excomunión

Grec – II

Grec – II on marzo 9, 2013

Antes de continuar con la historia del GREC, este grupo parisino de laicos y sacerdotes que se reunían desde fines de los años 1990 en adelante para promover una reconciliación entre el Vaticano II y los católicos Tradicionalistas, debemos considerar la actitud fundamental de los participantes del GREC. El futuro de la Iglesia depende de los católicos que habrán entendido el error del GREC, es decir hasta que punto los espíritus modernos pierden su asimiento de la verdad. Para ilustrar esta actitud, tomemos al azar cuatro citas típicas entre docenas y docenas de otras que se encuentran en el libro “Para la Necesaria Reconciliación” del Padre Michel Lelong, sacerdote de la Iglesia Conciliar. En una carta que él escribió al Papa en julio de 2008 encontramos las dos primeras citas:

“Nosotros deseamos también que las excomuniones (de los cuatro obispos de la FSPX en 1988) puedan ser levantadas y que la FSPX encuentre su lugar en la Iglesia a la cual ella tiene tanto para dar. Es por eso que nosotros pedimos a las autoridades de la FSPX de poner fin a las declaraciones y artículos polémicos que critican la Santa Sede.” Comentario: (¿Acaso no es lo que hemos visto en la FSPX estos diez últimos años?). Pero, si las polémicas son tan malas, ¿Por qué entonces un buen número de los Padres de la Iglesia – y Mons. Lefebvre – fueron tan polémicos? Las polémicas son malas únicamente en la medida en que la unidad es buena. Pero la unidad es buena sólo en la medida en que la cosa alrededor de la cual se realiza la unidad, es buena.

“En nuestra sociedad tan tentada por el materialismo, el indiferentismo y los sectarismos, nosotros pensamos que en respuesta a vuestra petición, Santo Padre, todos los católicos deben esforzarse juntos en ser fieles a la recomendación de Cristo: ‘Permanezcan unidos para que el mundo entero crea’.” Comentario: “Unidos,” ¿Alrededor de qué? ¿Alrededor de la verdad católica, o alrededor de la mentira según la cual la verdad católica puede reconciliarse con el Vaticano II? Así pues la cuestión primera y crucial para la unidad católica es saber donde se encuentra la verdad católica. Sin embargo, el GREC deja las cuestiones que se refieren a la verdad a los “teólogos.” Pero, ¿Acaso los no-teólogos pueden ser salvados por mentiras?

Esta carta del Padre Lelong fue tan bien recibida por Benedicto XVI que los líderes y unos simpatizantes del GREC escribieron de nuevo algunos meses más tarde. He aquí dos citas más, esta vez de la segunda carta al Papa:—

“Ciertamente estuvimos muy contristados por el hecho de que las recientes proposiciones de la Santa Sede no hayan sido aceptadas por las autoridades de la FSPX, pero sabemos que sanar las heridas entre Católicos requiere siempre generosidad y paciencia para restaurar la confianza de los dos lados y permitir así la reconciliación.” Comentario: Todas las heridas, ¿Deben ser siempre solamente sanadas y jamás infligidas? ¿Acaso Nuestro Señor no se valió de un látigo sobre la espalda de los prestamistas de dinero en el Templo? Hay un Dios, su honor debe ser defendido por encima de todo, y los hombres pueden ser malos al punto de no entender otra cosa que el látigo, sea éste físico o verbal.

“Nosotros pensamos que el hecho de levantar las excomuniones pondría en marcha un proceso irresistible de aproximación, en vista de acuerdos entre la Santa Sede y la FSPX o, por lo menos, acuerdos con una gran parte de los sacerdotes y de los fieles de la FSPX.” Comentario: Es cierto que los contactos amigables entre Roma y la FSPX de hecho pusieron en marcha este proceso en el mes de enero de 2009 y que sólo una explosión desde el interior de la FSPX de la mas horrenda de las herejías de los tiempos modernos – “el antisemitismo” – bloqueó este proceso. Pero, o bien la reconciliación Católica con el Vaticano II no es más un problema, o bien debemos reconocer que esta explosión fue providencial, porque ella ha bloqueado, al menos por un tiempo, la falsa reconciliación.

En conclusión, como millones de Católicos modernos, el GREC busca por encima de todo la unidad, la reconciliación, los acuerdos, el fin de las polémicas, etc. Pero, ¿Dónde está pues el Dios de verdad en medio de todos estos dulces sentimientos? ¿Es El un papi bonachón que bendice todas las mentiras de los hombres con la única condición que ellos mientan al unísono?

Kyrie eleison.

Grec – I

Grec – I on marzo 2, 2013

Hace algo más de un año, un pequeño libro de unas 150 páginas fue publicado en Francia. Eso debe ser muy embarazoso para los dirigentes de una cierta Fraternidad religiosa pues él demuestra que los esfuerzos de ellos apuntando a la unión con la Nueva Iglesia se remontan de hecho a muchos años, al menos a los años 1990. Por supuesto, si esos dirigentes están orgullosos de sus esfuerzos, no sentirán ningún tipo de remordimiento, pero si ellos durante años han ocultado estos esfuerzos, hay que desear que, por lo menos a los lectores de este librito, se les abran los ojos.

“Para la Necesaria Reconciliación” fue escrito por un sacerdote de la Nueva Iglesia, el Padre Michel Lelong, sin duda porque él, por lo menos, se muestra abiertamente orgulloso del papel de primer plano que él ha tenido en la tentativa del GREC para llevar a buen término la “necesaria reconciliación” del Vaticano II con la Tradición, o sea de las autoridades Romanas con la Fraternidad San Pío X. Ordenado en 1948 y profundamente implicado en las relaciones interreligiosas incluso aún antes del Concilio Vaticano II, en particular con el Islam, saludó “con alegría y esperanza” (¿suena familiar? –¿Gaudium et Spes?) el Concilio que se esforzaría en adaptar la Iglesia a los tiempos modernos. Uno de sus colaboradores laicos en esta tarea fue un distinguido diplomático francés y alto funcionario gubernamental, Gilbert Pérol, Embajador de Francia en el Vaticano de 1988 a 1992.

Como diplomático profesional y católico practicante, Pérol creía profundamente en la necesidad de reconciliar la FSPX, verdaderamente católica, con el Vaticano, sin duda católico. ¿Cómo pues podría darse la menor oposición entre los dos? ¡Los dos eran Católicos! La oposición no tenía pues por que existir. Por ello en 1995 redactó el esquema de una solución en un texto corto que serviría de carta magna para lo que sería el GREC, un laboratorio parisino de ideas que recibió su nombre a partir de las iniciales del Grupo de Reflexión Entre Católicos. Haciéndose eco del drama de millones de Católicos desgarrados desde los años 1960 entre el Concilio y la Tradición, el texto de Pérol merece un momento de atención.

No siendo él un teólogo, según dice él mismo, él piensa que la situación actual de la Iglesia y del mundo requiere que el problema de las divisiones entre Católicos, después del Concilio, tendría que ser reformulado “en términos totalmente nuevos.” Es más bien como diplomático que él propone que, por un lado, Roma tiene que admitir que ha gravemente maltratado el rito Tridentino de la Misa y tiene que levantar las excomuniones de 1988, mientras que por el otro lado, la FSPX no tiene que rechazar totalmente el Concilio y debe reconocer que Roma es siempre la mas alta autoridad en la Iglesia.

En otras palabras, como diplomático, Pérol proponía que con sólo algunas pequeñas concesiones mutuas, de una parte y de otra, entonces la lucha encarnizada vería esfumarse su aspereza al desaparecer la oposición entre el Concilio y la Tradición, y todos los Católicos podrían de nuevo vivir felices para siempre. De tal manera que él mismo, como millones de otros Católicos, no se verían en la obligación de elegir entre abandonar Roma para salvar a la Tradición o abandonar la Tradición para salvar a Roma. ¡Maravilloso! ¡De vuelta a la zona confortable de los años 1950! Pero los años 1950 se han ido para siempre. Entonces, ¿Dónde está el error en su razonamiento?

Se encuentra justo en el principio cuando él dice que no es teólogo. Es cierto, puede no haber sido un teólogo profesional, pero todo Católico debe ser un teólogo amateur, o, mejor dicho, debe conocer su catecismo, porque es solamente a la luz de su doctrina que él puede juzgar cuestiones de Fe. Cuando Nuestro Señor nos advirtió que hay que discernir entre los corderos y los lobos (Mt.VII,15–20) ¡no se dirigía solamente a los teólogos profesionales! Así, Pérol renunciando a la “teología” en favor de la diplomacia, constituye un ejemplo más de la incapacidad del hombre moderno de aprehender la importancia de la doctrina. Esta incapacidad es la lección más importante que hay que sacar de este librito sobre el GREC.

Kyrie eleison.

Explosion Proxima

Explosion Proxima on enero 7, 2012

Si algunos lectores han encontrado el “Comentario Eleison” de la semana pasada un poco sombrío para el principio del año, de veras me disculpo por ello, y prometo que el de esta semana terminará con una cita más esperanzadora. Pero en verdad, mucha gente, según me lo dicen, está todavía tranquilamente ignorante de cuan grave es la inminente catástrofe económica mundial. Peor, no se da cuenta de la gravedad pre-apocalíptica de la crisis en la Iglesia. Veamos por un momento este último punto.

La visión aún de algunos sacerdotes dentro de la Fraternidad SPX es que la Fraternidad SPX es una Congregación religiosa normal mientras que la Roma de hoy no es excesivamente anormal. Es cierto que Monseñor Lefebvre tuvo palabras muy duras sobre el Vaticano II y los “anticristos” dentro del Vaticano, pero en el transcurso de los 20 años que han pasado desde su muerte, las cosas han cambiado para bien. Ahora tenemos un Papa, piensan ellos, que es un Tradicionalista de corazón, como lo prueban su desbloqueo de la Misa Tridentina y su “levantamiento” de la pretendida excomunión de 1988 a los cuatro obispos de la Fraternidad. Así, con un poco de flexibilidad de cada lado, seguramente Roma y la Fraternidad SPX pueden alcanzar un cierto arreglo por el cual Roma devuelve a la Fraternidad SPX esa respectabilidad de la cual nunca hubiera tenido que ser privada, y la Fraternidad SPX puede reingresar a Roma en una procesión triunfal. Así las dos reunidas reconquistaran el mundo para Cristo. Puede ser que las Discusiones Doctrinales de 2009–2011 evidenciaron una total divergencia doctrinal, pero esto prueba simplemente que el arreglo tiene que ser puramente práctico (!).

Ay de nosotros! Los sacerdotes que se dejan mecer por tal sueño, o bien no han leído Pascendi o no entendieron lo que han leído. En su gran Carta Encíclica de 1907 San Pío X dio la voz de alarma sobre el hecho de que el Modernismo representa la mayor amenaza a la existencia de la Iglesia, porque el Modernismo es donde termina la ruta que separa el alma de la realidad natural o sobrenatural. Es el último autoaislamiento del espíritu en el interior de su mundo de ensueños sin Dios. El error no puede ir mas lejos. He aquí un ejemplo de este aislamiento:

Hacia el fin de la sección sobre el teólogo Modernista, Pascendi explica como el Modernista se regocija de ser condenado por la autoridad de la Iglesia. Así como una manguera de jardín no debe estar separada de la canilla que le permite regar, así la Iglesia no debe estar cortada de su fuente en la Tradición. La Iglesia necesita entonces progresar por un juego de intercambio entre el Modernismo y la Tradición. Por consiguiente necesita que la autoridad sea Tradicional y que ella ejerza su papel Tradicional condenándolos como Modernistas. De tal manera que si el Papa no los condena, ellos seguirán adelante, y si de hecho los condena también seguirán adelante porque precisamente al condenarlos, el Papa está contribuyendo al progreso de la Iglesia! Cara él pierde, seca ellos ganan. Es el error que se encierra en si mismo. Dios no puede ganar.

Pues bien, el gran y buen Dios tiene una sorpresa en reserva para los que así piensan. Para salvar las almas El inundó todo el sistema corrompido de los hombres en el tiempo de Noé, y para salvar nuevamente las almas puede esta vez limpiarlo con una explosión. La explosión puede o no comenzar en 2012. ¿Y la cita esperanzadora? –

“Mas cuando estas cosas comiencen a ocurrir, erguíos y levantad la cabeza, porque vuestra redención se acerca” (Lc.XXI, 28). La hora es la más negra justo antes del alba.

Kyrie eleison.

Regalos Griegos – I

Regalos Griegos – I on agosto 20, 2011

El 14 de Septiembre, en unas cuantas semanas, se dice que se llevará a cabo en Roma una junta del Cardenal Levada y oficiales Romanos con el Superior General de la Sociedad de San Pío X y sus dos Asistentes. Los Católicos que aprecian lo que Mons. Lefebvre y su Sociedad han recibido como encomienda durante los últimos 40 años en defensa de la Fe necesitan estar prevenidos, porque esa Fe está hoy más que nunca en peligro, y “Hombre prevenido vale por dos,” especialmente a través de la oración.

Fue el Cardenal Levada, Perfecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien fue encomendado hace dos años de supervisar las Discusiones doctrinales que se llevaron a cabo desde el otoño del 2009 hasta Abril de este año, entre Roma y la FSSPX. Fue Roma quien invitó a la FSSPX a asistir a esta reunión. Parece razonable anticipar que el 14 de Septiembre los Romanos pondrán sobre la mesa la decisión a la cual llegaron a partir de las Discusiones acerca del futuro de la FSSPX

Ahora bien, por todos los medios las Discusiones hicieron evidente que no existe posibilidad alguna para un acuerdo doctrinal entre la FSSPX que se aferra a la doctrina de la Iglesia de siempre, y la Roma actual que se ubica en las enseñanzas de la Nueva Iglesia y que está perseverando en esta desorientación, como es claro a partir de la Nueva Beatificación de Juan Pablo II en el mes de Mayo, y también de Asís III que está por ocurrir en Octubre. Así es que la situación que se desprende de las Discusiones no es otra que la situación en que se iniciaron: por un lado, para la gloria de Dios y la salvación de las almas, la FSSPX lucha por ayudar a Roma a que vuelva a la verdadera Fe Católica, mientras que para la gloria del hombre moderno y para la satisfacción de sus medios de comunicación innobles (como en Enero y Febrero del 2009), la Roma Conciliar está haciendo todo lo que está bajo su poder para inducir a la FSSPX a que se deje disolver en el ecumenismo podrido de la Nueva Fe.

Por lo tanto ¿qué podemos imaginar que Roma impondrá el 14 de Septiembre? Palo, o zanahoria, o – lo que es más probable – ambos, medidos según la estimación Romana del pensamiento actual dentro de la FSSPX. El palo podría ser la amenaza de una total “excomunión” para la FSSPX, esta vez definitiva. Pero ¿quién que tenga la Fe Católica podría temerle a esta amenaza? Cuando el Arzobispo Lefebvre fue amenazado por primera vez de ser “excomulgado” de la Nueva Iglesia, recordemos su respuesta: “¿Cómo puedo ser excluido de una ‘iglesia’ a la que nunca he pertenecido?”

Por el otro lado la zanahoria más ingeniosa de Roma podría ser la oferta aparentemente irresistible de una “comunión total con Roma” bajo los términos de la misma FSSPX. Solo que podría existir una cláusula en letras pequeñas que estipularía que los futuros Superiores y Obispos de la FSSPX podrían ser elegidos por un comité conjunto de Roma y de la FSSPX, con la simple mayoría de sus miembros siendo . . . Romanos. Después de todo, ¿querría la FSSPX subordinarse a Roma, o no? “¡Decídanse!” será su demanda razonable, como habría sido el reclamo del Cardenal Ratzinger en el 2001.

Los que ven claro recordarán el dicho del sabio – pero despreciado – Troyano quien no quería que el Caballo de los Griegos entrara a Troya. «Timeo Danaos et dona ferentes» /« Sea lo que sea, temo a los Dánaos (Griegos) incluso si traen regalos.” Pero ingresaron el Caballo de Troya. Todos sabemos lo que le sucedió a Troya.

Kyrie eleison.

Contaminación Liberal

Contaminación Liberal on febrero 5, 2011

Si el liberalismo en su sentido más amplio se define como la liberación del hombre de Dios (hacer referencia a los “Comentarios Eleison” de la semana pasada), entonces el Catolicismo liberal del siglo XIX que surgió de la Revolución Francesa (1789) fue en términos generales la liberación exitosa de Dios por la política, mientras el Modernismo liberal de principios del siglo XX podemos considerarlo como el intento fallido de liberar a la Iglesia Católica de Dios, intento frustrado por San Pío X. Sin embargo, ese intento tuvo éxito, medio siglo después, más allá de los sueños de los liberales, con el Concilio Vaticano Segundo. Enseguida les presento otro testimonio reciente que recibí de Italia, que muestra cómo el Tradicionalismo liberal trabaja actualmente para liberar la Tradición Católica de Dios (¡si tan solo tuviésemos la mitad de la perseverancia del Demonio!):—

“Después de que el Motu Proprio de Benedicto XVI desencadenó la Misa Tridentina en el 2007, una gran cantidad de Católicos se acercaron más a la Tradición, pero su calidad varió ampliamente. Como era inevitable, el aumento en número atrajo hacia la Tradición muchos Católicos que nunca habían estado convencidos de su importancia y cuya idea de la Tradición era aún básicamente subjetiva, lo que quiere decir que para esos Católicos, la Tradición es opcional y no obligatoria. En este sentido, aún si Benedicto de hecho dijo algunas cosas provechosas en su discurso clave del 22 de Diciembre del 2005, su efecto fue desastroso.

“La confianza en el Papa hizo entonces que cualquier pensamiento crítico acerca de la liturgia, catequesis o doctrina modernas, tomara un segundo lugar. El establecer distinciones o el aclarar la confusión lo hacía a uno extremadamente impopular. Sin embargo, el anuncio de Asís III le dio un fuerte golpe a este espectro amplio y blando de la Tradición, y los Católicos tuvieron que decidirse. Los contrastes salieron a la luz y las primeras divisiones se esbozaron.

“Benedicto XVI ha tenido éxito al infectar el potencial prometedor de jóvenes Católicos conectados o cercanos a la Tradición, y ha logrado crear divisiones. Mucho de ese potencial ahora está arruinado, aún cuando uno pudiese depositar la esperanza en Dios de que muchos otros jóvenes terminaran hablando y comportándose en una manera propiamente Católica. Entonces ¿cuántos Católicos abrazarán al fin, de todo corazón, la causa justa de la Iglesia? Tendremos que esperar a que la polvareda se disipe y a que los hombres de buena fe y vigor fresco hagan su aparición.

“Ser testigo de la Tradición requiere más que nunca antes de declaraciones firmes y claras. Vacilar causa solamente daño. Mientras tanto, sigamos luchando, subiendo el tono en donde sea necesario y abiertamente resaltando los males de la Nueva Iglesia Conciliar de Benedicto XVI. La opinión pública en Italia está muy lejos de preocuparse de los verdaderos problemas de la Iglesia. Los Católicos aquí, practicantes o no, han aprendido por siglos a creer que lo que el Papa dice es palabra del Evangelio. Son hijos de nuestra era.”

Seguramente este testimonio sugiere que la marginalización de Econe por la Iglesia oficial en 1975 y su rotunda condenación con las “excomuniones” de 1988, ayudaron a salvar a la Tradición Católica de la contaminación liberal. ¿Necesitará permitir el Señor Dios por esa misma razón otra división y marginalización como la de entonces? ¡Fervientemente esperamos que no!

Kyrie eleison.

Asisi-ismo – ¡No!

Asisi-ismo – ¡No! on enero 8, 2011

Algunas personas aún temen que la Fraternidad de San Pío X del Arzobispo Lefebvre esté en camino a un mal acuerdo con la Roma de Benedicto XVI, pero a través del Asisi-ismo del Papa entre otras cosas, uno puede decir que el mismo Benedicto XI está haciendo su mejor esfuerzo para prevenir tal ocurrencia.

Hace seis días argumentó en teoría que las “grandes religiones” del mundo pueden constituir “un factor importante de la paz y la unidad de la humanidad.”

Hace cinco anunció en práctica que en Octubre de este año irá como “peregrino” a Asís para conmemorar el 25 aniversario del Encuentro de Oración de las Religiones del Mundo, llevado a cabo en ese lugar por el Papa Juan Pablo II en 1986. Pero la teoría de todas “las grandes religiones del mundo” contribuyendo a la paz mundial fue rechazada por completo por el Arzobispo Lefebvre, y condenó la práctica del Encuentro de Oración de 1986 en Asís como una violación flagrante del Primer Mandamiento que, viniendo del Vicario de Cristo, constituía un escándalo sin precedentes en toda la historia de la Iglesia. Únicamente el temor de que un exceso de repetición pudiese ser contraproducente lo habría posiblemente detenido de castigar esta última locura del Asisi-ismo.

Sin embargo, el Arzobispo reconoció que en aquel momento muy pocos Católicos comprendieron la enormidad del escándalo. Esto se debe a que el mundo moderno en su totalidad marginaliza a Dios, deja entre paréntesis la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, hace a la religión una cuestión de libre elección y convierte la Tradición Católica en una simple cuestión de sensibilidad o sentimentalismo. Aún infectando a los Papas, esta manera de pensar se ha vuelto tan normal alrededor de nosotros que todos estamos amenazados en nuestra fe. Volvamos a algunos fundamentos:

Todo ser requiere una Primera Causa. Esa Causa, para ser la Primera, debe ser el Ser mismo, y debe ser un Ser completamente perfecto, porque cualquier dios secundario, para diferenciarse del Primero, tendría que tener alguna perfección que le faltaría al Primero. Así es que el verdadero Dios puede solamente ser uno. Este único Dios verdadero tomó naturaleza humana una vez y solamente una vez, en la divina persona de Nuestro Señor Jesucristo, quien probó su divinidad por una cantidad y calidad de milagros que no se han visto en la vida de ningún otro hombre jamás, pero que han acompañado a su Iglesia desde entonces: La Iglesia Católica Romana. La pertenencia a esa Iglesia es por la Fe, y está abierta a todos los hombres. Si creen, ese es el inicio indispensable de su eterna salvación. Si se rehúsan a creer, van camino a la eterna condenación (Marcos XVI, 16).

Por lo tanto si por sus eventos pasados y futuros en Asís, los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI han fomentado a las almas a pensar que el Catolicismo no es la primera y única manera para alcanzar una eternidad feliz, sino solamente una entre muchas otras (aún cuando sea la mejor) que promueven la “paz y unidad” de la humanidad en esta vida, se deduce que ambos Papas han hecho posible la atroz condenación de un sinfín de almas en la vida venidera. En lugar de tener parte alguna en dicha traición (por lo menos objetiva), el Arzobispo Lefebvre prefirió ser despreciado, rechazado, menospreciado, marginalizado, silenciado, “excomulgado,” etc.

Hay un precio que se debe pagar por adherirse a la Verdad. ¿Cuántos Católicos están listos para pagarlo?

Kyrie eleison.