autoridad

Raciones de Combate

Raciones de Combate on octubre 22, 2016

En asuntos militares es normal que generales y soldados por igual tengan en mente más bien la última guerra que la que ellos están ahora peleando. ¿Quién imaginó una guerra de trincheras antes de la Primera Guerra Mundial? Sin embargo, para la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo entreguerras de tanques había ya hecho obsoletas las trincheras. Semejantemente en asuntos religiosos. El siglo 21 ya no es más el 20. Los Católicos Resistentes desde el 2012 ciertamente esperan demasiado al estar esperando cualquier cosa parecida al establecimiento y expansión de la Fraternidad de San Pío X en el siglo pasado. Por ejemplo, de dos admirables Resistentes de hoy viene un lamento general y uno particular, ninguno tal vez totalmente sabio . . .

El lamento general es que la “Resistencia” se está desmoronando más que avanzando. Estos “Comentarios” a menudo ponen entre comillas la palabra “Resistencia” precisamente para sugerir que la resistencia Católica a la Conciliarización de la FSSPX no es todavía ningún tipo de organización sino más bien un movimiento vago con un objetivo preciso, salvar la Fe Católica, pero hasta ahora con poca estructura que le ayude a hacerlo. Sin embargo, que los Resistentes cobren ánimo porque mientras el hombre propone, Dios dispone, de manera que lo que puede parecer un fracaso humano puede no ser un fracaso desde la perspectiva de Dios Todopoderoso.

Así, en la década de los 1970, Monseñor Lefebvre propuso movilizar media docena de obispos Católicos con el fin de arrojar una verdadera barricada en el camino de los Conciliaristas destruyendo en ese entonces la Iglesia, pero Dios dispuso otra cosa. En este su propósito Monseñor fracasaría pero, al intentarlo, él tuvo éxito en construir una tesorería mundial para salvaguardar los tesoros de la doctrina de la Iglesia, Misa y sacerdocio para mejores tiempos. Semejantemente, hay ahora Resistentes proponiendo construir un reemplazo para la amenazada FSSPX, y su aparente debilidad (al menos hasta ahora) puede sugerir que este reemplazo no está en los planes o disposiciones de Dios Todopoderoso. Sin embargo, intentándolo, los Resistentes están ayudando a asegurar (al menos por ahora) la supervivencia de la Fe Católica, lo cual es ciertamente una disposición de la Providencia.

El lamento particular es que si solamente la “Resistencia” tuviera escuelas, muchos padres de la FSSPX engrosarían los rangos de la “Resistencia”, como no pueden hacerlo ahora porque sus niños serían inmediatamente echados de las escuelas de la FSSPX para las cuales no hay actualmente alternativa decente. Pero, de nuevo, estamos luchando por la Fe en el siglo 21, no en el 20. Antes, en la década de los 1980, había todavía suficientes padres, maestros y sacerdotes Católicos con ideas afines como para formar ese marco triangular dentro del cual los niños casi tienen que crecer derechos. ¿Pero hoy? Hoy uno se entera de una escuela de la SSPX para varones que ha sido en serias dificultades debido a un estallido dentro de sus paredes de ese pecado contra natura que clama al Cielo por venganza. Pero, ¿qué paredes pueden hoy detener a los adolescentes para llegar a conocer sobre esa glorificación del pecado entre la masa de los hombres adultos de su país y de una nueva palabra inventada para condenar la condenación del nuevo vicio –”homofobia”? Y, ¿desde cuándo los adolescentes no deben imitar a sus adultos? De hecho, ¿cómo puede cualquiera hacer funcionar una escuela de varones desde la invención del Internet, con acceso de bolsillo a él? ¿Son todavía posibles las instituciones Católicas?

En la guerra religiosa de hoy, el orden del día es seguramente el de raciones de combate, significando lo estrictamente necesario para la supervivencia del soldado, aquí para mantener la Fe. Esta guerra debe ser ganada en el hogar o será perdida. Dios da a los padres un poder natural para formar a sus niños, poder que sobrepasa por, digamos, cinco a dos, el poder de cualquier institución para deformarlos, pero solo mientras los padres se aferren a su poder. Un pequeño timón puede dirigir un gran barco, pero no si el timon el lo suelta. Si los padres sueltan a sus niños, ellos no pueden culpar al mundo por conducirlos al Infierno. Y, si algunos padres han querido que las escuelas de la FSSPX capaciten a sus niños para el mundo más que para el Cielo, ¿no podría estar aquí una razón importante del por qué la FSPX ha resbalado?

Kyrie eleison.

Arzobispo, Comentado – II

Arzobispo, Comentado – II on enero 10, 2015

Antes de dejar las realistas observaciones de 1991 de Monseñor Lefebvre (cf. los últimos dos CE), comentemos algo más, con la esperanza de ayudar a los Católicos a mantener su equilibrio entre despreciar a la autoridad en nombre de la verdad, y deprimir la verdad en aras de la autoridad. Pues, siempre desde que los hombres de Iglesia del Vaticano II (1962–1965) relegaron su total autoridad a respaldar la Revolución en la Iglesia ( libertad religiosa, igualdad colegial y fraternidad ecuménica), los Católicos fueron sacados afuera de su equilibrio: cuando la Autoridad pisotea a la Verdad, ¿cómo de hecho puede uno mantener el respeto por ambas?

Ahora, en las atormentadas secuelas del Vaticano II, ¿de quien se puede decir que haya portado frutos comparables a aquella preservación de la doctrina católica, la Misa y los sacramentos, de la cual Monseñor Lefebvre fue el principal (si bien no el único) responsable? En cuyo caso, el equilibrio que él mismo estableció entre la Verdad y la Autoridad debe ser merecedor de especial consideración.

En primer lugar consideremos una simple observación de Monseñor acerca de la autoridad: “Ahora tenemos la tiranía de la autoridad porque no hay más ninguna regla del pasado”. En medio de los seres humanos, todos con el pecado original, la verdad necesita autoridad que la respalde, porque es una ilusión Jeffersoniana el que la verdad tirada al mercado de la plaza prevalecerá toda por sí misma, sin que sea necesario un desastre para restablecer la realidad. La autoridad es a la verdad como el medio es al fin, no como el fin es al medio. Es la Fe católica la que salva y esa Fe yace en una serie de verdades, no en la autoridad. Esas verdades son de tal manera la sustancia y el propósito de la Autoridad católica que cuando ésta se suelta de aquellas, como por el Vaticano II, entonces flota a la deriva hasta que el primer tirano que pone manos en ella la tuerce a su voluntad. La tiranía de Pablo VI fue consecuencia natural del Concilio, tanto como el liderazgo de la Fraternidad San Pío X, por perseguir la aprobación de los campeones de ese mismo Concilio, se ha comportado tiránicamente asimismo en años recientes. Contrasten como es sirviendo a la verdad que Monseñor construyó su autoridad sobre la Tradición.

Una segunda observación de Monseñor de 1991 que amerita más comentario es donde él dijo que cuando en 1988 él trató de llegar a un acuerdo con Roma por medio de su Protocolo del 5 de Mayo, “Pienso que puedo decir que fui aún más lejos de lo que habría debido ir”. Ciertamente ese Protocolo yace en puntos importantes abierto a críticas, por lo que aquí tenemos al propio Monseñor admitiendo que él perdió momentáneamente su equilibrio, inclinándose brevemente a favor de la autoridad de Roma y contra la verdad de la Tradición. Pero se inclinó solamente brevemente, porque es bien sabido que a la mañana siguiente él repudió este Protocolo, y nunca más hasta su muerte él vaciló de nuevo, de tal manera que de allí en adelante nadie puede decir que, o bien él no había hecho todo lo que él podía para llegar a un acuerdo con la Autoridad, o bien que sea cosa fácil mantener siempre ese equilibrio correcto entre la Verdad y la Autoridad.

Una tercera observación vierte luz sobre su motivación por buscar desde 1975 hasta 1988 algún acuerdo con la Autoridad Romana. Juzgando los motivos de Monseñor según los propios de ellos, sus sucesores a la cabeza de la FSPX hablan como si él hubiera estado siempre buscando la regularización canónica de la FSPX. Pero él explicó el Protocolo de la siguiente manera: “Yo tenía esperanzas hasta el último minuto que en Roma presenciaríamos un poquito de lealtad”. En otras palabras, siempre estaba persiguiendo el bien de la Fe y nunca honró a la Autoridad por algo más que no fuese por el bien de la Verdad. ¿Puede decirse lo mismo de sus sucesores?

Kyrie eleison.

Marcellus Initiative

Marcellus Initiative on noviembre 10, 2012

Después de la presentación de los detalles de la “Marcellus Initiative” la semana pasada, establecida para facilitar las donaciones a la causa de un obispo “expulsado,” algunos lectores preguntaron, no sin razón, cuales serían los fines de la “Iniciativa.” Para empezar, cubrirá sus gastos personales de mudanza fuera de Wimbledon, tal vez fuera de Londres, y después para vivir en otra parte. Más allá de esos gastos, la palabra “Iniciativa” fue elegida deliberadamente para dejar opciones abiertas. Sin embargo, es importante que nadie piense que sus donaciones servirán a corto plazo para crear un sustituto de la Fraternidad San Pío X o de un seminario. En los dos casos existen buenas razones para no apresurarse.

En cuanto a una alternativa a la FSPX, debemos aprender las lecciones que se desprenden de su grave crisis actual. La Iglesia católica funciona con la autoridad, desde el Papa hacia abajo, pero nuestro mundo Revolucionario de hoy ha destruido a tal punto el sentido natural de la autoridad, que pocos saben comandar y la mayoría de los hombres obedecen sea poco sea demasiado. Hemos perdido, por así decir, el sentido común campesino que permitía a la autoridad católica funcionar normalmente. Así, al igual que solo Dios pudo restablecer la autoridad de Moisés gracias a un sensacional castigo a los rebeldes (cf. Números XVI), así, en nuestro día, parece cierto que solo Dios podrá restaurar la autoridad del Papa. ¿Será por una “lluvia de fuego,” tal como lo advirtió Nuestra Señora de Akita en Japón en 1973? Sea como sea una intervención divina, la posibilidad inmediata y práctica que queda, son los oasis de Fe, y yo tengo la intención de hacer lo que puedo para atenderlos.

Para la re-apertura de un seminario católico clásico, se aplican argumentos semejantes. No se pueden construir castillos sobre la arena, dice Nuestro Señor (Mt.VII, 26). Y a mi me parece que se está volviendo cada vez más y más difícil formar sacerdotes católicos a partir de los jóvenes modernos. Las cualidades sobrenaturales de fe, buena voluntad y piedad, pueden hacer mucho, pero la Gracia construye sobre lo natural, y los cimientos naturales, tales como un hogar sólido y una educación verdaderamente humana, son cada día más escasos. Por supuesto quedan todavía buenas familias donde los padres han entendido lo que su Religión exige de ellos para poner a sus niños en el camino del Cielo, y donde ellos están haciendo un esfuerzo heroico en este sentido. Pero nuestro mundo perverso se dedica con todas sus fuerzas a destruir cualquier sentido común y decencia natural, sea de género, familia, patria. Aún lo mejor intencionados, los hijos del ambiente social actual permanecen en general más o menos severamente inhabilitados para percibir o seguir un llamado de Dios.

¿Significa eso que Dios ha abandonado su Iglesia o que El tiene la intención de dejarnos sin sacerdotes para mañana? Claro que no. Pero significa sí, que ninguna organización Católica organizada mañana para salvar almas, puede permitirse de no ver como la Iglesia Conciliar y el mundo moderno están ahogando las almas. Significa sí, que los sacerdotes no pueden ya ser formados de ahora en adelante para tener un perfecto conocimiento de la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino, mientras no tengan idea de cómo aplicarla a la vida real de hoy.

A rajatabla las Congregaciones y seminarios de mañana tienen que conservar su asidero a la realidad y no perderse en sueños de cuan “normal” son o deberían ser. ¿Será posible? Con la ayuda de Dios, sí. Pero Dios es Dios, y para la salvación de las almas mañana, puede ser que El ya no recurra más a las Congregaciones o seminarios clásicos de ayer. En cuanto a mi, trataré de seguir Su Providencia en la ordenación de los sacerdotes – o en la consagración de obispos. Se haga la voluntad de Dios.

Kyrie eleison.

Decision Crucial

Decision Crucial on octubre 27, 2012

Así la exclusión de la Fraternidad San Pío X de uno de sus cuatro obispos consagrados para su servicio por el Arzobispo Lefebvre en 1988, es ahora oficial. Es una decisión crucial por parte de los líderes de la FSPX, no por ninguna razón personal, sino por la remoción de lo que mucha gente consideró ser el más grande obstáculo dentro de la FSPX para cualquier reconciliación entre la Tradición Católica y la Roma Conciliar. Ahora que él no está, la FSPX puede bastante más fácilmente continuar su deslizadero hacia el liberalismo cómodo.

Si el problema fuera simplemente la persona de este obispo, podría no haber serias consecuencias. Él tiene 72 años con no muchos años activos por delante de su vida. Con toda seguridad, él podría ser ignorado o más desacreditado aún, si fuera necesario, y dejado para desvariar y regañar en su solitaria jubilación. Pero si en verdad su exclusión significa el repudio de esa oposición a Roma que él representaba, entonces la FSPX tiene problemas serios, y muy lejos de resolver sus tensiones interiores por haber hecho un ejemplo de él, ahora está expuesta a ser despedazada por la disensión silenciosa o la contradicción abierta.

Esto es así porque el Arzobispo Lefebvre fundó la FSPX para resistir a la destrucción de la Iglesia católica: de su Fe por el Concilio con sus 16 documentos, y de la práctica de esa Fe sobre todo por la Nueva Misa. La resistencia al Concilio fue insertada por el Arzobispo en la naturaleza misma de la Fraternidad. Ahora bien, deshacer la naturaleza de una cosa es deshacer la cosa. Se deduciría que con esta exclusión, la FSPX del Arzobispo Lefebvre está bien encaminada a ser deshecha, y será reemplazada por algo bien diferente. En realidad, se ha podido observar esta transformación desde hace muchos años. La exclusión es simplemente un golpe final.

Pero no pensemos que el Arzobispo estuviera principalmente, o solamente, contra el Concilio. Principalmente él era católico, un obispo católico, un verdadero pastor de almas, como está claro en sus escritos anteriores al Concilio. Pero una vez que ese abominable desastre para la Iglesia tuvo lugar, él pronto vio que la tarea más urgente en defensa de la Fe era resistir a la Revolución del Vaticano II que estaba tomando el control de millones y millones de corazones y de mentes católicos. De allí su fundación en 1970 de la FSPX que usaría exclusivamente el rito Tridentino de la Misa. De allí su famosa Declaración de Noviembre, 1974, que fue como la carta constitucional de los principios católicos inspiradores de la resistencia de la FSPX. Solamente la conversión y reversión de las autoridades de la Iglesia a la verdadera Fe pueden justificar el abandono de esos principios. Y tal conversión o reversión, ¿han ocurrido? De ninguna manera. Al contrario.

¿Y el futuro? Para llenar el vacío dejado al abandonar los propósitos del Arzobispo, la cúpula de la FSPX probablemente ahora se precipita en los brazos de Roma, especialmente si la conciencia de Benedicto XVI lo está empujando a finalizar el “cisma” antes de su muerte. La exclusión del obispo puede o no haber sido una pre-condición establecida por Roma para un acuerdo Roma-FSPX, pero de cualquier manera favorece ese acuerdo. Los sacerdotes de la FSPX que ven claro pueden por el momento agazaparse y esperar la tempestad que se recogerá después del viento sembrado. Los fieles de la FSPX pueden asistir a las Misas de la FSPX por ahora, pero deben estar atentos al momento cuando la transformación arriba mencionada comience a amenazar su Fe. En cuanto al obispo excluido, cualquier donación a él o a su causa tendrá que esperar. Hay que organizar el método correcto para recibir los dones. Lo cierto es que este obispo no piensa en la jubilación.

¡Cuélguense fuerte todos! El paseo se anuncia confuso como el Infierno. ¡Dirijámoslo al Cielo!

Kyrie eleison.

¿Sarto, Siri?

¿Sarto, Siri? on septiembre 29, 2012

En un sermón de la Fiesta de San Pío X me encontré pronunciando “casi una herejía”: Me preguntaba en voz alta si José Sarto hubiera desobedecido a la destrucción de Paulo VI de la Iglesia, si en lugar de morir como el Papa Pío X en 1914, él hubiera muerto como Cardenal, digamos en 1974. En La Fraternidad San Pío X eso debe sonar como una herejía porque, ¿como la sabiduría del Patrón celestial de la FSPX podría ser defectuosa? Sin embargo la cuestión no es infundada.

En los años 1970, el Arzobispo Lefebvre hizo visitas personales a un cierto número de los mejores cardenales y obispos de la Iglesia con la esperanza de convencer siquiera a un puñado de ellos para ofrecer una resistencia pública a la revolución de Vaticano II. Acostumbraba decir que tan solo media docena de obispos resistiendo juntos hubieran podido seriamente obstruir el debacle Conciliar de la Iglesia. Por desgracia, ni siquiera el sucesor que Pío XII había esperado, el Cardenal Siri de Génova, haría un gesto público en contra del grupo que ocupaba el poder en la Iglesia. Finalmente, Monseñor de Castro Mayer dio el paso, pero solamente en los años ‘80, cuando la Revolución Conciliar se había bien incrustado en la cupola de la Iglesia.

Entonces, ¿como fue posible que las mejores de las bien adiestradas mentes hayan podido ser tan oscurecidas? ¿Cómo ni siquiera un mínimo de los mejores hombres de Iglesia de la época no haya sido capaz de ver lo que el Arzobispo estaba viendo, por ejemplo que la “ley” instalando el Novus Ordo de la Misa no era de ninguna manera una ley, porque pertenece a la propia naturaleza de la ley ser una ordenanza de la razón para el bien común? ¿Cómo Monseñor Lefebvre pudo encontrarse relativamente tan solo al no permitir que un principio tan básico del sentido común pueda ser pisoteado por respeto a la autoridad, aún cuando la propia sobrevivencia de la Iglesia estaba amenazada por el Vaticano II y la Nueva Misa? ¿Cómo puede la autoridad haber así llegado a pesar más que la realidad y la verdad?

Mi propia respuesta es que durante los siete siglos pasados, la Cristiandad ha estado deslizándose progresivamente hacia la apostasía. Durante 700 años, con interrupciones nobles como la Contra-reforma, la realidad del Catolicismo ha sido lentamente carcomida por la fantasía cancerosa del liberalismo, que consiste en que el hombre se libera de Dios al liberarse la naturaleza de la gracia, el espíritu de la verdad objetiva, y la voluntad del bien y del mal objetivo. Durante un período muy largo, 650 años, los prelados católicos se aferraron a la realidad y la defendieron, pero al fin la fuerza de la fantasía glamorosa de modernidad, cada vez más fascinante, penetró sus huesos haciendo que la realidad pierda su agarre en sus mentes y voluntades. Faltando la gracia, como lo dijo San Tomás Moro hablando de los obispos ingleses de su época que estaban traicionando la Iglesia Católica, ellos dejaron que la fantasía de los hombres pesara más que la realidad de Dios, y que la autoridad pesara más que la verdad. Hay lecciones prácticas para el clero así como para los laicos también.

Estimados colegas, adentro y afuera de la FSPX, para servir a Dios, guardémonos de reaccionar como José Siri cuando en realidad necesitamos reaccionar como José Sarto, con sus magníficas denuncias de los errores modernos en Pascendi, Lamentabili y Notre Charge Apostoliquesobre el “Sillon.” Y para obtener la gracia que necesitamos en esta crisis, la más tremenda de toda la historia de la Iglesia, necesitamos tremendamente rezar.

Seglares, si los horrores de la vida moderna os hacen tener “hambre y sed de justicia,” alégrense, si pueden, que los horrores los mantengan en la realidad, y no duden que si perseveran en vuestra hambre, “seréis hartados” (Mt.V, 6). Bienaventurados los pobres en espíritu, los mansos, los que lloran, dice Nuestro Señor en el mismo lugar. En cuanto a la protección más segura para evitar que vuestros espíritus y vuestros corazones sean presos de la fantasía, recen cinco, o mejor quince, Misterios diarios del Santo Rosario de Nuestra Señora.

Kyrie eleison.

Declaracion Reversible

Declaracion Reversible on septiembre 22, 2012

No todo sobre el Capítulo General de la Fraternidad San Pío X de Julio en Suiza puede haber sido desastroso, pero de sus dos frutos oficiales, las “Seis Condiciones” fueron “de una debilidad alarmante” (cf.EC 268, 1 de Sept.), y su “Declaración” final deja mucho que desear. He aquí un resumen brevísimo de sus diez párrafos:—

1 Agradecemos a Dios por los 42 años de la existencia de nuestra Fraternidad. 2 Hemos redescubierto nuestra unidad después de la reciente crisis (¿realmente?), 3 para profesar nuestra fe 4 en la Iglesia, en el Papa, en Cristo Rey. 5 Nos adherimos al Magisterio constante de la Iglesia, 6 y también a su Tradición constante. 7 Nos unimos a todos los católicos que sufren ahora persecución. 8 Rezamos para que nos ayuden la Santísima Virgen María, 9 San Miguel 10 y San Pío X.

Esta es una Declaración a la cual no le falta la piedad, la cual dice San Pablo, es útil para todo propósito (I Tim.IV,8). Sin embargo, a sus dos discípulos, Timoteo y Tito, les insiste constantemente sobre la necesidad de la doctrina que es sin embargo el fundamento de la verdadera piedad. Desgraciadamente, la Declaración es bastante menos fuerte en cuanto a la doctrina. En lugar de anatematizar los errores doctrinales del Concilio que arruinan la Iglesia desde hace 50 años, la Declaración tiene en sus párrafos mas doctrinales, 5 y 6, sólo una débil condenación de estos errores, al mismo tiempo que rinde un tributo a los constantes Magisterio (5) y Tradición (6) de la Iglesia, tributo correcto, pero que constituye un argumento demasiado fácil de revertir por cualquier Conciliarista. Veamos como:—

El párrafo 5 califica las novedades del Concilio Vaticano II como estando “manchadas con errores,” mientras que el Magisterio constante de la Iglesia es “ininterrumpido”: “Por su acto de enseñar el Magisterio transmite el depósito revelado en armonía perfecta con todo lo que la Iglesia entera ha siempre creido, en todos lugares.” Lo que por supuesto implica que Roma tendría que llevar al Vaticano II a la lavandería para quitarle las manchas. Pero veamos lo que un Romano puede replicar: “¡La expresión por parte del Capítulo de la continuidad del Magisterio es completamente admirable! ¡Pero nosotros Romanos somos este Magisterio, y nosotros declaramos que el Vaticano II está en continuidad con el pasado, y no está manchado!”

Lo mismo con el párrafo 6. La Declaración establece, “La Tradición constante de la Iglesia transmite y transmitirá hasta el fin de los tiempos el conjunto de las enseñanzas necesarias para guardar la Fe y salvar el alma de uno,” y se sugiere que las autoridades de la Iglesia tienen que volver a la Tradición. El Romano puede en seguida contestar: “¡La descripción por parte del Capítulo de cómo la Tradición mantiene la Fe es del todo admirable! Pero nosotros Romanos somos los guardianes de esta Tradición, y nosotros decimos que, en virtud de la hermenéutica de la continuidad, Vaticano II no interrumpe la Tradición sino que la continúa. De tal manera que el Capítulo se equivoca totalmente al sugerir que necesitamos volver a ella.”

Esta Declaración reversible contrasta con la fuerza del ataque irreversible de Mons. Lefebvre contra los errores del Vaticano II en su famosa Declaración de Noviembre de 1974. Declara que la Roma Conciliar no es la Roma Católica porque la reforma Conciliar es “naturalista, Teilhardiana, liberal y Protestante . . .envenenada hasta la médula . . .viniendo de la herejía y llevando a la herejía,” etc., etc. Su conclusión es un rechazo categórico en tener lo mas mínimo que ver con la nueva Roma, porque ella no es en absoluto la verdadera Roma.

¡Baje del Internet las dos Declaraciones y vea cual de las dos es, sin peligro de equivocarse, la trompeta que llama a la batalla necesaria (I Cor.XIV,8)! Uno tiene que hacerse la pregunta: ¿Cuantos son los capitulantes del 2012 que han estudiado lo que dijo el Arzobispo, y porqué lo dijo?

Kyrie eleison.