insistir sobre la objetividad, no puedo aceptar absolutamente ninguna proposición ofrecida por los subjetivistas, a menos que ellos renuncien a su subjetivismo.

Estos Romanos no hacen nada de eso. Y otra prueba de su insistencia de cruzados en pro de su nueva religión viene en la forma de su reciente “Nota sobre las conclusiones de la visita canónica al Instituto del Buen Pastor” en Francia. Los lectores se acordarán que este Instituto fue uno entre varios fundados después del Concilio para permitir al Catolicismo Tradicional ser practicado bajo la autoridad romana. Roma puede esperar algunos años antes de actuar, para asegurarse que el pobre pescado esté bien agarrado al anzuelo, pero entonces –

La “Nota” pide que el Vaticano II y el Catecismo de 1992 de la Nueva Iglesia deben estar incluidos en los estudios del seminario del Instituto. El Instituto debe insistir sobre la “hermenéutica del renuevo en la continuidad” y debe dejar de llamar al rito Tridentino de la Misa su “exclusivo” rito de la Misa. El Instituto debe entrar en la vida diocesana oficial con un “espíritu de comunión.”

En otras palabras, el Instituto Tradicional debe dejar de ser tan Tradicional si es que quiere pertenecer a la Nueva Iglesia. ¿Podía el Instituto esperar otra cosa? Para conservar la Tradición, tendría que salir de nuevo de la sumisión a la autoridad de la Nueva Iglesia. ¿Qué posibilidad existe de tal cosa? Ellos quisieron ser tragados por el monstruo Conciliar. Ahora el monstruo los está digiriendo.

Entonces, ¿Por qué, en nombre del Cielo, habría de ser el peligro diferente con la Fraternidad? La tentación de Roma puede ser rechazada por esta vez por la Fraternidad, pero no nos hagamos ninguna ilusión: los subjetivistas volverán una y otra vez para desembarazarse de esta verdad objetiva y de esta Fe objetiva que constituyen un constante reproche a su criminal delirio de ellos.

Kyrie eleison.

Roma Insiste

Roma Insiste on diciembre 17, 2011

Casi al mismo tiempo que Monseñor Fellay dejaba saber que la FSSPX pedirá esclarecimientos sobre el Preámbulo Doctrinal, la reacción de Roma a las discusiones doctrinales que tuvieron lugar desde 2009 hasta la primavera de este año, uno de los cuatro teólogos que tomaron parte en estas discusiones, Monseñor Fernando Ocariz, publicó un estudio “Acerca de la adhesión al Concilio Vaticano II.” El momento que eligió muestra que todavía no hemos salido del túnel, al contrario! Pero veamos sus argumentos, que al menos son claros.

En su introducción declara que el Concilio “pastoral” fue sin embargo doctrinal. Lo pastoral se basa en la doctrina. Lo pastoral busca salvar las almas, lo que implica doctrina. Los documentos del Concilio contienen mucha doctrina. Bien! El Monseñor al menos no va a esquivar las acusaciones doctrinales presentadas contra el Concilio pretendiendo que no era doctrinal, como lo han hecho muchos defensores del Concilio.

Luego, acerca del Magisterio de la Iglesia en general, dice que el Concilio Vaticano II estaba compuesto de los obispos Católicos que tienen “el carisma de la verdad, la autoridad de Cristo y la luz del Espíritu Santo.” Negarlo, dice, es negar algo que pertenece a la esencia misma de la Iglesia. Pero, Monseñor, ¿que me dice del conjunto de los obispos Católicos que siguieron la herejía Ariana bajo el Papa Liberio? Excepcionalmente, aún la casi unanimidad de los obispos puede desviarse doctrinalmente. Si esto ha ocurrido una vez, puede ocurrir nuevamente. Ocurrió en el Concilio Vaticano II, como lo demuestran sus documentos.

Continúa declarando que las enseñanzas no dogmáticas y no definidas del Concilio requieren, sin embargo, por parte de los Católicos, su asentimiento, llamado “sumisión religiosa de la voluntad y del intelecto,” lo cual es “un acto de obediencia bien enraizado en la confianza en la asistencia divina dada al Magisterio.” Monseñor, tanto a los obispos Arianos como a los Conciliares, no existe duda de que Dios les ofreció toda la asistencia que ellos necesitaban, pero que la rehusaron, como está demostrado en el caso de Vaticano II por la oposición a la Tradición en sus documentos.

Finalmente Monseñor Ocariz supone aquello que debe probar cuando arguye que el Magisterio Católico es continuo y que el Concilio Vaticano II es el Magisterio, luego sus enseñanzas no pueden estar mas que en continuidad con el pasado. Y si aparecen como una ruptura con el pasado, entonces la actitud Católica ha de ser interpretarlos de tal manera que tal ruptura no exista, como lo hace por ejemplo la “hermenéutica de la continuidad” de Benedicto XVI. Pero Monseñor, estos argumentos pueden revertirse. De hecho hay una ruptura doctrinal, como resulta claro al examinar los documentos Conciliares en si mismos. (Por ejemplo, hay (Vaticano II) o no hay (Tradición), un derecho humano que permita propagar el error?). Por consiguiente, el Vaticano II no fue el verdadero Magisterio de la Iglesia y la actitud Católica es mostrar que existe realmente esta ruptura con la Tradición, como lo hizo el Arzobispo Lefebvre, y no pretender que tal ruptura no existe.

Las últimas palabras de Monseñor son para afirmar que sólo el Magisterio puede interpretar el Magisterio. Lo que nos hace volver justo al punto de partida.

Estimados lectores, Roma de ninguna manera ha salido del túnel. Que el Cielo nos ayude.

Kyrie eleison.