Primera Guerra Mundial

Grec – IV

Grec – IV on abril 27, 2013

Una signora, habiendo leído el primer “Comentario Eleison” sobre el GREC (EC 294 del 2 de Marzo) escribió para quejarse de que yo malinterpretaba al GREC, el grupo parisino de católicos fundado hacia el fin de la década de 1990 para poner juntos a los Tradicionalistas y a los católicos oficiales, de manera que pudieran pensar y hablar pacíficamente unos con otros para el bien de la Madre Iglesia. Estoy feliz de corregir los errores de hecho que ella señaló. No tengo problema en admitir las faltas personales mías que ella resaltó. Sin embargo, en un punto, debo estar en desacuerdo con ella.

En cuanto a los errores de hecho, el Sr. Gilbert Pérol fue Embajador ante el gobierno italiano y no ante el Vaticano. Asimismo, él no fue un “colaborador laico” sino un amigo personal del Padre Michel Lelong, un Padre Blanco. Asimismo, el GREC no fue lanzado “en los salones de París” sino en el piso de la viuda del Embajador, la Sra. Huguette Pérol, quien, según me dijeron, asume completa responsabilidad por haber fundado el GREC, puramente para ayudar a la Iglesia, y con la ayuda de gente “competente y preocupada por ser fiel al Evangelio y a la Tradición.”

En cuanto a mis faltas, ella escribió que yo era un “pagado de mí mismo” e “ignorante,” que carecía de modestia y diplomacia, que demostraba un respeto insuficiente por los muertos, y que escribía con un tono sarcástico no propio de una persona educada ni de un Sacerdote. Señora, cuan feliz yo estaría si estas fueran las peores faltas por las cuales deberé responder ante Dios. En verdad, rece por mi juicio particular.

Sin embargo, en cuanto al sarcasmo, permítame alegar que, si me burlé de la nostalgia que los católicos tienen hoy por el catolicismo de los años 1950, no estaba pensando en el Embajador Pérol en persona sino en multitudes de católicos actuales. ¡Estas multitudes, no dándose cuenta porque Dios permitió ante todo al Vaticano II que separara a la Iglesia oficial de la Tradición católica, desean volver a esa fe sentimentalizada de la década previa que es justamente la que condujo directamente al Vaticano II! Señora, la cuestión crucial no tiene nada que ver con personas subjetivas; tiene todo que ver con doctrina objetiva.

Y es por ello que debo estar en desacuerdo con usted en cuanto a la competencia de la gente que ayudó a la Sra. Pérol a fundar el GREC. Que un diplomático profesional como el Embajador Pérol haya recurrido a la diplomacia para resolver problemas mayores de doctrina, es extraviado pero comprensible. Que un Sacerdote Conciliar como el Padre Lelong haya estimulado tal empresa diplomática es más grave pero aún comprensible, dado como el Vaticano II socavó toda doctrina, oficializando al subjetivismo dentro de la Iglesia. Lo que sí es mucho menos fácil de aceptar es la “competencia y preocupación por el Evangelio y la Tradición” por parte de Sacerdotes entrenados por Mons. Lefebvre para comprender el desastre doctrinal del Vaticano II. Tales Sacerdotes nunca debieron animar, menos aún jugar cualquier parte activa en, un esfuerzo esencialmente diplomático para solucionar un desastre esencialmente doctrinal, al margen de cuán bien intencionado tal esfuerzo pudo haber estado.

Sin embargo, aún así, incluso en el caso de estos Sacerdotes, se puede aplicar en alguna medida el proverbio francés: “Entender todo significa perdonar todo.” El Arzobispo pertenecía a una generación más anterior y más sana. Todos ellos son hijos de un mundo hecho añicos por dos Guerras Mundiales. Todo el crédito para ellos por haber recurrido a la persona del Arzobispo para su formación sacerdotal, y mientras él vivía nos elevó a todos. Pero ellos nunca absorbieron completamente su doctrina, así que una vez que él murió, en pocos años comenzaron a recaer. Pero él estaba en lo cierto, y ellos y el GREC – perdóneme, agraciada dama – están en el error. Quiera Dios que vuelvan a lo cierto.

Kyrie eleison.

Vaticano II-B

Vaticano II-B on julio 7, 2012

Los paralelismos entre Vaticano II y los recientes acontecimientos dentro de la Fraternidad San Pío X son tan llamativos que estos acontecimientos bien pueden llamarse Vaticano IIB. Es lógico. Exactamente la misma seducción y presión del mundo moderno que originó en la década de 1960 el derrumbe de la corriente principal de los hombres de Iglesia, ha arrastrado a numerosos miembros de la Fraternidad San Pío X en la década del 2000, llevando a la Fraternidad San Pío X al casi derrumbe. Recientemente oí en mi imaginación a una madre contarle a su niño un cuento para la hora de dormir:

“Había una vez una Iglesia Católica floreciente pero estaba rodeada por un mundo moderno perverso. Así es que la Iglesia condenó los principios modernos sobre los cuales se basaba ese mundo, pero a ese mundo no le gustaba ser condenado, así es que hizo todo lo que pudo para infiltrar a la Iglesia y frenar sus condenaciones. Sin embargo, sucesos tales como dos espantosas Guerras Mundiales, estaban demostrando que la Iglesia sí estaba en lo cierto, y por ello las almas se estaban incorporando a la Iglesia en grandes números ya que estaba demostrando tener soluciones verdaderas para los problemas mundiales.

“¡Pero entonces golpeó el desastre! Justo cuando tantas almas se estaban entregando al dulce yugo de Cristo, los hombres que dirigían la Iglesia decidieron que, después de todo, el mundo moderno estaba en lo cierto y fue así que durante una gran reunión de cuatro años en Roma, ellos cambiaron los principios de la Iglesia para acomodarlos al mundo moderno. Se hicieron amigos de todos los enemigos anteriores de la Iglesia y fueron muy crueles con los verdaderos amigos de la Iglesia que no querían saber nada con la modernización. Estos verdaderos amigos solamente eran una pequeña minoría de católicos porque a lo largo de varios siglos los católicos habían llegado a poner tanta confianza en sus líderes que, aún cuando los líderes estaban traicionando a la Iglesia, igualmente los católicos ponían su confianza en ellos. Sin embargo, Dios en su misericordia finalmente le dio a sus amigos verdaderos un líder propio, un Arzobispo verdaderamente católico, y entonces ellos comenzaron a revivir, y un movimiento de resistencia verdaderamente católico comenzó a florecer.

“Sin embargo el movimiento estaba rodeado por la perversa Neo-iglesia a cuyos líderes no les gustaba ser condenados como modernistas por el movimiento, de manera tal que hicieron todo lo que estaba en su poder para clausurarlo. Pero sucesos tales como el vaciamiento y cierre de una institución tras otra de la Neo-iglesia estaban demostrando que el movimiento estaba en lo cierto, y así es que más y más almas católicas estaban incorporándose al movimiento puesto que él tenía soluciones verdaderas para problemas de otra manera insolubles, tanto por el mundo moderno como por la Neo-iglesia que se había pasado a ese mundo.

“¡Pero entonces golpeó el desastre! Justo cuando el movimiento estaba ganando más y más almas de la Neo-iglesia en derrumbe, los líderes del movimiento comenzaron a decir que se pueden exagerar los males del mundo moderno y por ello la reunión de cuatro años no fue tan mala después de todo. Estos líderes comenzaron entonces a hacerse amigos de los jefes de la Neo-iglesia y mostraron gran severidad hacia cualquier miembro del movimiento que quisiera insistir en condenar la Neo-iglesia y sus falsos principios. Peor aún, a estos líderes no les faltaban seguidores dentro del movimiento, porque los católicos están tan acostumbrados a pensar que son desleales si no confían en sus líderes.”

“Oh, mami, desde entonces, ¿terminó felizmente el cuento?”

“Tesoro. No puedo decírtelo. Aún no terminó. Ahora ve a dormir.”

Kyrie eleison.

Enfrentando al Caos

Enfrentando al Caos on febrero 18, 2012

Perspicaces lectores de estos “Comentarios” pueden haber observado una aparente contradicción. Por una parte, los “Comentarios” han condenado a menudo cualquier modernidad en las artes (por ejemplo EC 114, 120, 144, 157, etc.). Por otra parte, la semana pasada el poeta anglo-americano T.S.Eliot fue llamado un archi-modernista y alabado por haber lanzado un nuevo estilo de poesía mas acorde con los tiempos modernos, caóticos por cierto.

Como los “Comentarios” lo han señalado muchas veces, la modernidad en las artes se caracteriza por una fealdad y una falta de armonía porque el hombre moderno elige cada vez más vivir sin o en contra de Dios que ha llenado su creación con orden y hermosura. Pero esta hermosura y orden están ahora tan enterrados bajo las pompas y obras del hombre sin Dios que es fácil para los artistas creer que esas cualidades ya han dejado de existir. Si entonces su arte debe corresponder a lo que perciben de su entorno y sociedad, únicamente un artista moderno excepcional podrá transmitir algo del orden divino subyacente bajo la superficie desordenada de la vida moderna. Al contrario la mayoría de los artistas modernos han renunciado al orden y, como sus clientes, se revuelcan en el desorden.

Pero Eliot nació y fue educado a finales del siglo 19 cuando la sociedad mantenía todavía un orden relativo, y recibió en Estados Unidos una buena educación clásica en la época en que sólo algunos pocos maleantes en secreto soñaban con reemplazar la educación por el entrenamiento en materias inhumanas. Así Eliot pudo haber tenido en su juventud poco o ningún acceso a la verdadera religión, pero fue bien instruido por los clásicos de la música y de la literatura occidental que esta religión estaba produciendo desde la Edad Media. Sintiendo y buscando en ellos el orden que faltaba alrededor de él, Eliot se hizo capaz de captar el profundo desorden del naciente siglo 20, un desorden que no hizo más que explotar en la primera guerra mundial (1914–1918). De allí, La Tierra Baldía de 1922.

Pero en este poema Eliot está lejos de revolcarse en el desorden. Al contrario, claramente él lo odia, mostrando cuán vacío se encuentra de calor y de valor humanos. Así, puede ser que en “La Tierra Baldía” se encuentren pocas trazas de la religión occidental, pero sí termina con fragmentos de la religión oriental, y como dice Scruton, Eliot estaba seguramente sondeando la dimensión religiosa del problema. De hecho, pocos años después Eliot casi se volvió Católico, pero fue desanimado por la condenación de la “Acción Francesa” por parte de Pío XI en 1926, la cual le pareció a él favorecer el desorden mas que frenarlo. Así, lleno de gratitud para una Inglaterra que le había dado tanto del orden tradicional, él optó por una solución menos que completa , una combinación de anglicanismo y cultura profunda con un Rosario siempre en su bolsillo. Sin embargo Dios escribe derecho en líneas torcidas. ¿Cuántas almas en busca de orden se alejarían de Shakespeare o Eliot si pensaran que cualquiera de los dos, por ser totalmente Católicos, no tienen más que respuestas pre-fabricadas que no corresponden a la vida real?

Eso es triste, pero así es. Ahora bien, las almas pueden muy bien estar engañándose de una manera o de otra si se alejan de los autores o artistas católicos con el pretexto de que ellos no encaran la vida real, pero corresponde a los Católicos no darles tal excusa. Demos nosotros los Católicos el ejemplo de no conformarnos con soluciones artificiales para los problemas modernos ya que éstas serán necesariamente falsas. No somos ángeles; somos criaturas terrenales invitadas al Cielo siempre y cuando nos decidamos a llevar nuestra Cruz moderna siguiendo a Nuestro Señor Jesucristo. ¡Solamente tales seguidores pueden reconstruir la Iglesia y el mundo!

Kyrie eleison.

Angelismo Mortal

Angelismo Mortal on febrero 11, 2012

Al discernir lo que hizo de T.S.Eliot (1888–1965) “indiscutiblemente el mayor poeta de lengua inglesa del siglo 20,” un escritor conservador inglés de nuestros días, Roger Scruton, tiene algunas cosas interesantes para sugerir a los Católicos cuya fe pende de un hilo en estos primeros años del siglo 21 –brevemente: ¡la solución está en el sufrimiento mismo! Si estamos crucificados por el mundo que nos rodea, aquí está la Cruz que debemos llevar.

Eliot era en poesía un ultra-modernista. Como lo dice Scruton, “El derribó el siglo 19 en la literatura e inauguró la edad de la versificación libre, la enajenación y la experimentación.” Uno se puede preguntar si la combinación final de Eliot compuesta de profunda cultura y de anglicanismo es una solución suficiente a los problemas que él abordaba, pero ¿quien puede negar que con su famoso poema La Tierra Baldía de 1922, abrió el camino a la poesía inglesa contemporánea? La influencia enorme de sus poemas demostró por lo menos que Eliot había puesto el dedo sobre la llaga de nuestra época. Es un hombre moderno y planteó frontalmente el problema de la época moderna, resumido por Scruton como “fragmentación, herejía e incredulidad.”

Sin embargo, La Tierra Baldía no hubiera sido la obra maestra que fue si no hubiera sacado algún sentido del caos. De hecho, es un brillante retrato en sólo 434 líneas de la “civilización” europea destrozada, tal como emergió de las ruinas de la primera guerra mundial (1914–1918). ¿Y cómo llegó Eliot a este resultado? Porque, como lo dice Scruton, el ultra-modernista Eliot era al mismo tiempo un ultra-conservador. Eliot se había empapado de los grandes poetas del pasado, en particular Dante y Shakespeare, pero también de maestros mas modernos como Baudelaire y Wagner y resulta claro en La Tierra Baldía que es por haberse aferrado al antiguo orden que Eliot pudo captar el desorden de la época actual.

Scruton comenta que cuando Eliot barrió de un soplo la gran tradición de la poesía romántica inglesa del siglo 19, fue porque el romanticismo ya no correspondía más a la realidad de su época. “El creía que el uso por parte de sus contemporáneos de la envejecida dicción poética y de los ritmos cadenciosos revelaba una grave debilidad moral: un rechazo de aprehender la vida tal como es realmente, un rechazo de sentir lo que debe sentirse frente a la experiencia que es ineludiblemente la nuestra. Y este rechazo no se limita, pensaba Eliot, a la literatura, sino que abarca la totalidad de la vida moderna.” La búsqueda de un nuevo lenguaje literario por parte de Eliot constituía por consiguiente una parte de una búsqueda mas amplia –”la de la realidad de la experiencia moderna.”

Ahora bien, ¿no hemos visto acaso y no vemos aun, la misma “grave debilidad moral” dentro de la Iglesia? Uno puede dar el nombre de “Cincuentismo” a esta debilidad de la Iglesia de los años 1950 que fue la causa directa del desastre del Vaticano II en los años 1960. Pues ¿que fue el “Cincuentismo” sino el rechazo de ver francamente al mundo moderno tal como es? ¿La ilusión de que todo era hermoso y de que todos eran buenos? ¿La ilusión de que si yo me escondo en un angelismo sentimental, entonces los problemas de la Iglesia en el mundo revolucionario sencillamente se esfumarán? ¿Y que significa ahora la ilusión de que Roma quiere realmente la Tradición Católica sino esencialmente el mismo rechazo de la realidad moderna? Así como Eliot nos enseña que el sentimentalismo es la muerte de la verdadera poesía, asimismo Monseñor Lefebvre nos ha demostrado que es la muerte del verdadero Catolicismo. Este Arzobispo ultra-conservador era el mas verdadero de los Católicos modernos.

Católicos, la realidad de hoy puede crucificarnos por cualquiera de sus numerosos caminos corruptos, pero alégrense, otra vez, dice San Pablo, alégrense, pues en nuestra aceptación de nuestra propia Cruz de hoy se encuentra nuestra única salvación y el único futuro para el Catolicismo.

Kyrie eleison.