Decimo Aniversario
Decimo Aniversario on octubre 1, 2011
El décimo aniversario del 9/11 vino y se fue el 11 de Septiembre, hace tres semanas. Aparentemente en los medios norteamericanos hubo tal torrente de sensiblería en esta ocasión que las lluvias torrenciales recientes en la costa este parecieron, en comparación, un pequeño aguacero. Sin embargo, antes que el sólo hecho de hablar de este tema se vuelva “antisemítico,” preguntémonos con un comentarista norteamericano de innegable inteligencia e integridad, exactamente lo que fue la realidad de este evento.
El comentarista es el Dr. Paul Craig Roberts, quien anunció hace varios meses su retiro como escritor. El había desistido por la carencia de lectores interesados en la verdad. Afortunadamente su retiro no duró mucho tiempo. El dice la verdad y hay demasiado pocos como él por ahí. “En América el Respeto por la Verdad está Muerto” es el título de su artículo del 12 de Septiembre publicado en infowars.com. Como él lo sugiere, la pérdida del sentido de la verdad es el drama real, tanto del 9/11 como de los diez años subsiguientes, no solamente en los Estados Unidos, sino de hecho en el mundo entero.
El Dr. Roberts tiene una formación científica y como tal dice que fue totalmente convencido por las pruebas científicas presentadas en la reunión del 8 al 11 de Septiembre que tuvo lugar en la Universidad Ryerson, Toronto, Canadá, sobre los eventos del 9/11. Durante estos cuatro días de conferencias, distinguidos científicos, estudiosos, arquitectos e ingenieros, presentaron el fruto de sus investigaciones sobre los eventos del 9/11 (sus conclusiones tal vez todavía se pueden encontrar en http://www.ustream.tr/channel/thetorontohearings). El Dr. Roberts escribe que las investigaciones de ellos “han probado que el edificio WTC7 fue una clásica demolición controlada y que dispositivos incendiarios y explosivos derrumbaron las Torres Gemelas. No queda ninguna duda al respecto. Cualquiera que declare lo contrario no tiene bases científicas que lo respalden. Los que creen en la versión oficial creen en un milagro que desafía las leyes de la física.”
El Dr. Roberts cita algunas de las muchas pruebas científicas presentadas en Canadá, por ejemplo el descubrimiento reciente de nano-termitas (mezcla de aluminio pulverizado y un óxido metálico de un explosivo) en el polvo producido por el derrumbe de las Torres. Escribe pero que “la intención criminal asi revelada es tan contundente que la mayoría de los lectores la encontrarán como un desafío a su fortaleza emocional y mental.” La propaganda del gobierno y los “presstitutos” medios tienen tal agarre sobre nuestras mentes que la mayoría de la gente seriamente piensa que solamente “los locos de la teoría de la conspiración” pueden poner en duda la versión del gobierno. Los hechos, la ciencia y la evidencia ya no cuentan mas para nada (¡Alguien que conozco sufrió por esto!). El Dr. Roberts cita a un Profesor de Derecho de Chicago y Harvard proponiendo incluso que ¡Basarse en los hechos para dudar de la propaganda gubernamental es algo que tiene que ser silenciado!
G. K. Chesterton dijo una vez una frase famosa, que cuando la gente deja de creer en Dios, ya no creen en nada, y entonces creerán cualquier cosa. Lo más grave de todo es que entre los muchos millones de perdedores de la verdad del 9/11, están los Católicos que no pueden o no quieren aceptar la evidencia de que el 9/11 fue un trabajo hecho en casa, que no pueden o no quieren ver las dimensiones verdaderamente religiosas del triunfo mundial que tal mentira como la del 9/11 representa para lavarnos la cabeza. Que tales Católicos tengan cuidado. Puede parecer una insensata exageración decir que ellos corren peligro de perder la Fe, pero, ¿No tenemos el ejemplo aterrador de lo que acaba de ocurrirnos con el Concilio Vaticano II? ¿Acaso no fue en la década de 1960 cuando un muy grande número de Católicos miraron con tanta simpatía al mundo moderno que pensaron que su Iglesia tendría que adaptarse a él? ¿No fue el Vaticano II el resultado? ¿Que hizo éste con la Fe de ellos?
Kyrie eleison.