conciliarismo

Indigna Dignidad

Indigna Dignidad on marzo 16, 2013

Una lectora presentó argumentos a favor de la enseñanza del Vaticano II sobre la libertad religiosa. Aún cuando el tema ha sido varias veces enfocado en los “Comentarios Eleison,” sus razones merecen seguramente ser consideradas porque es vital para los católicos de hoy asir exhaustivamente la falsedad de esta enseñanza. Lo que el Concilio enseñó en el párrafo 2 de su Declaración sobre la Libertad Religiosa (Dignitatis Humanae) es que todos los hombres, cuando se trata de actuar en privado o en público según sus creencias, deben estar libres de toda coacción ejercida por cualesquiera otros hombres o grupos de hombres. Mas aún todo Estado humano debe hacer de este derecho humano un derecho constitucional o civil.

Por el contrario, a lo largo de toda la historia de la Iglesia antes del Concilio Vaticano II, la Iglesia católica ha enseñado sistemáticamente que todo Estado, en tanto que él encarna la autoridad civil de Dios sobre las criaturas humanas de Dios, está obligado como tal de utilizar esta autoridad para proteger y favorecer la única verdadera Iglesia de Dios, la Iglesia católica del Dios Encarnado, Nuestro Señor Jesucristo. Evidentemente, los Estados no-católicos serán condenados más por su falta de Fe que por no haber dado protección civil a esta Fe. Igualmente los Estados católicos pueden abstenerse de prohibir la práctica pública de las falsas religiones ahí donde tal prohibición provocaría mas daño que bien para la salvación eterna de los ciudadanos. Sin embargo el principio permanece intacto: los Estados de Dios deben proteger la verdadera religión de Dios.

De hecho, la enseñanza Conciliar implica o bien que los Estados no son de Dios, o bien que no existe una verdadera religión de Dios. En los dos casos, esta enseñanza al Estado le libera implícitamente de Dios y por este mismo hecho coloca la libertad del hombre por encima de los derechos de Dios o, mássimplemente, al hombre por encima de Dios. Es la razón por la cual Mons. Lefebvre decía que la enseñanza Conciliar constituye una blasfemia. Y no nos digan que los otros párrafos de DH contienen una buena enseñanza católica. Una sola rajadura provocada por el témpano fue suficiente para hacer zozobrar al Titanic. DH #2 por sí solo basta para hacer zozobrar la doctrina católica. Pero veamos los argumentos que pretenden defender la enseñanza del Concilio.

1 DH es parte del Magisterio Ordinario, el cual debe ser tomado muy en serio.

DH proviene de los que tienen el deber de enseñar dentro de la Iglesia, es cierto, pero no proviene del Magisterio ordinario infalible, ya que DH contradice la enseñanza tradicional de la Iglesia, como acabamos de demostrarlo arriba.

2 DH no hace más que manifestar derechos humanos que están garantizados por la ley natural.

La ley natural coloca los derechos del hombre abajo y no por encima, de los derechos de Dios.

3 DH no reniega del modelo católico en las relaciones Iglesia-Estado.

¡Pero por supuesto que sí lo hace! El párrafo #2 libera al Estado de su obligación esencial para con la única verdadera Iglesia.

4 DH está escrita en el contexto del mundo moderno donde todo el mundo cree en los derechos del hombre.

Y, ¿desde cuando la Iglesia debe adaptarse al mundo y no el mundo a la Iglesia?

5 DH no enseña que el hombre tiene un derecho al error.

Si el Estado de Dios debe garantizar un derecho civil a practicar en público religiones falsas, entonces se deduce que uno obliga a Dios a otorgar un derecho al error.

6 DH es una llamada a los gobiernos modernos para que garanticen la mitad de una rebanada de pan, lo que es mejor que nada de pan.

La verdadera doctrina católica es tan lógica y tan coherente que al abandonar una parte, se la abandona enteramente. Y, ¿qué oveja se salvó ofreciéndose ella misma al lobo?

7 Los católicos no deben retirarse del mundo moderno encerrándose en un ghetto doctrinal.

Los católicos deben hacer lo que tienen que hacer, ir a cualquier lugar donde deben ir, para que no abandonen los derechos de Dios ni comprometan Su honor. Si esto significa el martirio, ¡que así sea!

Kyrie eleison.

¿Liberales Inocentes?

¿Liberales Inocentes? on febrero 23, 2013

Hace cuatro semanas los “Comentarios Eleison” contestaron afirmativamente a la pregunta sobre si el liberalismo es tan horrible como se supone que es: implícitamente el liberalismo es la guerra contra Dios. Quedaba la pregunta sobre si los muchos liberales que niegan ser liberales están en lo cierto cuando lo niegan. La respuesta es seguramente que todos nosotros hoy estamos tan inmersos en el liberalismo que pocos de nosotros nos damos cuenta hasta que punto lo somos.

El liberalismo en su sentido más amplio es el hombre que se libera a sí mismo de la ley de Dios, lo que un hombre hace cada vez que comete un pecado. Luego en este sentido más amplio todo pecador es un liberal y así quienquiera admite que él es un pecador debe admitir que es un liberal en este sentido amplio. Sin embargo, una cosa es romper la ley de Dios mientras uno sigue admitiendo que Dios es Dios y que su ley es su ley. Tal pecador es solamente un liberal práctico. Es cosa muy diferente romper la ley de Dios a la par que uno va negando que Dios sea Dios o que su ley sea su ley. Tal liberal en principio encarna el liberalismo de los tiempos modernos.

Entra en escena con la Revolución Francesa de 1789. La carta magna de esa Revolución, la Declaración de los Derechos Humanos, fue efectivamente una declaración de la independencia del hombre frente a Dios. De ahora en más, aún cuando cualquier hombre obedeciese a la ley de Dios, lo haría sólo en virtud de su propia elección y no en virtud de la obediencia a cualquier mandato o mandamiento de Dios. En esa aparente obediencia él no estaría comportándose como un liberal en la práctica, pero en el fondo, en todo lo que él haría, sería un liberal en principio. Este es el liberalismo moderno del cual los Católicos de hoy acusan a menudo a sus adversarios. ¿Acaso estos adversarios tienen razón como para negar casi en todos los casos ser liberales? Subjetivamente, si. Objetivamente, no.

Subjetivamente, sí, porque desde 1789 los hombres han sido impregnados cada vez más profundamente de los falsos principios de la Revolución, al punto de que si se les acusa de liberarse de la ley de Dios, ellos pueden sinceramente replicar, “¿Que ley? ¿Qué Dios? ¿De que me está Usted hablando?” Hasta este extremo han sido aparentemente borrados de las mentes, Dios y su ley. Pero, objetivamente, no, porque Dios y su ley ciertamente no han dejado de existir, y profundamente en su interior aún los hombres modernos lo saben. Es “inexcusable” decir que El no existe (Rom.I,20), y Su ley está escrita en el corazón de todos los hombres (Rom.II,15), no importa lo que puedan decir con la boca para afuera. El “sinceramente” que se acaba de mencionar necesita las comillas – no vale mas que lo que vale frente al tribunal de Dios.

Entonces, ¿pueden estos líderes de la Fraternidad San Pío X que están actualmente tratando de mezclar la Fraternidad con la Iglesia Conciliar, negar que son liberales? Subjetivamente no hay duda de que están persuadidos que están haciendo lo mejor que pueden para la Iglesia, pero, objetivamente, están buscando sin arrepentimiento poner la obra contra-Revolucionaria de Mons. Lefebvre bajo el control del intento de los dirigentes de la Iglesia que se esfuerzan en hacer triunfar la Revolución liberal de una vez por todas. Estos líderes dicen que debemos reunirnos con la Iglesia visible porque ella es la Iglesia católica, pero no es la visibilidad lo que la hace católica, sino el hecho de tener la Fe apostólica. Así, la “iglesia” Anglicana también es visible en todo el territorio inglés, pero eso no la hace católica. Y los líderes actuales no pueden ignorar hasta que punto falsifican y suprimen las palabras del Arzobispo pretendiendo hacerlas corresponder a su propia visión de la Iglesia, fingiendo así que esa era la posición del Arzobispo.

La triste verdad es que estos liberales nunca entendieron cual era realmente el combate del Arzobispo. Mientras él estaba con vida, ellos estaban fascinados, como tantos de nosotros, por su carisma católico, pero nunca entendieron la Fe del Arzobispo, Fe que era para su carisma lo que la raíz es para el fruto. Ellos amaron el fruto – démosles el crédito por eso a ellos – pero a pocos años de su partida, el fruto sin la raíz empezó a marchitarse y morir. Era inevitable que, a menos de haber entendido la fe del Arzobispo, ellos iban a convertir la Fraternidad del Arzobispo en la suya propia que haría de los enemigos de la fe “nuestros nuevos amigos en Roma.” Eso es lo que hemos visto y que estamos viendo. ¡Que el Cielo venga en nuestra ayuda!

Kyrie eleison.

Di Noia, Ilusionista

Di Noia, Ilusionista on febrero 16, 2013

Hace dos meses el Vice-presidente de la Comisión Pontifical Ecclesia Dei de Roma, dirigió al Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X y a todos sus sacerdotes una carta de varias páginas accesible en el Internet que el Padre Lombardi, vocero de la Santa Sede, designó como una “llamada personal.” Desde entonces dicha carta ha suscitado comentarios diversos. Claramente se trata de la última movida de la campaña de Roma para poner a la FSPX de rodillas, y poner fin a su resistencia de 40 años a la Revolución Conciliar. Como lo dijo Monseñor de Galarreta en Octubre del 2011, aún si la FSPX sigue rechazando los ofrecimientos de Roma, Roma volverá siempre a la carga para seducir a los sacerdotes de la FSPX. Lo vemos. Pero veamos brevemente lo que el Arzobispo Di Noia escribe a “Su Excelencia y queridos Hermanos Sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X”:—

Empieza por amonestar a los líderes de la Fraternidad, notablemente al Padre Schmidberger, al Padre Pfluger y a Monseñor Fellay (en ese orden) por haber dado entrevistas tan críticas acerca de Roma como para poner en duda si la FSPX quiere realmente la reconciliación con Roma. Más aún, las diferencias doctrinales entre la FSPX y Roma son tan insuperables como siempre. De tal manera que se precisa un nuevo enfoque basado ahora sobre la unidad.

La unidad de la Iglesia, recuerda Mons. Di Noia, está impedida por cuatro vicios y favorecida por las cuatro virtudes opuestas de humildad, mansedumbre, paciencia y caridad. Los que dividen la Iglesia son enemigos de Dios. Lo que nos hace falta es el amor. Lejos pues de nosotros una “retórica áspera e improductiva.” Que la FSPX cumpla con su carisma de formar sacerdotes, pero sacerdotes que sean dóciles al Magisterio oficial, que prediquen la Fe y no las cuestiones polémicas, y que no traten los problemas teológicos frente a laicos, ignorantes de estas cuestiones, sino con las autoridades competentes en Roma. El Papa es el juez supremo en cuestiones tan difíciles. En conclusión, Benedicto XVI quiere realmente la reconciliación. La amargura debe ser olvidada. Según las palabras de Nuestro Señor, “Que sean uno” (Fin de la carta del Arzobispo).

Noten de paso como, según la manera típica del hombre moderno y del modernista, el Arzobispo escamotea la cuestión esencial de la doctrina. Pero el principal interés de su carta radica en otra parte: ¿Cómo pudo el Arzobispo osar dirigirse a todos los sacerdotes de la FSPX sin previa connivencia con el Cuartel General de la FSPX? ¡Es el CG que le permitió que la carta les llegue a los sacerdotes! He aquí una indicación entre muchas otras que hay contactos entre Roma y el CG de la FSPX que se ocultan a la vista pública. Pero entonces se presenta la cuestión, ¿Qué motivo pudo haber tenido el CG de la FSPX para dar al Arzobispo modernista un acceso tan privilegiado y peligroso a todos los sacerdotes de la FSPX? ¿Quiere acaso que ellos también se vuelvan modernistas? ¡Hay que suponer que no! Pero puede muy bien querer ayudar a Roma en vista a la “reconciliación.”

Al transmitir el llamamiento al amor del Arzobispo, el CG de la FSPX hace pasar el dulce mensaje a todos los sacerdotes de la FSPX sin que nadie pueda acusar al propio CG de ser tan blando. Al contrario, la carta Romana les hace ver a todos ellos cuán bondadosos son los Romanos. ¡Si bien es cierto que se encuentra allí también un reproche moderado a los líderes de la FSPX por no ser bondadosos, ¡eso servirá para mostrar cómo ellos se mantienen firmes en la defensa de la Fe! Sobre todo, la carta habrá servido de balón de ensayo para probar las reacciones de los sacerdotes. ¿Qué piensan ellos? Tanto Roma como Menzingen necesitan calcular en que momento preciso se puede seguir adelante con la “reconciliación” para llevarse una amplia mayoría de sacerdotes y sin perder demasiados de ellos, impidiendo asi que continúe la resistencia organizada a la religión del Nuevo Orden Mundial.

Queridos sacerdotes de la FSPX, si vosotros no queréis ser tragados vivos por la Roma del Nuevo Orden, yo les aconsejaría gentilmente reaccionar. Hagan saber a sus Superiores, tan discretamente como quieran pero en términos claros que vosotros no queréis nada, pero nada que ver con la Roma Conciliar, hasta que ella claramente abandone el mortífero Concilio.

Kyrie eleison.

Luz Amarilla

Luz Amarilla on enero 5, 2013

No todos ustedes, lectores de los “Comentarios Eleison,” pueden haberse enterado de la carta admirable de hace dos meses escrita por el Padre Ronald Ringrose al Superior del Distrito de Estados Unidos de la Fraternidad San Pío X, el Padre Arnauld Rostand. El Padre Ringrose ha sido por mas de 30 años, el párroco independiente de la parroquia Tradicional San Atanasio justo en el conurbano de Washington DC., y durante todo este tiempo, él ha sido el amigo fiel, aún sin ser miembro, de la FSPX. Sin embargo, en Junio del año pasado alojó en su parroquia la primera reunión en los Estados Unidos del núcleo de sacerdotes que ahora están organizando una Resistencia a este cambio de rumbo de la Fraternidad, latente desde hace mucho tiempo, pero que se volvió patente a todos en la primavera del año pasado. Como fiel ejecutivo de Monseñor Fellay en los Estados Unidos, el Padre Rostand le escribió al Padre Ringrose para proponerle una reunión en la cual él podría persuadirlo que el cambio no era un cambio. He aquí la respuesta del Padre Ringrose:—

“Le agradezco por su carta del 12 de Octubre en la cual usted me ofrece reunirnos para discutir la situación interna de la Fraternidad San Pío X. Si bien es un ofrecimiento muy amable de parte suya que aprecio en gran manera, no creo que una tal reunión será de alguna utilidad ya que los problemas provienen del alto mando de la Fraternidad y usted no está en posición de cambiar eso.

Es verdad que he sido un decidido defensor de la Fraternidad durante muchos años. Este apoyo se basaba en el hecho de que mi misión como sacerdote y la misión de la Fraternidad eran una y la misma misión: ayudar a las almas a sostener su fe Católica en estos tiempos en que parecen haber sido abandonados por la Roma pos-Vaticano II.

Pero ahora debo ser más cauteloso y más reservado en ese apoyo. Estoy alarmado de que el Superior General diga que el 95% del Vaticano II es aceptable. Estoy atónito que el liderazgo de la Fraternidad se atreviera a responder a los tres obispos de la Fraternidad, que ellos están haciendo de los errores del Vaticano II “súper herejías.” Estoy decepcionado que la respuesta de la Fraternidad a Asís III haya sido tan débil y anémica. Estoy entristecido por los injustos castigos disciplinarios impuestos por la Fraternidad a los sacerdotes que están siguiendo el ejemplo del Arzobispo Lefebvre y estoy indignado por el trato que le han dado a Monseñor Williamson- no solamente por su reciente expulsión sino también por el trato ruin del cual ha sido objeto a lo largo de estos últimos años.

Antes de este último año, cuando un parroquiano me preguntaba acerca de la Fraternidad, yo le daba siempre a ella luz verde. Dadas las recientes acciones de la Fraternidad, aún no le doy la luz roja, pero le doy la luz amarilla de precaución. La luz roja vendrá en caso de que la Fraternidad se permita ser absorbida por la Iglesia Conciliar a la cual el Arzobispo Lefebvre resistió tan vigorosamente.

Es con una gran tristeza que escribo estas palabras. Hay muchos buenos, celosos y fieles sacerdotes en los rangos de la Fraternidad. Conozco a muchos de ellos personalmente y los admiro. Muchas almas dependen de ellos. Es por amor a la Fraternidad que temo por su futuro. Temo que esté en un camino suicida. El liderazgo puede pensar que el acuerdo ya no esté a la orden del día, pero me temo que eso no es lo que Roma piensa.

Rezo para que la Fraternidad regrese a la misión que le dio Monseñor Lefebvre sin compromisos ni ambigüedades. Cuando lo haga, ella tendrá mi apoyo sin reservas.”

Y la carta del Padre Ringrose termina con un saludo fraternal. Es verdaderamente un modelo de claridad de espíritu y de cortesía, de firmeza y de caridad. ¡Larga vida, Padre Ringrose, para mantener un bastión incomparable de Catolicismo justo a la puerta de la Capital de los Estados Unidos!

Kyrie eleison.

Adios, Wimbledon

Adios, Wimbledon on diciembre 15, 2012

Así, me he mudado fuera de Wimbledon, lo cual al menos se corresponde con la realidad de mi supuesta “expulsión” de la Fraternidad San Pío X. Pero la mudanza no carece de su tristeza porque pasé allá casi cuatro años luego de mi real expulsión de Argentina, y ellos han sido años felices, a pesar de todo. Tal vez la mayor felicidad ha sido la compañía de los sacerdotes en la sede de la FSPX en Inglaterra, la Casa de San Jorge. Ellos han sido muy buena compañía. Que Dios bendiga a cada uno de ellos.

Sin embargo una cosa debo decir. La gente pregunta porque yo dejé a la Fraternidad. Yo no dejé a la Fraternidad. La Fraternidad me dejó a mi cuando abandonó los principios por los cuales me uní a ella. Nuevamente, el paralelismo con el Vaticano II es exacto. Asi como innumerables sacerdotes, religiosos y seglares fueron abandonados por los clérigos que en la década de 1960 optaron por el Concilio, asi un número importante de fieles sacerdotes y laicos, están siendo abandonados en la década del 2010 por los líderes de la Fraternidad en la medida que éstos han elegido dirigirse hacia la paz con sus “nuevos amigos en Roma” – cita del Primer Asistente de la Fraternidad. La ceguera es asombrosa, para aquellos que ven. Ella es completamente natural, para aquellos que no pueden ver. Que Dios tenga misericordia de ellos. En verdad yo creo que estos líderes nunca han comprendido bien del todo de que se trataba el Arzobispo Lefebvre. Son hijos de nuestra época.

La única razón sustancial dada para su “expulsarme,” fue desobediencia. Pero la única desobediencia sustancial de mi parte fue el repetido rechazo de cerrar estos “Comentarios Eleison.” Sin embargo, cuando le pedí al Superior General en dos ocasiones diferentes que especifique que números precisos de los “Comentarios” eran tan problemáticos, él, cada vez, no dió una respuesta, sin duda porque hubiera tenido que admitir que el problema real era uno de “contenido,” es decir mi decidida oposición a su acercamiento suicida a la Roma Conciliar. En cambio, él sigue pretendiendo que el problema es uno de “disciplina,” desviando asi la atención lejos del problema real. Y yo no soy el primer sacerdote que él trata de esta manera, ni seré el último. Que Dios le de luz. El arriesga echar a muchos de sus verdaderos amigos con el fin de complacer a sus verdaderos enemigos, tal como el Papa Paulo VI hizo con Mons. Lefebvre. Los paralelismos nunca terminan. La Neo-Iglesia y la Neo-Fraternidad proceden ambas de la misma enfermedad de nuestra época.

Y, ahora que? Presto un departamento de un amigo en la vecindad de Londres, en el mejor de los casos por unas pocas semanas, en el peor de los casos por unos pocos meses, hasta que yo pueda encontrar una propiedad apropiada para alquilar por 6 ó 12 meses. En este momento todavía no creo en hacer ningún arreglo permanente. Ay!, no será fácil contactarme porque mi amigo debe ser discreto por cuidado hacia sus vecinos. De cualquier modo, la correspondencia me llegará a través de “P.O.Box 423, Deal CT14 4BF, Inglaterra” (pero por favor no envíen tarjetas navideñas. No envío ninguna). Desde el 13 de Diciembre hasta el 3 de Enero, planeo hacer una visita apostólica a Canadá y Estados Unidos, Deo volente, e inmediatamente después una visita a Francia para la Fiesta de Epifanía.

También cambiarán algunos aspectos de la manera en que mis palabras verbales y escritas se publican. El formato y el método de distribución de los “Comentarios Eleison” pueden cambiar también, pero lo que sí espero no cambie, es su aparición cada Sábado durante Diciembre y hasta el Nuevo Año. Gracias a ustedes por todas sus contribuciones a la Iniciativa San Marcelo. En caso de que estuvieran preocupados, yo les puedo prometer a ustedes que no han sido perdidas. Feliz Navidad.

Kyrie eleison.

Distintas “Iglesias”

Distintas “Iglesias” on diciembre 1, 2012

Hoy reina mucha confusión acerca de la identidad de la verdadera Iglesia de Nuestro Señor aquí en la tierra, y acerca de los diversos nombres que se le aplican. Claro, la gran parte de la confusión actual proviene del mayor problema de la Iglesia de hoy, que es el diabólico Concilio Vaticano Segundo (1962–1965). Tratemos de desenredar algo de esta confusión.

“Iglesia” proviene del griego Ekklesia y del latín Ecclesia, “asamblea.” “Nuestro Señor reunió alrededor de El una sociedad de hombres que Le reconocían por Su Maestro: he aquí lo que El llamó Su Iglesia” (Bossuet).

“Iglesia Católica” significa para muchos un edificio, pero principalmente el grupo de personas que comparten en el mundo entero (katholos en griego significa “universal”) una misma Fe, un mismo conjunto de Sacramentos y una misma Jerarquía, los tres elementos habiendo sido establecidos por el Dios Encarnado, Nuestro Señor Jesucristo, durante su vida en la tierra hace 2000 años. Pero, a partir de este grupo inicial de creyentes tal como lo instituyó Nuestro Señor, de cuando en cuando otros grupos se han separado sin dejar por ello de pretender que ellos eran la verdadera Iglesia de Cristo. Entonces, ¿cómo voy a saber yo cual es Su verdadera Iglesia?

“Iglesia de Cristo” es la que posee las cuatro Notas exclusivas que permiten reconocerla. 1 Una – por encima de todo por la unicidad de la Fe con la cual Nuestro Señor quiso unificar a Su Iglesia y no fundar otras iglesias (cf.Jn.XVII,21–23: “A fin de que todos sean uno”). 2 Santa – Nuestro Señor fundó su Iglesia para conducir a los hombres al Dios Santísimo y a Su Santo Cielo (cf. Mt.V, 48: “Sed vosotros perfectos . . .”). 3 Católica – Nuestro Señor fundó su Iglesia para todos los hombres de todos los territorios y de todas las épocas (cf. Mt.XXVIII, 19: “Id pues y enseñad a todos los pueblos”). 4 Apostólica – Nuestro Señor fundó su Iglesia como una monarquía, para ser gobernada por el Apóstol San Pedro y sus sucesores (cf. Mt.XVI, 18: “Tu eres Pedro y sobre esta piedra [petra en griego] edificaré mi Iglesia”). Donde estén estas cuatro Notas, ahí está la verdadera Iglesia de Cristo. Donde falten, no se trata de la Iglesia de Cristo.

“Iglesia Conciliar” significa la Iglesia Católica centrada en Dios tal como cae y sigue cayendo desde hace 50 años bajo la desviación del Concilio Vaticano Segundo, centrado en el hombre. El Conciliarismo (como se puede llamar el error destilado del Vaticano II) tiene con la verdadera Iglesia de Cristo la misma relación que la podredumbre que afecta a una manzana podrida tiene con la manzana misma que está pudriendo.Tal como la podredumbre ocupa la manzana, depende de la manzana, no puede existir sin la manzana, y es, sin embargo, totalmente diferente de la manzana (como lo incomible es diferente de lo comible), así el Conciliarismo centrado en el hombre ocupa de tal manera la Iglesia de Cristo que muy poco de la Iglesia queda sin estar más o menos podrido; sin embargo el Conciliarismo es tan diferente del Catolicismo que uno puede decir verdaderamente que la Iglesia Conciliar ya no es más la Iglesia Católica. Pero la Iglesia Católica es visible. ¿No es la Iglesia Conciliar también visible?

“Iglesia visible” (o “concreta”) significa todos los edificios, jerarcas y fieles de la Iglesia que podemos ver con nuestros ojos. Pero decir que la Iglesia Católica es visible, luego que la Iglesia visible es la Iglesia católica, es tan “infantil” (palabra de Mons. Lefebvre para este error) como decir que todos los leones son animales, luego todos los animales son leones. La única parte de la Iglesia visible que es católica es la que es una, santa, universal y apostólica. Lo demás son variedades de podredumbre visible.

“Iglesia oficial” significa la Iglesia en cuanto está conducida por, y siguiendo a, sus jerarcas visibles. Debido a que éstos son hoy mayormente Conciliares, la “Iglesia oficial” es ampliamente Conciliar y no católica, según su conformidad o no con las cuatro Notas. Similarmente, la “Iglesia actual” significa la Iglesia oficial de hoy en cuanto a que está opuesta al pequeño rebaño “Tradicionalista.” Sin embargo, que nadie vaya a decir que no queda nada de las Notas “una, santa, universal o apostólica” permaneciendo en la Iglesia “actual,” ni tampoco que todo o todos en el pequeño rebaño “Tradicionalista” evidencien las cuatro Notas. Trigo y cizaña crecen siempre mezclados en la Iglesia de Cristo (cf. Mt.XIII, 24–30).

Kyrie eleison.