maternidad, las madres

Explosion Proxima

Explosion Proxima on enero 7, 2012

Si algunos lectores han encontrado el “Comentario Eleison” de la semana pasada un poco sombrío para el principio del año, de veras me disculpo por ello, y prometo que el de esta semana terminará con una cita más esperanzadora. Pero en verdad, mucha gente, según me lo dicen, está todavía tranquilamente ignorante de cuan grave es la inminente catástrofe económica mundial. Peor, no se da cuenta de la gravedad pre-apocalíptica de la crisis en la Iglesia. Veamos por un momento este último punto.

La visión aún de algunos sacerdotes dentro de la Fraternidad SPX es que la Fraternidad SPX es una Congregación religiosa normal mientras que la Roma de hoy no es excesivamente anormal. Es cierto que Monseñor Lefebvre tuvo palabras muy duras sobre el Vaticano II y los “anticristos” dentro del Vaticano, pero en el transcurso de los 20 años que han pasado desde su muerte, las cosas han cambiado para bien. Ahora tenemos un Papa, piensan ellos, que es un Tradicionalista de corazón, como lo prueban su desbloqueo de la Misa Tridentina y su “levantamiento” de la pretendida excomunión de 1988 a los cuatro obispos de la Fraternidad. Así, con un poco de flexibilidad de cada lado, seguramente Roma y la Fraternidad SPX pueden alcanzar un cierto arreglo por el cual Roma devuelve a la Fraternidad SPX esa respectabilidad de la cual nunca hubiera tenido que ser privada, y la Fraternidad SPX puede reingresar a Roma en una procesión triunfal. Así las dos reunidas reconquistaran el mundo para Cristo. Puede ser que las Discusiones Doctrinales de 2009–2011 evidenciaron una total divergencia doctrinal, pero esto prueba simplemente que el arreglo tiene que ser puramente práctico (!).

Ay de nosotros! Los sacerdotes que se dejan mecer por tal sueño, o bien no han leído Pascendi o no entendieron lo que han leído. En su gran Carta Encíclica de 1907 San Pío X dio la voz de alarma sobre el hecho de que el Modernismo representa la mayor amenaza a la existencia de la Iglesia, porque el Modernismo es donde termina la ruta que separa el alma de la realidad natural o sobrenatural. Es el último autoaislamiento del espíritu en el interior de su mundo de ensueños sin Dios. El error no puede ir mas lejos. He aquí un ejemplo de este aislamiento:

Hacia el fin de la sección sobre el teólogo Modernista, Pascendi explica como el Modernista se regocija de ser condenado por la autoridad de la Iglesia. Así como una manguera de jardín no debe estar separada de la canilla que le permite regar, así la Iglesia no debe estar cortada de su fuente en la Tradición. La Iglesia necesita entonces progresar por un juego de intercambio entre el Modernismo y la Tradición. Por consiguiente necesita que la autoridad sea Tradicional y que ella ejerza su papel Tradicional condenándolos como Modernistas. De tal manera que si el Papa no los condena, ellos seguirán adelante, y si de hecho los condena también seguirán adelante porque precisamente al condenarlos, el Papa está contribuyendo al progreso de la Iglesia! Cara él pierde, seca ellos ganan. Es el error que se encierra en si mismo. Dios no puede ganar.

Pues bien, el gran y buen Dios tiene una sorpresa en reserva para los que así piensan. Para salvar las almas El inundó todo el sistema corrompido de los hombres en el tiempo de Noé, y para salvar nuevamente las almas puede esta vez limpiarlo con una explosión. La explosión puede o no comenzar en 2012. ¿Y la cita esperanzadora? –

“Mas cuando estas cosas comiencen a ocurrir, erguíos y levantad la cabeza, porque vuestra redención se acerca” (Lc.XXI, 28). La hora es la más negra justo antes del alba.

Kyrie eleison.

Tutores para Tomates

Tutores para Tomates on septiembre 10, 2011

Hace poco tiempo, una esposa y madre me dijo que estaba teniendo muchas dificultades en hablar con su esposo. Casi no podían conversar sobre lo que andaba mal sin terminar muy enojados entre sí. Acertadamente o no, percibí que el problema de ella radicaba en la negación universal, deliberada y diabólica del papel maravillosamente complementario concebido por Dios para el hombre y la mujer en el matrimonio. Lo que sigue es lo que escribí para ella. Me dijo que le ayudó. Ojalá pueda ayudar a otras ¡Entre paréntesis, señoras, yo NO pienso que todo el problema esté del lado de ustedes!

Lamento que su matrimonio pase por momentos asperos. Regla número Uno: nunca discuta con su esposo frente a, o al alcance de, los niños. Ellos vienen primero. Usted no puede ayudar a la familia degradando a su esposo o discutiendo con él delante de ellos. Al contrario.

Regla número Dos: RESPETE a su esposo, aunque él no siempre lo merezca. Las mujeres se mueven por el amor, los hombres por el ego – una enorme diferencia. Es por ello que San Pablo – PALABRA DE DIOS – dice “Esposas obedezcan a sus esposos; esposos amen a sus esposas” ¡Enorme diferencia! En todo matrimonio donde el esposo demuestra amor por su esposa y donde la esposa respeta a su esposo, normalmente la esencia de un matrimonio feliz se halla allí. Y si él no demuestra amor por usted, al menos hágase digna de ser amada, lo cual nunca logrará peleándose con él.

Le cueste lo que le cueste, respete a su marido. El necesita de su respeto más de lo que él necesita su amor. Usted necesita su amor más de lo que usted necesita su respeto. Obedézcale. Nunca demuestre que le está diciendo lo que tiene que hacer. Haga que él decida hacer lo que usted quiere que él haga. Y para la esposa, trabajar fuera del hogar no es bueno, especialmente si ella gana más que él. Si usted necesita ganar dinero, y de hecho gana más, NUNCA lo demuestre. Disfrace el hecho. Un hombre necesita verse a sí mismo como siendo él el que gana el pan, como cabeza de la casa. Usted es el corazón, exactamente tan necesario para la familia como lo es la cabeza, o tal vez más, pero usted no es la cabeza. Y si, a veces, se ve obligada a actuar como la cabeza, no lo demuestre, SINO DISFRACELO.

Me sorprendería si usted no logra hacer funcionar su matrimonio. Habitualmente depende de la mujer adaptarse al hombre y no al revés. Proverbio ruso– “Como la planta de tomate es al tutor (alrededor del cual trepa),así la mujer es al hombre.” Si él no es un tutor, haga todo lo que pueda para que él lo sea. Y si no puede, entonces, nuevamente, disfrace el hecho. Dios hace que el adaptarse le sea mas fácil a las mujeres que a los hombres, de manera tal que ellas se adapten a su hombre.

Usted dijo una vez que la familia necesitaba dinero para educar a las niñas ¿Se le ha ocurrido que la mejor educación de las niñas y la más importante, la reciben en la cocina de su madre? Asumiendo que la madre esté en la casa. Tiene mucho más para brindarle a sus niñas con su ejemplo que cualquier escuela fuera del hogar pueda darles. Y deles a ellas el preciado ejemplode una esposa y madre que obedece y respeta a su esposo a pesar de todo. Los niños son muy observadores. El ejemplo que usted les dé es de crucial importancia para la felicidad de sus futuros matrimonios y hogares.

Discuta con su esposo si quiere, pero tranquilamente, respetuosamente, y lejos de los niños. Y no diga “También yo he estado trabajando afuera todo el día, también yo necesito comprensión en el hogar.” Puesto que no es normal que las madres trabajen fuera de la casa, y los hombres lo perciben, aún cuando sea por su propia culpa. Los hombres son lo que son. Este es el hombre que Dios designó para que usted se case con él. Deles a sus niños el ejemplo de respetarlo. Este es un preciado regalo, especialmente para sus niñas.

Todas las familias hoy día precisan de muchas oraciones. Madre de Dios ¡Ayuda!

Kyrie eleison.

La Autoridad de los Varones

La Autoridad de los Varones on mayo 28, 2011

Dos hombres jóvenes, inciertos de casarse, me suplicaron el otro día que escribiera un manual acerca de cómo los hombres deben de comportarse como hombres. Su solicitud fue realmente un llanto de angustia: “¿Cuándo debemos de ser amables con las mujeres y cuándo debemos ser firmes? ¡Ya no lo sabemos!” En años pasados la respuesta a esa pregunta era mero sentido común para cualquier varón, pero la autoridad hoy en día ha sido tan desarraigada por la propaganda liberal que el problema de ejercerla dentro del matrimonio puede explicar en parte por qué hoy en día muchos jóvenes prefieren simplemente vivir juntos que casarse. Lo que a continuación se presenta no es un manual, pero por lo menos podrá indicar a nuestros dos mosqueteros la dirección correcta.

San Pablo dice: “Doblo mis rodillas al Padre de nuestro Señor Jesucristo del cual es nombrada toda la parentela en los cielos y en la tierra” (Efesios III, 14,15). En otras palabras, toda la paternidad o autoridad entre las creaturas de Dios se modela a raíz de la paternidad y autoridad de Dios mismo, de la cual se deriva. Así como uno de los personajes de Dostoyevski dice, “Si Dios no existe, entonces no tiene ningún sentido para mi ser oficial de ejercito.” Por lo tanto es evidente que si los hombres destierran a Dios de sus sociedades, como sucede hoy en día en todo el mundo, entonces toda la autoridad es desarraigada radicalmente. En el individuo, la razón será incapaz de gobernar a las pasiones, en la familia el padre será incapaz de controlar su hogar y en el Estado la democracia vendrá a parecer la única forma legítima de gobierno, lo que no es para nada en la realidad.

Ahora, al observar la vida diaria dentro de una familia, ¿quién puede negar que los varones sean más fuertes que las mujeres en el uso de la razón, mientras que las mujeres son más fuertes que los varones en la intuición y en el sentimiento? Vean cualquier comedia en la TV si lo dudan. Los sentimientos tienen su lugar importante en la vida y al igual que nuestras esposas, no deben de ser menospreciados mas deben de ser también controlados, guiados, porque vienen y van, son inestables y como tal no son una guía confiable a la acción. Por el contrario si la razón discierne lo que es objetivamente verdad y justo, se estabiliza por el hecho de que la verdad y la justicia objetivas están por encima de cualquier individuo o de sus sentimientos. Por lo tanto, la razón puede escuchar a los sentimientos, pero debe de gobernarlos. Es por eso que los hombres tienen, como hombres, una autoridad natural poseída solo excepcionalmente por las mujeres, quienes tienen otras cualidades. Esa es la razón por la cual el hombre es naturalmente la cabeza de la familia y del hogar, mientras que la mujer naturalmente es su corazón.

Pero el liberalismo que gobierna el mundo moderno disuelve todo sentido de verdad o de justicia objetivas. Al hacerlo, priva a la razón de su objeto y de su ancla objetiva en una realidad superior e independiente del sujeto que razona. Siendo la razón la prerrogativa de los hombres, el liberalismo golpea a los hombres antes de golpear a las mujeres, cuyos instintos femeninos no dependen de la razón. De igual modo el liberalismo corta la autoridad de los hombres que baja desde lo que está por encima de ellos, en última instancia la Verdad y Justicia divinas, y hace que el uso de autoridad se vuelva fácilmente arbitrario.

Por lo tanto, muchachos, en todas sus relaciones con hombres o mujeres, busquen ser auténticos y justos, y vuelvan a Dios para obtener la ayuda necesaria para discernir dónde están la verdad y la justicia entre tanta mentira e injusticia y tanto uso arbitrario de la autoridad en nuestro alrededor hoy en día. Entonces actúen de acuerdo a su discernimiento y serán capaces de reconstruir su autoridad varonil desde arriba, en un mundo que trata de cortarla desde abajo. En pocas palabras, “Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura” (Mateo VI, 33).

Kyrie eleison.

Restaurando la Paternidad

Restaurando la Paternidad on mayo 22, 2010

Es fácil culpar a los padres hoy en día por no saber cómo educar a sus hijos. Será más útil ayudar a todos aquellos que desean recibir ayuda para ver en de dónde proviene ese problema que tienen con sus hijos. El problema es, en cierta forma, tan majestuoso como Dios, porque se deriva del rechazo y negación generalizado del mundo moderno hacia Dios.

La familia humana (por lo menos según el diseño de Dios) es una pequeña sociedad, que consiste básicamente de padre, madre e hijos. Pues bien, el sentido común nos dice que cada sociedad humana necesita una cabeza para poder funcionar. Si no hay una cabeza que dirija o mande, la sociedad pierde su dirección, y se desquebraja. Un equipo de fútbol necesita un capitán, un corporativo necesita un presidente, un país necesita un rey o un presidente de la nación, un pueblo necesita un alcalde, un cuerpo de bomberos necesita un jefe, un ejército necesita un general, una universidad necesita un rector, un tribunal necesita un juez, y así sucesivamente.

Ante todo, una familia necesita a un padre, porque la familia humana no es únicamente una sociedad humana, es la más básica y natural de todas las sociedades humanas, de hecho es el modelo básico de todas las demás sociedades. Esto es debido a que en ninguna otra sociedad pueden los lazos que unen a sus miembros ser tan arraigados o naturales como los lazos que atan al esposo a su esposa y a los padres a sus hijos. También es cierto que en ninguna otra sociedad se puede apreciar tan claramente como la cabeza, además de dirigir a sus miembros, debe de cuidar de ellos. Si un padre dirige sin cariño, la familia sufre de su dureza. Si cuida sin dirigir – lo que se ve más a menudo hoy en día – la familia sufre de su debilidad. Por lo tanto, la paternidad familiar es el modelo para toda autoridad humana. Es la razón por la cual (como se vio en el CE 145), el Cuarto Mandamiento que obliga a honrar a padre y madre se establece a la cabeza de los siete Mandamientos que gobiernan las relaciones en la sociedad humana.

Ahora bien, la paternidad familiar, como toda paternidad o autoridad, se deriva de Dios Padre. San Pablo dice “doblo mis rodillas al Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda paternidad” (Efe. III, 14, 15). En otras palabras, dice la Palabra de Dios, de la paternidad de Dios Padre es que toda la paternidad en la familia humana y toda cabeza en la sociedad humana deriva su naturaleza, porque el “nombre” o palabra significa la naturaleza de la cosa. Por lo tanto es evidente que en cualquier mundo de donde Dios Padre es arrojado, como en la actualidad nuestro mundo lo hace, el nombre y la naturaleza de la paternidad serán sacados de nuestras mentes, y toda paternidad y autoridad serán despreciadas en nuestras vidas.

Padres de familia, ¡dirijan a sus familias hacia Dios! Pónganse ustedes mismos debajo de Dios, y sus esposas e hijos se pondrán más fácilmente por voluntad propia debajo de ustedes. “La cabeza de cada hombre es Cristo; la cabeza de la mujer es el hombre; la cabeza de Cristo es Dios,” dice San Pablo (I Cor. XI,3). Denle a su esposa y a sus hijos el ejemplo de poner varonilmente a Dios por encima, con una piedad tan natural como sobrenatural, y lo que sea que sobrevenga de nuestro mundo demente, por lo menos ustedes estarán haciendo lo mejor que puedan por la familia que Dios les ha encomendado.

Cuestiones más específicas para los niños se presentarán, si Dios quiere, en otro “Comentarios Eleison.”

Kyrie eleison.

Padres Asediados

Padres Asediados on mayo 8, 2010

Las palabras de la Hermana, que comenté con ustedes en los “Comentarios Eleison” de la semana pasada, aún permanecen en mi mente: “El mundo agarra a nuestras niñas fuertemente.” En un escaso lapso de tres años, “el cambio en su mentalidad es perceptible. Tenemos que luchar por mantener principios y buenas costumbres.” Hoy en día, difícilmente el mundo dejará de ejercer esta presión sobre las niñas, por el contrario. Por lo tanto, o nuestra Fe Católica ha dejado de ser “nuestra victoria sobre el mundo” ((I Jn.V,4), o las palabras de la Hermana pueden ser una luz roja que parpadea para hacernos ver a todos que nuestra Fe necesita activarse, o ¿acaso la Tradición Católica necesitará ser filtrada nuevamente?

Porque entre el hogar y la escuela, si la escuela es responsable de, digamos, dos séptimas partes de la formación de un niño, el hogar es responsable de por lo menos cinco séptimos. Esa es la razón por la cual, como lo sugerimos aquí la semana pasada, es un grave error que los padres piensen que si ellos le han confiado su hijo a una buena escuela, su deber está cumplido. La principal responsabilidad de la formación de los niños siempre ha recaído sobre el hogar. Ciertamente la Hermana no le achacaría al hogar lo que es su propia responsabilidad, pero por otro lado su principal esperanza, después de la misericordia de Dios, debe ser los hogares buenos.

Hoy en día, ninguna persona razonable puede no tener compasión de los padres. Por ejemplo, el padre puede estar agotado por ir y venir cada día para cumplir con un trabajo completamente insatisfactorio, en un ambiente siempre más anticatólico, mientras que la madre puede estar exhausta por todos los hijos que Dios tal vez le envía si ella y su esposo son obedientes de las leyes del matrimonio Católico, por la necesidad de enseñarles en casa si las escuelas afuera están demasiado corruptas, por la necesidad de trabajar también fuera de casa si, por ejemplo, una escuela incorrupta es cara, y por el rechazo de la gente si se queda en casa. En cualquiera de estos peores casos, Dios no espera de ninguno de nosotros que hagamos lo imposible. Pero si espera que carguemos nuestra Cruz y que hagamos lo posible.

Entonces, padres, ¿están Vds actuando como varoniles cabezas de familia (no como tiranos)? ¿Ponen a la familia por encima del dinero, o el dinero antes que a la familia? ¿Están dando a sus hijas el ejemplo de amar y apoyar a su madre? ¿Acaso la escuchan? ¿La propicias a que se vista o se comporte para satisfacer tu propio placer de manera que solamente se puede dar a tus hijas un mal ejemplo? Harán mucho más lo que ella hace que lo que ella dice. ¿Les das tiempo a tus niñas? ¿Les das esa atención prudente y el cuidado que tanto necesitan de su padre? Madres, solamente una pregunta: ¿les dan a sus hijas el ejemplo de respeto y obediencia a su padre (aunque a veces pueda no merecerlo), o utilizan sus lenguas para hacerlo parecer pequeño frente a ellas? ¿Ambos les dan ejemplo de respeto por el sacerdote?

Una última pregunta para los padres y madres: ¿han escuchado alguna vez a esos padres Católicos de los niños alrededor de la época del Vaticano II que estaban adormilados al momento del cambio en la formación de sus hijos, que despertaron demasiado tarde y ahora no tienen más que lágrimas que derramar por sus hijos que viven, y se preparan para morir, fuera de la Fe? ¡Echen fuera esa televisión! Compañeros sacerdotes y Hermanas, ¡no tengamos miedo de volvernos poco populares! ¡Además, cuidemos que nuestra Tradición Católica no se vuelva demasiado acogedora, a tal punto que el Señor Dios, por nuestro propio bien, esté obligado a permitir algo como la repetición del desastre de Vaticano II!

Kyrie eleison.

Marco Moral

Marco Moral on abril 24, 2010

Por su brevedad comprehensiva y su promulgación divina, los diez Mandamientos de la Ley de Dios (Deut. V, 6–21) son la presentación insigne de esa ley natural conocida por cada hombre a través de su conciencia natural, la cual él niega o desafía bajo su propio riesgo. Los “Comentarios Eleison” de la semana pasada afirmaban que esta ley hace sencillo un diagnóstico de los males del arte moderno. De hecho diagnostica una multitud de problemas modernos; más permitámonos esta semana observar la estructura de los diez Mandamientos, como fueron analizados por Sto. Tomás de Aquino en su Suma Teológica 1a 2ae, 100, artículos 6 y 7.

La ley es el ordenamiento de una comunidad por su líder. La ley natural es el ordenamiento que Dios otorga a la comunidad de los hombres con Él mismo, de Él mismo con los hombres. Dios per sé es el centro y objetivo principal de esta comunidad, así es que la “primera tabla de la Ley” presenta los deberes de los hombres para con Dios (1er Mand., no ídolos, 2do Mand. no blasfemias, 3er Mand. Santificarás las Fiestas), mientras que la segunda tabla (Mandamientos 4 al 10) detalla los deberes del hombre para con sus semejantes.

Los primeros tres Mandamientos representan los deberes de lealtad, respeto y servicio en ese mismo orden. Porque así como para un soldado en el ejército, dice Sto. Tomás, la falta de lealtad a su general, o la traición, es peor que la falta de respeto, que a su vez es peor que el fracaso para servirlo, así un hombre hacia Dios debe primeramente no tener otros dioses (1er Mand.), en segundo lugar no deberá de ninguna manera insultarlo a Él o a su nombre (2do Mand.) y en tercer lugar tendra que rendirle el servicio que Él requiere (3er Mand.).

En cuanto a los deberes de un hombre para con sus semejantes (Mandamientos 4 al 10), de importancia primera están sus relaciones con el padre y la madre que le dieron la vida . . . Por lo tanto, la segunda tabla de la Ley está encabezada con el deber de honrar a nuestros padres (4to Mand.). Es tan básico este honor para toda la sociedad humana que sin este la sociedad se desmorona en pedazos, tal y como vemos que está sucediendo a nuestro alrededor hoy en dúa con la “Civilización Occidental” (que sería mejor denominada como “Desintegración Occidental”).

Sto. Tomás continua analizando los seis Mandamientos restantes como se encuentran en un orden descendiente de importancia. El dañar a tu prójimo con tus acciones (Mand. 5 al 7) es peor que dañarlo solamente de palabra (8vo Mand.) que a su vez es peor que únicamente dañarlo de pensamiento (Mand. 9 al 10). Cuando hablamos de dañarlo con acciones, el daño a su persona (5to Mand.) es más grave que dañar a su familia (6to Mand, no adulterio), que a su vez es más grave que el dañar únicamente a su propiedad (7to Mand., no robar). Las acciones dañinas en palabras (8vo Mand., no mentir) son peores que el daño por el solo pensamiento, donde nuevamente la codicia de su matrimonio o familia (9no Mand., no a la concupiscencia de carne) es más grave que la envidia únicamente de su propiedad (10mo Mand., no a la concupiscencia de los ojos).

Sin embargo, el violar todos los diez Mandamientos supone soberbia – los antiguos Griegos lo llamaban “hubris” – a través de la cual me levanto contra el orden de Dios, contra Dios mismo. Para los Griegos, el hubris era la llave de la ruina del hombre. Para nosotros hoy en día, la soberbia universal es la llave de todos los problemas espantosos del mundo, problemas que no tienen solución alguna sin Dios; lo que significa que, desde la Encarnación, sin Nuestro Señor Jesucristo son insolubles. Sagrado Corazón de Jesús, ¡Sálvanos!

Kyrie eleison.