autoridad

¿Quienes Dividen y Se Rebelan?

¿Quienes Dividen y Se Rebelan? on septiembre 15, 2012

El Capítulo VII del Evangelio según San Juan contiene una lección especial para hoy día: ¿quiénes son los verdaderos rebeldes contra la autoridad, y quienes los que no son más que aparentes rebeldes? ¿Quién aparenta estar dividiendo al pueblo de Dios y quien está realmente dividiéndolo? Las cosas no son siempre lo que aparentan. Es necesario siempre “Juzgar no según las apariencias, sino juzgar según un justo juicio” (Jn.VII,24).

Este capítulo VII de San Juan está cercano al fin de la vida de Nuestro Señor en la tierra. Los judíos están tratando de matar a Jesús (versículo 1), pero aún así Nuestro Señor sube a Jerusalén y enseña en el Templo (14). El pueblo está ya dividido (12) y así el resultado de la enseñanza de Jesús es que algunos del pueblo (40) reconocen en El al Profeta (cf.Deut.XVIII, 15–19) mientras que otros (41–42) le rechazan tal reconocimiento porque El es de Galilea. Por consiguiente, hay división y disensión. Ahora bien, la división, como tal, merece reprobación, luego ¿de quien es la culpa? Ciertamente no de Nuestro Señor quien no hacía más que predicar la doctrina de su Padre en el Cielo (16–17). Tampoco puede culparse a esa parte del pueblo que aceptó su divina enseñanza. Claramente la culpa de la división yace en las autoridades del Templo y en aquella parte del pueblo que estaba rechazando la Verdad.

Del mismo modo en las décadas de 1970 y 1980, el Arzobispo Lefebvre dividió a los Católicos al enseñar y practicar la verdad de la Tradición Católica, pero ¿cuál será el Católico que ahora alardee de ser Tradicional, que lo culpe por esta división? Claramente la culpa por la división en la Iglesia no recae ni sobre el Arzobispo ni sobre los que lo siguieron, sino principalmente sobre aquellas autoridades de la Iglesia que estaban torciendo la verdadera religión tal como lo hacían las autoridades del Templo en los días de Nuestro Señor. Una y otra vez el Arzobispo les pidió a ellas “juzgar un justo juicio,” para que enfrentasen el problema central creado por su adulterio Conciliar con el mundo moderno. Hasta el día de hoy, las autoridades de la Iglesia rechazan tal confrontación. Una y otra vez la única respuesta de ellos ha sido: “¡Obediencia!” “¡Unidad!.” ¿No es evidente que su carencia de argumentos con respecto a las cuestiones básicas de la verdad sugiere que son ellos los verdaderos rebeldes y responsables de la división en la Iglesia?

Sin embargo la disensión como tal no es una buena cosa, y ambos, Nuestro Señor y el Arzobispo Lefebvre, sabían de antemano que a causa de sus enseñanzas resultaría la disensión. ¿Porqué entonces continuaron a pesar de ello? Porque las almas pueden ser salvadas con la disensión (cf.Lc.XII,51–53), pero no pueden ser salvadas sin la Verdad. Si las autoridades religiosas están extraviando al pueblo – y el Diablo trabaja particularmente duro sobre ellas, debido al poder que ellas tienen para llevar a muchas otras almas por el mal camino – entonces es cuando la Verdad debe ser afirmada para traer al pueblo de vuelta al camino del Cielo, aún cuando eso sea causa de disensión. Aquí se ve como la Verdad está por encima de la autoridad como de la unidad.

Y, ¿dónde está esta verdad en el año 2012? El Vaticano II fue un desastre para la Iglesia – ¿cierto o falso? Las autoridades de la Iglesia que efectuaron Asís III y la “beatificación” de Juan Pablo II están siempre aferradas al Vaticano II – ¿cierto o falso? Y, entonces, si la Fraternidad San Pío X se coloca ella misma bajo aquellas mismas autoridades, éstas usarán todo su prestigio, y el poder sobre la FSPX que la misma Fraternidad les habrá dado, para disolver su resistencia al Vaticano II – ¿cierto o falso? Luego, la FSPX corre el grave riesgo de perder progresivamente la fuerza que todavía le puede quedar para resistir a este prestigio y poder – ¿cierto o falso? ¡Como lo dicen los Romanos, “Roma puede esperar”!

Entonces, en la FSPX, hoy, si uno “juzga no según las apariencias sino según un justo juicio,” ¿quién es el verdadero responsable de la “división”? ¿Quiénes son los reales “rebeldes contra la autoridad”? ¿Aquellos que critican el riesgo de tal mezcolanza de la Verdad Católica con el error Conciliar, o bien aquellos que promueven esa mezcolanza?

Kyrie eleison.

El Ecumenismo de Benedicto – VI

El Ecumenismo de Benedicto – VI on julio 14, 2012

Se había prometido que en el último de esta serie de artículos de los “Comentarios Eleison” inspirados por el libro del Dr. Wolfgang Schüler “Benedicto XVI y Cómo la Iglesia se ve a Sí Misma,” se aplicaría su lección principal a la situación presente de la Fraternidad San Pío X. La aplicación ya ha sido sugerida: si uno puede ser católico solamente perteneciendo al organismo viviente de la Iglesia católica, entonces uno devendrá conciliar por pertenecer al organismo de la Iglesia conciliar.

Benedicto XVI sostiene que pedazos cortados de la Iglesia católica todavía pertenecen a la Iglesia de Cristo. El Dr. Schüler, siguiendo a Nuestro Señor (Jn.XV,1–7), argumenta, por el contrario, que como la Iglesia es un organismo viviente, entonces las ramas cortadas se marchitan y mueren debido a que es la planta la que les da vida a ellas. Se deduce que si la Fraternidad San Pío X es injertada en la planta conciliar que está completamente enferma con la religión del hombre de Vaticano II, entonces la planta conciliar transmitirá su enfermedad a la Fraternidad San Pío X. Aquí hay tres citas del Arzobispo que expresan esta realidad:—

En 1984, mucho antes de las Consagraciones episcopales de 1988, él condenó por adelantado la ilusión de que la Fraternidad San Pío X, “retornando al seno de la Iglesia podría luchar, hacer esto, hacer aquello.” El contestó “Eso es absolutamente falso. Usted no retorna a una estructura, posicionándose debajo de sus superiores, contando con que una vez dentro usted va a trastornar todo. La realidad es que ellos tienen todo lo que necesitan para estrangularnos. Ellos tienen toda la autoridad.”

En 1988, justo antes de las consagraciones, él dijo, “Roma quiere que todo vaya según Vaticano II, mientras que nos dejan una pizca de Tradición. ( . . .) Ellos no están cambiando su posición. Nosotros no podemos ponernos en las manos de esas personas. Nosotros estaríamos engañándonos a nosotros mismos. Nosotros no tenemos la intención de dejarnos devorar. ( . . .) Poco a poco la Tradición transigiría.”

En 1989, poco después de las consagraciones, él respondió a la crítica de que la Fraternidad San Pío X hubiera hecho más bien a la Iglesia estando adentro que haciéndose poner afuera. El contestó “¿De qué Iglesia estamos hablando? Si usted se refiere a la Iglesia conciliar, entonces nosotros que hemos bregado contra el Concilio por 40 años porque queremos la Iglesia católica, entonces deberíamos re-ingresar a esta Iglesia conciliar para, supuestamente, hacerla católica. Esa es una ilusión completa. No son los súbditos los que hacen a los superiores sino los superiores los que hacen a los súbditos. Rodeado por toda la Curia Romana, en medio de los obispos del mundo que son progresistas, yo hubiera estado completamente empantanado. No hubiera podido hacer nada.”

En conclusión, si por cualquier acuerdo práctico o regularización canónica, la Fraternidad fuera a ponerse bajo las autoridades conciliares de la Iglesia que continúan firmemente adheridas a las ideas de Vaticano II tal como quedó ampliamente comprobado durante las Discusiones Doctrinales de 2009–2011, entonces su defensa de la Fe verdadera sería “estrangulada, devorada, empantanada.” Injertada en el todo conciliar viviente, no podría evitar contagiarse de la enferma vida conciliar. ¡Dios no lo permita!

Kyrie eleison.

El Ecumenismo de Benedicto – I

El Ecumenismo de Benedicto – I on febrero 25, 2012

Un estudio valioso sobre el ecumenismo conciliar escrito por un cierto Dr. Wolfgang Schüler apareció hace algunos años en Alemania. En su “Benedicto XVI y Como la Iglesia se Concibe a sí Misma,” él demuestra que el ecumenismo desencadenado por el Vaticano II ha transformado la comprensión que la Iglesia tiene de Ella misma, y él prueba mediante una serie de citas textuales que José Ratzinger como sacerdote, como Cardenal y como Papa ha fomentado esta transformación de una manera perfectamente coherente, desde la época del Concilio hasta el día de hoy. Y es seguro que no tiene vergüenza de haberlo hecho.

Siguiendo un orden lógico – lo cual nos tomará mas de un “Comentario Eleison”- veamos primero la verdadera concepción que la Iglesia tiene de Ella misma y después con la ayuda del Dr. Schüler, como esta concepción fue cambiada por el Concilio y como Benedicto XVI ha fomentado de un modo consistente este cambio. Finalmente sacaremos las conclusiones que se imponen para los Católicos que desean conservar la Fe verdadera.

La verdadera Iglesia Católica siempre se consideró Ella misma como un todo orgánico, una sociedad una, santa, católica y apostólica, constituida por seres humanos unidos por la Fe, los sacramentos y la jerarquía Romana. Esta Iglesia es tan una que ninguna pieza puede ser arrancada o sacada sin que ella deje de ser Católica (cf.Jn.XV, 4–6). Por ejemplo, esta Fe que es el primer elemento constitutivo del creyente Católico, no puede ser creída a pedacitos: debe ser mantenida toda junta (por lo menos implícitamente) o, en caso contrario, sencillamente no existe. Y la razón para ello es que yo creo en los dogmas de la Fe Católica únicamente por la autoridad de Dios revelante, de tal manera que si yo dejo de creer en uno solo de los dogmas, estoy rechazando la autoridad de Dios que los garantiza a todos; en tal caso aún cuando yo crea en todos los otros dogmas, mi creencia ya no descansa sobre la autoridad de Dios sino que se apoya solamente en mi propia elección.

De hecho la palabra “hereje” viene de la palabra griega “elegir” (hairein), porque siendo que la creencia del hereje descansa únicamente sobre su propia elección, por eso mismo ha perdido la virtud sobrenatural de la Fe, de suerte que aunque él rechace uno sólo de los dogmas de Fe, ya no es Católico. En una cita famosa San Agustín dice: “En mucho estás conmigo, en poco no estás conmigo, pero a causa de este poco en el cual no estás conmigo, lo mucho en que estás conmigo no te sirve para nada.”

Por ejemplo, un Protestante puede creer en Dios, incluso puede creer en la divinidad del hombre Jesús de Nazaret, pero si él no cree en la Presencia Real de Dios, cuerpo, sangre, alma y divinidad, bajo las apariencias de pan y vino despues de su consagración en la Misa, entonces tiene un concepto profundamente diferente y deficiente del amor de Jesucristo, y del Dios en el cual cree. ¿Puede entonces decirse que el verdadero Protestante y el verdadero Católico creen en el mismo Dios? El Vaticano II dice que uno sí lo puede decir, y sobre la base de creencias que supone mas o menos compartidas entre los Católicos y todos los no-Católicos, el Vaticano II construye su ecumenismo.

Al contrario, el Dr. Schüler ilustra mediante varias comparaciones que lo que puede parecer como una misma creencia, cuando en realidad forma parte de dos diferentes credos, no es la misma creencia en absoluto. He aquí una ilustración: ¡las moléculas de oxígeno mezcladas con nitrógeno son idénticas a las moléculas de oxígeno combinadas con hidrógeno. Sin embargo son tan diferentes en los dos casos como el aire que respiramos (O +4N) es diferente del agua que bebemos (H2O)! Argumento que se completará en futuros comentarios.

Kyrie eleison.

Enfermedad Mental

Enfermedad Mental on enero 21, 2012

Un amigo de muchos años me escribió recientemente una docena de argumentos mostrando las razones por las cuales la FSPX tendría que llegar a cierto entendimiento con Roma, aún cuando las Discusiones doctrinales de 2009–2011 han demostrado que el desacuerdo doctrinal Roma-FSPX es radical. Permítanme examinar aquí uno de sus argumentos, porque pienso que éste nos introduce a todas las dimensiones del drama al que se enfrenta la FSPX.

El escribe que si la FSPX no “normaliza” pronto su situación con Roma, corre entonces el riesgo de perder el sentido de lo que significa pertenecer a la Iglesia. En efecto, hay laicos y aún sacerdotes de la FSPX que se encuentran cómodos en la situación anormal presente y se han adaptado a ella, porque la FSPX “tiene todo lo que ella necesita y particularmente, obispos.” Tal adaptación, escribe mi amigo, tiende hacia una mentalidad cismática y a un sedevacantismo práctico, sino teórico. Yo he contestado que en mi opinión un riesgo mucho mas grave que adquirir mentalidad cismática es el de contraer “la enfermedad espiritual y mental de los Romanos de hoy al aproximarnos demasiado a ellos” ¿Respuesta escandalosa? Veamos.

“Enfermedad mental” es la expresión aplicada a los prelados romanos por otro amigo que ha tenido que hablar con ellos. Me dijo que son hombres inteligentes y sinceros, perfectamente capacitados para captar los argumentos de Tradición que se les presentan, pero él concluyó “Ellos son mentalmente enfermos, pero tienen la autoridad.” Ciertamente no era su intención proferir un insulto personal dirigido a estos Romanos cuando los llamó “mentalmente enfermos.” El estaba señalando algo mucho mas serio que un sencillo insulto personal. Estaba haciendo un comentario objetivo sobre la manera de razonar de estos Romanos, tal como se confirmó en sus conversaciones con ellos. Sus mentes ya no funcionan a base de verdad.

Un tercer amigo que estuvó también en contacto con Romanos importantes expresó lo mismo con otras palabras. Le pregunté, “¿No podría usted haber ido a la raíz del asunto con ellos empezando con la cuestión básica de la verdad en la manera de proceder del razonamiento?” Me contestó: “No. Todo lo que ellos hubieran dicho es que son ellos la autoridad, que ellos son la Iglesia Católica, y que si nosotros queremos ser Católicos, les corresponde a ellos decirnos que tenemos que hacer para serlo.” Estas mentes están funcionando no sobre la verdad sino sobre la autoridad. Ahora bien, la leche es una cosa linda ¡pero imagine al dueño de un auto tranquilamente insistiendo en llenar el tanque de su auto con leche! El gigantesco problema es que casi todo el mundo moderno ha perdido todo sentido de la verdad yamor hacia ella. Por mucho tiempo la Iglesia ha resistido a esta pérdida de la verdad, pero con el Vaticano II esta última resistencia también se derrumbó.

Porque de hecho el mundo moderno es deslumbrante y su atracción, poderosa. ¡Y así es Roma! He aquí como un amigo italiano percibe la seducción de estas oficinas del Vaticano: “Ingresar en los palacios Romanos es una empresa arriesgada porque el aire mismo que uno respira ahí es irresistible. La fascinación de estas salas sagradas viene no tanto de sus simpáticos funcionarios (de hecho, no todos lo son) sino mas bien de los 2000 años de historia de la Iglesia que ellos traen a la mente. ¿Será la fascinación del Cielo? ¿O será la del Infierno? En todo caso la atmósfera misma del Vaticano seduce a los visitantes y amaina sus voluntades.”

Y la fascinación del Vaticano es sólo una pequeña parte de la presión total del mundo moderno infiltrándose en las mentes para incapacitarlas y llevarlas a seguir su corriente. Estimado amigo, mas quisiera yoser un sedevacantista cismático que un apóstata romano. ¡Con la gracia de Dios, ni el uno ni el otro!

Kyrie eleison.

¿Religion de Estado? – III

¿Religion de Estado? – III on enero 14, 2012

Proclamar que los Estados no necesitan profesar o proteger la religión Católica es un error liberal clásico y, uno de los mayores errores del Vaticano II. El liberalismo ha dicho, por así decir, “No ataquemos al Catolicismo frontalmente, pero dividamos para reinar. Dividamos al hombre individual de la sociedad aduciendo que el hombre no es un animal social, y entonces podremos pretender que la religión es un asunto puramente individual. Esto nos permitirá adueñarnos de la sociedad y una vez que la hayamos vuelto liberal, haremos de ella un arma poderosa contra el individuo para volverle a él también liberal, porque claro, ¡el hombre es un animal social! Y entonces si algún individuo no quiere ser liberal, tendrá grandes dificultades para resistir a su sociedad que nosotros habremos vuelto liberal.” ¿No es así? ¡Miren a su alrededor! Contestemos entonces a tres nuevas objeciones a la doctrina según la cual, para la salvación de las almas, cada Estado tendría que ser Católico.

Excelencia, Nuestro Señor El mismo ha dicho “Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (Mt.XXII, 21). Aquí Nuestro Señor separa claramente la Iglesia del Estado. Así que ningún Estado debería involucrarse en el Catolicismo o en cualquier otra religión.

Respuesta: No, ¡Nuestro Señor aquí no está separando la Iglesia del Estado! Hace la distinción de sentido común entre lo que el individuo debe al Estado (impuestos, etc.) y lo que debe a Dios (culto). De ninguna manera Nuestro Señor dice que el Estado temporal no le debe nada al Dios eterno. De hecho, el Estado, siendo la autoridad colectiva temporal de un conjunto de seres humanos, le debe a Dios en sus actos de autoridad lo que estos seres humanos deben a Dios por ser seres sociales, es decir la observancia de su ley natural y, en lo que se refiere a la Iglesia que la razón natural por si misma puede dar por verdadera, el Estado le debe reconocimiento social y promoción, en la medida que actuando así no enajene las almas en lugar de ajudar a salvarlas.

Pero discernir cual es la verdadera religión es algo que le toca hacer al individuo, ¿Como entonces el Estado como Estado puede estar obligado por principio a ser Católico?

Respuesta: El Estado no es más que la asociación moral (es decir inmaterial) en cuerpo político de un mayor o menor número de seres humanos físicos (es decir materiales). Pero cada uno de estos seres humanos, con el solo uso correcto de su razón natural, tenga o no tenga la virtud sobrenatural de la Fe, es capaz de discernir que Dios existe, que Jesucristo es Dios y que la Iglesia Católica es la única Iglesia fundada por Jesucristo. Si entonces un Estado dado no discierne que ella es la verdadera religión, no es porque sus ciudadanos no pueden discernirla, sino porque por diversas razones no lo hacen o no lo quieren hacer, negándose así a hacer buen uso de la razón natural que Dios les ha dado. En realidad ellos si que podrían discernirla, y delante de Dios todos tendrán una mayor o menor responsabilidad, perfectamente medida por El según las condiciones que les son propias, por no haberlo hecho.

Pero, Excelencia, si usted insiste en la obligación de cada Estado de ser Católico, usted solamente generará una reacción de muchas almas contra la buena doctrina.

Respuesta: Es por la gloria de Dios y la salvación de las almas por lo que cada Estado tendría que ser Católico. Así, a los hombres demasiado ignorantes o corrompidos a quienes esta verdad no hará más que alienarlos, uno puede, sin menoscabo del principio, dudar de proclamarlo, pero esto no lo hace menos verdadero. Los verdaderos principios no son menos verdaderos cuando a veces en la práctica se requiere una cierta medida de prudencia en la manera con la cual deben ser afirmados ¡Seguro que a los lectores de este “Comentario” se les puede decir toda la verdad!

Kyrie eleison.

Roma Insiste

Roma Insiste on diciembre 17, 2011

Casi al mismo tiempo que Monseñor Fellay dejaba saber que la FSSPX pedirá esclarecimientos sobre el Preámbulo Doctrinal, la reacción de Roma a las discusiones doctrinales que tuvieron lugar desde 2009 hasta la primavera de este año, uno de los cuatro teólogos que tomaron parte en estas discusiones, Monseñor Fernando Ocariz, publicó un estudio “Acerca de la adhesión al Concilio Vaticano II.” El momento que eligió muestra que todavía no hemos salido del túnel, al contrario! Pero veamos sus argumentos, que al menos son claros.

En su introducción declara que el Concilio “pastoral” fue sin embargo doctrinal. Lo pastoral se basa en la doctrina. Lo pastoral busca salvar las almas, lo que implica doctrina. Los documentos del Concilio contienen mucha doctrina. Bien! El Monseñor al menos no va a esquivar las acusaciones doctrinales presentadas contra el Concilio pretendiendo que no era doctrinal, como lo han hecho muchos defensores del Concilio.

Luego, acerca del Magisterio de la Iglesia en general, dice que el Concilio Vaticano II estaba compuesto de los obispos Católicos que tienen “el carisma de la verdad, la autoridad de Cristo y la luz del Espíritu Santo.” Negarlo, dice, es negar algo que pertenece a la esencia misma de la Iglesia. Pero, Monseñor, ¿que me dice del conjunto de los obispos Católicos que siguieron la herejía Ariana bajo el Papa Liberio? Excepcionalmente, aún la casi unanimidad de los obispos puede desviarse doctrinalmente. Si esto ha ocurrido una vez, puede ocurrir nuevamente. Ocurrió en el Concilio Vaticano II, como lo demuestran sus documentos.

Continúa declarando que las enseñanzas no dogmáticas y no definidas del Concilio requieren, sin embargo, por parte de los Católicos, su asentimiento, llamado “sumisión religiosa de la voluntad y del intelecto,” lo cual es “un acto de obediencia bien enraizado en la confianza en la asistencia divina dada al Magisterio.” Monseñor, tanto a los obispos Arianos como a los Conciliares, no existe duda de que Dios les ofreció toda la asistencia que ellos necesitaban, pero que la rehusaron, como está demostrado en el caso de Vaticano II por la oposición a la Tradición en sus documentos.

Finalmente Monseñor Ocariz supone aquello que debe probar cuando arguye que el Magisterio Católico es continuo y que el Concilio Vaticano II es el Magisterio, luego sus enseñanzas no pueden estar mas que en continuidad con el pasado. Y si aparecen como una ruptura con el pasado, entonces la actitud Católica ha de ser interpretarlos de tal manera que tal ruptura no exista, como lo hace por ejemplo la “hermenéutica de la continuidad” de Benedicto XVI. Pero Monseñor, estos argumentos pueden revertirse. De hecho hay una ruptura doctrinal, como resulta claro al examinar los documentos Conciliares en si mismos. (Por ejemplo, hay (Vaticano II) o no hay (Tradición), un derecho humano que permita propagar el error?). Por consiguiente, el Vaticano II no fue el verdadero Magisterio de la Iglesia y la actitud Católica es mostrar que existe realmente esta ruptura con la Tradición, como lo hizo el Arzobispo Lefebvre, y no pretender que tal ruptura no existe.

Las últimas palabras de Monseñor son para afirmar que sólo el Magisterio puede interpretar el Magisterio. Lo que nos hace volver justo al punto de partida.

Estimados lectores, Roma de ninguna manera ha salido del túnel. Que el Cielo nos ayude.

Kyrie eleison.