Asís

Contaminación Liberal

Contaminación Liberal on febrero 5, 2011

Si el liberalismo en su sentido más amplio se define como la liberación del hombre de Dios (hacer referencia a los “Comentarios Eleison” de la semana pasada), entonces el Catolicismo liberal del siglo XIX que surgió de la Revolución Francesa (1789) fue en términos generales la liberación exitosa de Dios por la política, mientras el Modernismo liberal de principios del siglo XX podemos considerarlo como el intento fallido de liberar a la Iglesia Católica de Dios, intento frustrado por San Pío X. Sin embargo, ese intento tuvo éxito, medio siglo después, más allá de los sueños de los liberales, con el Concilio Vaticano Segundo. Enseguida les presento otro testimonio reciente que recibí de Italia, que muestra cómo el Tradicionalismo liberal trabaja actualmente para liberar la Tradición Católica de Dios (¡si tan solo tuviésemos la mitad de la perseverancia del Demonio!):—

“Después de que el Motu Proprio de Benedicto XVI desencadenó la Misa Tridentina en el 2007, una gran cantidad de Católicos se acercaron más a la Tradición, pero su calidad varió ampliamente. Como era inevitable, el aumento en número atrajo hacia la Tradición muchos Católicos que nunca habían estado convencidos de su importancia y cuya idea de la Tradición era aún básicamente subjetiva, lo que quiere decir que para esos Católicos, la Tradición es opcional y no obligatoria. En este sentido, aún si Benedicto de hecho dijo algunas cosas provechosas en su discurso clave del 22 de Diciembre del 2005, su efecto fue desastroso.

“La confianza en el Papa hizo entonces que cualquier pensamiento crítico acerca de la liturgia, catequesis o doctrina modernas, tomara un segundo lugar. El establecer distinciones o el aclarar la confusión lo hacía a uno extremadamente impopular. Sin embargo, el anuncio de Asís III le dio un fuerte golpe a este espectro amplio y blando de la Tradición, y los Católicos tuvieron que decidirse. Los contrastes salieron a la luz y las primeras divisiones se esbozaron.

“Benedicto XVI ha tenido éxito al infectar el potencial prometedor de jóvenes Católicos conectados o cercanos a la Tradición, y ha logrado crear divisiones. Mucho de ese potencial ahora está arruinado, aún cuando uno pudiese depositar la esperanza en Dios de que muchos otros jóvenes terminaran hablando y comportándose en una manera propiamente Católica. Entonces ¿cuántos Católicos abrazarán al fin, de todo corazón, la causa justa de la Iglesia? Tendremos que esperar a que la polvareda se disipe y a que los hombres de buena fe y vigor fresco hagan su aparición.

“Ser testigo de la Tradición requiere más que nunca antes de declaraciones firmes y claras. Vacilar causa solamente daño. Mientras tanto, sigamos luchando, subiendo el tono en donde sea necesario y abiertamente resaltando los males de la Nueva Iglesia Conciliar de Benedicto XVI. La opinión pública en Italia está muy lejos de preocuparse de los verdaderos problemas de la Iglesia. Los Católicos aquí, practicantes o no, han aprendido por siglos a creer que lo que el Papa dice es palabra del Evangelio. Son hijos de nuestra era.”

Seguramente este testimonio sugiere que la marginalización de Econe por la Iglesia oficial en 1975 y su rotunda condenación con las “excomuniones” de 1988, ayudaron a salvar a la Tradición Católica de la contaminación liberal. ¿Necesitará permitir el Señor Dios por esa misma razón otra división y marginalización como la de entonces? ¡Fervientemente esperamos que no!

Kyrie eleison.

Asisi-ismo – ¡No!

Asisi-ismo – ¡No! on enero 8, 2011

Algunas personas aún temen que la Fraternidad de San Pío X del Arzobispo Lefebvre esté en camino a un mal acuerdo con la Roma de Benedicto XVI, pero a través del Asisi-ismo del Papa entre otras cosas, uno puede decir que el mismo Benedicto XI está haciendo su mejor esfuerzo para prevenir tal ocurrencia.

Hace seis días argumentó en teoría que las “grandes religiones” del mundo pueden constituir “un factor importante de la paz y la unidad de la humanidad.”

Hace cinco anunció en práctica que en Octubre de este año irá como “peregrino” a Asís para conmemorar el 25 aniversario del Encuentro de Oración de las Religiones del Mundo, llevado a cabo en ese lugar por el Papa Juan Pablo II en 1986. Pero la teoría de todas “las grandes religiones del mundo” contribuyendo a la paz mundial fue rechazada por completo por el Arzobispo Lefebvre, y condenó la práctica del Encuentro de Oración de 1986 en Asís como una violación flagrante del Primer Mandamiento que, viniendo del Vicario de Cristo, constituía un escándalo sin precedentes en toda la historia de la Iglesia. Únicamente el temor de que un exceso de repetición pudiese ser contraproducente lo habría posiblemente detenido de castigar esta última locura del Asisi-ismo.

Sin embargo, el Arzobispo reconoció que en aquel momento muy pocos Católicos comprendieron la enormidad del escándalo. Esto se debe a que el mundo moderno en su totalidad marginaliza a Dios, deja entre paréntesis la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, hace a la religión una cuestión de libre elección y convierte la Tradición Católica en una simple cuestión de sensibilidad o sentimentalismo. Aún infectando a los Papas, esta manera de pensar se ha vuelto tan normal alrededor de nosotros que todos estamos amenazados en nuestra fe. Volvamos a algunos fundamentos:

Todo ser requiere una Primera Causa. Esa Causa, para ser la Primera, debe ser el Ser mismo, y debe ser un Ser completamente perfecto, porque cualquier dios secundario, para diferenciarse del Primero, tendría que tener alguna perfección que le faltaría al Primero. Así es que el verdadero Dios puede solamente ser uno. Este único Dios verdadero tomó naturaleza humana una vez y solamente una vez, en la divina persona de Nuestro Señor Jesucristo, quien probó su divinidad por una cantidad y calidad de milagros que no se han visto en la vida de ningún otro hombre jamás, pero que han acompañado a su Iglesia desde entonces: La Iglesia Católica Romana. La pertenencia a esa Iglesia es por la Fe, y está abierta a todos los hombres. Si creen, ese es el inicio indispensable de su eterna salvación. Si se rehúsan a creer, van camino a la eterna condenación (Marcos XVI, 16).

Por lo tanto si por sus eventos pasados y futuros en Asís, los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI han fomentado a las almas a pensar que el Catolicismo no es la primera y única manera para alcanzar una eternidad feliz, sino solamente una entre muchas otras (aún cuando sea la mejor) que promueven la “paz y unidad” de la humanidad en esta vida, se deduce que ambos Papas han hecho posible la atroz condenación de un sinfín de almas en la vida venidera. En lugar de tener parte alguna en dicha traición (por lo menos objetiva), el Arzobispo Lefebvre prefirió ser despreciado, rechazado, menospreciado, marginalizado, silenciado, “excomulgado,” etc.

Hay un precio que se debe pagar por adherirse a la Verdad. ¿Cuántos Católicos están listos para pagarlo?

Kyrie eleison.

Doctrina Indispensable

Doctrina Indispensable on octubre 9, 2010

Puedo recordar cuando en 1986 el Arzobispo Lefevbre se sorprendía al ver cómo muy pocos seguidores de la Tradición Católica parecían comprender la enormidad de la fiesta-de-amor de todas las religiones en Asís, mas tal es la corrupción de nuestros tiempos: las ideas y la verdad no tienen consecuencia alguna, porque “Todo lo que necesitas es amor.” Lo cierto es que todos nosotros necesitamos, absolutamente, tanto la doctrina como el amor.

La doctrina no es únicamente formulas de palabras. Aquellos que tenemos el inestimable don de la Fe sabemos que de nuestra corta vida en este mundo depende una eternidad de inimaginable dicha u horror en la vida venidera, y sabemos también que este es el destino de todo hombre, lo crean o no, regla a la cual el Limbo para los inocentes que no han sido bautizados es la única excepción. Entonces es evidente que a menos de que Dios sea cruel – ¡deseo vano de muchas pobres almas buscando justificar su rebeldía en contra de Él! – El ofrece a todas las almas a cada momento la luz y la fuerza que necesitan para ganarse el Cielo y evitar el Infierno, si así lo desean. Pero cuando un alma no tiene la Fe ¿qué forma puede tomar esta luz y esta fuerza?

Recurramos a dos no-Católicos para conocer la respuesta. El Dr. Samuel Johnson, gigante Inglés del sentido común del siglo XVIII, dijo “Aquel que odia Londres odia la vida.” En otras palabras, detrás del alboroto de la vida diaria en todos sus detalles cotidianos, un hombre se forja día a día una actitud hacia la vida. También el Conde Leo Tolstoi en su novela épica Guerra y Paz, dice “Aquel que ama la vida, ama a Dios.” En otras palabras, la actitud general de un hombre hacia la vida constituye de hecho una actitud hacia Dios. Claro está que muchas almas modernas negarán vigorosamente que su actitud hacia la vida tiene algo que ver con un Dios “que no existe,” sin embargo Dios no le sostiene menos en su existencia a él y a todas las cosas que lo rodean día con día, y El le da en todo momento el libre albedrío con el cual puede amarle u odiarle a este Dios que está dentro de sí y detrás de todos. Por ejemplo los Comunistas son oficialmente ateos, sin embargo Lenin una vez dijo, “Dios es mi enemigo personal.” Los Comunistas, como tales, odian la vida y odian a Dios.

Entonces ¿cuál es la actitud adecuada hacia la vida y hacia Dios? El Primer Mandamiento lo expone: el amarlo a Él con todo el corazón, la mente y el alma. Pero ¿cómo puedo amar a alguien sin antes tener algún conocimiento de él? La actitud correcta hacia la vida y hacia Dios presupone por lo menos un poco de fe o confianza en la bondad de la vida y/o de Dios. Por lo tanto, cuando las almas iletradas vienen a Nuestro Señor en los Evangelios para pedir un milagro, frecuentemente pone a prueba su “fe,” o la elogia y la recompensa, cuando concede el milagro. ¿Cuál Fe? Fe en Él. ¿Pero quién exactamente es Él?

Eso les corresponde a las almas instruidas formularlo, en la doctrina. Esta doctrina de Dios puede pulirse a través de los años, pero no puede cambiarse, no más de lo que Dios puede cambiarse. Es el corrector continuo de nuestra actitud hacia la vida y hacia Dios, por todo el tiempo que queramos ser inimaginablemente felices y no desdichados para toda la eternidad. La doctrina Católica es verdad. Dios es Verdad. La Verdad es indispensable.

Kyrie eleison.