Verdad

Error Papal – I

Error Papal – I on enero 30, 2010

Cuando hace dos semanas el Papa Benedicto XVI hablaba acerca de las relaciones entre la Roma del Vaticano II y la Sociedad de San Pío X (FSSPX), mostró una vez más lo sutil y poderoso que es el error Conciliar. El 15 de enero El introducía una sesión plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe (anteriormente conocida como el Santo Oficio). Los primeros tres párrafos de su discurso, conformado en total de doce párrafos, necesitarían citarse en su totalidad, pero tendremos que conformarnos con un resumen, tan fiel como sea posible.

1. Su Congregación participa del ministerio especial del Papa que, a través su cuida de la doctrina Católica, asegura la unidad de la Iglesia. Esa unidad depende de la unidad en la Fe, de la que el Sucesor de Pedro es el primer custodio y defensor. Confirmar a los hermanos en la fe, manteniéndoles unidos, constituye su primer y fundamental deber.

2. Su autoridad para enseñar, al igual que la del papa, involucra a la obediencia de la Fe, para que haya un solo rebaño, debajo del único Pastor.

3. En todo momento la Iglesia debe alcanzar el testimonio común de la fe de todos los cristianos, “En este espíritu confío en particular en su compromiso para que se superen los problemas doctrinales que aún permanecen, para alcanzar la plena comunión con la Iglesia, por parte de la Fraternidad San Pío X.”

El problema aquí va mucho más allá de si la FSSPX está o no en “plena comunión con la Iglesia.” El problema es la totalidad de la relación que se hace entre la unidad y la Fe. En realidad, la unidad Católica depende esencialmente de la Fe Católica. A un Católico se le define primeramente por lo que cree, por lo tanto ahí donde no hay Fe Católica tampoco puede haber Católicos por unir, y ahí donde existe esa Fe, ahí se encuentra la base esencial de la unidad Católica. Ahora, el Papa ciertamente dice (1) que en efecto “la Unidad es de hecho primordialmente unidad en la Fe,” pero generalmente (1, 2, 3), conecta a la unidad y a la Fe como si estuviesen en el mismo plano, casi como si fueran interdependientes una de la otra, cuando sabemos que la unidad verdadera depende por completo de la Fe verdadera. ¿De qué otra manera podría llegar a su conclusión del punto (3), citada anteriormente en su totalidad, donde da la impresión de que le ordenó a su Congregación que se superen los problemas doctrinales para alcanzar la unidad entre Roma y la FSSPX.?

Sin embargo el deber del Vicario de Cristo no es el de unir a Roma y a la FSSPX a cualquier costo, por decirlo así, sino el unirlas en la Fe Católica como nos fue dada por Cristo. Si existe entonces una diferencia doctrinal entre Roma y la FSSPX (¡la hay, y es enorme!), en consecuencia su problema primordial es el de definir cuál de las dos tiene la Fe Católica, y cuál no la tiene. Y entonces deberá de reunir a toda la Iglesia en torno de la que tenga la Fe, ¡aún cuando ésta resulte ser la pobrecita FSSPX! “Pobrecita,” porque es insignificante, ¡a excepción de su Fe!

¡Señor! Benedicto XVI es más Conciliar que Católico. Ahora bien, el Concilio al poner al hombre delante de Dios, constantemente socavaba la doctrina Revelada de Dios, o la Fe, en nombre de la unidad ecuménica de los hombres. Esa es la razón por la cual Benedicto XVI es incapaz de entender, a excepción de un milagro, el significado de la postura doctrinal tomada por la FSSPX. Mientras tanto, ¿cuántos Católicos no corren el riesgo de ser engañados por la suavidad de Su transición, de tanta Verdad (en los puntos 1 y 2) a su perdición (en el punto 3)? ¡Muy pocos! ¡El error es tan poderoso como es sutilmente concebido y expresado! Debemos orar por el milagro.

Kyrie eleison.

Una Razon de Alegria para la Navidad

Una Razon de Alegria para la Navidad on diciembre 19, 2009

He aquí una buena noticia para esta época Navideña, tomada del “Heraldo Católico” de Inglaterra publicado el 11 de diciembre: un informe de los Estados Unidos muestra que la recesión económica actual, lejos de perjudicar a los matrimonios, los está ayudando. La recesión inicio a finales del 2007. En ese año, la tasa de divorcio en los Estados Unidos de América fue del 17.5 por cada mil mujeres casadas. En el año subsiguiente fue de 16.9. Las lecciones que se viven en “La Escuela de los Golpes Duros” (o “escuela de la vida”), como es bien llamada por los Americanos, cuestan mucho, pero ¡seguro enseñan!

“El Matrimonio en América: El Estado de Nuestras Uniones 2009” es el título del Informe publicado conjuntamente en el Instituto de Valores de América, Universidad de Virginia, por el Centro para el Matrimonio y las Familias y por el Proyecto Nacional de Matrimonio, cuyo Informe fue escrito por su director, Brian Wilcox. El comenta que millones de Americanos han adoptado la “estrategia hogareña de rescate” y están “dependiendo de sus propios matrimonios y familias para soportar esta temporada.” Mientras el mundo moderno se colapsa, los viejos proverbios retoman su fuerza: “La mayor oscuridad viene antes del amanecer,” “La sangre es más pesada que el agua” y “Hogar dulce hogar.”

Otra parte de la evidencia que se sustenta por Wilcox para probar que la crisis económica está ayudando a los matrimonios es la decisión de muchas parejas casadas de acabar con sus deudas en las tarjetas de crédito. De acuerdo a lo presentado por la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, los Americanos han reducido su deuda colectiva revolvente en 90 billones de dólares durante el último año. Wilcox dice que la recesión ha revivido a la “economía casera” a medida que más y más Americanos cosechan su propia comida, hacen y arreglan su propia ropa y salen a comer menos seguido. “Muchas parejas parecen estar desarrollando una nueva apreciación del soporte económico y social que el matrimonio puede proporcionar en tiempos difíciles.”

Esposos, compórtense como varones, y sepan sacar provecho del apoyo que sus esposas pueden brindarles. Esposas, alégrense en sus dones femeninos que hacen falta en gran medida a los varones, y respáldense en la fortaleza de sus esposos. Un varón sin una mujer es normalmente un cero a la izquierda (¡sí, un cero!). Una mujer sin un varón es aún menos, un cero incompleto, una U abierta. Pero, si ponemos esa U como apoyo de bajo del cero, ¡mágicamente obtendremos un 8! En la Medalla Milagrosa, ¿acaso no se encuentra la Cruz de Nuestro Señor recostada en la M de María? Para sobrellevar su Pasión Nuestro Señor eligió renunciar a toda su Fuerza divina, pero ¿acaso hubiera podido su humanidad, por si sola, realizar nuestra Redención sin el apoyo humano de su Madre? ¡Nunca!

Muchos economistas tienen casi ningún sentido común, pero los pocos que no viven en el País de la Maravillas ven que la recesión está por empeorarse. Madres, aprendan de nuevo los quehaceres domésticos. Padres, aprendan de nuevo a cosechar sus vegetales en el jardín de su casa. Todos los amantes de la verdad y de la realidad, pónganse a fortalecer no solamente los lazos familiares, sino también los lazos comunitarios. Será una cuestión de supervivencia, y nuestros gobiernos y medios de comunicación no van a ayudar, sino todo lo contrario, a menos que seriamente cambien su dirección. “Nuestra ayuda está en el nombre del Señor,” – que en esta temporada del año aparece en forma de una criatura humana, recién nacida, indefensa y sin poder. Sin embargo, este bebé es – ¡El Todopoderoso!

Kyrie eleison.

Para Mitigar la Confusion

Para Mitigar la Confusion on diciembre 12, 2009

Nos ha tomado tres ediciones de los “Comentarios Eleison” el poder desenmarañar por qué el presunto testimonio del Cardenal Lienart en su lecho de muerte (“Comentario Eleison” 121) podría fácilmente considerarse verdadero, dado que corresponde exactamente a la manera por la cual la validez de los sacramentos Católicos ha sido puesta en peligro por los ritos sacramentales conciliares que fueron introducidos después del Vaticano II (“Comentarios Eleison” 124, 125 y 126). Un amable crítico piensa que me he preocupado demasiado por defender la validez de los sacramentos conciliares, pero no quiero más exagerar su validez, tanto como su invalidez.

Es evidente que ninguna persona razonable que ame la verdad, quiere hacer otra cosa que alinear su mente con la realidad, porque la verdad se define como “la adecuación entre la mente y la realidad.” Si una situación es negra, quiero llamarla negra. Si es blanca, diré que es blanca. Y si está conformada por una variada gama de grises, quiero que tome esa exacta tonalidad de gris en mi mente; ni un gris más oscuro ni más blanquecino que el que es en realidad.

Ahora, es cierto que cualquier sacramento que se haya administrado en la vida real habrá sido válido ó inválido. No existen más matices entre válido e inválido, que las que hay entre estar embarazada o no estarlo. Pero si consideramos en su totalidad los sacramentos conciliares que se administran a través de la Nueva Iglesia, sólo podemos decir que algunos son válidos y algunos inválidos; todos ellos han sido puestos en una pendiente hacia la invalidez por la idea básica de los ritos conciliares de reemplazar la religión de Dios con la religión del hombre. Esta es la razón por la cual la Nueva Iglesia está en camino de desaparecer completamente y la razón por la que la FSSPX no puede, de ninguna manera, permitirse ser absorbida por aquella.

Pero ¿en qué punto exactamente de ese declive, un determinado sacerdote o grupo de sacerdotes, por ejemplo, ha perdido la idea de lo que la Iglesia es, a tal grado que ya no pueden tener más la intención de hacer lo que la Iglesia hace? Solo Dios sabe. Bien podría ser que llegar a ese punto pueda exigir más que lo que sugerí en el “Comentario Eleison” 125; quizás tome menos, como sugiere nuestro crítico. Cualquiera que sea el caso, ya que solamente Dios puede tener la certeza de ello, yo no necesito saberlo. Solamente necesito tener en mi mente bien claro que los ritos conciliares han puesto a los Divinos Sacramentos en una pendiente que los aleja de Dios, y una vez que me sea evidente que están ayudando a destruir la Iglesia —porque para eso fueron diseñados— debo mantenerme alejado de tales ritos.

Mientras tanto, en cuanto a en qué punto exacto en la caída de la pendiente se encuentra éste o aquel sacerdote, o inclusive la Nueva Iglesia como un todo, aplicaré el gran principio de San Agustín: “En las cosas ciertas, la unidad; en las dudosas, la libertad; y en todas, la caridad.” Y como en un marco de certidumbres tal, dentro de la Nueva Iglesia no todo es Católico, ni todavía todo ha dejado de serlo, quiero otorgar a mis compañeros Católicos la misma libertad de juzgar las cosas inciertas como espero que ellos me lo permitan también. Madre de Dios, ¡obtén el rescate de la Iglesia!

Kyrie eleison.

Error de La Misa

Error de La Misa on octubre 3, 2009

Una crítica interesante de la Fraternidad de San Pío X, básicamente falsa pero ligeramente verdadera, fue realizada por el Cardenal Castrillon Hoyos en una entrevista que concedió al periódico de Alemania del Sur hace diez días (el texto está disponible en Internet). Él dijo que los líderes de la FSSPX con quienes se reunió en el año 2000 le dieron la impresión de tener una fijación por la Misa Nueva como si fuese “la fuente de todo el mal en el mundo.”

Obviamente la reforma de la liturgia en Latín de la Misa que sucedió al Vaticano II (1962–1965) no es responsable de todo el mal en el mundo, pero evidentemente es responsable en gran medida del mal en el mundo moderno. Primeramente, la Religión Católica es la primera y única religión que fue instituida por el único Dios verdadero cuando por única ocasión tomó naturaleza humana, tornándose en el hombre-Dios Jesucristo, hace 2000 años. En segundo lugar, el sacrificio personal y cruento en la Cruz de Jesucristo, por sí solo capaz de aplacar la ira de la justicia de Dios acrecentada por la apostasía mundial de hoy en día, manteniendo esta ira adormecida principalmente por el sacrificio renovado e incruento que acontece en el verdadero sacrificio de la Misa. En tercer lugar, el rito antiguo en Latín de esa Misa contiene partes esenciales que se remontan a los inicios de la Iglesia, las cuales han sido cambiadas significativamente después del Vaticano II por Paulo VI de manera tal que, él mismo le comentó a su amigo Jean Guitton, fueron diseñados para agradar a los Protestantes.

Pero los Protestantes adquieren su nombre del hecho mismo de protestar en contra del Catolicismo. Esa es la razón por la cual el rito de la Misa reformada “a la luz del Vaticano II” reduce significativamente la expresión esencial de grandes verdades Católicas: en orden de conexión 1- La Transubstanciación del pan y del vino, para 2-realizar el Sacrificio de la Misa que constituye a su vez 3- el Sacerdocio sacrificante, todo esto 4- por la intercesión de la Bendita Madre de Dios. De hecho, la totalidad de la liturgia Latina antigua es la expresión completa de la doctrina Católica.

Entonces, si es principalmente a través de la asistencia a Misa, y no por la lectura de libros o la participación en conferencias, que la gran mayoría de los Católicos practicantes absorben estas doctrinas para vivirlas en su vida diaria; y si es que viviendo así actúan como la luz del mundo contra el error y como la sal de la tierra contra la corrupción, entonces no hay de que asombrarnos cuando vemos al mundo de hoy en día en tal confusión e inmoralidad. “Destruyamos la Misa y así destruiremos la Iglesia,” decía Lutero. “Bien podría el mundo vivir sin la luz del sol antes que vivir sin el Sacrificio de la Misa,” decía el Padre Pío.

Esa es la razón por la cual una prioridad de urgencia al fundar la FSSPX para formar sacerdotes era el salvar el rito Latino de la Misa. Gracias a Dios este rito está ahora lentamente pero a paso firme retornando a la corriente oficial de la Iglesia (cosa que no sucederá cuando aparezca el Anticristo). Entonces la Fraternidad del Arzobispo Lefebvre debe proceder ahora a salvar el fundamento doctrinal de esa Misa de las víctimas y autores del Vaticano II, aún firmemente establecidos en Roma. Debemos de orar arduamente por las “discusiones doctrinales” que darán inicio este mes entre Roma y la FSSPX.

Kyrie eleison.

Discusiones Difíciles – III

Discusiones Difíciles – III on septiembre 19, 2009

Dos objeciones al principio mismo de que la Fraternidad de San Pio X ingrese en las discusiones doctrinales que probablemente se suscitarán pronto con las autoridades de la Iglesia en Roma, ayudarán a enmarcar la naturaleza, objetivo y limitaciones de dichas discusiones. La primera objeción dice que la Doctrina Católica no está sujeta a discusión. La segunda dice que ningún católico debe atreverse a discutir con representantes del Papa, como si estuviera con él en pie de igualdad Ambas objeciones aplican en circunstancias normales, pero las circunstancias actuales no son normales.

En lo que se refiere a la primera objeción, es claro que la doctrina Católica que no se cambia y no se puede cambiar no está sujeta a discusión. El problema es que el Vaticano II emprendió exactamente el cambio de dicha doctrina. Por ejemplo ¿puede, o debe un Estado católico tolerar la práctica pública de religiones falsas? La Tradición Católica dice que “puede,” pero únicamente para evitar un mal mayor o lograr un bien mayor. El Vaticano II dice “debe,” bajo toda circunstancia. Pero si Jesucristo es evidentemente el Verbo encarnado, nada más que el “puede” es verdad. Por el contrario, si el “debe” es verdad, entonces Jesucristo no es más necesariamente reconocido como Dios. El “puede” y el “debe” están tan distantes de sí como Jesucristo siendo Dios por naturaleza divina o por elección humana, es decir, entre que Jesús sea, o no sea, objetivamente, ¡Dios!

Sin embargo las autoridades Romanas de hoy en día claman que la doctrina del Vaticano II no representa ruptura alguna con el dogma Católico, sino su evolución continua. A no ser que – ¡Dios no lo permita! – la FSSPX también esté abandonando el dogma Católico, no pretende discutir con estas autoridades si Jesús es Dios, tampoco someter a discusión la doctrina Católica, por el contrario, espera persuadir a cualquier Romano que quiera escuchar que la doctrina del Vaticano II se opone gravemente a la Doctrina Católica. Con respecto a esto, aún cuando el éxito de la FSSPX resulte mínimo, ésta consideraría aún que era su deber dar testimonio de la Verdad.

Pero los Romanos pueden responder diciendo “Nosotros representamos al Papa. ¿Cómo es que se atreven a discutir con nosotros?” Esta es la segunda objeción, y para todos aquellos que piensan que la Roma Conciliar está en la Verdad, esta objeción parece válida Pero es la Verdad la que hace a Roma y no Roma la que hace la Verdad. Nuestro Señor en repetidas ocasiones declara en el Evangelio de San Juan que su doctrina no es de él, sino de su Padre (Juan VII, 16). Y si Jesús no tiene la facultad de cambiar la Doctrina Católica, mucho menos está en el poder de su Vicario el cambiarla, es decir ¡en la capacidad del Papa! Si entonces el Papa, por el libre albedrío que Dios le dio, decide apartarse de la Doctrina Católica, hasta ese punto ha abandonado su estatus Papal, y únicamente hasta ese punto – sigue siendo Papa – él y/o sus representantes se colocan por debajo de quienquiera permanezca fiel a la Doctrina del divino Maestro.

Por lo tanto, cualquier católico que se adhiera a la Verdad adquiere el mismo estatus que el Papa habrá puesto de lado, en la medida en que se separe de la Verdad. Así como dijo el Arzobispo Lefebvre cuando estaba ante las autoridades Romanas que lo interrogaban por su desacuerdo con el papa Paulo VI, “¡Soy yo el que debería estar interrogándolos a ustedes!” El defender la Verdad de Dios Padre es el orgullo y la humildad, la vocación y la gloria de la pequeña FSSPX del Arzobispo. Si las discusiones con Roma significaran el más mínimo peligro de la FSSPX de ser infieles a esta vocación, es ahí cuando no deberían de haber discusiones.

Kyrie eleison.

Discusiones Dificiles – II

Discusiones Dificiles – II on septiembre 5, 2009

¿Cuál es el resultado más favorable que uno puede esperar y la peor consecuencia que uno puede temer, de las “discusiones doctrinales” que en teoría están programadas para dar inicio en el otoño de este año en Roma entre la Iglesia oficial y la Sociedad de San Pio X? En práctica, el abismo doctrinal entre el Conciliarismo de Roma y el Catolicismo de la Sociedad es tan fundamental (¿puede o no puede 2 y 2 dar como resultado 4 y también 5?) que podría ser que las “discusiones” ni siquiera den inicio. Sin embargo, suponiendo que los representantes de Roma y de la Sociedad se sienten a dialogar, uno enfrente del otro, ¿qué se puede esperar?

A menos de que un estupendo milagro de Dios esté por ocurrir, humanamente hablando no existe esperanza de que los Romanos abandonen su devoción al Vaticano II, ese Concilio cuyas epístolas mezclan la religión de Dios y del hombre mientras que su espíritu es sin duda la religión del hombre. Por más de 40 años los sacerdotes que controlan Roma han estado poseídos por la convicción de que la religión de Dios necesita adaptarse al hombre moderno, y no hay nada que indique que estén colectivamente aproximándose a abandonar su letal “combinazione,” sino por el contrario. Por ejemplo, revisen la última Encíclica del Papa, “Caridad en la Verdad.”

Por lo tanto, lo más que podemos esperar de los Romanos es que muchos de ellos reaccionen positivamente, probablemente en privado, a la Verdad Católica que les sea presentada por la FSSPX – ¡ojalá puedan salvar sus almas! La FSSPX por lo menos será testigo de la Verdad en la cima de la Iglesia, en donde tiene más importancia, y aún cuando a esas alturas hiciere algún bien, por mínimo que parezca, aún se podría esperar que a partir de las “discusiones” haya una puerta abierta que se presente después a todos los Católicos de buen corazón, una cuenta ilimitada que los ayude a reafirmar su entendimiento de dicha doctrina por la cual los Católicos son Católicos, fortaleciendo su sentido común Católico, natural y sobrenaturalmente, de que 2 y 2 es igual a 4 y solamente 4.

Lo que podemos temer por el contrario es que esta primacía de la doctrina pueda ser poco clara en medio de los encantos del otoño Romano. “Aquel que se acuesta con perros Romanos termina por levantarse con pulgas moradas,” dice un proverbio (inventado por un amigo). La tentación para la FSSPX, especialmente si Roma presenta tanto la vara de renovada condenación como la zanahoria de reconocimiento puesta enfrente de la nariz del aún despreciado burrito, será la de “planear” sobre este abismo doctrinal y conformarse con un “acuerdo práctico” por el cual la FSSPX, siendo muy benevolentes con Benedicto XVI, sería concedida un estatus jurídico dentro de la Iglesia oficial a cambio de, por lo menos, un entendimiento implícito de detener el ataque a su Conciliarismo.

Sin embargo, cualquier entendimiento de este tipo representaría el principio del fin, no de la defensa de la FE pero si de su defensa por parte de la FSSPX, porque como era bien sabido por el Comunismo tradicional, uno nunca debe luchar contra los Católicos en asuntos de doctrina, en donde ciertamente los Católicos son más fuertes. Más bien, su estrategia se centraba en proponer cualquier tipo de consenso práctico por medio del cual los Católicos pasarían por alto la doctrina y simplemente cooperarían activamente con los Comunistas. Como era bien sabido por los Comunistas, el resto se daría por sí solo . . . .

Kyrie eleison.