familia

Tutores para Tomates

Tutores para Tomates on septiembre 10, 2011

Hace poco tiempo, una esposa y madre me dijo que estaba teniendo muchas dificultades en hablar con su esposo. Casi no podían conversar sobre lo que andaba mal sin terminar muy enojados entre sí. Acertadamente o no, percibí que el problema de ella radicaba en la negación universal, deliberada y diabólica del papel maravillosamente complementario concebido por Dios para el hombre y la mujer en el matrimonio. Lo que sigue es lo que escribí para ella. Me dijo que le ayudó. Ojalá pueda ayudar a otras ¡Entre paréntesis, señoras, yo NO pienso que todo el problema esté del lado de ustedes!

Lamento que su matrimonio pase por momentos asperos. Regla número Uno: nunca discuta con su esposo frente a, o al alcance de, los niños. Ellos vienen primero. Usted no puede ayudar a la familia degradando a su esposo o discutiendo con él delante de ellos. Al contrario.

Regla número Dos: RESPETE a su esposo, aunque él no siempre lo merezca. Las mujeres se mueven por el amor, los hombres por el ego – una enorme diferencia. Es por ello que San Pablo – PALABRA DE DIOS – dice “Esposas obedezcan a sus esposos; esposos amen a sus esposas” ¡Enorme diferencia! En todo matrimonio donde el esposo demuestra amor por su esposa y donde la esposa respeta a su esposo, normalmente la esencia de un matrimonio feliz se halla allí. Y si él no demuestra amor por usted, al menos hágase digna de ser amada, lo cual nunca logrará peleándose con él.

Le cueste lo que le cueste, respete a su marido. El necesita de su respeto más de lo que él necesita su amor. Usted necesita su amor más de lo que usted necesita su respeto. Obedézcale. Nunca demuestre que le está diciendo lo que tiene que hacer. Haga que él decida hacer lo que usted quiere que él haga. Y para la esposa, trabajar fuera del hogar no es bueno, especialmente si ella gana más que él. Si usted necesita ganar dinero, y de hecho gana más, NUNCA lo demuestre. Disfrace el hecho. Un hombre necesita verse a sí mismo como siendo él el que gana el pan, como cabeza de la casa. Usted es el corazón, exactamente tan necesario para la familia como lo es la cabeza, o tal vez más, pero usted no es la cabeza. Y si, a veces, se ve obligada a actuar como la cabeza, no lo demuestre, SINO DISFRACELO.

Me sorprendería si usted no logra hacer funcionar su matrimonio. Habitualmente depende de la mujer adaptarse al hombre y no al revés. Proverbio ruso– “Como la planta de tomate es al tutor (alrededor del cual trepa),así la mujer es al hombre.” Si él no es un tutor, haga todo lo que pueda para que él lo sea. Y si no puede, entonces, nuevamente, disfrace el hecho. Dios hace que el adaptarse le sea mas fácil a las mujeres que a los hombres, de manera tal que ellas se adapten a su hombre.

Usted dijo una vez que la familia necesitaba dinero para educar a las niñas ¿Se le ha ocurrido que la mejor educación de las niñas y la más importante, la reciben en la cocina de su madre? Asumiendo que la madre esté en la casa. Tiene mucho más para brindarle a sus niñas con su ejemplo que cualquier escuela fuera del hogar pueda darles. Y deles a ellas el preciado ejemplode una esposa y madre que obedece y respeta a su esposo a pesar de todo. Los niños son muy observadores. El ejemplo que usted les dé es de crucial importancia para la felicidad de sus futuros matrimonios y hogares.

Discuta con su esposo si quiere, pero tranquilamente, respetuosamente, y lejos de los niños. Y no diga “También yo he estado trabajando afuera todo el día, también yo necesito comprensión en el hogar.” Puesto que no es normal que las madres trabajen fuera de la casa, y los hombres lo perciben, aún cuando sea por su propia culpa. Los hombres son lo que son. Este es el hombre que Dios designó para que usted se case con él. Deles a sus niños el ejemplo de respetarlo. Este es un preciado regalo, especialmente para sus niñas.

Todas las familias hoy día precisan de muchas oraciones. Madre de Dios ¡Ayuda!

Kyrie eleison.

La Autoridad de los Varones

La Autoridad de los Varones on mayo 28, 2011

Dos hombres jóvenes, inciertos de casarse, me suplicaron el otro día que escribiera un manual acerca de cómo los hombres deben de comportarse como hombres. Su solicitud fue realmente un llanto de angustia: “¿Cuándo debemos de ser amables con las mujeres y cuándo debemos ser firmes? ¡Ya no lo sabemos!” En años pasados la respuesta a esa pregunta era mero sentido común para cualquier varón, pero la autoridad hoy en día ha sido tan desarraigada por la propaganda liberal que el problema de ejercerla dentro del matrimonio puede explicar en parte por qué hoy en día muchos jóvenes prefieren simplemente vivir juntos que casarse. Lo que a continuación se presenta no es un manual, pero por lo menos podrá indicar a nuestros dos mosqueteros la dirección correcta.

San Pablo dice: “Doblo mis rodillas al Padre de nuestro Señor Jesucristo del cual es nombrada toda la parentela en los cielos y en la tierra” (Efesios III, 14,15). En otras palabras, toda la paternidad o autoridad entre las creaturas de Dios se modela a raíz de la paternidad y autoridad de Dios mismo, de la cual se deriva. Así como uno de los personajes de Dostoyevski dice, “Si Dios no existe, entonces no tiene ningún sentido para mi ser oficial de ejercito.” Por lo tanto es evidente que si los hombres destierran a Dios de sus sociedades, como sucede hoy en día en todo el mundo, entonces toda la autoridad es desarraigada radicalmente. En el individuo, la razón será incapaz de gobernar a las pasiones, en la familia el padre será incapaz de controlar su hogar y en el Estado la democracia vendrá a parecer la única forma legítima de gobierno, lo que no es para nada en la realidad.

Ahora, al observar la vida diaria dentro de una familia, ¿quién puede negar que los varones sean más fuertes que las mujeres en el uso de la razón, mientras que las mujeres son más fuertes que los varones en la intuición y en el sentimiento? Vean cualquier comedia en la TV si lo dudan. Los sentimientos tienen su lugar importante en la vida y al igual que nuestras esposas, no deben de ser menospreciados mas deben de ser también controlados, guiados, porque vienen y van, son inestables y como tal no son una guía confiable a la acción. Por el contrario si la razón discierne lo que es objetivamente verdad y justo, se estabiliza por el hecho de que la verdad y la justicia objetivas están por encima de cualquier individuo o de sus sentimientos. Por lo tanto, la razón puede escuchar a los sentimientos, pero debe de gobernarlos. Es por eso que los hombres tienen, como hombres, una autoridad natural poseída solo excepcionalmente por las mujeres, quienes tienen otras cualidades. Esa es la razón por la cual el hombre es naturalmente la cabeza de la familia y del hogar, mientras que la mujer naturalmente es su corazón.

Pero el liberalismo que gobierna el mundo moderno disuelve todo sentido de verdad o de justicia objetivas. Al hacerlo, priva a la razón de su objeto y de su ancla objetiva en una realidad superior e independiente del sujeto que razona. Siendo la razón la prerrogativa de los hombres, el liberalismo golpea a los hombres antes de golpear a las mujeres, cuyos instintos femeninos no dependen de la razón. De igual modo el liberalismo corta la autoridad de los hombres que baja desde lo que está por encima de ellos, en última instancia la Verdad y Justicia divinas, y hace que el uso de autoridad se vuelva fácilmente arbitrario.

Por lo tanto, muchachos, en todas sus relaciones con hombres o mujeres, busquen ser auténticos y justos, y vuelvan a Dios para obtener la ayuda necesaria para discernir dónde están la verdad y la justicia entre tanta mentira e injusticia y tanto uso arbitrario de la autoridad en nuestro alrededor hoy en día. Entonces actúen de acuerdo a su discernimiento y serán capaces de reconstruir su autoridad varonil desde arriba, en un mundo que trata de cortarla desde abajo. En pocas palabras, “Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura” (Mateo VI, 33).

Kyrie eleison.

Niños Asediados

Niños Asediados on mayo 29, 2010

El CE 146 habló de la dificultad con la que se enfrentan las Hermanas maestras con las niñas de la actualidad. El CE 147 rastreó la raíz del problema a los hogares. Ahora, algunos de ustedes se preguntarán, ¿qué hay de los niños? Los Católicos saben que los niños y niñas, en cuanto a la salvación de sus almas para la vida siguiente, son iguales, por lo que ambos deben de preparase de igual manera, primeramente y ante todo, para llegar al Cielo. Pero es ahí en donde la similitud termina. Dios ha designado al hombre y a la mujer para muy diferentes roles en la vida, razón por la cual la Iglesia siempre ha condenado la educación mixta. Por lo tanto, ¿qué es lo que los niños específicamente necesitan?

Así como una mujer tiene dones del corazón para cuidar de su hogar y de los hijos, así también el hombre tiene dones de la razón para guiarlos y proveer para ellos siempre, desde que se cometió el pecado original, con el “sudor de su frente” (Gen. III, 19). Por lo tanto, mientras la formación de una niña se debe de centrar en lo que se refiere a servir a su esposo y a sus hijos dentro del hogar, la formación del niño debe de capacitarlo para (1) el trabajo y (2) la responsabilidad fuera de éste, lo que usualmente significará en el mundo grande y perverso. Es ahí en donde él necesitará de (3) juicio, (4) auto-disciplina y (5) hombría. ¡De antemano tenemos ya un gran programa!

En este programa, ¡el ejemplo que le da al niño su padre es sumamente importante! Padres de la actualidad, ustedes debieron de haberse formado hace 20 o 30 años, después de los años revolucionarios de 1960. ¿Se dan cuenta de lo que eso significa? Tengan la humildad para reconocer que su propia formación, en la escuela y/o en su hogar, probablemente no los preparó lo suficiente para educar a sus niños para vivir en el mundo de manera que puedan llegar al Cielo. ¡Padres, ocúpense de corregir su propia indolencia, irresponsabilidad, tontería, auto-indulgencia y falta de hombría, y entonces estarán haciendo lo mejor que pueden por sus niños!

EL TRABAJO fuera, en la naturaleza, es el mejor. Permítanle a un niño utilizar un hacha, talar un árbol, plantar un jardín, montar un caballo, construir una cabaña. El deporte en sus mejores términos es ejercicio de varones, pero no tiene más que un fin recreativo. Una necesidad genuina de la familia enseña al mejor la RESPONSABILIDAD, también aprendida por el sufrimiento que experimenta un niño como consecuencia de sus propios errores – ¡no protegiéndolos de ellos! El JUICIO lo aprenderá al animarlo a que utilice su mente, por las discusiones en la mesa familiar, por la compañía e instrucción de su padre a quien él naturalmente admira y sigue como a su héroe, pero que debe darse tiempo para escuchar a su niño y aconsejarlo, especialmente en la adolescencia. La DISCIPLINA la aprenderá levantándose temprano por la mañana, a través de una rutina diaria a la que debe acatarse, acostándose temprano y sin establecer relaciones de noviazgo hasta el tiempo en que, más o menos, esté pensando en casarse. Lo menos que él les dé a las niñas con las que no se va a casar, lo más que él tendrá por dar a la muchacha con la que se casará. La HOMBRÍA será la recompensa de seguir fielmente un programa semejante.

Finalmente, padres, dense cuenta como la electrónica como una regla hace a un niño 1 ocioso, 2 irresponsable, 3 tonto, 4 sentimental y 5 frustrado.

¡En casa eliminen el hechizo de la electrónica, si no quieren que sus hijos caigan al infierno!

Kyrie eleison.

Restaurando la Paternidad

Restaurando la Paternidad on mayo 22, 2010

Es fácil culpar a los padres hoy en día por no saber cómo educar a sus hijos. Será más útil ayudar a todos aquellos que desean recibir ayuda para ver en de dónde proviene ese problema que tienen con sus hijos. El problema es, en cierta forma, tan majestuoso como Dios, porque se deriva del rechazo y negación generalizado del mundo moderno hacia Dios.

La familia humana (por lo menos según el diseño de Dios) es una pequeña sociedad, que consiste básicamente de padre, madre e hijos. Pues bien, el sentido común nos dice que cada sociedad humana necesita una cabeza para poder funcionar. Si no hay una cabeza que dirija o mande, la sociedad pierde su dirección, y se desquebraja. Un equipo de fútbol necesita un capitán, un corporativo necesita un presidente, un país necesita un rey o un presidente de la nación, un pueblo necesita un alcalde, un cuerpo de bomberos necesita un jefe, un ejército necesita un general, una universidad necesita un rector, un tribunal necesita un juez, y así sucesivamente.

Ante todo, una familia necesita a un padre, porque la familia humana no es únicamente una sociedad humana, es la más básica y natural de todas las sociedades humanas, de hecho es el modelo básico de todas las demás sociedades. Esto es debido a que en ninguna otra sociedad pueden los lazos que unen a sus miembros ser tan arraigados o naturales como los lazos que atan al esposo a su esposa y a los padres a sus hijos. También es cierto que en ninguna otra sociedad se puede apreciar tan claramente como la cabeza, además de dirigir a sus miembros, debe de cuidar de ellos. Si un padre dirige sin cariño, la familia sufre de su dureza. Si cuida sin dirigir – lo que se ve más a menudo hoy en día – la familia sufre de su debilidad. Por lo tanto, la paternidad familiar es el modelo para toda autoridad humana. Es la razón por la cual (como se vio en el CE 145), el Cuarto Mandamiento que obliga a honrar a padre y madre se establece a la cabeza de los siete Mandamientos que gobiernan las relaciones en la sociedad humana.

Ahora bien, la paternidad familiar, como toda paternidad o autoridad, se deriva de Dios Padre. San Pablo dice “doblo mis rodillas al Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda paternidad” (Efe. III, 14, 15). En otras palabras, dice la Palabra de Dios, de la paternidad de Dios Padre es que toda la paternidad en la familia humana y toda cabeza en la sociedad humana deriva su naturaleza, porque el “nombre” o palabra significa la naturaleza de la cosa. Por lo tanto es evidente que en cualquier mundo de donde Dios Padre es arrojado, como en la actualidad nuestro mundo lo hace, el nombre y la naturaleza de la paternidad serán sacados de nuestras mentes, y toda paternidad y autoridad serán despreciadas en nuestras vidas.

Padres de familia, ¡dirijan a sus familias hacia Dios! Pónganse ustedes mismos debajo de Dios, y sus esposas e hijos se pondrán más fácilmente por voluntad propia debajo de ustedes. “La cabeza de cada hombre es Cristo; la cabeza de la mujer es el hombre; la cabeza de Cristo es Dios,” dice San Pablo (I Cor. XI,3). Denle a su esposa y a sus hijos el ejemplo de poner varonilmente a Dios por encima, con una piedad tan natural como sobrenatural, y lo que sea que sobrevenga de nuestro mundo demente, por lo menos ustedes estarán haciendo lo mejor que puedan por la familia que Dios les ha encomendado.

Cuestiones más específicas para los niños se presentarán, si Dios quiere, en otro “Comentarios Eleison.”

Kyrie eleison.

Padres Asediados

Padres Asediados on mayo 8, 2010

Las palabras de la Hermana, que comenté con ustedes en los “Comentarios Eleison” de la semana pasada, aún permanecen en mi mente: “El mundo agarra a nuestras niñas fuertemente.” En un escaso lapso de tres años, “el cambio en su mentalidad es perceptible. Tenemos que luchar por mantener principios y buenas costumbres.” Hoy en día, difícilmente el mundo dejará de ejercer esta presión sobre las niñas, por el contrario. Por lo tanto, o nuestra Fe Católica ha dejado de ser “nuestra victoria sobre el mundo” ((I Jn.V,4), o las palabras de la Hermana pueden ser una luz roja que parpadea para hacernos ver a todos que nuestra Fe necesita activarse, o ¿acaso la Tradición Católica necesitará ser filtrada nuevamente?

Porque entre el hogar y la escuela, si la escuela es responsable de, digamos, dos séptimas partes de la formación de un niño, el hogar es responsable de por lo menos cinco séptimos. Esa es la razón por la cual, como lo sugerimos aquí la semana pasada, es un grave error que los padres piensen que si ellos le han confiado su hijo a una buena escuela, su deber está cumplido. La principal responsabilidad de la formación de los niños siempre ha recaído sobre el hogar. Ciertamente la Hermana no le achacaría al hogar lo que es su propia responsabilidad, pero por otro lado su principal esperanza, después de la misericordia de Dios, debe ser los hogares buenos.

Hoy en día, ninguna persona razonable puede no tener compasión de los padres. Por ejemplo, el padre puede estar agotado por ir y venir cada día para cumplir con un trabajo completamente insatisfactorio, en un ambiente siempre más anticatólico, mientras que la madre puede estar exhausta por todos los hijos que Dios tal vez le envía si ella y su esposo son obedientes de las leyes del matrimonio Católico, por la necesidad de enseñarles en casa si las escuelas afuera están demasiado corruptas, por la necesidad de trabajar también fuera de casa si, por ejemplo, una escuela incorrupta es cara, y por el rechazo de la gente si se queda en casa. En cualquiera de estos peores casos, Dios no espera de ninguno de nosotros que hagamos lo imposible. Pero si espera que carguemos nuestra Cruz y que hagamos lo posible.

Entonces, padres, ¿están Vds actuando como varoniles cabezas de familia (no como tiranos)? ¿Ponen a la familia por encima del dinero, o el dinero antes que a la familia? ¿Están dando a sus hijas el ejemplo de amar y apoyar a su madre? ¿Acaso la escuchan? ¿La propicias a que se vista o se comporte para satisfacer tu propio placer de manera que solamente se puede dar a tus hijas un mal ejemplo? Harán mucho más lo que ella hace que lo que ella dice. ¿Les das tiempo a tus niñas? ¿Les das esa atención prudente y el cuidado que tanto necesitan de su padre? Madres, solamente una pregunta: ¿les dan a sus hijas el ejemplo de respeto y obediencia a su padre (aunque a veces pueda no merecerlo), o utilizan sus lenguas para hacerlo parecer pequeño frente a ellas? ¿Ambos les dan ejemplo de respeto por el sacerdote?

Una última pregunta para los padres y madres: ¿han escuchado alguna vez a esos padres Católicos de los niños alrededor de la época del Vaticano II que estaban adormilados al momento del cambio en la formación de sus hijos, que despertaron demasiado tarde y ahora no tienen más que lágrimas que derramar por sus hijos que viven, y se preparan para morir, fuera de la Fe? ¡Echen fuera esa televisión! Compañeros sacerdotes y Hermanas, ¡no tengamos miedo de volvernos poco populares! ¡Además, cuidemos que nuestra Tradición Católica no se vuelva demasiado acogedora, a tal punto que el Señor Dios, por nuestro propio bien, esté obligado a permitir algo como la repetición del desastre de Vaticano II!

Kyrie eleison.

Angustia Varonil

Angustia Varonil on marzo 20, 2010

Permítanme no disculparme por volver a hablar de un desorden profundo de nuestros desdichados tiempos: la dominación pública de la mujer por encima del hombre. Esa mujer – la madre – debería de ser reina del hogar y reinar sobre todas las cosas de su hogar – nada más normal que esto. Pero cuando reina en público, entonces existe algo realmente mal con los varones: no le están dando a la mujer la guía o dirección hacia Dios, y las mujeres están reaccionando, como es normal a su naturaleza, instintivamente.

Es un joven inteligente de una tierra lejana el que me hace acordarme del problema. El observa a su alrededor que existen muchas más publicaciones para las mujeres que para los hombres; que en las escuelas que son mixtas desde los estudios básicos a los universitarios, las muchachas, quienes son más dóciles y diligentes, regularmente obtienen mejores calificaciones que los muchachos, que en general son desordenados y no se aplican a lo suyo. Mi joven amigo pregunta, ¿acaso la educación mixta es tan buena idea?

El observa que este esquema educativo da como resultado mujeres que logran ser más exitosas en la escuela y que se posicionan en la cima como el nuevo “sexo más fuerte,” manipulando al nuevo “sexo débil” ahora a merced de su belleza. En todos los dominios de la emergente “civilización de la mujer,” las mujeres están tomando las posiciones de liderazgo. Aún para tener hijos, un laboratorio les da la capacidad de hacerlo sin los hombres, que ya no significan nada. Los hombres son un fracaso. Mi joven amigo concluye con estas preguntas agonizantes: “¿Cuáles son las reglas para ser un hombre de verdad? ¿Cuál es el significado de masculinidad? ¿Cómo deben de diferenciarse la fuerza de los hombres de la fuerza de las mujeres? ¿Cuál es la verdadera “mujer fuerte”? ¿Y el “hombre fuerte”?

Mi querido joven amigo, nació Ud. en un mundo Revolucionario que está desafiando a Dios, y por lo tanto buscando echar por la borda la naturaleza y orden natural de las cosas tal como fueron creadas por Dios. El diseño básico de Dios es como a continuación explico: Él creó al hombre y a la mujer con naturalezas profundamente complementarias para contraer matrimonio y poblar la tierra, para un día poblar el Cielo. A la mujer le dio sentimientos superiores para ser el corazón del hogar, para tener y cuidar a los niños. Al hombre le dio un razonamiento superior para ser la cabeza del hogar, y para guiar a toda la familia al Cielo. Ella está diseñada para la vida doméstica, en familia. El está diseñado para la vida pública, en sociedad.

Por lo tanto, así como la mujer y madre debe de ser escuchada y considerada en los asuntos familiares para los cuales recibió los dones adecuados (ver Proverbios XXXI para la Palabra del retrato propio de Dios de la “mujer virtuosa”), no debe normalmente de verse u oírse en los asuntos públicos, para los cuales no fue hecha. El problema hoy en día es que los hombres sin Dios y sin agallas dejan un vacío de liderazgo hacia donde las mujeres casi son forzadas a fluir, aunque las buenas mujeres lo hagan en contra de su voluntad. Mi querido y joven amigo, rece diariamente quince Misterios del Santo Rosario de la Madre de Dios, hacedor de los verdaderos varones. Llénese de Dios, de Dios, de Dios, y entonces será capaz de dar a las mujeres las tres cosas que absolutamente necesitan: ser escuchadas, ser amadas y ser dirigidas. Si usted está sin Dios, pronto las tendrá caminando encima de usted.

Hablo absolutamente en serio acerca de los quince Misterios diarios. No se necesita menos.

Kyrie eleison.